jueves, 30 de junio de 2011

Aquí 33


Aquí
La Paz (Bolivia), nueva etapa, 30 de junio de 2011 Año I No. 33
Afiliado a la Federación Latinoamericana de Periodistas, Felap
Editores: Remberto Cárdenas Morales y Yuri Aguilar Dávalos
http://www.semanarioaqui.com
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lunes, 20 de junio de 2011

Aquí 32


Aquí
La Paz (Bolivia), nueva etapa, 20 de junio de 2011 Año I No. 32
Afiliado a la Federación Latinoamericana de Periodistas, Felap
Editores: Remberto Cárdenas Morales y Yuri Aguilar Dávalos
http://www.semanarioaqui.com
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Índice
editorial
Será muy difícil vencer a la criminalidad en Bolivia
De sábado a sábado (159)
Gobernantes enfrentan a normalistas en lucha con prácticas neoliberales
Remberto Cárdenas Morales
De transgénicos, chutos y ropa usada
Antonio Peredo Leigue
Revolución productiva sí, pero sin transgénicos
Fortunato Esquivel
A rajatabla
Militares bolivianos detenidos en Chile y los apuros de ministros bolivianos
Yuri Aguilar Dávalos
de nuestra tierra
Manifiesto político por la reconducción
Sabemos que, entre otros, este manifiesto lo firman: Alejandro Almaraz Ossio, ex viceministro de Tierras; Gustavo Guzmán Saldaña, ex embajador de Bolivia en EE.UU.; Raúl Prada Alcoreza, ex constituyente y ex viceministro de Planificación del Desarrollo; Oscar Olivera, dirigente de los trabajadores fabriles de Cochabamba.
¿Cuál revolución?
Ana María Bravo G.
lucha de nuestros pueblos
Fidel en 1960
La Revolución es una gran maestra
Fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en la CTC-R al recibir las actas con los compromisos obreros de aportar el 4% para la industrialización, en el teatro Blanquita (hoy Karl Marx), el 24 de febrero de 1960.
¿Lo hecho sirve para agujerear el muro de silencio contra los Cinco?
Palabras de Ricardo Alarcón, presidente del parlamento cubano, en el Tercer Encuentro Juvenil de Solidaridad con los Cinco. La Habana, junio 12, 2011
Compromiso con la justicia y la verdad
Con un discurso propio y desde espacios como las redes sociales y las nuevas tecnologías, los participantes en el III Encuentro Juvenil Internacional de Solidaridad con los antiterroristas cubanos, se comprometieron a liderar la lucha por la justicia
Declaración Final del Tercer Encuentro Juvenil Internacional de Solidaridad con los Cinco Héroes cubanos prisioneros injustamente en cárceles de los Estados Unidos
ONU reconoce lucha de Cuba contra el racismo
Joel Michel Varona
El movimiento 15-M se hace más grande
Miles de ciudadanos toman las calles en Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas en una jornada pacífica y festiva. Los indignados claman contra el Pacto del Euro
Paula Díaz / Ana Requena, Madrid 19/06/2011 22:57
Más de 100.000 indignados claman en paz
 contra Puig y los recortes sociales en Barcelona
Los participantes en la protesta han lanzado gritos a favor de una huelga general en un ambiente familiar y festivo
El desarrollo pacífico de la manifestación avala el distanciamiento de la violencia por parte del movimiento 15-M
Fidel Aasreal / Xavier Barrena / Rafa Julve / Barcelona
Pancartas de la lucha en España
Chile, carta al ministro de Educación
Llamado a la solidaridad con el pueblo libio
Cuba reitera en la ONU solidaridad con independencia de Puerto Rico
El imperio norteño controla el negocio, provee armas a los narcos
y “lava” el dinero sucio; México pone los muertos
Guerra antidroga, un negocio redondo para EE.UU.
(Prensa Latina y Bolpress).- Estados Unidos, autoproclamado como principal enemigo del narcotráfico, es el primer productor de marihuana y el mayor consumidor de narcóticos en el mundo. Paradójicamente, también es el principal proveedor de armas a las mafias y carteles de narcotraficantes.
Los negocios de mafiosos de EE.UU. en El Salvador en 1973
El río llamado pueblo, trae piedras en su caudal y suena, hay que oírlo
Escrito por Javier Monagas Maita   
Lunes, 13 de Junio de 2011 19:38
la izquierda
Destitución de Alegre y Filizzola
¿Cambio de hombres o de política?
Partido Comunista Paraguayo
homenaje
A rajatabla
Se nos fue Cuetillo, Jorge Cueto Arias, camarada y compañero de vida
Yuri Aguilar Dávalos
El Cuetillo
Jaime Iturri
transgénicos
¿Presión de las transnacionales en la ley boliviana?
Esteban Meléndez C.
lecturas y el Che
Cuba: ¿Excepción histórica o vanguardia en la lucha anticolonialista?
Ernesto Che Guevara
“El carácter continental de la lucha” revolucionaria de acuerdo al Che
(Editorial de Voz del 20 de junio de 2011).
Maestro Guevara
Cuba develó estatura revolucionaria del Che, afirma Harry Villegas
En el mundo se recuerda al Che en su natalicio
Por Nuria Barboza
Comandante: contigo nuestra lucha es y será
Discurso pronunciado por el Embajador Rafael Dausá Céspedes en el acto conmemorativo del 83 aniversario del natalicio de Ernesto Che Guevara.

editorial
Será muy difícil vencer a la criminalidad en Bolivia
El gobierno, según se advirtió en la reunión realizada hace días en Santa Cruz, carece de un criterio estudiado y completo sobre las causas de la criminalidad en nuestro país, la que provoca la inseguridad ciudadana que resulta incontenible, sobre todo este último tiempo. Además allí quedó claro que, entre los gobernantes, predomina la idea que para vencerla se deben aprobar y aplicar leyes e intensificar la represión policial y, quizá, militar.
Para nosotros, las principales causas de la criminalidad son: las condiciones de vida y de trabajo, la desocupación, el narcotráfico, la pobreza, la falta de servicios de salud gratuitos, las carencias alimentarias, las insuficiencias de la educación, la difusión de los crímenes por los medios, el alcoholismo y la drogadicción (causa y efecto de crímenes), entre otros. Es decir, son factores materiales (económicos y sociales), así como culturales e ideológicos (de la conciencia social) los que determinan la criminalidad. Son varios aquellos elementos por lo que no cabe, como sucedió en la capital del oriente boliviano, que se diga que son factores únicos o que alguno de aquéllos se sobrepone en las conductas criminales. Como añadido, el Presidente culpó a las telenovelas de las deslealtades conyugales, afirmación que, además de discutible, apenas orilla las causas de la criminalidad por lo que se difunde aquella desafortunada frase sólo porque la dijo el primer ciudadano del país.
