lunes, 8 de noviembre de 2010

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La Paz (Bolivia), nueva etapa, 6 de noviembre de 2010     Año I     No. 2
Afiliado a la Federación Latinoamericana de Periodistas, Felap
Editores: Remberto Cárdenas Morales y Yuri Aguilar Dávalos


Índice
de nuestra tierra
Editorial
Nueva policía para el nuevo Estado Plurinacional
De sábado a sábado (127)
Riquezas naturales de territorios indígenas sólo deben extraerse previa consulta
Remberto Cárdenas Morales
Estados Unidos no invadirá Bolivia, por ahora…
Soledad Antelo
Construir una cultura de los derechos humanos
Hernán Cabrera Maraz
Informe sobre Desarrollo Humano 2010 de la ONU
Redistribución de la riqueza es un avance en Bolivia
Luis Oporto Ordóñez
Hacia un código de seguridad social
Documento para el accionar político de la juventud
lucha de nuestros pueblos
Reflexiones del compañero Fidel
La sublevación en la ONU
(Primera parte)
Fidel Castro Ruz
Reflexiones del compañero Fidel
La sublevación en la ONU
(Segunda y última parte)
Fidel Castro Ruz
Néstor Kirchner
La muerte y la hipocresía
Por Juan Carlos Camaño
 Comentario a tiempo
Dolor y alegría
Por Teodoro Rentería Arróyave
Washington gastó 80.100 millones de dólares para espiar en 2010
Por Jean-Guy Allard
Comité Internacional por la Libertad de los Cinco Cubanos
Honrar la memoria de madres y mujeres como carmen
Hablemos de libertad de expresión
Pascual Serrano
Barbarie en Arauca
Noviembre 2 de 2010 | 11:11 AM. | Noticias
EEUU: es hora de volver a llamar a la lucha de clases por su nombre
David Rosen
historia
31 de octubre de 1952: Nacionalización de las Minas
Yuri Aguilar Dávalos
El golpe de Barrientos del 4 de noviembre de 1964
Yuri Aguilar Dávalos
lecturas
Extracto de El poder y al caída de Sergio Almaraz Paz
Contexto previo a la Nacionalización de la Minas
nos escriben
Ninoska Enríquez 

Redactores:
La Paz: María Esabel Pomier Yujra, María Elsa Crispín Quiñones, Wilfredo Pomier Miranda y Constancio Mamani Aruni y María Luisa Quezada Portugal. Cochabamba: Claudia Zegarra Rivero y Fernando Méndez Terrazas. Santa Cruz: Alejandro Dausá. Oruro: Héctor A. Hinojosa Rodríguez. Sucre: Roberto Valdiviezo Luna. Potosí: Rosa Layme Muñoz. 

Sobre el Comandante de Nuestra América: www.chebolivia.org
De la Redacción:
Las notas firmadas expresan los criterios de los autores.


de nuestra tierra
Editorial
Nueva policía para el nuevo Estado Plurinacional
Si se admite que el Estado es una maquinaria burocrático militar (y policial) con el que una clase o una alianza de clases ejerce el poder y con el que se somete a otra u otras clases sociales y pueblos indígenas, un nuevo Estado, es decir, el Plurinacional que se organiza en Bolivia, necesita una nueva burocracia, un nuevo ejército y una nueva policía.
Además, de acuerdo a la conocida definición marxista-leninista del Estado, el viejo Estado tiene que ser destruido para que sobre esos escombros, y mejor luego de que aquéllos sean limpiados, se articule el nuevo Estado, como otro instrumento, también de dominación de clase y de pueblos indígenas (por qué no) con el que estos últimos ejerzan su poder.
En Bolivia, de acuerdo al discurso predominante de los actuales gobernantes vivimos una etapa revolucionaria (una revolución democrática y cultural) en la que se construye el poder y esta tarea se la emprende sin destruir el viejo Estado. Los gobernantes entienden que basta con reformar esa maquinaria, esencialmente política, para construir el nuevo poder y, por tanto, el nuevo Estado. Esta es una propuesta que espera ser verificada como correcta y posible o no. La práctica y la actual transición boliviana se encargarán de aquella verificación o de un desmentido de la teoría y de la práctica de los que buscan remodelar el viejo Estado para llevar hasta el fin lo que se denomina revolución democrática y cultural la que, para este semanario, son reformas avanzadas.
Nosotros tenemos fundadas dudas de que sea posible aquella reforma estatal, no tanto por la propuesta, cuanto por la realidad latinoamericana y mundial que aportan como conocimiento comprobado otro distinto al que postulan como acertado ahora en Bolivia. Es que hasta este momento no ha sido posible una verdadera revolución sin la destrucción del viejo Estado y la construcción posterior de uno nuevo.
No negamos que el pueblo boliviano esté en capacidad de alumbrar una nueva forma de emprender una revolución, de abrir un nuevo camino revolucionario. Pero aquello está por verse.
Ahora, además, no es posible dejar sin respuesta una afirmación del Vicepresidente, quien ha dicho que tenemos en Bolivia el Estado integral de Gramsci, se supone que habló del Estado Plurinacional que se insistió que se edifica, en la misma ocasión en la que se posesionó por segunda vez, a Evo Morales, en la Presidencia de nuestro país. Difícil convencerse de que ya tenemos aquel Estado integral o que es integral el Estado Plurinacional o que éste existe porque se tiene dos tercios de la Asamblea Legislativa Plurinacional y el gobierno (aunque en este último es notoria la  influencia de la vieja burocracia). Anotamos, asimismo, que los cambios económicos tienen lugar en la estructura (sin que la modifiquen sustancialmente a la última), pero aquellas alteraciones positivas o cambios no son de la estructura económica, es decir, no son estructurales.
Nos resistimos a leer la realidad estatal boliviana como lo hacen los gobernantes, básicamente, porque los institutos armados y en particular la Policía Boliviana siguen siendo, esencialmente, los mismos de la vieja maquinaria estatal.
Creemos imposible dejar de ver la agudizada crisis de la Policía Boliviana que viene de lejos. Incluso los gobiernos neoliberales, después de un estudio, admitieron que aquella institución represiva debía reformarse tarea que, sin embargo, nunca la asumieron responsablemente.
Las expresiones externas de la crisis de la Policía Boliviana se muestran en los disparos, según testigos, de policías contra la humanidad de aquellos dos estudiantes de Caranavi, con los que se les tronchó sus vidas jóvenes; hablamos de las torturas (hasta acabar con la vida de un interrogado), como la que consumaron en El Alto miembros de aquel organismo represivo contra un presunto atracador; nos referimos a los 500 policías dados de baja por faltas graves cometidas durante el ejercicio de sus funciones; tenemos en mente a las decenas de efectivos policiales, a los que se les sigue procesos criminales; incluso tenemos en cuenta los que en carros particulares y sin uniforme fueron a reprimir el contrabando de autos en el norte de Potosí, lugar en el que encontraron la muerte como resultado de una falsa aplicación de la justicia comunitaria; son aquellos policías que cobran coimas en el Servicio de Identificación, en el Servicio de Tránsito, en las calles de las ciudades; en fin, son los que en vez de combatir a la delincuencia, organizan bandas delincuenciales o se sirven de delincuentes rematados para que éstos cometan delitos con los que se benefician sus mandantes policías o los de vestimenta verde olivo que establecen “alianzas” con delincuentes para cometer delitos de los más diversos tipos.
El principal jefe policial del país (que no quiere hablar de los muertos de Caranavi, luego de hacerlo con la ligereza impropia del cargo en el que está), dijo que empezó una reforma profunda en la Policía Boliviana a su mando. Dudamos de que esa reforma sea suficiente, así como dudamos antes y ahora de que, como anunció el actual Ministro de Gobierno, los policías serán los mejores defensores de los derechos humanos.
Ahora puede recibir espinas como premio por la violación de los derechos humanos. Esa hoja de servicios es suficiente como para proponer, desde este semanario, que lo que cabe en tiempos de cambio (y para que estos sean verdaderos) es que se construya otra Policía Boliviana.
Las reformas de aquella Policía, de las que se habla más de la cuenta, corren el riesgo de ser simples cuentos.
Si otra Bolivia es posible, tiene que ser con otra Policía. 

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De sábado a sábado (127)
Riquezas naturales de territorios indígenas sólo deben extraerse previa consulta
Remberto Cárdenas Morales*
Convenios internacionales, convertidos en leyes bolivianas y la nueva Constitución Política del Estado (CPE), disponen que antes de extraer recursos naturales no renovables de un territorio indígena, se debe tener el consentimiento de los dueños del territorio para hacerlo.
Ese derecho de los indígenas no implica oposición, caprichosa y sin argumentos, de los esos pueblos de modo que intereses mezquinos impidan la explotación de recursos naturales no renovables, como los mineralógicos e hidrocarburíferos. Y esa consulta previa debe hacerse mediante “procedimientos apropiados”, con las “instituciones” naturales, cuando se anuncien “medidas legislativas y administrativas” que les afectarían a los pobladores de esos territorios. Esa consulta el Estado (y el gobierno) la tiene que hacer “de buena fe y concertada”.
Además, debe considerarse lo que, de acuerdo a las normas mencionadas, comprende el concepto y la práctica del territorio indígena: en él los propietarios deben autodeterminarse; regir la costumbre como reglas y/o normas originarias (sin contraponerse a las del país); supone el uso de flora, frutos, fauna, agua, bosques, tierra. “Uso exclusivo y aprovechamiento” de esos recursos naturales renovables,  pero reconoce los derechos legítimamente adquiridos por terceras personas, distintas a las indígenas, añade la CPE.
Esos derechos indígenas son individuales y colectivos. En esa línea, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, artículo 19, sobre la consulta dice:
“Los Estados celebrarán consultas y cooperarán de buena fe con los pueblos indígenas interesados por medio de sus instituciones representativas antes de adoptar y aplicar medidas legislativas o administrativas que los afecten, a fin de obtener su consentimiento libre, previo e informado”. Esa norma, como toda la Declaración…, es Ley boliviana, la primera en el mundo, dicen sus gestores. Además, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que también es Ley de nuestro país, contiene disposiciones similares y complementarias.
Las últimas semanas se ha sugerido que para la consulta, a la que nos referimos, no existen las normas suficientes, que aquéllas serían incompletas o que falta algún reglamento.
Sobre este asunto hay prácticas nacionales e internacionales. Lo que sucede, sin embargo, es que se las ignora deliberadamente y, en otros casos, hay desconocimiento de ellas entre la gente.
En Ecuador, un pueblo indígena fue consultado para que una gigantesca empresa petrolera  explote petróleo dentro del territorio de su pertenencia. Más aún, aquella empresa indemnizó a los poseedores del territorio en cuyo subsuelo existía el oro negro. Luego de saqueada esa riqueza, los indígenas constataron que, a pesar del dinero del que dispusieron, fue imposible reponer la biodiversidad, destruida por las operaciones con las que explotaron la riqueza natural no renovable. En el último tiempo Ecuador, por gestión gubernamental, estudiaba mermar la explotación petrolera, entre otras cosas, para preservar los recursos genéticos imposibles de rescatar sino después de mucho tiempo, a condición de que se la preserve de manera celosa, es decir, que ninguna mano ingrese en esos territorios que dificulte regenerar la biodiversidad.
En Bolivia y en el gobierno hay dos tendencias respecto del uso y aprovechamiento de los recursos naturales no renovables: unos creen que debe promoverse el desarrollo y la industrialización, aunque para ello se sacrifique la biodiversidad; la otra, sostiene que su uso y aprovechamiento no debe dañar la biodiversidad o que el impacto en contra sea el menor posible.
La primera tendencia, que quiere desarrollo aunque se destruya la biodiversidad, es la que en Cachuela Esperanza alienta la instalación de una empresa hidroeléctrica. Asimismo, es la que se comporta permisiva respecto de otras empresas que producirían energía eléctrica y que se instalarían en el río internacional Madera, por tanto, las hidroeléctricas serían instaladas en territorio boliviano y brasilero, las que serían de propiedad de transnacionales.
En nuestro caso, investigadores bolivianos han establecido que aquellas empresas que usarían las aguas del río Madera con ese objeto, provocarían inundaciones incontrolables, enfermedades difíciles de curar, pérdida de biodiversidad, mortandad de especies de peces. Un ejemplo depredador, según organizaciones populares defensoras del medio ambiente, está frente a Pando: Rondonia de Brasil, región convertida en un erial, luego de la destrucción de la selva amazónica.
Algo así sucedería si se implementa la hidroeléctrica en la angostura de El Bala, aledaña Rurrenabaque y San Buenaventura, lo que alertaron medioambientalistas, antropólogos y vigías de la biodiversidad. Ese proyecto tampoco fue consultado ni aceptado por los indígenas.
Autoridades han confirmado que varios proyectos destinados a la exploración y la explotación de recursos mineros e hidrocarburíferos están paralizados porque los pueblos indígenas, en cuyos territorios se encuentran aquellas riquezas, no han sido consultados y si lo fueron no dieron su consentimiento para que se realicen aquellas operaciones exploratorias y/o extractivas. 
También se suma un ejemplo negativo: miembros de CONAMAQ (Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo) los habitantes de los parajes en los que se encuentra la mina de Corocoro, no fueron consultados antes del procesamiento de minerales de cobre y que el principal resultado negativo de esas operaciones es el agotamiento del agua destinado al ganado, siembras y consumo humano. Esas operaciones mineras, además, provocan contaminación incontrolable en la zona, según las mismas fuentes.
Aquella falta de consulta previa a los poseedores de territorios indígenas, tierras agropecuarias y parajes mineros, al menos, se la puede calificar como una desobediencia a la ley y a la CPE, cuyo cumplimiento obligatorio deben ser del gobierno y también de los gobernados.
Entre el gobierno y los indígenas no debe producirse ningún desencuentro como consecuencia de aquella ausencia de consulta previa para la extracción de riquezas no renovables y que se encuentran en territorios indígenas. Éstos, asimismo, no tienen por qué aceptar que su gobierno (así lo sienten todavía) haga poco o nada para realizar aquella consulta que no debe tener nada de formalista;  al contrario, aquélla, debe entenderse como una tarea esencial.
El sentido común debe ayudarnos a entender que con esa consulta previa se cumplirá con las normas bolivianas y los convenios internacionales y, acaso lo más importante, se preservará la biodiversidad  en todo lo que se pueda, sin sacrificar el desarrollo y la industrialización.
Más todavía, el reclamo fundado es que el gobierno debe realizar en Bolivia lo que el Presidente (y muchos de nosotros) reclamamos que se haga en el mundo, a propósito de lo que el primer ciudadano del país llama “enfriamiento” de la tierra, el que no debe postergarse.
El Presidente afirma, con frecuencia, que él tiene en cuenta, en primer lugar, las tareas políticas. Aquella consulta es una tarea que tiene un contenido político inocultable, la que se la debe emprender correctamente, también, para mantener y mejorar la correlación de fuerzas sociales y políticas en favor de los cambios y del gobierno. 
La Paz, 6 de noviembre de 2010.
*Periodista
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Estados Unidos no invadirá Bolivia, por ahora…
Soledad Antelo
Una noticia discretamente colocada en la página de información internacional del periódico La Razón de La Paz, da cuenta de un hecho de singular importancia para la vida de nuestro país. Dice así:
Estados Unidos descarta que Bolivia
llegue a producir armas nucleares
Venezuela y Bolivia, que anunciaron recientemente la construcción de centrales nucleares, no alcanzarán la capacidad necesaria para producir armas atómicas, afirmó ayer el subsecretario de Defensa estadounidense para América Latina, Frank Mora. "No creo que esté previsto y tampoco creo que los países (Bolivia y Venezuela) adquieran la capacidad para producir armamentos nucleares", aseguró Mora, durante un debate sobre seguridad en la región, efectuado en una universidad de Washington.
"No", respondió Mora, al ser consultado si consideraba una amenaza para la seguridad estadounidense los anuncios sobre la instalación de centrales nucleares en esos dos países.
Bolivia es un país pacífico que jamás de los jamases ha invadido otros territorios, ni propiciado guerras de conquista —salvo aquellas que sus clases dominantes impusieron para arrebatar por la fuerza la tierra de los indígenas y pueblos originarios—. Junto a Venezuela, se salva por ahora, del dictamen inapelable del imperio que gobierna al mundo.
Por supuesto, éste es uno de los pretextos que, llegado el momento, podrá ser nuevamente puesto en el tapete de las elegantes mesas de Naciones Unidas, para considerar eventuales invasiones propias o de terceras naciones, en nombre de la libertad y la democracia.
No está lejos de la memoria la vergonzosa resolución impuesta a las naciones del mundo para propiciar la aventura bélica en Irak. Con la contundencia de un Primer Mandatario que, se supone, es el mejor informado del planeta, don George W. Busch afirmó rotundamente que tenían las pruebas de la existencia de armas de destrucción masiva en aquella nación. Que no aparecieran para nada ante las constantes y muy bien equipadas misiones que mandó el Consejo de Seguridad, no fue óbice para declarar olímpicamente que aquellos técnicos eran unos inútiles, que en cuestión de días, apenas derrocado aquel régimen despótico, las terroríficas armas que amenazaban a los pacíficos ciudadanos del Bronx estadounidense, se mostrarían al mundo para justificar la masacre cometida.
Nada de ello ocurrió, pero nos consolaron con aquello de que el mundo estaba ahora más seguro sin Sadam Hussein. ¿Cabe imaginar una historia similar? ¿Es sólo fantasía que nos dicta la política ficción? ¿Chile amenazado por las armas nucleares en manos de irresponsables nacionalistas que quieren mar a como dé lugar? ¿Las FARC apoyadas por las bombas atómicas de Chávez prueban el nexo con el terrorismo internacional? ¿El eje del mal Irán-Venezuela-  Bolivia fue demasiado lejos en sus pretensiones hegemónicas?
Las respuestas pueden ser de lo más descabelladas, mas las preguntas tienen una lógica terrible. Así empezaron con la mentira inmensa de Al Qaeda en Irak, y las pruebas de un autoatentado a las torres gemelas no han podido aún ser desmentidas de manera científica. Funcionó y funcionó bien; todo hasta que de aquí a unos cuantos años, alguien desempolve los archivos secretos y los ponga en evidencia, tal como ocurrió con aquellos que, después de más de cincuenta años, mencionan la inaudita crueldad de utilizar seres humanos inocentes en un país de Centroamérica, nada menos que para inyectarlos con horrendas y vergonzosas enfermedades, en nombre, quizá, de la ciencia.
Por lo pronto, Mr. Frank Mora archiva el libreto para mejores oportunidades; quizá en el ínterin, retornen al otro que todavía puede introducir razonables dudas en ciertos sectores que se creen a pie juntillas las campañas mediáticas. El narcotráfico, aquel terrible “flagelo” de sus sociedades, no deja de aparecer de cuando en cuando para justificar desde el éxito económico de Bolivia hasta la imposibilidad de acabar con las ya mentadas FARC de Colombia.
A no olvidar, pues, que camarón que se duerme, aparece en un coctel…