Uno de los dirigentes de la nación camba, sin titubeos, hace tiempo dijo que el aumento de la criminalidad en la ciudad oriental y en aquella región se debía a que los policías eran “puros collas”, de lo que deducía que la policía debía estar integrada sólo por gente oriunda de ese lugar.
Allí, en Santa Cruz, hay gente más o menos leída (se suele decir allá) que cree que algunos bolivianos nacen criminales. Eso afirmó un abogado, que ejercía la dirección del diario cruceño El Mundo, respecto de la entonces ministra de Gobierno, Alicia Muñoz. Añadió que bastaba ver la cara de la ex funcionaria pública para convencerse de que ella tenía los rasgos somáticos del criminal nato de Lombroso, una teoría derrotada por la propia vida hace tiempo, pero que para el entonces director del matutino citado, por lo que dijo, sigue vigente.
En la reunión de los tres poderes del Estado Plurinacional (no estuvo el nuevo poder electoral), se enumeraron las causas de la criminalidad (y se omitieron algunas esenciales), pero no se propusieron, con claridad, medidas preventivas destinadas a evitar los diversos crímenes, cuyas víctimas son los ciudadanos que viven (que vivimos) inseguros.
Como cuando se legisló contra el racismo y la discriminación, sensiblemente, ahora son innumerables los gobernantes (incluido el Presidente del Estado Plurinacional) que creen que la aplicación de leyes y la represión policial son los suficientes y hasta los únicos recursos que acabarán con la criminalidad y, en consecuencia, con la inseguridad ciudadana. Otros compatriotas, desde medios de difusión, comparten la tesis de la represión como único elemento para enfrentar y derrotar a la criminalidad.
La suma de factores que anotamos (materiales y culturales), como determinantes de la criminalidad, nos convencen de la necesidad de aprobar y materializar planes que combatan las causas de la criminalidad, aunque es cierto que simultáneamente se deben aplicar leyes y el control policial, pero, preferentemente, como actividad preventiva, antes que como misión represiva, reiteramos.
En nada exageramos al decir que en la medida en la que cambie la formación social boliviana, en esa dimensión se superará la criminalidad y, por tanto, la inseguridad ciudadana será cada vez menor. No sugerimos siquiera que esperemos vivir en esa nueva sociedad, con los brazos cruzados, para liberarnos de la criminalidad. Ni nos opondremos a las leyes que se recomendó proyectar y conseguir que la Asamblea Legislativa Plurinacional las apruebe. Ni rechazaremos la represión al delito con los procedimientos legales que existen en cantidad suficiente.
Tampoco soñamos con que en la nueva sociedad desaparecerá automáticamente la criminalidad. En las verdaderamente nuevas formaciones sociales hay delitos que sobreviven o cambian de forma y de actores. Sin embargo, en una nueva sociedad cuando menos son menores los factores materiales que determinan cierto tipo de delitos. Más aún, en una nueva sociedad, la seguridad ciudadana, con bastante frecuencia, está garantizada por la vía de la prevención de la criminalidad y con los controles necesarios que se articulan en la nueva sociedad.
En los ex países socialistas, a pesar de todo, existían controles sociales que, aunque no hayan logrado la perfección, coadyuvaron a mantener la seguridad ciudadana, como una actividad cívica y en un cauce de la defensa de la nueva sociedad.
Volvemos a lo principal del tema: Por lo que se ha dicho en la reunión en la que se habló de la seguridad ciudadana y apoyados en los ejemplos citados, queda muy a la vista que en Bolivia es necesario completar el diagnóstico sobre las causas de la inseguridad ciudadana, sobre la necesidad de prevenir la criminalidad, respecto de las causas de ésta que se deben desterrar, acerca de los planes que sí se deben aplicar con vistas a vencer la criminalidad y deparar seguridad para los ciudadanos.
Adicionalmente, en Santa Cruz, se acordó dotar a esta ciudad con helicópteros y más policías para luchar contra los delincuentes que provocan la inseguridad ciudadana. Otra vez, aquellas medidas, reforzarán sólo la punición de los delitos, en tanto que la prevención y el destierro de las causas determinantes y/o desencadenantes se las posterga y, más grave aún, nada se propone sobre estas dos últimas.
En otras palabras: la seguridad ciudadana jamás se conseguirá sólo con la aplicación de nuevas y viejas leyes ni con la represión de la vieja o de una renovada policía.
La criminalidad desaparecerá en Bolivia con la vieja sociedad que se busca cambiar radicalmente. Mientras tanto se deben prevenir los delitos, se tienen que combatir las causas que los determinan y, también, deben funcionar los juzgados, a riesgo de la prevaricación y de la impunidad, así como continuará la represión, pero que ojalá estas dos últimas acciones no sean las únicas y ni siquiera las que se ejerzan con preferencia.  
Para Aquí los procesos penales deben ser atendidos por otros jueces y los controles tendrían que estar a cargo de efectivos que pertenezcan a otra policía. Entre lo uno y lo otro tendría que transcurrir una transición imprescindible.
Sin embargo, rematamos con que el riesgo es que con los viejos jueces y con los viejos policías se reproduzcan las injusticias y descontroles que se viven todos los días en nuestro país y siga sin freno la inseguridad ciudadana.

De sábado a sábado (159)
Gobernantes enfrentan a normalistas en lucha con prácticas neoliberales
Remberto Cárdenas Morales*
Desde el ministerio de Educación decretaron un receso de 15 días, de las clases en las normales de Cochabamba y Tarija, para acabar con acciones de protesta y demanda de estudiantes de las normales del país. Para ello un “argumento” del Viceministro de Educación Superior es que aquella lucha de los futuros profesores es por el liderazgo de la organización que representa a la población estudiantil de aquellos centros de formación de docentes.
El conflicto que involucra a 36 escuelas normales y a la mayoría o a todos sus miembros demanda una nueva “malla curricular”, es decir, la lista de materias que se deben estudiar en aquellos centros de profesionalización. Sobre la base de la lista de materias se elaboran los programas de contenidos mínimos y analíticos, el cuerpo docente, ambientes, presupuesto…
Dirigentes de los normalistas (desconocidos por los gobernantes, para lo que no tienen derecho) informaron de que la dirección estudiantil firmó un convenio con autoridades del Ministerio de Educación el que fue modificado por el máximo ejecutivo de aquellos estudiantes, comportamiento que pudo ser impuesto o “comprado” y que provocó la división de la dirección estudiantil. Además, en un congreso de aquellos estudiantes, realizado en La Paz, una hermana del Gobernador de La Paz, trató de dividir a la reunión nacional de modo que se constituya una dirección estudiantil paralela que haga lo que “quiere el gobierno” en las normales y, específicamente, respecto de la malla curricular, según datos recogidos por Aquí.