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Construir una cultura de los derechos humanos
Hernán Cabrera Maraz
Lo que menos existe y lo que menos se ha cultivado en Santa Cruz es una cultura de los derechos humanos en todos los niveles de la sociedad civil, en las instituciones del Estado, en las estructuras del poder y en los medios de comunicación social. Y los ejemplos que desnudan nuestra hipótesis son contundentes
El hecho de que un conductor de un vehículo ni bien pasa un segundo mientras espera el semáforo, alguien de atrás toca la bocina y empieza a gritarle una serie de improperios. El policía que procede a detener con violencia y sin respetar los procedimientos legales. El gendarme municipal que decomisa productos y golpea a los comerciantes. El profesor que golpea y castiga a sus alumnos por alguna situación minúscula. El servidor público que no atiende con calidez y apremio algún trámite de un ciudadano, y de paso pide coimas. El productor y el campesino que chaquean sin medida ni clemencia y destruyen los bosques, mientras las instituciones se lavan las manos, y nuestros niños se enferman por la contaminación. El transporte público que “acarrea” a los usuarios y los traslada como carga. El militar que tortura y maltrata a los conscriptos. Las personas adultas mayores que no conocen sus derechos y son tratados como objetos en los hospitales. El violador que ultraja y destruye dignidades y honores de las niñas. El fiscal y el juez que no administran justicia con valentía y celeridad. Los centros de salud atestados de enfermos y sin medicamentos. Los medios de comunicación que manipulan la información y controlan la realidad y a los actores. Las vidas humanas que se pierden en los atracos, robos, accidentes de tránsito, en las peleas, en la droga. La juventud que no encuentra espacios para su desarrollo integral, pero si tiene a su alcance cientos de boliches y prostíbulos. Los indígenas que son utilizados políticamente y que no son consultados para la explotación de sus recursos naturales. Los impostores que a nombre del pueblo tildan de traidores y enemigos a los que no piensan igual que ellos. Los trabajadores que son explotados y ganan un sueldo miserable, y los derechos laborales que son pisoteados. Los niños de la calle que hacen malabares por unas cuantas monedas. Las mujeres que sufren la violencia intrafamiliar y que son discriminadas.
En fin, el rosario de vulneraciones a los derechos humanos es muy largo, y que constata que la misión para exigir su cumplimiento y vigencia es intensa, ardua y compleja. Que además es responsabilidad del conjunto de la sociedad y de sus instituciones, tanto públicas como privadas. En la Constitución Política los derechos humanos están ampliamente contemplados, difundidos y reconocidos en un catálogo que va del artículo 13 al 76, que recoge casi todos los instrumentos internacionales, como la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención Americana de Derechos y Deberes, el Pacto de los Derechos Civiles, Políticos, Económicos y Culturales, el Convenio 169 de los Pueblos Indígenas, y muchos otros. Todos ellos ratificados por el Estado boliviano y en plena vigencia.
Algunos dirán que en el papel todo se puede decir, claro que sí, pero dependerá de cada uno de los órganos del poder político, social, gubernamental, departamental y municipal, cumplir y hacer cumplir cada uno de los mandatos constitucionales. Además de los retos de la radio, periódicos, canales de televisión para que se conviertan en aliados importantes en la construcción de una cultura de los derechos humanos, que implica no sólo el disfrute individual y colectivo de acceder a la salud, educación, a la justicia, a empleos, al desarrollo, a la vivienda, al agua, sino el de consolidar una ciudadanía plena, segura y digna. “Los derechos humanos expresan el reclamo por un ethos de justicia que no sea impuesto de manera coercitiva sino que pueda ser incorporado a la vida cotidiana, como parte de la estructura motivacional de las personas. Todo esto a través de procesos de intercambio y diálogo entre sujetos considerados iguales, sobre la base de un reconocimiento mutuo de su dignidad en tanto seres humanos”, afirman las sociólogas Maria Inés Pérez y Alicia Szmukler.
Ahora es el momento de los derechos humanos, no hay término medio hacia esta meta, ni pretextos para no asumirlos totalmente. Así como dijo, en agosto de 1963, Martín Luther King: “Ahora es el momento de resucitar a nuestra Nación de las arenas movedizas de la injusticia hacia la roca sólida de la hermandad. Ahora es el momento de hacer que la justicia sea una realidad para todos los hijos e hijas de Dios”. En Bolivia, hoy es ese momento.

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Informe sobre Desarrollo Humano 2010 de la ONU
Redistribución de la riqueza es un avance en Bolivia
Amigas y amigos:
La noticia predominante del día es el informe anual sobre Desarrollo Humano 2010, titulado “La verdadera riqueza de las Naciones Unidas: Caminos hacia el desarrollo humano”, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Estos los aspectos destacados en el informe:
Bolivia se ubica en el puesto número 95. Esto quiere decir 18 lugares por encima de la posición que obtuvo en 2009 cuando ocupó el peldaño 113.
El puesto actual califica el desarrollo humano en el país como medio, nivel que es compartido con El Salvador (90), Paraguay (96), Honduras (106), Nicaragua (115) y Guatemala (116).
Naciones de Sudamérica, continente al que pertenece Bolivia, se hallan en un nivel superior, calificado como desarrollo humano alto. En ese marco se inscriben países como Chile (45), Argentina (46), Perú (63), Brasil (73), Venezuela (75), Ecuador (77) y Colombia (79), entre otros.
La lista de países con un índice de desarrollo humano bajo es encabezada por Haití, junto a otros como Malí (160) y Zimbabue (169).
El estudio reconoce la existencia de avances logrados en el largo plazo en América Latina y el Caribe, en particular en Guatemala, Bolivia y Brasil, y subraya el adelanto en materia de escolarización, el cual considera casi universal, y del aumento en la esperanza de vida, según Prensa Latina. En el aspecto crítico señala que “a pesar del progreso registrado en la última década, la región sigue entrampada por la desigualdad de ingresos más elevada y sesgada del mundo”.
El informe Recoge también los efectos de la crisis financiera de 2008, a la que califica como la “peor” de varias décadas, por haber destruido 34 millones de puestos de trabajo y hacer que otros 64 millones de personas vivan por debajo de la línea de pobreza con 1,25 dólares al día. “Todavía existe la amenaza de volver a entrar en recesión”, alerta la ONU.
Entre los indicadores fundamentales en los que se basa el informe están la educación, salud y esperanza de vida, entre 1970 y 2010.
La expectativa de vida subió de 60 a 74 años y la tasa de escolaridad de 52 a 83% en América Latina.  La tasa de mortalidad de mujeres adultas bajó de 257 a 164 y la de los varones adultos de 308 a 231.
En Bolivia, a diferencia de otras épocas y gobiernos, como es de conocimiento general supo enfrentar exitosamente la crisis financiera de 2008 y Naciones Unidas tomó al modelo boliviano como referencia fundamental. Desde el 2006 el gobierno de Bolivia introdujo una serie de políticas sociales que hoy explican el avance alcanzado, hecho que nos sitúa sobre el Paraguay en Sudamérica y por delante de Honduras, Nicaragua y Guatemala en Latinoamérica.
Sin embargo, la base del desarrollo alcanzado en gran medida se debe a la política de redistribución de la riqueza que impera en el modelo boliviano.
Reciban un cordial saludo,
Luis Oporto Ordóñez
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Hacia un código de seguridad social*
Antecedentes
El Código de Seguridad Social de 1956, creado en el fragor de la lucha del pueblo boliviano contra la oligarquía minero feudal, ha constituido el avance más significativo al estructurar sus normas, reglamentos y funcionamiento. Han transcurrido más de 50 años y su amplio y magnifico campo se ha visto inundado, en ese marco de la lucha de clases, por más de trescientas disposiciones que han distorsionado, minado y liquidado todo su contenido social y de avanzada en materia de protección del capital humano, disposiciones ejecutadas por los distintos gobiernos y organismos internacionales, en procura de defender las ganancias de los empresarios en contra los recursos naturales y los recursos humanos.
Situación de partida
El estado de situación en que se encuentra la Seguridad Social, el seguro social a corto y largo plazo, es conocido como crítico, posiblemente en estado terminal. El seguro médico registra una ausencia generalizada de atributos como calidad, calidez y otros atributos que impedirán lograr el contenido de los artículos 35, 36 y 37 de la nueva Constitución Política del Estado.
El seguro de largo plazo sufre una parálisis y estancamiento, se entrecruzan los principios, las prestaciones y sus requisitos versus el financiamiento y su estructura, existe una confrontación de la ley 1732, que nada tiene que ver con seguridad social, y el verdadero sentido de la Seguridad Social, por lo que imposibilita cumplir con todo el contenido del artículo 45 de la nueva Constitución Política del Estado.
Bajo la figura simple de la atención en salud y las pensiones, se encubre toda la problemática estructural de la Seguridad Social, resumidamente puede expresarse en:
1. La Seguridad Social sufre de Integralidad múltiple, entre servicios públicos de salud y seguros médicos, entre seguro médicos y seguros de largo plazo.
2. El seguro médico tiene una desmembración y dispersión histórica institucional con la existencia de varios seguros de salud, que luego derivan en las prestaciones.
3. La Seguridad Social adolece históricamente de una anemia poblacional, no ha cubierto ni el 30% de la población.
4. Los riesgos que cubre actualmente la Seguridad Social son limitativos, arbitrarios y desintegrados; no cubre a la población desde el nacimiento hasta la muerte digna.
5. Las cotizaciones, fuente de financiamiento de la Seguridad Social, han sufrido un deterioro histórico recayendo el peso sobre los trabajadores y jubilados, liberando al Estado y al Empresario de obligaciones que deben ser compartidas.
6. Las reservas para capitalizar los recursos tienen un alcance restrictivo y encauzado sólo al sistema financiero, sin posibilidades de generar mayores excedentes.
7. El ente Gestor ha sido privatizado a favor de dos entidades transnacionales que no arriesgan recursos sólo alimentan su rentabilidad, en cambio el Estado ha sido delegado con obligaciones futuras por más de 600 millones de dólares americanos anuales.
El nuevo y fortalecido proceso de cambio en nuestro país, sustentado en la fuerza del pueblo boliviano, sus trabajadores obreros, campesinos, clases medias y las perspectivas de profundización democrática, antioligárquica y antiimperialista, nos obligan a plantear un proyecto de largo alcance democrático plurinacional e integralmente concebido en la protección de la sociedad, desde su nacimiento hasta la muerte. Consecuentemente se formula una propuesta que sin perder de vista la perspectiva normativa estructural, aporte soluciones a todo el desmontaje empresarial y neoliberal realizado a la Seguridad Social y el montaje de un nuevo Código de Seguridad Social.
Estrategia operativa
1. Mediano plazo-Código de Seguridad Social.
Un nuevo Código de Seguridad Social supone analizar las disposiciones legales que fueron dictadas por los diferentes gobiernos durante el tiempo de vigencia del viejo código; rescatar los mejor del viejo código, especialmente aquello que defienden ardientemente los trabajadores; formular un instrumento jurídico, administrativo y económico con respaldo de moderna tecnología computarizada.
Estas son las premisas responsables para llegar a la meta estratégica, al montaje de lo que realmente el trabajador y su familia pretende, a lo que el Estado Nacional aspira a cumplir con la carta magna y el pueblo y a lo que la empresa privada coadyuve en la ruptura de la inequidad y desigualdad social.
Este montaje requiere de la constitución de comisiones de trabajo multidisciplinario y multirepresentativo, los mismos que trabajen de mediano a largo plazo, en forma permanente.
2. Corto Plazo – Integralidad de la Seguridad Social
2.1. Integralidad del servicio médico público y seguro médico.
El acceso universal a la salud esta garantizado en el artículo 36 de la nueva Constitución Política del Estado, ésta no debe ser diferencial para la población, no debe vulnerar la ley de los grandes números, no fomentar la dispersión indiscriminada mediante recursos e instituciones de salud de diversa índole, por lo que se postula la unificación del servicio de salud y el servicio de los seguros mediante el seguro social, teniendo en cuenta que buscan el mismo fin.
2.2. Integralidad del seguro médico y el seguro de largo plazo.
El modelo económico y los artículos de la Sección II, Derecho a la Salud y a la Seguridad Social, establece una economía mixta con preeminencia del Estado así como las obligaciones de éste sobre los derechos de la población respectivamente. El desmontaje estuvo relacionado con la privatización de la Seguridad Social, en Cajas Nacionales de Salud y en AFP-Tesoro General de la nación para el pago de pensiones.
Por la vulneración de normas y acuerdos internacionales suscritos con la OIT y puesto que las modificaciones no llenan los requisitos mínimos de seguridad social, se debe restaurar la Seguridad Social en un todo único y coherente, sin injerencia empresarial, estatal y política partidaria.
2.3. Integralidad institucional del Sistema de Seguridad Social
El principio de la Unidad de Gestión  fue vulnerado desde inicio del viejo código, debido al manejo político de sectores de trabajadores y sindicales que desconcentraron la Seguridad Social en varias instituciones, vulnerando asimismo el principio de racionalidad económica y la ley de los grandes números, gestando atención de salud diferenciada entre sectores de población y ahondando las desigualdades. Se postula la unificación institucional de la Seguridad Social mediante la centralización de un solo ente para toda la población.
3. Corto a Mediano Plazo-Universalidad de Cobertura.
Como se rompió la unidad de la Seguridad Social, también se desperdigaron sus principios. Frente a la universalidad se contrapuso la cuenta individual, el individualismo a la solidaridad, a la unidad de gestión la privatización y beneficio para las transnacionales; la oportunidad y eficacia son formulaciones y prácticas inexistentes en ambos subsistemas.
Restaurar coherentemente los principios de la Seguridad Social en función de nuestra peculiaridad económica social. Los principios son un conjunto compartido de fundamentos, no son principios estancos por el contrario, son interactuantes, interrelacionados permanentemente. La universalidad es su eje central, por lo que es necesario ejecutar una política sostenida y gradual de este principio, primeramente consolidar los actuales grupos incorporados, posteriormente fijar grupos poblacionales de afiliación escalonada en un plazo no mayor a cinco años.
4. Corto Plazo-El sistema de riesgos en la Seguridad Socia.
Cada riesgo crea su prestación, en ese sentido nuestra Seguridad Social establece enfermedades, accidentes y calificación de incapacidades en materia de riesgos y consecuentemente prestaciones en especie y dinero. Este esquema actualmente es confuso y hasta arbitrario pues el asegurado debe sujetarse a una serie de restricciones para poder ser calificado.
Este sistema debe ser estudiado en una sola dimensión que comprenda aspectos de salud, prestación económica y la incorporación de variables sociales. Asimismo es preciso considerar nuevas variables en la calificación del riesgo, no solo edad y densidad de cotizaciones.
5. Corto Plazo- El sistema y estructura financiera de la Seguridad Social
La cotización es la base material de funcionamiento de la Seguridad Social en Bolivia. El capital humano como factor productivo y su conservación son parte de los costos y utilidades de la empresa, para el Estado es el recurso importante para la reproducción social y para el trabajador, su familia, garantía para la continuidad de su existencia. En cambio los aportes al sistema han tenido un comportamiento inverso a esa responsabilidad, razón por la que es preciso democratizar el financiamiento en consideración a los participantes del proceso productivo y de servicios. En primera instancia hay que universalizar la cotización, en segundo término es preciso establecer proporciones acordes al desarrollo del sistema y especialmente al grado de distribución de la riqueza. La tasa general que puede garantizar la sostenibilidad del sistema debe bordear el 35%, cuya estructura es preciso ajustar sin causar desajustes macro y  microeconómicos.
6. Corto Plazo-Inversión de Reservas
Los fondos que recauda la Seguridad Social actualmente alcanza a cerca de 250 millones de bolivianos por mes y las AFP invirtieron por año aproximadamente cerca de 2800 millones de dólares americanos, estas cifras nos muestran el movimiento financiero considerable según normativa, con tasas de rendimiento superior al 8%. La Seguridad Social integrada debe proyectar no sólo esta inversión, también debe tramitar la facultad de efectuar inversiones en un Banco exclusivo de Seguridad Social, donde se buscaría fuentes de recaudación perfectamente factibles, inversiones en fábrica de medicamentos, inversiones con el Estado garantizados en ciertos sectores estratégicos de la economía.

7. Corto Plazo-Entidad Gestora y Supervisión.
En acápite anterior se hizo mención de una Institución de Seguridad Social sin injerencia de la empresa privada, del Estado y de la política, sea partidaria o sindical. Es preciso formular un organismo gigantesco operativo con un grado mayor de autonomía, capaz de administrar, gestionar los seguros como entidad privada de Seguridad Social de los trabajadores, con representación proporcional de estos, una representación del Estado y otra de la empresa privada en el directorio. Esta estructura como en otras debe contemplar una participación de entes de supervisión, puede ser una superintendencia especial de Seguridad Social y otra sujeta al control directo de la población asegurada bajo el denominativo de control social.
*Tomado de Unidad, vocero del Partido Comunista de Bolivia (PCB), de octubre de 2010.

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Documento para el accionar político de la juventud
Partimos de la constatación y afirmación de la crisis mundial del capitalismo, debido a su lógica de la enajenación del trabajo asalariado, la explotación irracional de los recursos naturales y la depredación de la madre tierra. Su lógica de homogenización de las sociedades en desmedro de la diversidad cultural y la riqueza étnica de nuestros pueblos, en esencia el capitalismo solo busca la acumulación de riqueza para unos pocos, sustentado  y condenando a la pobreza, exclusión y la miseria de muchos.
Por otro lado, vivimos en un tiempo histórico, donde la decadencia y debilidad del imperialismo se hace cada vez más profunda y por ende su arremetida violenta y fascista a los gobiernos democráticos y populares, se constituye en la estrategia asumida para retomar el poder político en los países donde las organizaciones populares, tanto del campo como de la ciudad, han emprendido grandes transformaciones sociales en beneficio de las mayorías nacionales.
Los intentos separatistas, desestabilizadores y la nueva forma de los golpes de estado (Honduras, Ecuador, Haití, Bolivia, Venezuela, Cuba, etc.) fueron y seguirán siendo la estrategia de las oligarquías nacionales apoyadas por el imperialismo norteamericano, como la única forma de recuperar el terreno perdido con el único objetivo de frenar la avanzada, la rebelión y emancipación de las organizaciones populares del campo y la ciudad y los pueblos de América Latina y el mundo entero. Por eso la juventud, tiene el deber y la obligación de estar atentan y preparada frente a una nueva arremetida de este tipo.
En Bolivia la lucha de las organizaciones sociales ha dado lugar a consolidar un gobierno nacional, que tiene el sustento y el apoyo de las organizaciones sociales indígenas originarias campesinas y de los sectores populares de la ciudad. Que es producto de la lucha social en contra de la lógica neoliberal y en contra de toda lógica de explotación en general y en particular de la lógica de la destrucción de la madre tierra que sustenta los cimientos del capitalismo.
Proceso de cambio, hacia la construcción del vivir bien, caracterizado por: La refundación del país, asentada en cuatro pilares fundamentales: La igualdad entre todos y todas las y los bolivianos, la desterritorialización del poder (con la implementación de las autonomías), la descolonización del Estado y la recuperación e industrialización de nuestros RRNN en favor del pueblo boliviano.
Tareas de la uuventud:
El apoyo y consolidación del bloque antiimperialista, que tiene su mayor expresión en los países que conformar el ALBA, como la alternativa bolivariana de los pueblos para hacer frente a los instrumentos del capitalismo, como son el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, etc.
La lucha antiimperialista, antioligárquica y antifascista, en todos los frentes de lucha: universitaria, indígena, obrera y campesina. Por la integridad territorial de nuestro país y la consolidación del Estado Plurinacional, opuesto a la lógica capitalista de extracción y explotación irracional de la naturaleza.
La defensa y apoyo, la consolidación y profundización del proceso de cambio que vive nuestro país.
Entendemos por defensa, el apoyo a las políticas populares que lleva adelante nuestro gobierno, a la cabeza del hermano presidente Evo Morales. En oposición a los intentos separatistas y desestabilizadores de la oligarquía nacional, apoyada y digitada por el imperialismo norteamericano.
Entendemos por consolidación; la puesta en vigencia de la Constitución Política del Estado, pues plasma muchas de las aspiraciones y reivindicaciones de los sectores históricamente marginados. Un medio y no un fin.
Entendemos por profundización, hacer que este proceso, democrático popular, se encamine hacia la construcción del Vivir Bien y en el horizonte hacia la construcción del socialismo comunitario.
Se debe agilizar los procesos económicos y legales para evitar que el proceso dé marcha. Desmantelando los resabios de la república para avanzar hacia la economía plural, fortaleciendo el Estado Plurinacional.
La difusión, explicación y la defensa de las políticas gubernamentales, que son de beneficio para las grandes mayorías nacionales.
Ser críticos y autocríticos sobre al accionar del MAS-IPSP, enmarcado en una visión de unidad fortaleciendo nuestras estructuras orgánicas.
Se debe seguir profundizando el proceso de nacionalización de las empresas estratégicas, que lleva adelante nuestro gobierno, como ser el caso de la Empresa Minera San Cristóbal y otros.
La dirección Nacional del MAS-IPSP juventudes, debe generar espacios de discusión y formación de los militantes.
La lucha en contra de nuestros enemigos externos, pero sobre todo en contra de nuestros enemigos internos, que están insertos dentro de nuestras propias filas que lo único que buscan es confundir, distraer y avivar la división de las juventudes, con el único objeto de hacer que nuestro proceso de cambio fracase, cediendo el campo para que la derecha nuevamente se haga del poder político.
¡¡¡VIVA LA JUVENTUD ORGANIZADA!!!
¡¡¡VIVA NUESTRO PROCESO DE CAMBIO!!!
¡¡¡PATRIA SOCIALISTA O MUERTE… VENCEREMOS!!!
III Congreso Nacional MAS-IPSP, Juventudes.
Cochabamba-Bolivia
Octubre 2010.

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lucha de nuestros pueblos
El futuro de la economía cubana está
en manos de la clase obrera, ratifica Raúl
En el cierre del LXXXVI Pleno ampliado del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) toda la clase obrera se concientizó sobre las reformas económicas que emprende el gobierno del comandante Raúl Castro, quien motivó a los presentes a asumirlas con conciencia revolucionaria
TeleSUR (Fecha: 01/11/2010)
El presidente de Cuba ratificó la confianza de la Revolución en el movimiento obrero, protagonista de la actualización del modelo económico cubano que busca, sin necesidad de recurrir a recetas capitalistas, hacerlo más eficiente y diverso.
Según reseñó el diario Granma, el discurso de Raúl Castro subrayó este domingo que la participación a las masas —con la clase obrera al frente— es la única forma de romper dogmas, malos hábitos y tabúes.
Más adelante, hizo énfasis en la necesidad de que los dirigentes sindicales conozcan los principios que rigen la economía, porque es determinante para el funcionamiento de cualquier revolución, y se refirió al proceso cubano como "un producto autóctono" ajustado a las realidades de la isla y que no renuncia "en lo más mínimo" a la construcción del Socialismo.
Raúl Castro invitó a todos los cuadros de la clase obrera a continuar el ejemplo del histórico líder de los trabajadores Lázaro Peña, quien interpretó que los tiempos habían cambiado cuando los obreros se adueñaron de los medios de producción, por lo que entendió que los deberes y derechos debían ir unidos para lograr el desarrollo económico del país.
En sus palabras ante la sesión de clausura del LXXXVI Pleno ampliado del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Raúl Castro destacó la importancia del autoconocimiento que debe tener la clase obrera para defender y explicar las nuevas medidas económicas, pues sólo cuando los trabajadores entienden su rol en la la subsistencia de la Revolución se evita que el país vaya al precipicio.
Del mismo modo, insistió en lo indispensable de exigir a los líderes obreros que eviten el vicio de ocultar los errores, pues de ellos se aprende "a no repetirlos".
El Estado será más liviano
Marino Murillo Jorge, vicepresidente del Consejo de Ministros, comentó a los 202 participantes asistentes al Pleno los detalles del panorama actual de la economía cubana y explicó las medidas que en esa materia se vienen adoptando en la isla.
Destacó cómo la infeciciencia del proceso inversionista provoca la inmovilización de numerosos recursos, vicio que será erradicado al incorporar al plan de inversiones sólo aquellas que sean debidamente preparadas.
Sobre la desigualdad de los salarios, el también ministro de economía, mencionó la relación desproporcionada que existe entre el salario medio y la productividad del trabajo, lo cual se traduce "en que la sociedad reparte bienes de consumo más rápido de lo que los crea".
Precisó que actualmente existen más ocupados en el sector de los servicios que en el de la producción de bienes, "estructura de ocupación que no permite el buen funcionamiento de ninguna economía". Murillo resumió el objetivo de las nuevas medidas económicas en desgrabar al Estado de actividades que no le corresponden; reducir las plantillas infladas e incrementar la productividad del trabajo, decisiciones que viabilizarán las transformaciones necesarias de los salarios y pensiones. Además, detalló el incremento del trabajo por cuenta propia y el rediseño del sistema de impuestos.
El titular de economía definió cómo deberá realizarse el ajuste de las plantillas infladas que conllevará, en primer lugar, al rediseño de plantillas, al desarrollo de procesos de disponibilidad bajo el principio de idoneidad demostrada, y a la aplicación de un tratamiento laboral y salarial a los trabajadores que elimine procedimientos paternalistas.
"En 50 años la clase obrera no le ha fallado a la Revolución", dijo por su parte Salvador Valdés Mesa, secretario general de la CTC, quien ratificó que los trabajadores apoyarán las medidas de reorganización laboral pues  fortalecerán la disciplina, el incremento de la productividad y la creación de una mentalidad de productores.
Valdés Mesa precisó que para ello es necesario fortalecer el funcionamiento de las organizaciones de base, y lograr un mejor desempeño de los cuadros que deberán asumir con mayor entrega, sistematicidad, responsabilidad y planificación las labores que le corresponden para que la clase obrera participe aún más en el desarrollo económico del país.
Sin recetas capitalistas
Tal y como lo señaló Raúl Castro en un discurso ante el Parlamento cubano, el pasado 1 de agosto, el Gobierno que encabeza no adopta "recetas capitalistas para encauzar la economía" sino por el contrario, la isla actualiza progesivamente el modelo económico a su propio ritmo.
Desde aquella fecha Cuba ha entrado en un proceso de cambios estructurales respecto a su economía, que han permitido —entre otras cosas— que aumenten los pequeños negocios privados y que se dé libremente la contratación de mano de obra por parte de entes privados.
Las medidas están orientadas a integrar a aproximadamente un millón de trabajadores públicos excedentes para hacer más eficiente a la economía de modelo propio socialista.
En este contexto, el LXXXVI Pleno ampliado del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba reafirmó la actualización de su economía, fuertemente afectada por las repercusiones de un asfixiante bloqueo económico que aplica Estados Unidos desde 1962.
El pasado 26 de octubre  la Asamblea General de las Naciones Unidas repudió, por decimonovena vez, la continuación del embargo por 187 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Islas Marshall, Micronesia y Palau), sin que Washington muestre alguna señal de acatar al Concierto de Naciones.

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Reflexiones del compañero Fidel
La sublevación en la ONU
(Primera parte)
(Tomado de CubaDebate)
La reunión el pasado martes 26 de octubre de la Asamblea General de la ONU, que se supone sea la máxima autoridad política del planeta, fue convocada con un objetivo tantas veces repetido que ya es familiar: "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba."
Es el proyecto más discutido, más aprobado y nunca cumplido en la historia de las Naciones Unidas.
Todos sabemos que, si tal imputación se hiciera contra Cuba o cualquier otro país latinoamericano o caribeño, y éste no se diera siquiera por aludido, sobre ese país lloverían raíles de punta. El acto detestable que con tanta claridad y precisión se atribuye a "Estados Unidos de América", cuyo cese se demanda, está calificado en el derecho internacional como "acto de genocidio".
Se eleva ya a 19 el número de veces que, desde el año 1992, se viene aprobando por la Asamblea General, demandando el cese de esa abusiva y criminal acción. Pero si crecía el número de veces que se reiteraba y aprobaba la Resolución, crecía también el número de países que le ofrecían su apoyo, disminuía el de los que se abstenían y el minúsculo grupito que votaba contra ésta. En la última, fueron ya solamente dos los que la rechazaron y tres los que se abstuvieron al votar, cuyos nombres corresponden a pequeños Estados que en realidad son dependencias coloniales de Estados Unidos.
Un hecho a tener en cuenta es que en el mundo se han producido grandes cambios desde que se fundó la ONU, cuando todavía no habían cesado los combates de la Segunda Guerra Mundial, que costó 50 millones de vidas y una enorme destrucción. Muchos países que hoy constituyen la mayoría de las Naciones Unidas, eran todavía colonias de las potencias europeas, que se habían apoderado por la fuerza del territorio de la mayor parte del mundo y, en algunos continentes, casi de su totalidad. Cientos de millones de personas, en no pocos casos, de civilizaciones mucho más antiguas y de superior cultura, fueron sometidos al coloniaje en virtud de la superioridad en armamento de los agresores.
Cuba no fue una excepción.
En este hemisferio, la última colonia de España fue nuestro país, por sus riquezas en productos agrícolas escasos y de gran demanda entonces, que surgían de las manos laboriosas de campesinos libres y cientos de miles de esclavos de origen africano. Cuando las demás colonias de España se habían liberado en las primeras décadas del siglo XIX, ésta mantenía con mano de hierro y los métodos más despóticos su colonia en Cuba.
En la segunda mitad de ese siglo, nuestra isla, en la que España soñó tener un baluarte para la reconquista de sus antiguas colonias en Suramérica, fue cuna de un profundo sentimiento nacional y patriótico. El pueblo cubano inició la batalla por su independencia casi 70 años después que las demás naciones hermanas de América Latina, sin más armas que el machete con que se cortaba la caña, y el brío y la rapidez de los caballos criollos. En poco tiempo los patriotas cubanos se volvieron temibles soldados.
Treinta años más tarde nuestro sufrido pueblo estaba a punto de alcanzar sus objetivos históricos en la lucha heroica contra una decadente pero tozuda potencia europea. El ejército español, a pesar del enorme número de soldados que contaba, era ya incapaz de mantener la posesión de la isla, donde sólo controlaba las principales áreas urbanas y estaba a punto del colapso.
Fue entonces cuando el pujante imperio, que nunca ocultó su intención de apoderarse de Cuba, interviene en aquella guerra tras declarar cínicamente que "el pueblo de la isla de Cuba es y de derecho debe ser libre e independiente".
Finalizada la contienda, a nuestro país se le negó el derecho a participar en las negociaciones de paz. El gobierno español consumó la traición a Cuba poniéndola en manos de sus interventores.
Estados Unidos se apoderó de los recursos naturales, las mejores tierras, el comercio, los bancos, los servicios y las principales industrias del país. Nos convirtió en neocolonia. Eso tuvimos que soportar durante más de 60 años, pero volvimos a ser independientes y jamás dejaremos de luchar. Con estos antecedentes, los lectores de otros países comprenderán mejor las palabras de nuestro canciller Bruno Rodríguez el 26 de octubre de este año.
El debate comenzó a las 10 de la mañana.
Primero hablaron 5 países en nombre del Grupo de los 77, el Movimiento de Países No Alineados, la Unión Africana, el CARICOM y el MERCOSUR, apoyando todos la Resolución.
Después hicieron uso de la palabra 14 países, entre ellos dos que tienen más de mil millones de habitantes cada uno: China e India, con casi 2.500 millones entre ambos; otros que cuentan con más de cien, como la Federación Rusa, Indonesia y México; otros 9 con reconocido papel en la vida internacional: Venezuela, República Islámica de Irán, Argelia, Sudáfrica, Islas Salomón, Zambia, Gambia, Ghana y Barbados; 19 intervenciones antes de Bruno.
Su discurso fue lapidario. Citaré muchas veces párrafos enteros de sus palabras. Lo inició con una referencia a los graves peligros de guerra que nos amenazan y añadió:
"Para sobrevivir, es imprescindible un salto en la conciencia de la Humanidad, sólo posible mediante la difusión de información veraz sobre estos temas que la mayoría de los políticos esconden o ignoran, la prensa no publica y que, para la gente, son tan horrorosos que parecen increíbles."
"... la política de los Estados Unidos contra Cuba no tiene sustento ético o legal alguno, credibilidad ni apoyo. Así lo demuestran los más de 180 votos en esta Asamblea General de las Naciones Unidas que en los últimos años han reclamado que se le ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero."
"El rechazo de América Latina y el Caribe es enérgico y unánime. La Cumbre de la Unidad, celebrada en Cancún, en febrero del 2010, lo expresó resueltamente. Los líderes de la región lo han comunicado directamente al actual Presidente norteamericano. Puede asegurarse que el repudio expreso al bloqueo y a la Ley Helms-Burton identifica, como pocos temas, al acervo político de la región.
"Visiones igualmente inequívocas han sido refrendadas por el Movimiento de Países No Alineados, por las Cumbres Iberoamericanas, por las Cumbres de América Latina y el Caribe con la Unión Europea, por la Unión Africana, por las Cumbres del Grupo ACP y prácticamente por cualquier conjunto de naciones que se haya pronunciado a favor del Derecho Internacional y el respeto a los principios y propósitos de la Carta de la ONU.
"Es amplio y creciente el consenso en la sociedad norteamericana y en la emigración cubana en ese país contra el bloqueo y a favor del cambio de política hacia Cuba. [... ] el 71% de los estadounidenses abogan por la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos... "
"Las sanciones contra Cuba permanecen intactas y se aplican con todo rigor.
"En el año 2010, el cerco económico se ha endurecido y su impacto cotidiano sigue siendo visible en todos los aspectos de la vida en Cuba. Tiene consecuencias particularmente serias en esferas tan sensibles para la población como la salud y la alimentación."
De inmediato señala una serie de crueles medidas que afectan sensiblemente a niños con delicados problemas de salud, que el Gobierno de Estados Unidos no podría desmentir.
Luego expresa:
"Las multas de los Departamentos del Tesoro y Justicia contra entidades de su país y de Europa en este último año, por transacciones realizadas con Cuba, entre otros Estados, superan en su conjunto los 800 millones de dólares."
Prosigue informando:
"La confiscación de una transferencia de más de 107 mil euros pertenecientes a la compañía Cubana de Aviación y realizada por medio del Banco Popular Español desde Madrid a Moscú, constituyó un verdadero robo."
A continuación, nuestro Ministro de Relaciones Exteriores señala algo de mucha importancia sobre los efectos del crimen grosero contra la economía de Cuba, dada la tendencia a mencionar cifras históricas sobre el monto en dólares del valor de un bien mueble o inmueble, un préstamo, una deuda o cualquier otra cosa que sea medible en dólares norteamericanos, sin tener en cuenta el valor constantemente decreciente del dólar en las últimas cuatro décadas. A modo de ejemplo cito un refresco harto conocido: Coca Cola —sin cobrar nada por la publicidad. Hace 40 años costaba 5 centavos, hoy su precio fluctúa en cualquier país entre 150 y 200 centavos de dólar.
Bruno expresa:
"El daño económico directo ocasionado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo, supera en estos cincuenta años los 751 mil millones de dólares, en el valor actual de esa moneda."
Es decir, no incurre en el error de utilizar la cifra de pérdidas que significó el bloqueo año por año, como si el valor de los dólares fuera exactamente igual cada año. Como consecuencia de la estafa mundial que significó la suspensión unilateral, por Nixon, del respaldo en oro de esa moneda, a la tasa de 36 dólares por onza Troy, unida a las emisiones de dólares sin límite alguno, el poder adquisitivo de esa moneda se redujo extraordinariamente. El MINREX se tomó el trabajo de solicitar a un grupo de expertos del Ministerio de Economía que hicieran la evaluación, y esta arrojó el daño económico del bloqueo a Cuba a lo largo de 50 años, expresado en el actual valor de esa moneda.
"El pasado 2 de septiembre" —dijo en su intervención—, "el propio presidente Obama ratificó las sanciones contra Cuba, aludiendo al supuesto ‘interés nacional’ de los Estados Unidos. Pero todos saben que la Casa Blanca sigue prestando mayor atención a los ‘intereses especiales’, bien financiados, de una exigua minoría que ha hecho de la política contra Cuba un negocio muy lucrativo."
"Muy recientemente, el 19 de octubre, el presidente Obama calificó, según varias agencias de prensa, de insuficientes los procesos que, a su juicio, ocurren hoy en Cuba y condicionó cualquier nuevo paso a la realización de los cambios internos que quisieran ver en nuestro país.
"El Presidente se equivoca al asumir que tiene derecho a inmiscuirse y a calificar los procesos que hoy tienen lugar en Cuba. Es lamentable que esté tan mal informado y asesorado.
"Las transformaciones que hoy emprendemos responden a los anhelos de los cubanos y a decisiones soberanas de nuestro pueblo. [... ] No se proponen complacer los deseos o satisfacer los intereses del gobierno de los Estados Unidos, hasta hoy siempre opuestos a los del pueblo cubano.
"Para la superpotencia, todo lo que no conduzca al establecimiento de un régimen que se subordine a sus intereses será insuficiente, pero eso no va a ocurrir porque muchas generaciones de cubanos han dedicado y dedican lo mejor de sus vidas a defender la soberanía y la independencia de Cuba."
"Por el contrario, dicho gobierno ha continuado la arbitraria práctica de poner a Cuba en las espurias listas, incluida la de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo internacional, que fabrica el Departamento de Estado para calificar el comportamiento de otras naciones. Este país no tiene la autoridad moral para hacer tales listados —que como regla tendría que encabezar— ni existe una sola razón para incluir a Cuba en ninguno de ellos.
"El gobierno norteamericano también mantiene el injusto castigo a los Cinco cubanos luchadores antiterroristas que sufren prisión hace más de doce años en sus cárceles, cuya causa ha concitado la más amplia solidaridad de la comunidad internacional.
"Cuba, que ha sido y es víctima del terrorismo de Estado, reclama a dicho gobierno que ponga fin al doble rasero y a la impunidad de que gozan en su territorio los autores confesos de actos de terrorismo que se gestaron al amparo de la política anticubana de ese país... "
Llegado a ese punto, Bruno le asestó a la delegación de Estados Unidos el puntillazo del famoso memorando del subsecretario asistente de Estado Lester Mallory, desclasificado decenas de años más tarde, que muestra el repugnante cinismo de la política de Estados Unidos.
"‘La mayoría de los cubanos apoyan a Castro [... ] No existe una oposición política efectiva [...] El único medio posible para hacerle perder el apoyo interno [al gobierno] es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria [...] Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica [...] negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno’."
"A pesar de que la persecución económica constituye el obstáculo principal para el desarrollo del país y para la elevación de los niveles de vida del pueblo, Cuba muestra resultados innegables en la eliminación de la pobreza y el hambre, en índices de salud y educación que son de referencia mundial... "
"Cuba pudo declarar aquí, hace pocas semanas, un elevado y excepcional cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Estos resultados, alcanzados por Cuba, aún son una utopía para una gran parte de la población del planeta."
"Cuba no cejará jamás en la denuncia del bloqueo y no dejará de reclamar el derecho legítimo de su pueblo a vivir y trabajar por su desarrollo socioeconómico en condiciones de igualdad, en cooperación con el resto de las naciones, sin cerco económico ni presiones externas.
"Cuba agradece a la comunidad internacional la firme solidaridad con nuestro pueblo, segura de que algún día se hará justicia y no será necesaria ya esta resolución.
"Muchas gracias."
Dijo para concluir su primera intervención.
Prosigue mañana.
Fidel Castro Ruz
Octubre 31 de 2010
5 y 13 p.m.