El Viceministro de Educación Superior ha dicho a los medios que él dialoga con el sector estudiantil reconocido por la COB el que, añadimos, no tiene el reconocimiento de la mayoría de los estudiantes normalistas.
Además de la división provocada por los gobernantes, en Paracaya (Cochabamba) un bloqueo de la vieja carretera Cochabamba-Santa Cruz fue intervenido por los pobladores del lugar y los policías, de acuerdo a imágenes de la televisión cochabambina, se limitó a mirar y a impedir que los estudiantes mantengan la medida de fuerza que interrumpió el uso, con piedras, de al menos 10 kilómetros de aquella carretera.
Es decir, esa medida de los pobladores contra el bloqueo sucedió como pretenden ciertos gobernantes que, ante un conflicto, alientan el enfrentamiento entre gente del pueblo como vía de solución o cuando menos para que se suspenda un bloqueo de caminos, tal el caso citado.
Provocar la división de organizaciones del pueblo es otra práctica de aquellos gobernantes. Para aplastar el conflicto de los normalistas, el Viceministro de Educación Superior, además, ha determinado que los que estudian en un sistema anual paralicen actividades, en tanto que los que estudian en semestres académicos sigan en clases. Los normalistas movilizados viven un receso obligado y los otros del semestre académico realizan práctica docente.
Divide para reinar, esa práctica que viene desde el imperio romano, ahora la utilizan miembros de un gobierno, que todavía se autodefine como del pueblo, para aplacar y/o derrotar a los normalistas, así como lo hicieron con otros sectores sociales movilizados: indígenas de las tierras bajas, afiliados a la COB en su demanda por aumento de salarios, a los choferes que anunciaron una huelga indefinida para conseguir la abrogación de un decreto supremo que dispone el retiro de vehículos con siete y más años de uso, desde el año 2018.
Docentes de normales que sí tienen un comportamiento crítico y autocrítico respecto de su labor, hace tiempo han dicho que los centros de formación de profesores son los que requieren de una reforma urgente. Por su parte, expertos aseguran, asimismo, que para formar nuevos profesores, para la reforma que se busca en Bolivia (añadimos), se necesitan 20 años. Recordamos que, entre nosotros, ni siquiera empieza esa actividad.
Los gobernantes, sin alentar divisiones ni empeñarse en aplastar a los estudiantes de las normales deben discutir con los delegados estudiantes (con apoyo verdadero) para aprobar, por consenso, aquella malla curricular o lista de materias, así como los otros planes para la reforma de las normales en base a la Ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez a la que, dicho sea de paso, le falta un reglamento para ser aplicada.
Una verdad conocida por los miembros de la comunidad educativa no tiene que ser soslayada por los gobernantes: es de difícil o de imposible ejecución una reforma educativa sin los profesores y más aún en contra de ellos.
Subrayamos: una reforma de la escuela, progresivamente o de a poco, tiene que impulsarse con otros profesores o con quienes fueron ganados para la materialización de esa reforma de la escuela.
Incluso la UNESCO en un Informe sobre la “Educación para el siglo XXI”, además de diagnosticar la situación de aquel servicio y, específicamente, la de los profesores, deja constancia de que los educadores tienen desencuentros con la sociedad, los que deben resolverse para asegurar que la educación “sea para toda la vida”, a partir del ciclo básico, esencial para la atención de los requerimientos de una reforma, como la boliviana. 
En ese Informe se añaden “(…) recomendaciones relativas al contenido de la formación de los docentes, a su pleno acceso a la formación permanente, a la revalorización de la condición de los maestros responsables de la educación básica y a una presencia más activa de los docentes en los medios sociales desasistidos y marginados, donde podrían contribuir a una mejor inserción de los adolescentes y los jóvenes en la sociedad”.
Cuando leemos recomendaciones como la citada, los que todavía creemos en la necesidad de defender, consolidar y profundizar los cambios en Bolivia (rescatar y reconducir el proceso revolucionario, dicen otros), nos convencemos de que gobernantes, como los señalados, se ocupan de las cosas pequeñas, de las que habló Sergio Almaraz Paz, cuando constató que la Revolución de abril de 1952, precedida de una insurrección popular que derrotó a la vieja rosca minero-feudal y a su ejército vivía una regresión al pasado. Por cierto que tenemos en cuenta las distancias para sugerir aquel paralelo implícito porque, con Marx, creemos que los hechos en la historia ocurren como tragedia y se repiten como comedia. Pero a los antecedentes, cuando se trata de revoluciones o de reformas, no se los debe perder de vista.
A pesar del nuevo desatino gubernamental que nos preocupa, todavía esperamos que las autoridades del Ministerio de Educación, sobre todo de los que militaron en la izquierda (de la que no tendrían que renunciar a lo mejor de su herencia), abandonen prácticas neoliberales con las que quieren sepultar la lucha de los normalistas y se empeñen en lo esencial: impulsar la reforma de las normales con la comunidad educativa, con el pueblo y, en particular, con los futuros profesores, en vez de asumir actitudes policíacas como las de estos días. 
La Paz, 18 de junio de 2011.
*Periodista

De transgénicos, chutos y ropa usada
Antonio Peredo Leigue
Junio 18, 2011
Con mucha tristeza y hasta confusión, durante estas semanas, he sido espectador de una serie de acciones que desdicen el proceso de cambio en que estamos empeñados los bolivianos y las bolivianas, bajo la conducción del compañero Evo Morales. Se trata de los intentos de legalizar a los autos y otros carros que entraron de contrabando. Se trata de aceptar que las semillas transgénicas se adueñen de nuestra riqueza agrícola. Se trata, inclusive, de rendirse ante la ropa usada con la que ya acostumbramos vestirnos.
No se trata de que nos rasguemos las vestiduras y proclamemos que debemos luchar por la pureza de nuestra comida, de nuestra vestimenta y de nuestra alimentación. Cuando subo al minibus, sé que entró de contrabando y debe tener como 15 años de antigüedad. Sé también que, excepcionalmente, algún pasajero vestirá ropa original y no la usada que corrientemente compramos. Así vivimos. Así trabajamos. Así subsistimos, porque Bolivia sigue siendo un país pobre, como tantos otros de Nuestra América y de otros continentes.
Pero tampoco es aceptable que digamos: ¡piedra libre!, para todo ese comercio de cosas usadas y de alimentos manipulados. Comencemos por éstos. Como bien explicó una ministra, no confundamos injertos o hibridaciones con manipulación genética. No es lo mismo el trabajo de los agricultores para mejorar una semilla que, los laboratorios de la Monsanto, introduzcan células animales en una semilla vegetal para acelerar su crecimiento. No es lo mismo, por muchas razones.