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Reflexiones del compañero Fidel
La sublevación en la ONU
(Segunda y última parte)
(Tomado de CubaDebate)
Cuando Bruno concluyó su intervención cerca del mediodía el pasado 26 de octubre correspondía el turno, como es norma, a las explicaciones de voto, antes de que el Proyecto fuese sometido a votación.
Habló primero el embajador de Estados Unidos Ronald D. Godard, asesor principal del área para Asuntos del Hemisferio Occidental, jefe de la delegación de su país. Sus inusitadas palabras hacen innecesario el análisis para demostrar que las denuncias del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba eran rigurosamente justas. Bastan sus propias afirmaciones para reflejar la entraña cínica de la política de ese país.
“…Estados Unidos [...] está firmemente comprometido con el apoyo al deseo del pueblo cubano de determinar libremente el futuro de su país.”
“…Estados Unidos [...] tiene el derecho soberano de decidir sus relaciones económicas con otro país. Las relaciones económicas de los Estados Unidos con Cuba es un asunto bilateral [...] dirigidas a alentar un clima más abierto en Cuba y un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.”
“No debemos perder de vista ese hecho en un debate plagado de argumentos retóricos del pasado y enfocado en diferencias tácticas, en un debate que nada hace para ayudar al pueblo cubano.”
“Mi delegación lamenta que la delegación de Cuba continúe, año tras año, calificando de manera inapropiada e incorrecta las restricciones comerciales a Cuba como un acto de genocidio. [...] Estados Unidos no impone ninguna restricción a la ayuda humanitaria a Cuba…”
“En 2009, Estados Unidos [...] autorizó 237 millones de dólares en asistencia humanitaria privada en forma de regalos con alimentos y otros productos esenciales, donaciones humanitarias no agrícolas y donaciones médicas.”
“En abril de 2009, el Presidente Obama indicó que ‘Estados Unidos busca un nuevo comienzo con Cuba’, pero que ‘hay un trayecto más largo aun que es preciso recorrer para superar décadas de desconfianza’. [...] hemos iniciado conversaciones para restablecer el servicio postal directo entre los Estados Unidos y Cuba y hemos incrementado los intercambios artísticos y culturales…”
“El Presidente Obama ha dicho públicamente que la liberación de prisioneros políticos y las reformas económicas son positivas para el pueblo cubano. Estados Unidos espera ver el cumplimiento de dichas promesas pronto, así como una mayor apertura por parte del gobierno cubano como muestra de su voluntad de relacionarse constructivamente con su propio pueblo. [...] Estados Unidos considera que no podrá plenamente alcanzarse una nueva era en las relaciones Estados Unidos-Cuba hasta que el pueblo cubano disfrute de las libertades políticas y económicas internacionalmente reconocidas, que este órgano ha hecho tanto por defender en otros países alrededor del mundo.”
“Mi delegación votará contra esta resolución.
Estados Unidos considera que es hora de que este órgano centre sus energías en el apoyo al pueblo cubano en su lucha por decidir su propio futuro e ir más allá de los gestos retóricos que representa esta resolución.
“Gracias señor Presidente.”
De inmediato, explicó su intención de voto la jefa de la delegación de Nicaragua, cuyo pueblo conoció en sus entrañas la guerra sucia de Ronald Reagan que tanta sangre costó. Sus palabras fueron contundentes.
Se produce la votación y 187 países votaron a favor de la Resolución; dos votos en contra: Estados Unidos e Israel, su inseparable aliado en las acciones genocidas; y tres abstenciones: Islas Marshall, Micronesia y Palau. Ningún país de los 192 miembros de la ONU dejó de participar.
Concluida ésta, la representación de Bélgica, a nombre de la Unión Europea, aliada de Estados Unidos, abrió la participación de las delegaciones que deseaban explicar su voto.
Después usaron de la palabra 16 países con destacado protagonismo en la política internacional, para explicar por qué votaron a favor de la Resolución, en el siguiente orden: Uruguay, Bolivia, Angola, Myanmar, Suriname, Belarús, Saint Kitts y Nevis, Laos, Tanzania, Libia, Siria, Sudán, Vietnam, Nigeria, San Vicente y las Granadinas y la República Popular Democrática de Corea.
Permítase recordar que muchos países se abstuvieron de usar la palabra a solicitud de nuestra propia delegación, para que el proceso de votación no se dilatara demasiado en detrimento del mejor horario para la divulgación del debate, y el esfuerzo agotador que implicaba la participación de un número mayor de oradores. A pesar de eso, 37 delegaciones hablaron en términos claros y precisos a favor del justo Proyecto que por decimonovena vez aprobaba la Asamblea General de Naciones Unidas. Esta vez fue el más dilatado y enérgico debate sobre el delicado e importante tema.
A las 4 y 17 p.m. se escuchó la réplica de Cuba a través del Ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país.
Lo esencial que dijo, aunque casi todo el texto era esencial, fue:
“Señor Presidente:
“Agradezco mucho sus palabras a los trece oradores y a las delegaciones presentes en esta imprevista sesión vespertina.
“Sobre lo dicho por Estados Unidos y la Unión Europea:
“Esta es la decimonovena ocasión en que la delegación de Estados Unidos nos repite lo mismo.
“El bloqueo es un acto de guerra económica y un acto de genocidio.
“¿Será que el Departamento de Estado no ha hecho la tarea, no ha estudiado el asunto?
“El año pasado leí aquí los artículos de las Convenciones correspondientes…”
“Ya leí hoy aquí el famoso Memorándum del señor Mallory.
“No son ‘argumentos ideológicos’ del pasado. El bloqueo es un viejo témpano que queda de la Guerra Fría. El asunto no es la retórica, sino el acto de agresión a Cuba.
“El propósito de Estados Unidos no es ayudar ni apoyar al pueblo cubano. Se sabe que el bloqueo provoca privaciones y sufrimientos. No provoca muertes porque la Revolución cubana lo impide. ¿Cómo podría explicarse que se castigue a los niños cubanos como se ha descrito aquí? Si se quisiera ayudar o apoyar al pueblo cubano, lo único que habría que hacer es levantar el bloqueo de inmediato.
“¿Por qué impiden a los norteamericanos visitar Cuba y recibir información de primera mano? ¿Por qué restringen los llamados contactos ‘pueblo a pueblo’?
“Los pretextos para el bloqueo han ido cambiando. Primero la supuesta pertenencia al eje chino-soviético, después la llamada exportación de la Revolución a América Latina, luego la presencia de tropas cubanas en África para ayudar a derrotar al apartheid, a preservar la independencia de Angola y lograr la de Namibia.
“Después, la manipulación sobre los derechos humanos. Pero el bloqueo es una violación brutal de los derechos humanos de los cubanos.
“Estamos dispuestos a discutir sobre violaciones de derechos humanos. Podemos empezar por el campo de concentración de Guantánamo, donde se tortura y no existe el hábeas corpus. Es el reino de las ‘Comisiones Militares’, fuera del Estado de derecho. ¿Podría la delegación norteamericana explicar qué pasó en los campos de Abu Ghraib, Bagram y Nama?
“¿Se instruyó de cargos a los responsables? ¿Se instruyó de cargos a quienes autorizaron en los gobiernos europeos las cárceles secretas en Europa y los vuelos secretos de la CIA con personas secuestradas? ¿Podría aclararlo el representante de la Unión Europea?
“Podemos hablar de Wikileaks. ¿Por qué no nos cuentan algo sobre las atrocidades que recogen los 75 mil documentos sobre crímenes en Afganistán y los 400 mil sobre Iraq?”
“Los cambios en Cuba son asunto de los cubanos. Cambiaremos todo lo que deba ser cambiado, para bien de los cubanos, pero no le pediremos opinión al gobierno de Estados Unidos. Escogimos libremente nuestro destino. Para eso hicimos una Revolución. Serán cambios soberanos, no ‘gestos’. Sabemos que para Estados Unidos lo único suficiente sería instaurar en Cuba un gobierno pro-yanqui. Pero eso no va a ocurrir.”
“¿Quieren cooperación entre nuestras universidades? Eliminen las restricciones a los intercambios académicos, estudiantiles, científicos y culturales y permitan establecer acuerdos entre esas instituciones.
“¿Quieren cooperación contra el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de personas, los desastres naturales, el correo postal? Respondan, al menos, las propuestas que hemos presentado hace más de un año, sin condición alguna.”
“Un alto funcionario de la USAID confirmó ayer al periodista Tracey Eaton que, en el último período, han hecho llegar 15,6 millones de dólares a (cito) ‘individuos en el terreno en Cuba’. Así llaman a sus mercenarios.
“Las transmisiones ilegales de radio y televisión siguen.
“Los Cinco antiterroristas cubanos siguen en injusta prisión. Recientemente se ha sometido, sin motivo, a Gerardo Hernández Nordelo a confinamiento solitario y se le ha denegado atención médica.
“Terroristas internacionales confesos como Orlando Bosch y Posada Carriles se pasean libremente en Miami e incluso hacen allí actividad política.”
“El bloqueo es abusivamente extraterritorial y afecta a todos los aquí presentes. No es un hecho bilateral.
“Señor Presidente:
“A lo ya dicho sobre la Unión Europea tengo poco que añadir.
“No le reconocemos autoridad moral ni política alguna para criticar en materia de derechos humanos.
“Haría mejor en ocuparse de su brutal política anti-inmigrantes, de la deportación de minorías, de la violenta represión contra los manifestantes y de la creciente exclusión social de sus desempleados y sectores de menos ingresos.
“El Parlamento Europeo, con toda desvergüenza y de manera infame, se dedica a premiar a los agentes pagados del gobierno de Estados Unidos en Cuba.
“Pero la Unión Europea sueña si cree que podrá normalizar las relaciones con Cuba, existiendo la llamada Posición Común.
“Muchas gracias”
Todos esperábamos la respuesta de Estados Unidos a la réplica de Bruno. Lo mejor que hizo en su vida el embajador y la delegación —que no tuvo el gesto despectivo de abandonar la sala—, fue resistir a pie firme aquella andanada de argumentos irrebatibles. La réplica de Cuba los dejó paralizados; tuve la sensación de que se iban desvaneciendo progresivamente hasta desaparecer de la escena.
En 50 años de bloqueo la superpotencia no ha podido, ni podrá, derrotar a la Revolución Cubana. No me dediqué al ejercicio de contar los votos a favor o en contra de la “Resolución”. Observé, en cambio, el calor y la convicción de los que hablaron contra la injusta y arbitraria medida. Es un error creer que esa medida se puede mantener indefinidamente. Fue una sublevación. Los pueblos están cansados ya de agresiones, saqueos, abusos y engaños.
Nunca las delegaciones expresaron con más vigor su protesta contra la burla que implica el desprecio a la justa condena de la comunidad mundial contra un acto de genocidio que se reitera año por año. Están conscientes de que lo más grave es el saqueo sistemático de sus recursos naturales impuesto a la mayoría de los pueblos del planeta, la progresiva escasez de alimentos, la destrucción del medio ambiente, el creciente número de guerras genocidas contra otros pueblos, apoyadas en bases militares ubicadas en más de 75 países, y el creciente peligro de una conflagración suicida para todos los pueblos del mundo.
La ONU no puede existir sin la presencia de los pueblos que vienen exigiendo el cese del bloqueo. Esa institución, nacida cuando la inmensa mayoría no éramos siquiera independientes, ¿para qué sirve sin nosotros? ¿Qué derecho nos asiste, si no podemos siquiera demandar que cese el bloqueo impuesto contra un pequeño país? De una forma o de otra nos han subordinado a los intereses de Estados Unidos y la OTAN, organización militar belicista que derrocha más de un millón de millones de dólares cada año en guerras y armas, que serían más que suficientes para llevar lo esencial a todos los pueblos del mundo.
Muchos países del Tercer Mundo se ven obligados a buscar soluciones con independencia de lo que ocurra a los demás; es como marchar sobre una estera que se mueve en sentido inverso a más velocidad.
Hace falta una ONU verdaderamente democrática y no un feudo imperial en el que la inmensa mayoría de los pueblos no cuenta para nada. La ONU, fundada antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, está ya agotada. No permitamos que nos impongan el ridículo papel de reunirnos una vez más dentro de 12 meses para burlarse de nosotros. Hagamos sentir nuestra demanda y salvemos la vida de nuestra especie antes de que sea ya demasiado tarde.
Fidel Castro Ruz
Noviembre 1 de 2010
5 y 53 p.m.

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Néstor Kirchner
La muerte y la hipocresía
Por Juan Carlos Camaño (*)
 Sabe suceder. La muerte -esa de la que el periodista, escritor y poeta, Osvaldo Ardizzone, dijo que “Habría que matarla”-, se pone mansa y sobona en la palabra de los que defenestran a alguien hasta el día en que ese alguien muere. Porque para el día de “esa muerte” se aconseja “respetuoso silencio”. ¿Sí?
Veamos qué acaba de ocurrir con la muerte de Néstor Kirchner, quien horas antes de caer fulminado por un infarto, era para unos cuantos opinólogos: un totalitario, irascible, intratable, antidemocrático, sospechado de corrupción y de vinculaciones mafiosas. No fue poca la munición utilizada, ni de bajo calibre. Kirchner representaba, decían, a un intolerante que inflamaba la vida política del país, dañando la reputación de un tipo de institucionalidad y la “convivencia pacífica entre los argentinos”.
En otra oportunidad hablaremos de “eso” que con frecuencia, mediante lavados y planchados al vapor se sentencia en bruto como “la convivencia pacífica entre los argentinos”: un todo, y un por igual, azuzados, según le va en la feria a las clases dominantes; feroces en su violencia. “Entre todos los argentinos”: despropósito, sin clases sociales, ni luchas de intereses. Cosas chauvinistas, si las hay, en la sociedad burguesa.
Volvamos a la muerte del “intolerable”, “antidemocrático”, y “despótico” Néstor Kirchner. Volvamos al día en que la tele dio la noticia, con crespón negro y música sacra y, desde horas tempranas empezó a deslizar que había fallecido un hombre apasionado, de tenaces convicciones, un hombre que sacó a la Argentina del incendio del 2003. “Un adversario difícil, pero defensor de sus ideas”. Cambio de lenguaje. Cambio de tono. La muerte manda.
Esa tele que, a su modo, actúo —no únicamente— como vehículo, colocando micrófonos a hombres y mujeres de la política que “a pesar de las discrepancias, reconocemos en él —en Kirchner— a un demócrata”. La muerte todopoderosa, esa que borra con el codo lo firmado con la mano horas antes de que a Kirchner se lo llevara el infarto. Más o menos: dónde dije digo, digo Diego, o algo así. Un zafarrancho de la politiquería, que no se remite a la política, sino, además, a otros órdenes de la vida.
No, claro que no es sencillo sostener con el cuerpo lo que se despacha por la lengua. Por lo general, se habla. Y después se piensa. Hay abundante material acerca de la cuestión. Buen material, en el que se vinculan el importante valor de la reflexión y la teoría y el desprecio por ellas de parte de los “amigos de lo concretito”.
Si ayer “ese” —Kirchner— era el diablo, que Dios lo castigue. Si hoy ya es el muerto —y no la piedra en el zapato— que Dios lo tenga “en su santa gloria”. La hipocresía secular y circular.
La muerte puede ser, para aquellos que hacen que lo sea: generosa, amnésica, hipócrita. Néstor Kirchner: “un estadista”. Muerto: “un estadista”. Mientras vivía, no más que un astuto encantador de serpientes venenosas, capaz de resolver cualquier rompecabezas a fuerza del poder del dinero. Eso se pregonaba. En la muerte: “un estratega”. En la vida: “un pícaro ladrón”.
La muerte. Esa que no tan sólo cambia palabras acusatorias por laudatorias, es la que también se apropia de imágenes santificadas, para una reproducción en cadena. A tal punto que un cardenal de la Iglesia, cómplice de una de las más brutales dictaduras militares del mundo, nos empalagó, en la misa al muerto, sin el cuerpo presente, con las bondades del que hasta ayer nomás era Satanás. Ningún pudor. Ni uno.
¿Será que la muerte ajena es un buen pretexto para allanarse la propia esperando la reciprocidad en los elogios y reconocimientos? ¿Será? Es de suponer que en la miseria de la filosofía debe encontrarse alguna pista sobre el asunto. En la teología hay material de consulta, un tanto retrógrado y de viejo cuño, aunque interesantes bajadas de líneas “apolíticas” y “extra-terrenales”, tanto para un barrido como para un fregado.
Muerto: “un hombre de carácter fuerte, de inocultable fervor en la defensa de sus creencias”. En vida: “un desequilibrado, ideólogo del apriete, de amenazas e incendios por venir”.
La muerte, ya sabemos, hace bueno, muy bueno o excelente, al muerto. Y revela hasta qué punto los relatores y opinólogos “del último adiós” nos dejan en ascuas, en este caso, respecto de quién fue Néstor Kirchner. ¿Ese del saco cruzado y los zapatos sin cordones, acusado de haber matado a Abel y Caín en el mismo día y en el mismo lugar, o el del “pálido final” (tango), encajado en un féretro y elogiado por respeto a la muerte?
Bueno, lo de “en ascuas” es relativo, si es que antes del Kirchner muerto teníamos unas mínimas nociones de hasta dónde él, su gobierno y el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, habían llegado en materia de distribución del ingreso, hasta qué punto avanzaron en política de derechos humanos y cuánto en la insubordinación —compartida con otros dirigentes y movimientos populares de Latinoamérica y el Caribe— al “amo del mundo”: EE.UU.
En verdad, depende de otros factores y no tan sólo el de tener que mirar la tele para no estar en ascuas y saber de algunas luchas locales contra ciertas corporaciones y de las no dadas contra otras: en un inocultable pragmatismo, que bien puede coincidir con una carrera de obstáculos, donde impera la táctica como un sin fin que suple a la táctica anterior sin solución de continuidad. O no. Tal vez, al mismo tiempo, se tratara de un armado estratégico que, dependiente de una doctrina, una ideología, procura con sus políticas de alianzas arribar a la conciliación de clases, en los días de la mayor concentración, feroz y criminal, del capital. De ese capitalismo que en el momento que supo que Kirchner había muerto avivó el alza especulativo de los precios de las acciones y los bonos. ¡Viva el muerto! en el baile de los buitres.
¿Y lo de la plusvalía, entonces? Los que creen que hay vida después de la muerte, afirman que el tema se discutirá en el cielo. La lucha continúa.
La muerte —también la de Kirchner— cuando hace tanto ruido y “obliga” a varias gentes a no estarse callada y a contradicciones formuladas con tanta impudicia, produce tristeza. A veces, mucho más que la propia muerte. Esa a la que se refería Ardizzone, cuando sentenciaba que habría que matarla.
(*) Presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).
2 de noviembre de 2010

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Comentario a tiempo
Dolor y alegría
Por Teodoro Rentería Arróyave
Para martes 2 de noviembre de 2010
Los dos equidistantes y a la vez cercanos o gemelos sentimientos de la humanidad son la alegría y el dolor. Esas emociones, en grado superlativo, han sido compartidas por toda América Latina, para ser más certeros por todos los latinoamericanos que estamos o nos identificamos con las luchas sociales de nuestros pueblos.
Nos referimos a la tristeza que nos embargó con la prematura muerte del ex presidente argentino, Néctor Kirchner quien no sólo inició la recuperación en bien de las masas de su gran país sino además fue uno de los adalides de la integración de Unisur, de la cual al morir era su líder reconocido.
La satisfacción llegó este domingo con el triunfo en las urnas de Dilma Rousseff, quien de estudiante inquieta, luchadora social, guerrillera y presa política se convirtió en la primera presidenta electa de la primera potencia latinoamericana, Brasil, al eclipsar, pese a las campañas de infundios, a su contrincante de la derecha.
La mañana del miércoles 27 la noticia del fallecimiento prematuro del ex presidente argentino, Néstor Kirchner sorprendió al mundo y comprobó con las muestras de solidaridad llegadas de todas partes del planeta y de la misma nación austral a su esposa, la actual mandataria, Cristina Fernández y al pueblo mismo, el grado de aceptación que había ganado el galleguense.
Con 12 puntos porcentuales de diferencia, Dilma Rousseff del Partido de los Trabajadores, en el gobierno, se convirtió en la primera presidenta electa de Brasil. En la jornada de este domingo la favorita del actual primer mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, derrotó en segunda vuelta al socialdemócrata José Serra, por 55.39 por ciento contra 44.61 puntos, informó el presidente del Tribunal Superior Electoral, TSE, Ricardo Levandowski, ante la alegría de sus seguidores.
El deceso de Kirchner, muerte súbita, ocurrió en la ciudad patagónica El Calafate como desenlace de una larga crisis cardiaca que en el último año lo había obligado a someterse a dos intervenciones quirúrgicas. Su hoy viuda lo acompañó en todo momento desde que se presentó el primer paro cardiaco durante una reunión de trabajo, hasta el deceso. Nos unimos al duelo de los queridos colegas de la Unión de Trabajadores de la Prensa de Buenos Aires, UTPBA.
Rousseff, de 62 años, es la primera vez que se postuló a un cargo de elección popular, no logró ganar en la primera ronda, ahora triunfo holgadamente. Jurará como Presidenta del país el 1 de enero próximo. La abanderada del Partido de los Trabajadores, prometió seguir los pasos de progreso económico que hereda del presidente saliente, Luiz Inácio Lula, con un trabajo sin parangón, dijo, para luchar contra la pobreza que aun aflige a gran parte de la población brasileña. Para Lula, es muy posible que su futuro inmediato sea el liderazgo en la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, que dejó vacante Kirchner.
Dolor y alegría son los sentimientos en estos tiempos de los pueblos iberoamericanos, y cuatro mandatarios: Cristina Fernández, Dilma Rousseff, Lula y Kirchner, desgraciadamente este último ya desaparecido, han escrito y seguirán escribiendo páginas gloriosas no sólo en la luchas sociales de sus pueblos sino en la batalla férrea de la integración continental.
Periodista y escritor. En teodoro@libertas.com.mx y felapvicemex@hotmail.com  agradeceré sus comentarios y críticas. En vivo, de lunes a viernes a las 20:00 horas, tiempo del centro, en las frecuencias en toda la República de Grupo Radio Fórmula. En la ciudad de México, en el 14 70  de A. M. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.com, www.clubprimeraplana.com.mx

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Mientras la crisis arruina al ciudadano medio
Washington gastó 80.100 millones de dólares para espiar en 2010
Por Jean-Guy Allard
Mientras la crisis económica empuja contra la pared al ciudadano medio, el gobierno norteamericano sigue sumergiendo sumas de dinero gigantescas en su aparato de espionaje e injerencia. En el 2010, Washington ha gastado más de 80.100  millones de dólares en esta telaraña infernal que se extiende a lo largo y ancho del planeta para proteger sus intereses imperiales.
 La información fue revelada este jueves 28 de octubre, por la oficina del Director de Inteligencia Nacional (DNI) al señalar que la cantidad se divide en 53.100 millones de dólares para la inteligencia no-militar, mayormente a cargo de la CIA, y 27 para las operaciones de espionaje del Pentágono.
 Aunque astronómicos, los gastos del espionaje militar no representan más que el 12 por ciento de los 664.000 millones de dólares que la administración de Barack Obama, Premio Nobel de la Paz, ha dedicado al Departamento de Defensa en el último año fiscal.
Los más de 200 mil empleados de la llamada comunidad de inteligencia se reparten entre el Programa Nacional de Inteligencia (NIP-National Intelligence Program) y el Programa de Inteligencia Militar (MIP-Military Intelligence Program.
 Dirigido desde junio por el General James Clapper, el DNI supervisa las actividades de las 16 agencias que se dedican al espionaje, al análisis de inteligencia y a las operaciones clandestinas que incluyen toda una serie de actividades sucias.
 El total de los gastos de espionaje supera por 5.000 millones de dólares el del año pasado (75.000 millones), revelado entonces por el anterior director de inteligencia, Dennis Blair.
 Sin embargo, mientras se debe publicar —por ley— el total de los gastos de inteligencia, el presupuesto de cada agencia por separado queda secreto.
Según la prensa norteamericana, por lo menos un miembro del Senado ha expresado su inconformidad ante un tal uso del dinero del contribuyente, sofocado por la peor crisis atravesada por el país desde 80 años.
 La Senadora Dianne Feinstein, demócrata de California quien encabeza el Comité de Inteligencia de la Cámara Alta, ha denunciado el despilfarro que se detecta en la administración de estos presupuestos, en particular con la duplicación de actividades. “Resulta claro que el gasto total en espionaje ha alcanzado un nivel inaceptable durante la última década”, dijo.
 El presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el tejano Silvestre Reyes, por su parte ha reclamado medidas de control más severas, al denunciar “el derroche, el fraude y el uso irresponsable” del dinero del ciudadano.
 Sin embargo, en una entrevista con el Washington Post, el Secretario a la Defensa, Robert Gates se negó a admitir que el tamaño de la burocracia de la inteligencia y sus contratistas han alcanzado una proporción injustificada.
En julio, el diario informó que el delirante aparato de seguridad nacional contrata a  1.271 organizaciones gubernamentales y 1.931 empresas, que emplean unas 854.000 personas. Sólo en Washington desde septiembre de 2001 se han construido 33 edificios para el uso exclusivo de la maquinaria de seguridad y espionaje
Los gastos de inteligencia se han multiplicado de manera desenfrenada desde el 11 de septiembre del 2001 y alcanzan hoy el doble de lo que eran antes de esta fecha.
El general retirado de la Fuerza Aérea James Clapper, de 69 años, es el cuarto director nacional de inteligencia en los últimos cinco años.
TWITTER:  @AllardJeanGuy

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Comité Internacional por la Libertad de los Cinco Cubanos
Honrar la memoria de madres y mujeres como carmen
El 2 de noviembre se cumple un año de la muerte de Carmen Nordelo, madre de Gerardo Hernández, uno de los Cinco cubanos presos en EE.UU. por luchar contra el terrorismo.
Un dolor profundo nos atravesó a todos aquella mañana cuando supimos que Carmen había muerto sin recibir el beso y la ternura de su Gerardo, el único varón de los tres hijos de Carmen. 
Un dolor lacerante por Gerardo al que EE.UU. le impidió el consuelo que todo ser necesita cuando se pierde a la madre.  
Meses antes de la injusta detención de Gerardo y sus cuatro compañeros de causa, hace ya 12 años, su hermana mayor moría en un trágico accidente. Años atrás había muerto su padre, Gerardo Hernández Martí.
El arbitrario arresto de Gerardo, que en aquel momento era un joven de 33 años, afectó profundamente la vida de su familia y en especial la salud de Carmen. Su niño, como ella le decía, era víctima de una colosal injusticia y se lo condenaba sin pruebas a dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión. Sobre él recayó todo el odio de la mafia terrorista de Miami y la perversidad de un sistema.
Por su heroísmo, al igual que las madres de Antonio, Fernando y René, se le otorgó la Orden Mariana Grajales. A pesar de todos los golpes que recibió en la vida, Carmen participó activamente en la campaña por llevar al mundo la verdad y exigir justicia y libertad para su hijo y sus cuatro hermanos de causa, condenados brutalmente en EE.UU. por evitar atentados terroristas contra Cuba.
"Si algo hay en mí de nobleza y bondad, sin duda alguna lo heredé de ella." decía Gerardo en su libro El Amor y el Humor todo lo pueden. "A mamucha, de su nene" pidió Gerardo que se pusiera en las cintas del corazón de flores que cubrieron el cuerpo de su madre.
En mayo, meses antes de la muerte de Carmen fuimos a visitarla, ya no hablaba y a penas se movía, pero cuando le dijimos que éramos amigas de Gerardo, una lágrima rodó por su rostro.  
Durante todos estos años, por la manipulación perversa de las visas y su delicado estado de salud, Carmen pudo hacer muy pocas visitas a Gerardo. Una de las primeras que realizó, luego de ser condenado relató: "Cuando nos vimos (...) yo no sé de dónde saqué fuerzas. Me dijo: 'Mami, estoy orgulloso de ti'. Eso lo estimuló, pues en las condiciones en que está si me ve llorando se afligiría más...En todas sus cartas se preocupa porque me cuide, al igual que con su papá cuando estaba vivo...Él es muy cariñoso con todo el mundo. Y conmigo más...constantemente me dice mami, tú cuídate, que lo más malo que a mi me pueda suceder aquí es enterarme que a ti te pase algo." *
En esa ocasión, abril del 2002, de 10 días que estuvo en EE.UU., pudo hacer sólo 5 visitas, la última de 3 horas con una hora adicional. "Cuando él entró al salón, vestido con el uniforme de color beige, me levanté y lo abracé con todas mis fuerzas. Le tomé sus manos en la mesa, se las acariciaba con cariño cuando me hicieron señas de que se las soltara".
Se acercaba el Día las Madres, el periodista le preguntó a Carmen qué les diría a las madres de EE.UU. si tuviera la oportunidad de que la gran prensa norteamericana publicara su mensaje: "Primero felicitarlas por tan bonito día, al igual que a todas las madres cubanas. Les pediría a ellas que cooperaran en que se actúe con justicia".
Carmen murió sin ver a su hijo y sin que se hiciera justicia. La gran prensa norteamericana nunca la entrevistó ni se hizo eco de su ruego, ni le dio la posibilidad de hacer llegar su pequeño mensaje a las madres de EE.UU. Gerardo recibió la peor noticia de su vida absolutamente solo en una prisión de máxima seguridad y un año después aún no ha podido llevar flores a la tumba de su madre.
Las familiares de los Cinco siguen sin recibir visas regulares para visitar a sus hijos y esposos en prisión. Las visas de Adriana y Olga, esposas de Gerardo y René han sido denegadas por más de una década, tal como ha denunciado Amnistía Internacional en su carta al Fiscal General el 4 de octubre reciente.
El mundo se pregunta hasta cuándo habrá que soportar semejante violación al derecho de los prisioneros, el derecho de familia y los derechos humanos. Hasta cuándo habrá que soportar el doble rasero de un país que mantiene en prisión a Cinco inocentes mientras ampara, protege, financia y permite homenajes a terroristas confesos como Orlando Bosch y Luis Posada Carriles?
"... No se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo." dijo el Comandante Fidel Castro el 3 de noviembre de 2009, y agregó: "No sólo depositaremos flores sobre la tumba de Carmen Nordelo.
¡Proseguiremos la lucha sin descanso por la libertad de Gerardo, Antonio, Fernando, Ramón y René, desenmascarando la infinita hipocresía y el cinismo del imperio, defendiendo la verdad!


"Sólo así honraremos la memoria de la legión de madres y mujeres como ella, que en Cuba han sacrificado lo mejor y más preciado de su vida por la Revolución y el Socialismo"
Por la memoria de Carmen y todas las madres cubanas, exigimos a Obama:
Fin a la Injusticia, LibertadAhora!
*Entrevista a Carmen, 12 de mayo de 2002, Juventud Rebelde. 
Comité Internacional para la Libertad de los 5 Cubanos