Pongamos un ejemplo. Los dueños de Monsanto dicen: necesitamos una semilla que reproduzca cinco veces más de lo que ahora puede lograrse con injertos. Los científicos de esa empresa, sin ninguna vacilación ni mucho menos respeto ético, ensayan con células de animales que se reproducen rápidamente (conejos, ratones, etc.) y logran una semilla transgénica. Es un monstruo genético, aunque no tenga la apariencia de Frankenstein.
En realidad, el verdadero Frankenstein es la empresa Monsanto. Aparte de matar la riqueza biológica de la tierra, se apodera de los cultivos. Para cada siembra, hay que comprar semilla a la empresa. Si se usa semilla reservada de la compra anterior, hay que pagarle como si se comprara nuevamente. Por supuesto, el proceso de retornar a la semilla natural, es largo; dura muchos años. Y en Bolivia, donde los soyeros han comprado semilla transgénica, habrá que reducir su uso con un programa consensuado y de largo alcance.
De largo alcance también será la reducción de los vehículos chatarra que atestan las ciudades y los caminos de Bolivia. En África y algunos países latinoamericanos usamos carros con 10, 15 y hasta 20 años de antigüedad. Son contaminantes y representan un riesgo para las personas; los accidentes son frecuentes. Al iniciarse la administración del presidente Evo Morales, se tomaron medidas para frenar el contrabando. Al parecer, en rangos menores, las redes de contrabandistas siguieron y siguen actuando y llegaron hasta el crimen para mantener ese tráfico. Hoy, el gobierno, parece rendirse ante la evidencia, pero lo está haciendo sin discusión ni acuerdo con los transportistas.
A los contrabandistas les importa muy poco que se dicten normas para reducir el número de vehículos viejos en circulación. En realidad, les interesa que así sea. Ellos, los contrabandistas, se enriquecerán vendiendo carros menos viejos. El anuncio del paro del transporte pesado y del transporte urbano, a partir del lunes próximo, muestra que no hay acuerdo con los sectores afectados.
Supuestamente, se impedirá el ingreso de autos viejos, manejando las listas de los que llegan a Iquique y de los que allí se venden. Eso es no comprender o no querer entender el sistema del contrabando. Sencillamente los autos más viejos no aparecerán en ninguna de las listas. ¿Acaso no se dan cuenta que, quienes venden en Iquique, también son contrabandistas? Habría que pensar en otras medidas, como por ejemplo, cambiar el sistema de impuestos, gravando mayormente a los autos viejos que producen mayor contaminación. Por supuesto, la aduana debe trabajar en la reducción de las rutas de ingreso ilegal. Es una tarea que la Aduana debe organizar pero que no se hará sólo con apoyo policial. Se requiere de la participación de las Fuerzas Armadas, que son responsables de la seguridad de nuestras fronteras. No se podrán cerrar todos los ingresos, pero algo puede hacerse.
Como puede hacerse mucho en la cuestión de la ropa usada. Ha pasado ya tiempo suficiente para terminar con ese avasallamiento de nuestra industria textil. La ropa fabricada en Bolivia es cara, frente a los precios irrisorios de la que se trae de Estados Unidos y Europa. La política debe orientarse a apoyar la recuperación de la industria textil en Bolivia. Hay experiencias, pues una cosa similar ocurrió en los años 50 del siglo pasado. Un juego de ropa interior con marca extranjera costaba la mitad que la misma ropa de industria nacional. Invertir esa relación, es posible. Fomento a la industria nacional e impuestos a la ropa usada, hará que, en el mediano plazo, acabemos con esa distorsión de nuestra economía.
Son tres temas que están íntimamente ligados. Hay fuerzas, dentro del país e incluso en las mismas filas del MAS, que trabajen para que no volvamos a la etapa en que las transnacionales dictaban la política de Bolivia. Debemos impedirlo luchando en forma organizada contra esas tendencias.

Revolución productiva sí, pero sin transgénicos
Fortunato Esquivel
La Ley de Revolución Productiva, actualmente en trámite parlamentario está promocionando un enorme debate de último momento, con movilización de sectores apegados a la defensa ecológica y la producción de alimentos orgánicos, frente a la posibilidad cierta de una muy disimulada introducción de artículos que permitirán el uso de productos transgénicos, promotores de la privatización de las semillas que pasarán a las transnacionales que son dueñas de las modificaciones genéticas.
Se trata de una batalla entre las transnacionales productoras de herbicidas y semillas modificadas y la Pachamama, que aparentemente no consigue el apoyo necesario de sus hijos parlamentarios que no saben defenderla. En la calle, los ecologistas, poco pueden hacer con sus protestas.
Las semillas transgénicas, necesitan del apoyo del pesticida glifosato, que es un poderoso herbicida que acaba con todas las malas y buenas yerbas de la tierra donde se las siembra. Pero el glifosato, es también portador de malas noticias.
En Argentina, se ha instalado una batalla que involucra a la embajada norteamericana que defiende a la productora del pesticida, frente a un estudio científico del toxicólogo Andrés Carrasco de la Universidad de Buenos Aires, cuyo trabajo sospecha de una muy alta toxicidad del producto.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ordenó a su Ministerio de Salud, iniciar un estudio sobre los efectos nocivos del glifosato a cuya finalización se tomará decisión de limitar o prohibir el pesticida.
Numerosas denuncias circulan por el vecino país, pero la más grave salió de la provincia del Chaco. El año pasado, un juez tuvo que ordenar la suspensión de las fumigaciones de arrozales con glifosato, tras conocerse un informe de la Comisión Provincial de Investigación de Contaminantes del Agua.
Ese informe dice que en los últimos diez años, se triplicaron los casos de cáncer en menores de 15 años y los nacimientos con malformaciones se cuadruplicaron a partir del auge de la producción arrocera en el departamento Bermejo.
Los intereses económicos son muy grandes. A partir de la publicación de sus estudios, el toxicólogo Andrés Carrasco, fue blanco de campañas de desprestigio por parte de las empresas involucradas en estos agronegocios y por los medios de comunicación.
En marzo pasado, la revista norteamericana Chemical Research in Toxicology, publicó los estudios de Carrasco. Se confirmó que el glifosato produce múltiples malformaciones. Con apoyo de análisis científicos se advierte sobre malformaciones en los fetos de mujeres embarazadas expuestas al glifosato.
De aprobarse la producción agropecuaria con la utilización de semillas transgénicas, automáticamente se estará autorizando el ingreso legal del glifosato a Bolivia. Por ahora, este pesticida, se encuentra entre nosotros por la vía ilegal o con autorización de gobiernos neoliberales, que no cabe duda, engordaron billeteras con las coimas de las poderosas transnacionales, siempre dispuestas a comprar a quienes estén prestos a venderse.

Crisis mundial de alimentos
El mundo precisará más y más alimentos a medida que incrementa su población. Por ahora somos más de siete mil millones y se espera que hasta el año 2025 lleguemos a diez mil millones. Entonces, los alimentos no serán suficientes para todos. Los precios se irán a las nubes. Hoy mismo, consumimos 120% de los alimentos producidos en el planeta. Es decir, ya estamos con déficit.
Pero no son los transgénicos la solución, como quieren hacernos creer las transnacionales. Hasta ahora no se ha comprobado que ese sistema promocione mayor producción y por el contrario, los alimentos orgánicos, son más confiables y pueden solucionar el hambre planetaria.
Los empresarios agrícolas nacionales están interesados en introducir maíz transgénico, lo que podría significar la pérdida de la propiedad de esta semilla a manos de las multinacionales, que sin duda exigirán el pago de regalías por el uso de sus modificaciones genéticas y los productores caerán en dependencia de su uso.
No cabe duda, somos país “inocente” y los que saben y conocen están a punto de hacer pisar el palito a nuestros diputados que, aprobaron en grande y detalle el proyecto que deberá ser revisado y confirmado por el senado.
Hay vacíos legales que deben ser llenados de manera sabia, sino las transnacionales se apoderarán del patrimonio que nos heredó la Pachamama. Es preciso defenderla y no traicionarla. Apoyamos la revolución productiva, pero sin transgénicos.
SCZ/17/06/11.

A rajatabla
Militares bolivianos detenidos en Chile y los apuros de ministros bolivianos
Yuri Aguilar Dávalos*
La detención de 14 militares bolivianos en suelo chileno, que según declaraciones de autoridades del Ministerio de Defensa y de la Cancillería boliviana fue sólo un “pequeño incidente aislado” deja varios interrogantes sin aclarar.
No es la primera vez que en temas de política exterior se improvisa y que a la población se le entrega explicaciones que no convencen, pero que aumentan las dudas en muchos de los ciudadanos sobre la capacidad de las autoridades encargadas de esa materia.
Ofrecemos un breve recuento de las improvisaciones en la política exterior del país: incongruente presencia de tropas militares de ocupación en Haití desde septiembre del 2006; invitación, presencia y “expulsión” (31.05.201) de un militar iraní al y del acto de inauguración de la “Escuela de Defensa de los Ejércitos del Alba”, para el que la  Interpol ordenó detención, el 2007, acusado de ser autor intelectual del atentado a la sede de la mutual judía AMIA en Argentina (1974), en el que hubo de víctimas fatales; rompimiento unilateral del diálogo con Chile y decisión de acudir a tribunales internacionales para demandar a ese país acceso soberano de Bolivia a las costas del Pacifico (23.03.2011); ausencia de planteamiento, ante la sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que sesionó en San Salvador 07.06.2011), para que aquélla respalde la demanda boliviana de una salida soberana al Océano Pacífico y se la tramite mediante el diálogo bilateral directo y sobre una propuesta escrita, útil, concreta, realizable, y para que aquella reivindicación sea considerada un asunto multilateral. 
El último suceso calificado de “aislado” en territorio chileno, cerca de la frontera con Bolivia, deja al descubierto no sólo la ausencia de una política exterior coherente, sino también la precariedad con la que los uniformados resguardan el territorio nacional.
Según informes oficiales, la cartera ministerial de Defensa tiene el 26 por ciento del total del Presupuesto General del Estado, es decir, la mayor asignación de recursos entre las reparticiones públicas, por lo que resulta inconcebible que patrullas militares anti-contrabando carezcan de equipamiento: hagan patrullas con vehículos incautados (lo que tendría que ser demostrado en una investigación). A las deficiencias de aquellos vigilantes de nuestras fronteras se agrega la falta de equipos de ubicación satelital (GPS); carencia de armas reglamentarias que deben portar en esas misiones.
En próximos números de Aquí abordaremos otros aspectos de este tema que, creemos, debe ser investigado a fondo. Sin embargo, lanzamos interrogantes que deberían ser respondidas por las autoridades gubernamentales:
—¿Qué hacía un menor de edad a las dos de la mañana en un operativo militar contra bandas de contrabandistas?
—¿Qué hacía una patrulla militar boliviana en vehículos no oficiales, además con placas de otro país?
—¿Amparados en qué norma y/o con qué autorización hacían uso de vehículos incautados al contrabando?
—¿Por qué una patrulla militar de 14 efectivos hacía un operativo de alto riesgo con sólo tres armas cortas (pistolas) y dos largas (fusiles Galil), ante contrabandistas que operan fuertemente armados?
—¿En qué quedará la denuncia de los dos ciudadanos chilenos que afirmaron que sus vehículos fueron arrebatados por personas de uniforme militar quienes los amenazaron con armas de fuego?
—¿En qué quedará la amenaza de la primera autoridad del Ministerio de Defensa de presentar denuncia ante autoridades judiciales de Chile y contra dos ciudadanos chilenos “que habrían presentado denuncias falsas contra los militares bolivianos”?
Aunque los militares no fueron acusados de robo por la justicia de Chile, sí lo están por haber entrado ilegalmente a ese país y por llevar armas.
Pero hay algo más que no entendemos: la actitud inconsistente de las autoridades bolivianas, cuando señalan que los militares bolivianos que fueron aprehendidos en territorio chileno, y que fueron tratados como delincuentes. Consideramos que, como sucede en todo organismo de seguridad de cualquier Estado, el trato fue el que debía darse a quien ha cometido actos irregulares. Más aún: la Policía chilena resguardó la identidad de los detenidos y sin obligarles a mostrar sus rostros (como se hace acá en Bolivia cuando se detiene a presuntos delincuentes), ni se dio sus nombres. http://www.youtube.com/watch?v=K7qBRfucv40
Creemos que las autoridades, además de comprar equipamiento para los efectivos que luchan contra la delincuencia, también deberían adquirir mejores conocimientos para ubicarse mejor en los cargos que desempeñan.
*Historiador y periodista

de nuestra tierra
Manifiesto político por la reconducción
Por la recuperación del proceso de cambio para el pueblo y con el pueblo
Hermanos y Hermanas:
Quienes firmamos este manifiesto no nos atribuimos representación alguna. Simplemente asumimos la obligación moral de dar nuestra palabra honesta y comprometida frente a los difíciles momentos que vive nuestro país, identificándonos con lo que sienten y piensan muchas bolivianas y bolivianos.
Cuando en el año 2000 los bolivianos y bolivianas rompimos con las formas de hacer política y economía a las que nos habían condenado todos los gobiernos, despojándonos casi de todo lo material y espiritual, decidimos ponernos de pie y cambiar las cosas por nosotros mismos. Así, derrotamos al enemigo común de nuestro pueblo y de otros pueblos como el nuestro: El Estado colonial, los malos gobiernos, el imperialismo, las formas de dominación del orden mundial capitalista, los organismos financieros, como el FMI y el BM, las transnacionales, la burguesía intermediaria, las oligarquías regionales, los partidos políticos y los aparatos represivos.