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Hablemos de libertad de expresión
Pascual Serrano *
Nunca como hasta ahora, conceptos como la libertad de expresión o libertad de prensa habían sido tan recurridos por la derecha política y económica con tanta fruición. Estas libertades se han convertido en magnífica munición contra los gobiernos progresistas de América Latina. Si el gobierno venezolano no cede el espacio radioeléctrico para una televisión privada y lo reserva para una televisión pública se le acusa de atentar contra la libertad de expresión, si el argentino quiere declarar de interés público el papel prensa para que deje de ser propiedad exclusiva de una empresa se le acusa de atentar contra la libertad de expresión. Y si el boliviano quiere terminar con la impunidad de la información racista y xenófoba en los medios le sucede lo mismo. De ahí la necesidad de retomar los conceptos y, muy importante, analizar hasta qué punto las libertades y los derechos relacionados con la información pueden desarrollarse en el marco del mercado o necesitan de la participación del Estado para su garantía. Y, simultáneamente, estudiar si, bajo el paraguas de la libertad de expresión, se desarrollan elementos que nada tienen que ver con ella, o incluso la obstaculizan.
Lo primero que observamos es que el modelo neoliberal entiende por libertad de expresión y libertad de prensa el uso oligopolístico por parte de quien tiene el potencial financiero suficiente para crear medios de comunicación masivos. Los grandes medios, en virtud de la arbitrariedad de sus propietarios y directivos, se arrogan el derecho de seleccionar los contenidos que consideren oportunos, de modo que los propietarios de un medio de comunicación no sólo tienen el poder de difundir unos contenidos, sino también de vetar otros, los que no son de su interés. De ahí que lo que reivindican las empresas de comunicación como libertad de expresión no es otra cosa que su derecho a la censura.
Por ello, lo que desde una lectura progresista debemos reivindicar, más que un derecho a expresarse limitado por las posibilidades económicas y el beneplácito del empresariado mediático, es el derecho ciudadano a informar y estar informados. Es decir, el acceso de los ciudadanos a los medios de comunicación y la garantía de que, a través de éstos, se recibe una información plural y veraz. Es indiscutible que ninguno de esos dos derechos puede ser garantizado por el mercado de los medios de comunicación sin la participación del Estado. Recordemos que el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) establece el derecho a “recibir informaciones y opiniones”. Sólo desde unos poderes públicos democráticos se pueden crear las condiciones para que los diferentes grupos sociales puedan tener voz en los medios sin depender del criterio de los propietarios. Y sólo mediante una legislación que vele por la veracidad y sancione la mentira, la manipulación, la injuria, la calumnia, el racismo o la xenofobia podremos asegurar que una sociedad puede estar bien informada. Las habituales propuestas de autorregulación generadas desde el lobby mediático empresarial son una falacia, ningún gremio se autorregula sólo sin la vigilancia de la ley y de los poderes públicos. Veamos el caso de los códigos deontológicos para los periodistas. Estas normas éticas no tienen ninguna vinculación para el profesional porque, en última instancia, el poder al que se ven sometidos en los medios privados es el del contratador. En el régimen actual de precarización laboral y despido libre ningún periodista puede apelar a ningún código ético para publicar o no determinada información porque el criterio último será del propietario o directivo que decide si el periodista seguirá trabajando o no para esa empresa.
La veracidad también merece especial atención. Algunas constituciones, como la española, recogen en su articulado el derecho a recibir una información “veraz”. Por lo tanto, si las noticias de nuestros medios no poseen la veracidad ni la calidad necesaria se estará atentando contra un derecho fundamental. Una vez más se requiere la presencia de poderes públicos que garanticen esa veracidad. Su ausencia ha demostrado que se puede crear un sistema con tanta ausencia de derecho a la información como el que pudiese haber en una dictadura. Si un régimen totalitario se caracteriza por proscribir determinadas informaciones mediante la fórmula de la censura, un régimen que se llame democrático y que no vele por la veracidad tendrá como consecuencia la difusión indistinta de verdades y mentiras, de modo que el ciudadano no podrá diferenciarlas, no sabrá, en consecuencia, cuál es la verdad, y terminará en una situación idéntica a la del régimen de una dictadura que censura la información.
Todos estos elementos son ignorados por los lobbys empresariales creados en torno a la explotación propagandística del discurso de la libertad de expresión. Grupos como la Sociedad Interamericana de Prensa o Reporteros sin Fronteras siguen aplicando criterios de denuncia nacidos al servicio del empresariado, de ahí que nunca les hayamos escuchado preocuparse por unas condiciones laborales dignas para los periodistas o la denuncia de oligopolios —cuando no monopolios— en las estructuras de la distribución de la prensa, o la difusión de la televisión por cable.
Por último no quiero olvidar la imprescindible relación de la libertad de prensa con los derechos sociales, siempre tan olvidados por los patrones mentales neoliberales. Es obvio que la principal condición para garantizar una adecuada libertad de expresión escrita es que la ciudadanía sepa leer y escribir. Sin embargo, casualmente, los gobiernos que más han sido acusados en América Latina por atacar a esta libertad son los que más se preocuparon por la alfabetización, y los que, conforme a los estudios de la UNESCO, antes lograron garantizarla: Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua. El hecho muestra que quienes dicen defender la libertad de prensa no están interesados en mejorar la cultura y el conocimiento de los ciudadanos, sino en mantener su régimen de oligopolio de la información.
La batalla de la comunicación es fundamental porque la derecha latinoamericana nunca se vio tan atemorizada por la vía electoral como en la última década. Desacreditados sus líderes políticos y develadas las injusticias e insostenibilidad medioambiental de su modelo económico, la lucha en el frente mediático se ha hecho fundamental, puesto que es en ese terreno donde su dominio sigue siendo abrumador. Para ello no han dudado en pulverizar cualquier principio ético de la información y prostituir términos otrora dignos como la libertad de expresión. Hace unos años un profesor venezolano fue preguntado en Madrid sobre si la libertad de expresión estaba en peligro en Venezuela. Respondió lo siguiente: “Sí, es verdad, está en peligro, la tienen secuestrada los medios de comunicación”.
La última cuestión que nos debemos plantear es cuál debe ser el papel de los gobiernos progresistas ante esta situación. Mi opinión es: deben poner en marcha sistemas de exigencia de veracidad de la información, crear medios estatales que garanticen el derecho ciudadano a estar informado y dotar de recursos a las comunidades para que desarrollen sus propias estructuras de comunicación democráticas y alternativas. Por su parte, los pueblos tienen que estar dispuestos a movilizarse en defensa de las medidas gubernamentales que surjan en la búsqueda de un modelo comunicacional democrático y participativo. Porque las libertades, incluida la de expresión, o son de todos y sin necesidad de disponer de dinero, o nunca son libertades.
*Pascual Serrano es periodista. Sus últimos libros son “El periodismo es noticia” (Icaria) y Desinformación (Península). Www.pascualserrano.net

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Barbarie en Arauca
Noviembre 2 de 2010 | 11:11 AM. | Noticias
Al horroroso hecho de que tres niños hayan sido cruelmente asesinados en Arauca se suman los preocupantes indicios de que algunos militares podrían estar involucrados en el crimen.
"Pánico y tristeza. Nada más", es lo que sienten los 22 niños de la escuela Alto Caño Martín, en la vereda Carraos, de Tame, Arauca, según el profesor de esta remota institución rural donde estudiaban los hermanitos Torres Jaimes, cuya muerte tiene conmocionado al país.
El profesor explica que la escuela estuvo abandonada varios días y que los menores apenas están empezando a retornar. Antes, ellos iban y regresaban solos de la escuela, en recorridos de más de una hora en burro o bicicleta. Ahora lo hacen acompañados de sus padres, pues cuando los niños ven al Ejército simplemente se niegan a salir de sus casas por físico miedo.
En estas veredas todos sospechan que las tropas están involucradas en el espeluznante asesinato, ocurrido en la tarde del pasado 14 de octubre. Ese día, José Álvaro Torres, un humilde campesino, separado, que apenas alcanzó el segundo grado de primaria, salió de su rancho en la vereda El Temblador a trabajar como jornalero en una finca relativamente cercana. En la casa, hecha con tablas de madera y paja, quedaron sus tres hijos, solos, como tantas otras veces.
Yenny y Yimmy Ferney estudiaban en una escuela campesina. De su hermanito menor, Jeferson Jovany de 6 años, asesinado con ellos, no hay registro fotográfico.
La fosa en la que fueron escondidos los cuerpos de los tres hermanos está a 200 metros de su humilde vivienda. José Álvaro sepultó a sus hijos acompañado de amigos y vecinos
Yenny, de 14 años, era la mayor y responsable de cocinar para sus hermanitos menores: Yimmy Ferney, de 9, y Jeferson Jovany, de 6. Al medio día, José llegó al rancho, almorzó con sus hijos y luego salió a trabajar de nuevo. Un poco después, le pidió a un vecino que fuera al rancho a recoger un repuesto, y este regresó con la noticia de que los niños no estaban. Sin embargo, no se alertó, pues pensó que estarían jugando en los alrededores. Pero al final del día, cuando se dio cuenta de que no regresaban, empezó su tragedia. Recorrió toda la zona preguntando por sus hijos pero nadie le dio razón.
Al siguiente día, con la colaboración de varios campesinos, emprendió una búsqueda rigurosa. En vista de que no los encontraron, José se fue para Tame a alertar a las autoridades, mientras sus vecinos seguían rastreando en el terreno. Al día siguiente, sábado, empezaron a buscar ya no solo por los caminos, sino entre los matorrales. Para entonces, una preocupación fatal rondaba el ambiente.
Efectivamente, en una zona escarpada encontraron una hojarasca que cubría dos pedazos de tierra removida. José estaba en la Sijín de Tame cuando recibió una llamada: sus vecinos le pedían que regresara cuanto antes. Al final de la tarde, cuando era claro que se trataba de una fosa con cuerpos humanos, los campesinos informaron a todas las autoridades judiciales. Sin embargo, dada la hora, ninguna acudió para hacer el levantamiento. No obstante, un grupo de la Cruz Roja Colombiana, por petición de la Fiscalía de Arauca, hizo la exhumación esa misma noche.
La escena que encontraron era tétrica: en una fosa estaban los cadáveres de los dos niños y de otro, el de Yenny, con rastros de haber sido violada. Los tres cuerpos estaban a medio vestir y tenían heridas mortales de arma cortopunzante en distintas regiones: cuello, espalda, cabeza. Esa misma madrugada los transportaron a Medicina Legal de Arauca.
El domingo, una comisión interinstitucional, transportada en helicópteros del Ejército, arribó a la zona e inspeccionó todo el sector; tomó testimonios y registró minuciosamente el terreno. Desde entonces, dos unidades de la Brigada Móvil 5 de la Octava División están bajo sospecha. Se trata de unos 60 uniformados que por esos días acamparon y patrullaron el sector.
Varios indicios han hecho que los investigadores consideren que algunos uniformados podrían estar involucrados en este crimen. Ni en la humilde vivienda ni en sus alrededores hay rastros de sangre o de violencia. Únicamente los hay en la fosa, distante a 232 metros de la casa. Ello indicaría que en ese mismo lugar fueron agredidos, asesinados y sepultados. Lo que está por explicarse es cómo pudo ocurrir esto a 254 metros del campamento militar, dado que matar a los niños y cavar los huecos requiere tiempo y control del área. No obstante, un testigo asegura que la víspera del crimen los militares habían abandonado el campamento. Pero en todo caso, continuaban en los alrededores.
Uno de los indicios más preocupantes es que varios campesinos dicen que los soldados solían ir a sus casas para intercambiar víveres. Los niños asesinados fueron visitados en dos ocasiones por uniformados, cuando su padre no estaba. Un oficial del Ejército que sigue de cerca el caso le confirmó a SEMANA que esas dos visitas efectivamente ocurrieron y que "estas de por sí son irregulares".
La proximidad del Ejército a la casa ha sido verificada también con una serie de elementos que los militares dejaron desperdigados cuando levantaron los campamentos y continuaron su marcha. Se trata de empaques de víveres y pertrechos rotulados como de la Compañía Buitres 2, perteneciente a la Brigada Móvil 5. Cerca de la fosa se encontraron las cenizas de una hoguera reciente.
A ese conjunto de elementos en el terreno se han ido sumando otros. Los soldados bajo sospecha, que están aislados y concentrados en Arauca, han incurrido en inconsistencias en las entrevistas hechas por el propio Ejército, que son evaluadas por la Fiscalía. También se vienen adelantado pruebas técnicas, cuyos resultados preliminares no son halagüeños.
Un informe interno de la Fiscalía, conocido por esta revista, señala que los equipos de campaña de varios militares bajo sospecha fueron sometidos a una prueba conocida como Bluestar. Se trata de una solución química que reacciona ante rastros de sangre. De 11 equipos sometidos a examen siete arrojaron positivo. Ello no quiere decir nada distinto a que hubo algún contacto con sangre, no necesariamente reciente. Los siete equipos fueron remitidos a laboratorios para establecer "si hay fluidos, si los mismos son de origen humano y, de ser positiva la respuesta, se extraiga el ADN, para un futuro cotejo con el de las víctimas", según se lee en el informe.
Tras practicar la necropsia a los tres niños, el Instituto de Medicina Legal de Arauca tomó varias muestras que envió a Bogotá para establecer su ADN. Lo propio se hizo con los militares en cuestión y con José Álvaro, el papá de los niños, quien fue la última persona que los vio con vida. El cotejo del ADN será la prueba reina.
Mientras la investigación avanza se han conocido otros hechos que podrían complicar más la situación de los uniformados. En la Sijín de Tame existe la denuncia de una campesina que asegura que su hija de 13 años fue violada el 2 de octubre en otra vereda.
Según la denuncia, ese día la menor estaba en su casa, sola, cuando fue sacada a la fuerza bajo la lluvia por un uniformado que portaba un arma larga y que la llevó hasta una maraña donde la ultrajó. Tras el acto, el sujeto la obligó a lavarse la vagina y la amenazó de muerte si decía algo.
Existe otro antecedente ocurrido en la capital de Arauca el 5 de abril pasado. Ese día la Policía detuvo en flagrancia al soldado Duverney Pava Henao cuando huía entre la maleza tras violar a una colegial de 14 años en inmediaciones de la Brigada 18.
El crimen de los niños Torres Jaimes tiene en alerta al gobierno. Tanto el Ministro de Defensa como el alto mando militar han advertido que serán implacables con los responsables, incluso si son militares. El vicepresidente Angelino Garzón advirtió que se trata de un crimen de lesa humanidad. La Fiscalía decidió trasladar al búnker de Bogotá el expediente, mientras que organizaciones de derechos humanos empezaron a divulgar el suceso en influyentes esferas internacionales.
Mientras tanto, José Álvaro Torres, el padre de los menores, permanece refugiado donde unos amigos tan pobres como él y asegura que nunca volverá a su casa. "¿A qué?", se pregunta. Cuando ve las noticias sobre el caso dice que teme por su vida. Él fue el primero en señalar de sospechoso al Ejército y exige castigo para los responsables. Lo exige, temblando, con desespero y a la vez con vehemencia. Igual que lo haría cualquier padre si sus hijos son asesinados de esta manera tan brutal.
Semana: Recibido por correo electrónico de Lena García