Nuestras armas fueron las piedras y los palos, pero, ante todo, la capacidad de indignación y lucha, recuperadas ante el desprecio con el que se nos gobernó y oprimió, siempre en nuestro propio nombre y en el ajeno beneficio de las élites privilegiadas y el capital transnacional. Nuestra forma fue la movilización, por eso respondemos a los movimientos sociales y naciones y pueblos indígenas originarios campesinos y afro-bolivianos. Practicamos esa democracia que siempre hemos querido: la directa, la participativa, sin intermediarios, en asambleas y cabildos, en las plazas, las calles, los sindicatos, las comunidades y los ayllus, deliberando, decidiendo y ejecutando lo que decidíamos, tomando las calles, las plazas, los caminos y los territorios. Cambiamos el rumbo del despojo de nuestros bienes comunes y de nuestro patrimonio nacional construido por las generaciones de nuestros padres y abuelos, madres y abuelas, y decidimos, como en el 2000, 2003 y 2005, que el destino de éstos debería ser el bienestar, la dignidad y la libertad de los que habitamos en este territorio, sin exclusión ni discriminación. Derrotamos al proyecto neoliberal, a la política partidaria excluyente, circense, mercantilista y corrupta, y le devolvimos el sentido ético a lo político, entendiéndolo como la capacidad colectiva de construir un destino común.
Fue así como la gente sencilla y trabajadora del campo y la ciudad, las comunidades, el proletariado, los y las ciudadanas, con su lucha y su esperanza, y desde sus comunidades y organizaciones de base, abrió el proceso de cambio, dándole la finalidad de transformar profundamente la injusta realidad que ha imperado siempre y de construir un nuevo Estado y una nueva sociedad, donde todas las personas convivan en equidad, justicia y fraternal armonía, entre sí y con la gran comunidad de vida que expresa nuestra Madre Tierra.
Hoy, en el año 2011, al quinto año de gobierno e ingresando a la segunda gestión del Presidente Evo Morales, todos y todas nos preguntamos: ¿Qué ha pasado? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí, a la crisis misma del proceso? ¿Cómo estamos? ¿Cuál es la situación y el futuro del proceso de cambio que hemos abierto entre todos y en el que hemos depositado nuestras esperanzas de un mejor futuro colectivo?
En lo económico
Hoy la gran mayoría de nuestro pueblo se encuentra básicamente en la misma situación de pobreza, precariedad y angustia en la que estuvo siempre. Pareciera que los que más mejoraron son los que siempre estuvieron bien: los banqueros, las transnacionales petroleras y mineras, los contrabandistas y los narcotraficantes. El gasolinazo del 26 de diciembre ha evidenciado que la gestión económica de este Gobierno se dirige a reproducir y restaurar las viejas estructuras que mantuvieron históricamente al país en la pobreza y la opresión, y no a la construcción de otras nuevas, justas y liberadoras, como es el mandato del pueblo boliviano.
A 5 años de la nacionalización, las transnacionales siguen en poder de nuestros campos hidrocarburíferos
La nacionalización decretada el 1 de mayo de 2006, para hacerse real y efectiva, tendría que haberse consumado en una rápida secuencia de acciones centradas en la reapropiación material de los hidrocarburos, en toda la cadena productiva, por parte del Estado boliviano expresado en YPFB. Sin embargo, hasta la fecha, ese proceso se ha reducido a la sola recuperación de los sectores secundarios del transporte y la refinación. A cinco años de su refundación, YPFB no opera, salvo alguna posible excepción irrelevante, ningún campo hidrocarburífero en producción, y no muestra la voluntad de imponer su estrategia ni hacer prevalecer los intereses nacionales frente a las empresas contratistas, como correspondería en ejercicio del inalienable derecho propietario del Estado boliviano, honrando el discurso de “socios no patrones”. La inconsecuencia con el interés nacional ha llegado a la inconcebible situación de adquirirse, a alto precio, la mayoría accionaria en determinada empresa hidrocarburífera, para luego ceder a la socia transnacional la condición de operadora y, consiguientemente, el dominio efectivo del proceso productivo.
Las transnacionales petroleras, supuestamente nacionalizadas, se han beneficiado de injustas y leoninas indemnizaciones cargadas a YPFB. Así ocurrió, por ejemplo, con Transredes, que fue indemnizada con alrededor de 241 millones de dólares, aunque delinquió y causó grave daño económico al Estado boliviano en los años anteriores, o con las indemnizaciones por inversiones financiadas con deudas asumidas por YPFB. A otras, YPFB les está devolviendo el costo, globalmente establecido en 1.500 millones de dólares, de inversiones pasadas que permanecen en su poder y beneficio. A todas las empresas contratistas, YPFB les devuelve por concepto de costos recuperables grandes cantidades de dinero que sólo el año 2010 llegaron a 640 millones de dólares, siendo que este concepto, por su especial amplitud y ambigüedad, puede aplicarse a una gran variedad de situaciones, muchas de ellas carentes de legitimidad y efectivo control por parte de YPFB. Las transnacionales se benefician también con la injusta devolución del impuesto a las transacciones (IT), no obstante que este impuesto recae en última instancia en los consumidores. Por último, algunas de estas empresas, como en el caso de PETROBRAS, han venido siendo ilegítimamente favorecidas con la exportación de gas boliviano de un alto valor energético asociado que no se reconoce en su precio de compra.
No obstante todos los injustos privilegios de los que siguen gozando, y del dominio efectivo del proceso productivo que conservan, a cinco años de la nacionalización, las transnacionales petroleras sólo aportaron 1.528 millones de dólares (regalías e IDH) el año 2010. Pero, si restamos los 640 millones de dólares que las petroleras exigen que YPFB les pague por costos recuperable del mismo año, resulta que su contribución efectiva se reduce a 888 millones de dólares, mientras que los otros empresarios aportaron por impuestos a las utilidades 857 millones de dólares el mismo año. Es decir, todos los empresarios contribuyeron con 1.746 millones de dólares el año 2010. Entre tanto, los consumidores y ciudadanos, el pueblo, aportó por una serie de impuestos, sin incluir el de las propiedades, alrededor de 2.300 millones de dólares en el año 2010. En otras palabras, el pueblo contribuye con montos mucho mayores a los de los empresarios para sostener al Estado.
En contraste, YPFB sufre la descapitalización constante, pues debe hacerse cargo del pago de las indemnizaciones y de la devolución de los costos recuperables, las inversiones y el impuesto a las transacciones a las transnacionales. Asimismo, se ha cargado a la débil economía de la empresa el pago de los bonos Juancito Pinto y Juana Azurduy y de la Renta dignidad. Al mismo tiempo, YPFB sufre una grave incapacidad operativa. Así se reveló cuando, en una relativa compensación a su descapitalización permanente, se le destinaron 1.000 millones de dólares de las reservas internacionales, y en dos años no tuvo la capacidad de invertirlos ni siquiera en una pequeña proporción.