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EEUU: es hora de volver a llamar a la lucha de clases por su nombre
David Rosen.*
Las grandes palabras no pronunciadas del discurso político estadounidense son "lucha de clases". La premisa moral y política del moderno "Siglo Norteamericano" surgido de la II Guerra Mundial es que los EEUU habrían superado las divisiones de clase y la lucha de clases. Todos, o casi todos, salvo los muy pobres y los muy, muy ricos, fueron absorbidos por una vastísima e indiferenciada clase media.
La ficción, según la cual Estados Unidos es una nación sin clases, una leyenda mentirosa desde su nacimiento hace medio siglo, resulta cada vez más insostenible, a medida que se intensifica día tras día la lucha de clases. Ha llegado la hora de aceptar el sencillo pero profundo hecho de que EEUU se halla en medio de una guerra de clases: y los archiricos, la sección norteamericana de la oligarquía global, la están ganando.
En Francia y en Gran Bretaña, la lucha de clases se libra explícitamente. En Francia se expresa en forma de resistencia masiva y a menudo violenta, con sangre en las calles. En el Reino Unido se impone en forma de exigencia de austeridad por parte de la clase dominante a través despidos en masa en el sector publico, recortes ciclópeos en los servicios públicos y escasa resistencia abierta.
En Alemania y en EEUU, los lubricantes mediadores constituidos por las sutilezas leguleyas y los partidos políticos siguen conteniendo y amortiguando el conflicto directo de clases.
La extrema derecha es en todo el Occidente la única tendencia política explícitamente comprometida con la guerra de clases. Sin embargo, en la extrema derecha no se ve a la política como un mero fin en si mismo (la conquista del poder del Estado), sino como medio para un fin de mayor alcance: la utilización del poder del Estado para imponer al cuerpo político disciplina legislativa, económica y moral.
El Tea Party es un movimiento popular comprometido con la guerra de clases, normalmente no violenta. Es la voz de los cristianos vulnerables de las clases baja y medias. Su mundo está en crisis, y asisten a su colapso. Sus otrora envidiables privilegios sociales dimanantes de su raza ya no les protegen de los vicisitudes del capitalismo gran empresarial. Como reacción a eso, se reatrincheran en la segura fortaleza del odio y se alinean con el absolutismo ideológico y moral promovido por algunas facciones de los archiricos, precisamente los mayores responsables de sus miserias.
La lucha de clases ha sido un rasgo inveterado de la cultura política estadounidense. Batallas de clase marcaron el primer período de formación del Estado, incluidas las insurrecciones de los aparceros de Nueva York en 1766, la Rebelión de Shay en 1786 y la Rebelión del Whisky en la década de 1790.
Batallas de clase atravesaron el siglo XIX, incluyendo el Movimiento de los Hombres Trabajadores de la década de 1830 y la Revuelta de Nat Turner en 1831, así como las luchas populistas posteriores a la Guerra Civil en Haymarkey y en Homestead en el último trecho del XIX y el Ejército Coxey de trabajadores desempleados en 1894.
Las batallas de clase cruzaron también el primer tercio del siglo XX, culminando en la Marcha de Veteranos de la I Guerra Mundial, la resistencia de los campesinos y granjeros a a las ejecuciones hipotecarias y las huelgas de los sindicalistas de la CIO en la década de los 30.
Las clases y la guerra de clases se hicieron desaparecer oficialmente durante la II Guerra Mundial, y efectivamente desaparecieron con la integración del sindicalismo y la legislación Taft-Hartley después de la guerra. El programa nacional de prosperidad y el anticomunismo de impronta maccarthysta, combinados con la campaña exterior de intervención militar de la Guerra Fría y la renovación económica del Plan Marshall, sentaron las bases de una revitalización del orden capitalista.
Este sistema de valores del nuevo orden mundial, que absorbía la lucha de clases, fue articulado por un grupo de intelectuales liberales "post-marxistas" entre los que se hallaban Daniel Bell, Sidney Hook, James Burnham e Irving Kristol. Respaldados por el Congreso para la Libertad Cultural de la CIA, fueron ellos que forjaron la ideología del "Siglo Norteamericano". Como escribió Bell: "La abundancia… fue el substituto norteamericano del socialismo".
Y desde luego, Estados Unidos logró la abundancia en las primeras décadas de posguerra. Con la crisis del petróleo y la recesión de los 70, el Siglo Norteamericano comenzó a declinar. A mediados de los 80, la abundancia era ya cosa del pasado. Como David Bloom, un economista de Harvard, advirtió en 1986: "Se ha producido un encogimiento de la clase media. (…) A medida que la sociedad se polariza más, hay más 'poseedores" y más 'desposeídos', y menos gente en medio." [Time, 3 noviembre 1986.]
Desde la Revolución de Reagan, la abundancia de la clase media ha sido crecientemente substituida por deuda. Con Reagan desaparecieron los guantes de seda que durante tanto tiempo amortiguaron la guerra de clases. La promesa del Siglo Norteamericano languidece, y los ricos son cada vez más ricos y las clases medias trabajadoras están cada vez más esquilmadas.
En un poema escrito en 1894, el autor inglés Lord Alfred Douglas se refirió a la homosexualidad como al "amor que no osa decir su nombre". En 1895, Oscar Wilde fue juzgado y condenado por sodomía; durante el proceso, se le requirió para que se definiera en relación con el poema de Douglas, lo que contribuyó a popularizar la expresión. Un siglo después, en la homosexualidad en Occidente es ya, en general, un amor que no teme decir su nombre.
Hace un siglo, la guerra de clases se reconocía comúnmente como un rasgo distintivo de la modernización norteamericana. Grandes conglomerados industriales, encabezados por Standard Oil, dominaban el sistema económico y político norteamericano; y a los magnates que los dirigían se los conocían con el jocosamente despectivo sobrenombre de "barones ladrones". Dada esa situación de opresión, la guerra de clases era un concepto político aceptado de consuno por el periodismo de denuncia, el radicalismo, el sindicalismo y el pueblo trabajador común y corriente.
Todo el mundo sabía que la única forma de luchar contra los conglomerados monopólicos y los barones ladrones era a través de la guerra de clases.
Hoy, la lucha de clases no osa ya decir su nombre. El capital financiero ha venido a sustituir al capital industrial como factor determinante de la economía global. Y uno de los progenitores de la Standard Oil, el Citibank, influye de manera determinante en las decisiones federal de política económica. Desgraciadamente, los actuales archiricos, ya sean miembros de clubes exclusivos de ricachones, financiadores del Partido Republicano, mecenas de think tanks de extrema derecha o subsidiadotes del movimiento "populista" del Tea Party, raramente son despreciados y ridiculizados como barones ladrones.
Los actuales barones ladrones conocen la importancia de los medios de comunicación, y han sobornado a los formadores de la opinión popular. Bien trajeados ejecutivos empresariales y financieros, no moralmente mejores que arteros robacarteras, han sido convertidos en celebridades. Son lisonjeados hasta la náusea en reality shows televisivos, alabados a diario en programas y noticiarios económicos y sensacionalistamente ensalzados día sí y otro también en la prensa rosa.
Los grandes medios de comunicación norteamericanos, obvio es decirlo, no quieren morder la mano que les da de comer.
El de clase, y particularmente el de clase media, es un concepto que se ha hecho vagaroso en el discurso político norteamericano. Se refiere a todos y a ninguno. La Oficina del Censo norteamericana no define, ni usa, la categoría de "clase media", pero ha fijado el ingreso mediano de una familia de cuatro en 2008-2009 en 70.000 dólares anuales. Una investigación del instituto Pew en 2008 mostró que la mitad de la población se define a sí misma como de clase media.
El grueso de los estadounidenses reconocen la realidad de la lucha de clases, por un lado, en las incesantes informaciones referidas a los elevados niveles de desempleo, al número cada vez mayor de ejecuciones hipotecarias y a la creciente morosidad, y, por el otro, en los disparados mercados de valores y los indecibles bonos pagados a los ejecutivos financieros. Eso pone ante la rotunda evidencia de las diferencias de clase, pero resulta un tanto confundente respecto del conflicto, más profundo, dimanante de la acrecida polarización de la riqueza en el país.
De acuerdo con Edward Wolff, un economista de la Universidad de Nueva York, la riqueza cada vez está más concentrada. En los 15 años que median entre 1983 y 1997, la participación en la riqueza nacional del uno por ciento más rico creció de un 33,8% a un 34,6%; y el 20% más rico de los hogares norteamericanos en 2007 controlaba el 85% de la riqueza nacional, mientras que en 1983 sólo controlaba el 81,3%. El destino de la vasta "clase media" norteamericana, el restante 80%, no ha hecho sino empeorar: en 2007 controlaba un 15%, contra un 18,7% en 1983.
Es hora de que EEUU vuelva a llamar a la lucha de clases por su nombre. Por dos razones. Primero, para poder combatir el expolio que está arruinando las vidas de millones de norteamericanos enfrentados a la catástrofe financiera. Y segundo, para poner fin a la campaña de los archiricos (mancomunada con las políticas públicas de desfravación fiscal, subsidios y otros regalos) y de los medios de comunicación para mantener viva la ficción de que los EEUU son una sociedad sin clases y libre de guerra de clases.
·              Analista de asuntos políticos y ensayista estadounidense. En www.sinpermiso.info traducido del inglés por Ventureta Vinyavella.(Sin Permiso señala que el artículo puede comentarse en su página de Facebook: http://www.facebook.com/pages/SinPermiso/106764166044474).
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historia
31 de octubre de 1952: Nacionalización de las Minas
Yuri Aguilar Dávalos
En la misma pampa donde diez años antes las tropas del ejército boliviano ametrallaron a una manifestación de mujeres y obreros que marchaba de Siglo XX a Catavi para pedir mejores condiciones de trabajo, se firma el decreto que nacionaliza las grandes empresas mineras que estaban en manos de tres poderosos empresarios
El 13 de mayo, 35 días después del triunfo del 9 de abril de 1952, se forma la comisión encargada de “estudiar las bases, procedimientos y condiciones para la nacionalización mediante la expropiación de las minas” pertenecientes a los grupos Patiño, Hochschild y Aramayo. La comisión está integrada por 10 miembros, presidida por Manuel Barrau (MNR), en represtación Ministerio de Minas y Petróleo, y secundada por seis militantes del mismo partido de gobierno (Alberto Arze Quiroga, Jorge Sánchez Peña, Jaime Medina, Armando Pinell, Abel Pally y Carlos Morales Guillén) y tres independientes (José Núñez Rosales, Jorge Zarco y Hans Block).
Ya desde 1927, cuando se realizó el III congreso obrero, en las organizaciones obreras e izquierdistas se oye la consigna de Minas al Estado y tierras al indio.”
El siguiente paso es controlar totalmente las exportaciones de minerales, medida que es decretada en menos de dos meses, el 2 de julio, por el que el Estado recupera millones de dólares y libras esterlinas que antes sólo beneficiaba a la gran minería.
En represalia los empresarios mineros instruyen postergar la renovación de maquinaria, repuestos, herramientas, implementos y productos de consumo diario en la pulperías. El boicot empresarial continúa con la baja del precio internacional del wolfran, reduciendo los ingresos al erario.
En esta lucha de poderes, el Gobierno decide, el 2 de octubre, crear la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), institución que debe centralizar la dirección y administración de la minería, además de preparar la exploración, prospección, explotación, beneficio y comercialización de los recursos mineros.
El 7 de octubre el Estado interviene a las empresas de Patiño, Hochschild y Aramayo. "con carácter de control o gestión directa."
La comisión concluye su trabajo y entrega su informe al Gobierno, el 9 de octubre, en papel tamaño oficio y a máquina de escribir, en casi 2.100 hojas.
Aunque la COB se pronuncia en favor de la nacionalización sin indemnización y bajo control obrero, conforme indica la Tesis de Pulacayo, el proyecto contempla la indemnización, propuesta que provoca el rechazo de los trabajadores; al mismo tiempo, no dice nada del control obrero, destinada a romper el secreto administrativo de las empresas, disposición que finalmente es incorporado al proyecto de decreto.
El decreto de Nacionalización de las Minas se firma el 31 de octubre, a las 8 de la mañana, en las pampas de María Barzola. Los ministros obreros aceptan la nacionalización con indemnización.
Inmediatamente los gerentes de las empresas mineras nacionalizadas presionan a sus técnicos para que abandonen el trabajo. Uno de ellos, Donald Kochersperguer, ya en Chile, declara: “La situación se tornó imposible cuando los obreros, todos armados de revólveres, comenzaron a aplicar las disposiciones contenidas en el decreto de nacionalización sobre control obrero, en forma parecida a la de los comisarios comunistas.”
En julio de 1953, el Gobierno del MNR acuerda que la fundidora Williams Harvey (del grupo Patiño) de Liverpool, retenga de la exportación de minerales, los montos convenidos para indemnizar a las ex empresas de la rosca minera.
El 7 de julio de 1956, e1 gobierno aclara que la nacionalización comprende todos los desmontes, escorias y relaves de las minas que estuvieron en manos la gran minería.
Fuentes:
—Guillermo Lora. Diccionario Político Cultural: Lora y Bolivia. La Paz, Masas, 1986.
—Guillermo Bedregal Gutiérrez. COMIBOL: una historia épica. La Paz, Fondo Editorial de los Diputados, 1998.

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El golpe de Barrientos del 4 de noviembre de 1964
Yuri Aguilar Dávalos
La reelección de Víctor Paz, el desgaste del MNR, sus peleas internas y el abandono de las “banderas de Abril”, más el rumbo opuesto que sigue el movimiento social, precipitan su caída el 4 de noviembre de 1964
Vicepresidente golpista
El triunfo de la insurrección de abril de 1952 lleva a que las Fuerzas Armadas sean aplastadas y sustituidas por las milicias de obreros y campesinos; pero, esa conquista es momentánea, pues los Estados Unidos imponen su restablecimiento, con la venia de la dirigencia de la COB encabezada por Juan Lechín.
Con el argumento de que las nuevas FF.AA. la integrarían el mismo pueblo, el reabierto Colegio Militar abre sus puertas a algunos hijos de campesinos. Sin embargo, en su filas no habrá nunca un Quispe o un Mamani; más bien una selecta oficialidad hará cursos especializados en antiinsurgencia en campos militares de los Estados Unidos, especialmente en Panamá.
Paralelamente se crea la Célula Militar del MNR, donde participan oficiales que actuaron en el proceso conspirativo del MNR antes del 9 de abril y son leales tras el triunfo. Uno de ellos es el teniente de aviación René Barrientos Ortuño, quien participa en la Guerra Civil del 49 y luego es ayudante del piloto Walter Lehm, cuando un avión recoge a Víctor Paz Estenssoro de Buenos Aires, el 15 de abril del 52; más tarde todos los jefes militares juran al MNR.
En marzo de 1964, la Convención del MNR proclama al Gral. Barrientos candidato a la vicepresidencia para la reelección de Paz Estenssoro, pese a la oposición de sectores movimientistas: Lechín con la izquierda del MNR, luego PRIN; Walter Guevara Arze con el MNR Auténtico y Hernán Siles Zuazo con el Bloque de Defensa del MNR. El triunfo oficialista en las elecciones es arrollador, con el 87%, además que sin contrincantes, pues ningún partido participa.
El vicepresidente Gral. Barrientos conspira, actitud que se enlaza a protestas estudiantiles y obreras que se desatan en octubre. La represión gubernamental provoca muertes en La Paz, Oruro y Cochabamba, y el 29, en Sora Sora, cerca de Huanuni, donde los militares matan a mineros que se dirigen a Oruro.
Las condiciones para un golpe militar “salvador” están dadas, pues casi todos los partidos políticos apoyan a los uniformados.
El 4 de noviembre de 1964, Paz Estenssoro huye a Lima, mientras sólo los milicianos defienden al régimen. Ese es el momento en que el vicepresidente René Barrientos y el Comandante en Jefe de las FF.AA., Gral. Alfredo Ovando (antiguo militante de la Falange Socialista Boliviana, partido de corte fascista), toman el poder.
Fuentes:
Luis Antezana E. Hernán Siles Zuazo, el estratega y la contrarrevolución. La Paz, Luz, 1979.
Guillermo Lora. El proletariado en el proceso político, 1952-1980. La Paz, Masas, 1980.