Mientras el poder de las transnacionales petroleras se ha reestructurado con rostro remozado y conserva lo principal de su dominio sobre los hidrocarburos bolivianos, YPFB se ha refundado aplastada por el peso de las deudas y los bonos, por una abrumadora incapacidad de gestión y por un manejo clientelar que en el pasado produjo su ruina. Por eso, a cinco años de su refundación, es una empresa débil y marginal en el proceso productivo de los hidrocarburos, no ha superado de manera efectiva y esencial la condición residual a la que la condenó el neoliberalismo, y no es capaz de desarrollar una estrategia empresarial que permita la efectiva reapropiación nacional de los hidrocarburos.
Bolivia financia al capital financiero transnacional con sus reservas internacionales
Como demostración de la buena salud de la economía nacional y del éxito de sus políticas económicas, el Gobierno de Evo Morales propagandiza la existencia de reservas internacionales que expresan el ahorro del país y que a la fecha tienen la dimensión nunca antes alcanzada de 10.700 millones de dólares. Sin embargo, el beneficio que el país, y particularmente sus sectores sociales mayoritarios, obtiene de dichas reservas es escaso y dudoso, mientras es evidente y destacado el obtenido por el capital financiero transnacional.
En efecto, se ha destinado una parte importante de las reservas a la compra de bonos de bancos y gobiernos extranjeros, como el de EEUU y Portugal. Sólo el primer semestre del año 2010, Bolivia invirtió 734 millones de dólares en bonos del Tesoro de los Estados Unidos, a un interés promedio del 2%. Con lo que resulta que el Gobierno, pretendidamente antiimperialista de Bolivia, financia con el sacrificado ahorro interno del país, al mismísimo tesoro del imperio.
Asimismo, el Gobierno de Bolivia, durante el primer semestre de 2010, compró bonos del Banco Bilbao Vizcaya-Argentaria de España por un valor de 1.290 millones de dólares. En este caso, la inversión boliviana tiene la extraordinariamente baja tasa de interés de alrededor de 0,25 %, mientras los créditos concesionales que recibe el país del Banco Mundial tienen tasas de interés del 0,50%, de 2,5% los otorgados por la Corporación Andina de Fomento, y de 2%, los créditos solidarios de Venezuela. Es decir, el Gobierno de Evo Morales emplea el ahorro del pueblo boliviano en otorgar créditos concesionales a la banca transnacional, con intereses 8 veces menores a los de los créditos solidarios que Venezuela brinda a Bolivia. El “anticapitalista” y “antiimperialista” gobierno de Evo Morales es mucho más generoso y solidario con la banca transnacional, núcleo duro y agresivo del capital mundial, de lo que el Presidente Hugo Chávez lo es con Bolivia.
Por otra parte, al considerar la importancia y disponibilidad de las reservas internacionales, se debe tener en cuenta que cerca de 4 mil millones de dólares de las mismas deben destinarse a respaldar las importaciones bolivianas del extranjero, y, asimismo, que su cuantía debe cotejarse con la de la deuda externa que, al presente, se halla alrededor de los 3.000 millones de dólares.
En suma, bajo un altisonante discurso anticapitalista y antiimperialista, el Gobierno de Evo Morales ha financiado a países ricos y a la banca transnacional con más de 2.500 millones de dólares del sacrificado ahorro nacional de uno de los países más pobres del continente, otorgados a bajísimos intereses solidarios. Al mismo tiempo, han sido insignificantes y absolutamente insuficientes los recursos públicos invertidos en los sectores productivos del país, no obstante que entre ellos existen muchos emprendimientos que redituarían mucho más que los míseros intereses que paga el Tesoro de EEUU o el Banco Bilbao Vizcaya. Ante la escasa inversión pública para el desarrollo productivo general del país, se han perdido importantes oportunidades para diversificar la economía con sustento productivo, buscar la autosuficiencia, la soberanía alimentaria y disminuir la dependencia tecnológica, o reconstruir y fortalecer efectivamente las empresas del país estratégicas, abriendo también los espacios de despliegue de la economía social y comunitaria, como establece la Constitución. Esto último nos lleva a constatar lo siguiente, aún más grave y frustrante para el proceso de cambio, que se ha defeccionado así del propósito revolucionario de construir y desarrollar el sector social y comunitario de la economía, programáticamente constituido en el eje de un nuevo modelo económico de auténtica equidad y amplia inclusión social, que conduciría a la nueva sociedad que anhelan los bolivianos y bolivianas. Hablamos de la perspectiva de una economía plural integrada, articulada y complementaria, encaminada a pasar del modelo extractivista a un modelo productivo basado en la soberanía alimentaria, conformando el modelo alternativo civilizatorio del vivir bien.
La condena del modelo extractivista
No hemos salido del modelo extractivista, más bien reforzamos su persistencia, robusteciendo las cadenas de nuestra dependencia al centro del sistema-mundo capitalista, supeditándonos a la división del trabajo internacional y a los condicionamientos del mercado internacional, transfiriendo nuestros recursos naturales y valores en aras de la acumulación ampliada de capital, des-acumulándonos internamente, repitiendo la condena impuesta por el colonialismo y la colonialidad, ser un país extractivista. Cuando de lo que se trata, de acuerdo al horizonte abierto por la Constitución de salir del modelo extractivista, construir un modelo productivo y producente de nuevas relaciones sociales de producción, basadas en la solidaridad, la complementariedad y la reciprocidad. Cuando de lo que se trata es de salir de la dependencia y supeditación a la economía mundo capitalista haciendo posible otro mundo alternativo, abriendo las rutas de una transición transformadora y emancipadora, rescatando las profundas tradiciones comunitarias y movilizando las iniciativas sociales y populares.
Lo más grave de este modelo extractivista es el alcance destructivo, depredador y contaminante a la que ha llegado la minería capitalista, destrozando la tierra mediante la tecnología de explotación a cielo abierto. Ya no solamente la minería capitalista deja cementerios mineros, deja huecos en el subsuelo, sino que ahora deja zonas desoladas y desequilibradas ecológicamente, sin que este alto costo ecológico recompense a los habitantes, comunidades, campesinos y bolivianos y bolivianas. La destrucción tiene perspectivas de ser irradiante, conllevando despojamiento en los otros espacios económicos concomitantes, en lo social, destruyendo las capacidades de cohesión, en lo cultural, destruyendo las redes simbólicas, en lo ético, empujando a la gente al abismo de la decadencia moral.