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lecturas
Extracto de El poder y al caída de Sergio Almaraz Paz
Contexto previo a la Nacionalización de la Minas
Sergio Almaraz en “El poder y la caída” refiere el contexto previo a la nacionalización de la minas, hace una sinopsis de los momentos políticos durante el llamado Sexenio (194-1952), durante los magnates mineros, Patiño, Hochschild y Aramayo los que, a través de sus operadores, controlaban el Estado.
La arrogancia con la que se comportaban, genera indignación, ya que para ellos, hasta la represión contra huelgas y motines era saludable, la que justificaban al señalar que como en Estados Unidos también “son  sangrientamente sofocadas” ¿por qué no hacer lo mismo en Bolivia?
Esa arrogancia de esos magnates se ve también en un texto del empresario Aramayo, llamado “Memorándum”, en el que  identifica a los opositores del sistema, llamándolos “demagogos”, quienes fueron eliminados del panorama político a partir los sucesos del 21 de julio del 46, donde muere trágicamente el presidente Gualberto Villarroel. Leamos a Sergio Almaraz:
Los mineros frente a la acusación de formar una camarilla absorbente, no se inmutaban y con gesto imperial señalaban que era precisamente eso la que les hacía falta. La Asociación de Industriales Mineros fue organizada en 1920 y sus funciones inicialmente no pasaron lo burocrático. No era el organismo "poderoso y más respetado del país" como deseaba Aramayo porque a los mineros les faltaba "espíritu de cuerpo". Pensando acaso en la frialdad de Patiño para precipitar el derrocamiento de Villarroel, lo que demostraba el poco espíritu de cuerpo, Aramayo propuso en 1947 una nueva política para la Asociación de Industriales Mineros.
El más vehemente de los mineros no estaba satisfecho con que la minería fuera la fuerza más poderosa, podía serlo más, podía imponer su doctrina, crear hábitos mentales en la opinión pública y enseñar a los bolivianos a respetar lo único que tenían; así, dentro de una mentalidad pedagógicamente moldeada, los gobiernos no se zafarían de la línea minera. El mito de la empresa privada transfigurado en el minero valiente y generoso, debía ser el símbolo boliviano para el presente siglo. Ya era tiempo de acabar con el que le parecía el "feroz individualismo" de las empresas y pensar en los "intereses permanentes de la industria." El nuevo espíritu comunitario, cuyo supremo sacerdocio sería confiado a la Asociación de Industriales Mineros, tendría su evangelio para inspiración de gobiernos y partidos políticos: de él emergerían las grandes mineros como el héroe vivo y el demiurgo de la realidad boliviana.
Poco después Aramayo convenció a sus colegas para que reforzaran la actividad publicitaria de la Asociación bajo la dirección de Ordorica —un extranjero dispuesto a coger la ocasión por los cabellos—. Nació la "Hemisfere Pramotion". Luego, se entregó entusiastamente a la candidatura presidencial de Guillermo Gutiérrez Vea Murguía, su empleado y amigo. Sus principios liberales, tan pudibundos en lo referente a conservar las distancias entre la empresa privada y el Estado, no impidieron que la suya sirviera de base para una candidatura política.
La resistencia de los partidos tradicionales a ceder sus prerrogativas ante un advenedizo que se proponía saltar desde "La Razón" a la jefatura del gobierno sin más mérito que la intimidad que lo unía a su empleador fue uno de los factores del fracaso. Estos sirvieron a la minería lealmente durante medio siglo, ¿iban a ser desplazados un día cualquiera porque a una empresa se le hubiera ocurrido tomar directamente el gobierno con uno de sus empleados? Esto ocurría en 1951 y era evidente que esos partidos estaban agotados. La minería se portaba como el amo cruel que hace matar al perro de la casa porque está envejecido. Las luchas de los últimos cinco años y la enconada resistencia popular contra la "rosca" produciendo un desgaste definitivo en las reservas políticas de la minería (crisis en el ejército y crisis y división en los partidos derechistas), marcaba el final. Entre la caída de Villarroel y el golpe militar de 1951 las posibilidades políticas de la minería quedaron agotadas. Tal vez comprendiendo esto Aramayo jugó su última carta con Gutiérrez Vea Murguía. Era una esperanza débil porque más que una victoria política se necesitaba un milagro.
Con la caída de Villarroel en la que tuvieron notoria participación Aramayo y Hochschild mientras que Patiño prefería ayudar desde la distancia, la gran minería vivió sus últimas días. Las actitudes de ciertos ministros que debiéndole sus cargos buscaban popularidad a costa de ella, las poses obrerizantes de algunos políticos conservadores y ciertas blanduras del gobierno como las de Hertzog —a quien antes de echarlo se lo acusó de debilidad por no haber reprimido a las obreros en las minas—, eran la expresión parcial de una rebelión mayor. De hecho muchos procedían como si el amo ya estuviera muerto. Estaba en marcha una profunda reacción y nadie sabía hasta dónde alcanzarían los efectos. Los que trataron de evitarla desembocaron en un punto muerto con el golpe militar de 1951 y los que se movían a su favor tuvieron que plantearse, en términos radicales, la liquidación del poder minero. La lucha trabada era de vida o muerte.
El viejo poder empezaba a crujir. Su podrido maderamen resistía cada vez menos la violencia de la oposición popular. Las insuficiencias intelectuales de los estrategas de la minería, su tosquedad política, se hicieron más notorias. La razón encubierta de cada motín callejero o de las incontenibles huelgas obreras, era el deseo de acabar con el poder minero. Es posible que en la mayor parte de los casos el fondo del conflicto permaneciera encubierto, pero la lucha por anárquica que pareciera a momentos, estaba apuntando al corazón de la minería. Las lecciones recogidas por los bolivianos desde la matanza de Catavi endurecieron su voluntad e hicieron nacer en ellos una oscura convicción. Era el momento de elegir entre la oligarquía o el país: la idea empezaba a transformarse en historia. Los de la élite no estaban muy seguros de lo que ocurría. Su medio siglo de indiscutido dominio, su desprecio por las fuerzas populares, les dio una excesiva seguridad psicológica y una peligrosa confianza política. Objetivamente, reposaban en el poder de su vasto y fuerte "aparato"; subjetivamente, confiaban en la superioridad de sus hombres, subestimando, como sucede en estos casos, la capacidad del adversario.
La matanza de Catavi en diciembre de 1942, iniciando el crepúsculo del poder minero, hizo surgir una crisis política bajo cuyos altibajos el país vivió en los diez años siguientes. Con razón esa década podría ser llamada la de Catavi. Esos "lamentables acontecimientos" como Aramayo llamó a Catavi empleando una expresión llena de recato, casi determinaron la caída parlamentaria del gobierno Peñaranda. En el país se levantó por primera vez un sordo clamor que atemorizó a la minería. La prensa extranjera describió en términos duros la situación social en Bolivia. Algunos norteamericanos no ocultaron su repulsión y la protesta llegó al Departamento de Estado y al Congreso donde se insinuaron acusaciones contra norteamericanos que por sus vinculaciones con las empresas mineras favorecían la explotación de los trabajadores bolivianos. No faltaron artículos de la prensa norteamericana que crearon una situación incómoda para los mineros considerados en esos momentos por Washington como aliados de la causa democrática. Aramayo sintiéndose traicionado comentó vengativo las huelgas y motines en los Estados Unidas: "allí también son sangrientamente sofocados."
Con el arribo de Villarroel al poder, Catavi daba sus primeros frutos que la oligarquía trató de impedir robando un voto en el parlamento para evitar la caída legal del Gabinete de Peñaranda. El nuevo gobierno formado por la oficialidad joven del ejército y el recién nacido MNR, no hacía misterio de su posición antiminera. Los ministros Paz Estenssoro y Jorge Zarco Kramer causaron alarma cuando anunciaron el propósito de investigar el nebuloso asunto de los "remanentes" y se declararon partidarios de elevar la tributación y reforzar los controles gubernamentales. El peligro acechaba desde flancos diferentes. Se impulsaba la actividad de organismos estatales como YPFB y Banco Minero que siendo todavía débiles, para los susceptibles mineros ya constituían una amenaza.
La idea, informe aún, de un ajuste más a menos definitiva entre el Estado y la minería, empezó a ganar partidarios en la intelectualidad y las medios obreros. Aparecieron quienes hablaban de nacionalización. El gobierno era heterogéneo y carecía de experiencia, pero se inclinaba hacia soluciones populares. En el país bullía un amargo resentimiento y la minería era señalada como responsable del atraso nacional.
Con el 21 de julio la "rosca" minera tuvo la ilusión de haber sorteado el peligro. El ditirámbico entusiasmo con el que saludó la caída de Villarroel, era ciertamente desmesurado para la que fue una efímera revancha. Con las candidaturas de los señores Hertzog y Guachalla y la ausencia de una candidatura popular, parecía vivirse el retorno de los buenos tiempos. Carlos Víctor Aramayo pudo hacerse tomar una histórica fotografía que su diario reprodujo a toda página. En ella aparecía entre los dos candidatos, paternal y sonriente. Era el árbitro de la política boliviana a quien los resultados no interesan porque el poder sería confiado a uno de sus amigos después de una caballerosa compulsa. No podía adivinar que era el último y refulgente instante de una historia al cabo de medio siglo entraba en el ocaso definitivo. Pero tuvo el placer de saborear el triunfo de su propia fórmula cuando en aquellos días sentenció: "todos nuestros grandes hombres fueron perfectamente "rosqueros", en el sentido que fueron aristócratas y oligarcas". Ahí estaba su persona, rutilante símbolo de esa oligarquía, representante de las potencias del bien, "las empresas millonarias gerentadas por personas idóneas y comprensivas. . ., que luchan contra el monstruo Moloch del Estado". En esa oportunidad su espíritu comprensivo le llevó a entregar la misma suma de dinero a los dos candidatos, porque si ambos eran amigos suyos, ¿para qué andar con diferencias? En cambio Mauricio Hochschild, más cicatero y menos dado a especular sobre las interrelaciones de la democracia y la empresa millonaria, dio dinero solamente a la candidatura del señor Hertzog: un millón para él y otro millón para su compañero de fórmula, el señor Urriolagoitia. Era el gesto del comerciante precavido, indiferente a las posturas elegantes de su colega Aramayo, que prefiere que su dinero reciba el nombre exacto: soborno.
El 21 de julio y el triunfo de la candidatura Hertzog-Urriolagoitia tendió a los hombres de la minería una trampa al llevarlos a exagerar sus propias posibilidades. En lugar de proponer un modus operandi entre sus intereses y los del Estado que hiciese posible la supervivencia política de sus amigos que tan dificultuosamente retornaron al gobierno, pensaron que como vencedores podían imponer la capitulación sin condiciones. Proponían empezar eliminando "demagogos", término sumamente amplio con el que la oligarquía designa a toda persona cuya opinión no coincide con la suya. "La Revolución del 21 de julio ha iniciado esta labor de depuración", dijo Aramayo. Había que ocuparse de inmediato de las logias militares cuyos miembros "semialfabetizados", siguiendo las expresiones de aquél, tenían "la impertinencia de creer y decir que ellos solos son capaces de labrar la prosperidad y felicidad de Bolivia." Como consecuencia de estas "eliminaciones", se cortaría "1a dosis diaria de veneno social" suministrada por la prensa antiminera cumpliéndose de tal modo con un buen trabajo de profilaxia social". Saneada así la atmósfera general del país", se formaría una comisión para estudiar los probleas de la minería y decidir acerca de la rebaja de impuestos, el aumento del tipo de cambio para la venta obligatoria de divisas, la disminución del presupuesto de gastos de la Nación y el retiro de empleados públicos, etc. Era un plan ideal al que no le faltaba nada y un presente griego para el nuevo gobierno. Al doctor Hertzog no lo trataban como amigo sino como a vencido.
Pronto se vio que Hertzog no era el hombre que pudiera satisfacer a la minería. Un resto de decoro le impedía convertirse en el ciego instrumento de una dictadura. Era imposible para un gobierno que protegiera su estabilidad, desvalorizar la moneda o despedir empleados fiscales. Tampoco estaba de acuerdo en convertir las minas en campamentos militares y creía posible un relativo equilibrio negociando con los sindicatos. Su mentalidad institucionalista de político liberal rechazaba por principio el empleo de la fuerza como único recurso. Estaba formado en los tiempos de Saavedra y Salamanca y por tanto habituado a procedimientos ceremoniosos aunque después de ellos se matara igual. Era intransigente con la aplicación formal de la ley, porque a través de ella el Estado salvaba sus apariencias de dignidad. Todo habría ido bien de no haber sido por la impaciencia de la minería que prefería ver desterrados a los dirigentes sindicales a dar lecciones de democracia.
Las otras razones que determinaron la brevedad de la presidencia de Hertzog se relacionan con el Banco Minero. A fines de 1948 se proyectó un decreto para el control total de las divisas con el objeto de cortar el juego de mercado negro de la gran minería. José Núñez Rosales, Gerente del Banco, recibió la visita de personeros de la minería que le pidieron conocer el proyecto antes que el gobierno los sorprenda con la aprobación. Así lo hizo. El Ministro de Hacienda por su parte, los invitó a reunirse para discutir los términos de la medida. No acudieron a la invitación porque se fueron directamente a ver a Hertzog pero sin resultados: era partidario de la medida. Subiendo el tono, dijeron al Presidente que estaban dispuestos a "defenderse por todos las medios. . .". Hertzog indiferente a la advertencia, les propuso continuar el examen del tema. Pocos días después el Ministro de Hacienda llevó el asunto a consideración del gabinete donde fue duramente combatido. La minería no cejó hasta conseguir que el autor fuera retirado del gobierno.
Hertzog fue desplazado por un incruento golpe de estado cuyos autores le permitieron una salida decorosa al aceptar su renuncia por razones de salud.
La brutalidad de Urriolagoitia, el fracaso electoral de 1951 y el golpe militar, no hicieron otra cosa que abreviar los días de la minería. Con Hertzog en el gobierno, el momento del asalto revolucionario se habría postergado y si los resultados de las elecciones de 1951 se respetaban, la minería, en el último momento, habría podido eventualmente evitar el desastre. La situación de un gobierno nacido de una insurrección popular es radicalmente diferente a la que deriva del mecanismo electoral. La historia en ciertos instantes es inexorable. Cuando las militares alentados por la minería, decidieron tomar el gobierno desconociendo los resultados electorales de 1951, en ese mismo momento se puso en marcha el 9 de abril. La minería firmó su propia sentencia.
En una de esas bromas que la historia gasta a los hombres, Aramayo escribió sobre la nacionalización seis años antes que se produjera. Posiblemente en ese momento ni los que más tarde resultaron autores, pensaban en ella. ¿Qué razón tuvo Aramayo para otear el futuro con tanto pesimismo? Su libro lo descubre pedante, es el maestro que da las lecciones. Este poseur tuvo sin embargo algo de adivino; fue el primero en considerar seriamente la nacionalización y discutir y argumentar en contrario.
Sus afanes divierten porque fue un adivino muy tosco, pero la opereta que imaginó tiene un gran interés precisamente por eso: por su cómica arbitrariedad. En esas pocas páginas, Aramayo entrega su retrato de cuerpo entero, sin velos sobre su intimidad psicológica, sin disimulo sobre sus insuficiencias intelectuales.
La prolijidad de su relación hace sospechar cierta disposición sádico-masoquista. Era evidente que al escribir sobre la nacionalización sufría y sentía placer al mismo tiempo. Pero "objetivamente" lo que él buscaba, era curar de una sola vez al que tuviera la locura de pensar en la medida. Obviamente este propósito no se logró, pero Aramayo se desnudó un poco ante sus contemporáneos. Fue un sacrificio inútil porque acertó sólo en el acontecimiento y se equivocó en lo demás.
Aramayo, que ante Villarroel se mostró orgulloso y arbitrario y que consideró débil a Hertzog para conservarlo en el gobierno, el jacobino que proclamó que la solución consistía en suprimir demagogos, cuando examinó la posibilidad de la nacionalización de las minas sufrió un extraño cambio: retornó al universitario europeo, se hizo respetuoso de la tradición y legalista. Hallaba placer ante la visión del Estado debatiéndose en una maraña de dificultades legales. La nacionalización —si alguien osaba algún día imponerla— no podría ser de otro modo: sería una contienda legal, lucha entre caballeros, uno de los cuales diría al otro “¿Tiene usted el dinero para pagarme?” y el interrogado, reconociéndose perdido, tendría que retirarse. La educación liberal le jugó una mala pasada a Aramayo. Imaginó un drama histórico en el que nada tenía que ver la historia y eligió para él mismo a el lugar hacia el cual convergían todas las luces.
La caballerosa contienda debía empezar en el congreso con discusiones sobre procedimientos de avalúo para efectuar el pago previo, según manda la ley. Pero surgirían las primeras dificultades: "las discusiones entre los propietarios y las comisiones avaluadoras serían eternas." Los capitalistas demandarían al Estado ante la justicia y, entre tanto, habrían dejado de realizar inversiones en los trabajos de preparación de las minas y en la reposición de equipos. La producción empezaría a caer, hecho que el gobierno tendría que ver con alarma.
Pero "suponiendo" —Aramayo recorre todas las posibilidades del drama— que se hubiera llegada a un acuerdo sobre el valor indemnizable, ¿con qué dinero pagaría el gobierno?, ¿y qué hacer si la ley establece el pago previo a la posesión? La posibilidad de pagar con bonos es rechazada. El gobierno desesperado (la producción seguiría cayendo), buscaría crédito inútilmente: las instituciones extranjeras, solidarias con los expropiados, lo negarían. Aramayo se siente feliz al adivinar las humillaciones sufridas por los enviados oficiales. Los bancos extranjeros les dirían: “Nada, señores. Ustedes han perjudicado a nuestros amigos los mineros de Bolivia, no podemos dar les dinero. La moral antes que los negocios”. Pero a Aramayo la emoción lo estremece cuando sus premoniciones le hacen descubrir la traición a la patria. Bolivia ha sido despojada por sus vecinos. Después del salitre, del cobre, de la goma, le toca el turno al estaño. El gobierno acorralado por la falta de dinero se hundiría irremediablemente en la abyección al tener que dirigirse al tradicional enemigo en demanda de un préstamo, que le sería concedido, naturalmente, para dar el golpe mortal contra la última riqueza nacional. He ahí la terrible ironía adivinada por Aramayo: la nacionalización terminaría en la traición. (Este desenlace dramático parece más propio del estilo y gusto de Costa du Rels ) .
Pero si hubiera un gobierno "lo suficientemente impúdico" para apropiarse de las minas sin pagar —Aramayo está febricitante—, las empresas “ante un despojo brutal, echarían mano legítimamente de todos las recursos” empezando por impedir que las fundiciones compren el mineral robado. Este bloqueo era perfectamente posible. Las fundiciones del Extremo Oriente que trabajan únicamente para sus propias minerales, no tendrían capacidad
disponible para fundir el estaño boliviano. En consecuencia quedaban dos plantas: la de Liverpool en la cual el grupo Patiño tenía intereses dominantes y la de Texas, de propiedad del gobierno norteamericano. “Es fácil suponer —es agradable seguir el curso de las suposiciones de Aramayo— cual sería la actitud de la primera de estas fundiciones. En cuanto a la segunda me figuro que el gobierno de los Estados Unidos, en una tal coyuntura, se inspiraría en el mismo sentimiento de repulsión general” contra los expropiadores y “no se afanaría en facilitar la tarea despojadora del gobierno.” Así las cosas, el gobierno de Bolivia con la soga puesta al cuello, tendría que esperar que el señor Aramayo tire de ella. Pero sus sádicos placeres no le permiten acabar de una vez, no quiere olvidar ningún detalle.
"Supongamos" que el gobierno consigue el dinero para pagar la indemnización, que hay acuerdo sobre el monto de ésta, que las fundiciones han seguido recibiendo el mineral, etc., entonces los dos primeros años serían prósperos porque se explotarían las reservas preparadas anteriormente por las empresas. Pero llegado el momento de distribuir las utilidades, estallaría la disputa. Todo el mundo reclamaría su parte en el botín y la desilusión resultaría grande parque “el ejército, por razones obvias, se llevaría la parte del león y cubriría el país de cuarteles y casinos militares.” En esta orgía cívico-militar se descuidaría la inversión en la propia minería; se elegirían dos o tres programas de desarrollo puesto que no habría dinero para todos, pero como el dinero mal habido trae mala suerte, las programas fracasarían. En este punto de la situación, los gerentes de las minas reclamarían más recursos para sus trabajos mientras que la opinión pública se sentiría incómoda con esos pedigüeños. "¿Por qué íbase a gastar otros doscientos mil dólares en un ingenio de fuerza eléctrica para servir tal o cual mina, cuando la carretera de tal o cual sitio estaba todavía sin terminar por falta de fondos?"
El final de la historia tendría toda la tristeza de la tragedia esquiliana: “Y así seguirían las cosas, tristemente, vergonzosamente, desastrosamente, en una atmósfera de descontento general y de mutuas recriminaciones, hasta que dentro de muy poco tiempo, Bolivia dejaría de figurar entre las grandes productores mundiales de estaño.
Estas apocalípticas visiones no concordaron con la realidad. Los hechos se produjeron más prosaicamente. No hubo congreso para discutir la indemnización ni discursos ni alegatos de abogados; los bolivianos simplemente tomaron las minas sin importarles mucha las consecuencias. Su conducta se guió por una oscura intuición de la historia. Los pueblos no darían paso si se detuvieran a meditar en las consecuencias. Las fundiciones no sabotearon. Patiño, es decir Williams Harvey, acudió presuroso a recibir e1 mineral "robado" sin el cual sus plantas habrían quedado paradas; los norteamericanos también continuaron comprando minerales y como si fuera poca, pusieron alimentos y dinero a disposición del gobierno usurpador. Nadie dijo: “la moral antes que los negocios.” ¡Cuántas decepciones tuvo que sufrir el señor Aramayo! Todo se podía esperar proviniendo del gobierno movimientista, pero, ¿qué pensar de Patiño y los yanquis?
El golpe fue tan tremendo que Aramayo ya no tuvo fuerzas para verter sus humores en un nuevo libro. Es lamentable, porque habría sido interesante conocer la segunda parte de su "Memorándum." Condenado a la soledad, obsedido por su derrota, turbado por el odio, apenas si atinó a dar dinero para alentar aventuras golpistas: el arrogante aristócrata estaba derrotado, no tenía la fibra del cholo para sobrevivir en las nuevas condiciones.
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A Mauricio Hochschild le gustaba contar una historia de la que era autor. Su empresa mantenía una bonita finca en Tacata, Cochabamba, donde los niños de los mineros eran llevados a pasar la vacación escolar. Los días transcurrían agradables entre paseos, baños y el cuidado de las monjas. A tiempo de retornar los pequeños testimoniaban efusivamente su agradecimiento, algunos lloraban y otros desde sus distritos escribían tiernas cartitas a las monjas. Pero había una minoría de desagradecidos que partían mohínos y a veces arruinando la pintura dejaban procacidades escritas en las paredes. Hochschild decía que los bolivianos se parecían a esta minoría que había nacido perversa.
Los grandes mineros despreciaban. La riqueza los arrancó y separó del país. Se sentían en un campamento. Los bolivianos debían ser sus tributarios dentro del riguroso esquema en el que existían solamente las condiciones: la del patrón y la del asalariado. De esta fría relación quedaban excluidos los gestos superfluos: los hombres eran útiles mientras sirvieran a la minería. Estos que ya no podían soportar la sofocante atmósfera de los socavones, debían marcharse a esperar la muerte; aquéllos también dejaron de ser útiles desde que perdieron el gobierno.
Hochschild dio ejemplo de cómo se debe conducir un poder que está por sobre los hombres. El Presidente Hernando Siles cuando partía al destierro cometió una de esas pequeñas indignidades tan propias de la condición humana: pidió un préstamo en dinero a Hochschild que el magnate se lo negó. Otro expresidente, el General Quintanilla, hizo lo mismo encontrándose en Buenos Aires: se dirigió a Hochschild personalmente y fue rechazado.
La minería fue el poder de la degradación: todo sucumbió ante ella. Monstruo sediento de riqueza, destruyó miles de vidas en un espantoso holocausto. A los hombres de gobierno no los mató, pero los envileció. Pudrió el espíritu de las capas medias con un credo derrotista e hizo de ellas una sombría masa de seres indiferentes y resignados. Desarraigó, segregó y aplastó. En los campamentos se vivió la muerte lenta: enfermedades, alcoholismo, promiscuidad, miseria. Las ciudades fingían existir. Su condición íntima era más miserable que la de un campamento. Las aldeas aguardaban para entregar su aporte de sangre a la leva minera.
Parecía imposible que un día el país encontrara fuerzas para afirmar su existencia. Sin embargo esas fuerzas se dieron con la nacionalización de las minas. Hasta entonces una existencia de degradación inexorable enseñó a los bolivianos que la historia hace a los hombres; el 31 de octubre, un verdadero milagro, les hizo comprender que a veces los hombres también pueden hacer su historia.
Sergio Almaraz Paz. El poder y la caída: El estaño en la historia de Bolivia. La Paz, Los Amigos del Libro, 1967.
pp. 111-125

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nos escriben
Hola:
Este mensaje es de agradecimiento. Es lo que siento al anoticiarme de la apertura de esta "nueva etapa" del periódico "Aquí". Creo es un espacio necesario, y justamente con los propósitos que manifiestan en su editorial: Plantear ideas, discutir, producir y aportar ideas... Hay momentos como el que vivimos ahora  en los que la necesidad de debatir ideas es imperiosa.
Reabrir el escenario del periódico "Aquí" llega a ser un hecho histórico (y por qué no simbólico), por lo que aquel periódico significó en su momento, desde los móviles que lo produjeron, y por lo que debe llegar a significar ahora, bajo el "lema" de "es imposible sepultar a libertad de pensamiento"  en aras de defender y ser activos en este proceso de transformación social.
Por lo que observo en mi entorno social, desde una visión de sentido común sin necesidad de realizar análisis "científicos", encuentro sentimientos confusos de la gente respecto a la gestión gubernamental. La mucha gente (especialmente de la llamada "clase media") que apoyó con decisión el cambio "de gobierno" y especialmente la transformación profunda que esto debía implicar, ahora manifiesta desaliento, un desencanto que no merece ser ignorado. Las razones de ese "desencanto" justificadas o no, están siendo debatidas todos los días en muchos espacios, y justamente es necesario aportar a ese debate con un periódico como el "Aquí", con su clara orientación política y filosófica para que la derecha de siempre no se engañe pensando que puede volver gracias a la vulnerabilidad ideológica de algunos sectores que al sentirse "defraudados" puedan perder la esperanza de que otra Bolivia es posible.
Creo que el debate y construcción de ideas desde el periódico "Aquí" puede contribuir a reivindicar la senda de la transformación por la que muchos hemos reavivado nuestra esperanza y que por cierto prurito de "control total" por parte del actual gobierno pueda detener o aminorar el paso y el proceso que aunque sabemos que es irreversible lo será en tanto todos lo sostengamos con una postura activa y propositiva como lo pretenden ustedes.
Gracias Remberto y Yuri
Atentamente
Ninoska Enríquez 

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