La depredación de los transgénicos
Para el colmo el gobierno impulsa la legalización de los transgénicos, que son productos manipulados genéticamente bajo control y monopolio de ocho trasnacionales, atentando contra la vida, los ciclos de la vida, la integralidad complementaria de los seres vivientes, dejando que estas trasnacionales se apoderen de la reproducción de la vida y la mercantilicen, volviendo a los campesinos, comunidades y consumidores en dependientes y supeditados absolutos de sus circuitos de ganancia. Esta actitud del gobierno y con complicidad de la Asamblea Legislativa Plurinacional devela los actuales compromisos y alianzas de los gobernantes con las trasnacionales, las empresas agroindustriales, las oligarquías regionales, las clases económicamente dominantes. Destapa también el doble discurso, por una parte se propagandiza el discurso de defensa de la Madre Tierra y por otro se ejerce el poder para continuar con su depredación y la destrucción de los ecosistemas. No se hace caso para nada a lo establecido por la Ley de la Madre Tierra, que se encuentra agendada en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Más deuda para cargarla sobre los hombros de los bolivianos
Dado que al Estado no le alcanzan sus ingresos, como lo muestra el déficit fiscal en el que se ha caído, debido a su política rentista, de crecimiento burocrático y grandes concesiones a las transnacionales, el Gobierno ha venido acrecentando la deuda pública aceleradamente. Sólo en el año 2011, los créditos de agencias multilaterales y de otros países significaron alrededor de 1.500 millones de dólares de endeudamiento neto nuevo. Así, a fines del 2010, la deuda externa se acercaba a los 3.000 millones de dólares. El otro componente de financiamiento del Estado, la deuda interna, también ha experimentado un gran crecimiento, superando los 4.500 millones de dólares en 2010. En suma, la deuda del Estado boliviano ha superado ya, al presente, los 7.500 millones de dólares.
Pero para el Gobierno, este gigantesco endeudamiento parece no ser suficiente ni representar problema alguno, pues ha decidido endeudarse mucho más. Para ello, el ministro de Economía ha anunciado que se emitirán bonos del Gobierno de Bolivia por un monto de 5.000 millones de dólares para ofertarlos en el mercado internacional sólo durante el año 2011. Continuar con dicha política es un grave atentado para la economía nacional. Si se materializan las nuevas proyecciones de endeudamiento, los bolivianos no podremos terminar de pagar semejante deuda, cuyo peso asfixiará y aplastará, como ha sido la dolorosa experiencia de todo el continente con la deuda externa, todas nuestras iniciativas y esfuerzos de desarrollo soberano.
El gobierno pretende obtener nuevos ingresos a costa de los humildes, tal y como razonaron y actuaron los neoliberales del pasado. Es por ello que se han detectado recursos en los seguros de los trabajadores y se pretende utilizarlos contra la voluntad de sus titulares y sin respetar sus derechos ni la autonomía de sus instituciones. De igual modo, en el proyecto borrador de la Nueva Ley de Hidrocarburos 2011, se formula una serie de tasas sobre ventas brutas y otras que inevitablemente se descargarán sobre la población que ya ha visto sus ingresos reducidos por la inflación. Es la sombra de un nuevo gasolinazo, mucho más disimulado, que se cierne sobre la cabeza del pueblo boliviano.
En lo político
También el ámbito político, el de la construcción de la democracia participativa, ha sido escenario de grandes capitulaciones gubernamentales y, consiguientemente, profundas frustraciones para la marcha del proceso de cambio.
El soberano mandato del pueblo boliviano, claramente expresado en la nueva CPE, establece el imperativo supremo de construir el Estado Plurinacional Comunitario, concebido como la integración emancipadora de la sociedad boliviana, que amplía y profundiza la democracia mediante sus formas directas y comunitarias, y el autogobierno local y étnico expresado en las autonomías indígena, departamental, municipal y regional. El Estado Plurinacional Comunitario, en ningún caso, puede ser la conculcación de la tradicional democracia representativa, sino su profundización y complementación histórica, dando al conjunto de la sociedad más derechos, garantías, libertad y sobre todo participación en las decisiones públicas, en síntesis, más democracia. Sin embargo, el Gobierno de Evo Morales ha tomado una inocultable opción antidemocrática; ha violado reiteradamente la nueva CPE, recién aprobada por la esperanzada voluntad de transformación democrática del pueblo boliviano, y ha cancelado la auténtica construcción del Estado Plurinacional.
Se han violado principios de la democracia
Las graves agresiones a la democracia y violaciones a la nueva CPE empezaron con la transgresión al elemental principio democrático de la independencia de poderes que se produjo cuando el Órgano Ejecutivo, con la complacencia servil de la Asamblea Legislativa, nombró vertical y arbitrariamente a las principales autoridades del Órgano Judicial. La subordinación de la administración de justicia a la voluntad del gobierno central, que por sí solo revela este acto, ha generado justificadas dudas en la ciudadanía sobre la transparencia y legitimidad que se dará a la elección de los magistrados por voto universal, de acuerdo con la norma constitucional, más aún, cuando dicha subordinación tiene una larga y vergonzosa confirmación en las múltiples y subrepticias acciones con las que el Gobierno ha instrumentado a distintas instituciones públicas relacionadas con la administración de justicia para eliminar o reprimir la oposición y la disidencia política. Más allá de su profundo sentido autoritario, esta sostenida actitud ha tenido un particular impacto exculpatorio de los verdaderos corruptos de la partidocracia tradicional, al mezclarlos, bajo el mismo tratamiento arbitrario, con quienes son víctimas de la injusta represión política judicial, convirtiéndolos también en víctimas. Por lo demás, la forzada celeridad y debilidad de fundamentos con los que se enjuician y destituyen a opositores contrasta con la indulgente lentitud e inoperancia frente a la creciente corrupción de los oficialistas.
Al mismo tiempo, el Gobierno de Evo Morales ha dado un fuerte giro autoritario frente al conjunto de la sociedad. Así, mientras se proclama gobernar obedeciendo, se lo hace, en realidad, desde una estrecha concentración del poder y las decisiones sobre el futuro colectivo. Por eso, se han evitado o eliminado todos los espacios que permitirían la efectiva participación social en la conducción del proceso o se los ha reducido a insignificantes simulacros protocolares. A las legítimas demandas y movilizaciones con las que los sectores populares ejercen sus derechos y defienden sus intereses, se ha venido respondiendo con la descalificación calumniosa, la intimidación sistemática o la represión violenta y brutal. Esto ha sido particularmente evidente en el campo del trabajo asalariado, donde la lucha de los trabajadores contra las condiciones de precarización que sufren y el desconocimiento de sus derechos sociales viene siendo respondida desde el Gobierno con la calumnia, la intimidación y la represión. El Gobierno de Evo Morales ha envuelto su gestión y sus actos en una densa intransparencia que la hace inaccesible al conocimiento y control de la ciudadanía, reduciendo la divulgación de la gestión pública al mediocre ejercicio propagandístico.
Por último, las conductas autoritarias y represivas en el Gobierno se combinan con la reproducción de las antiguas prácticas de prebendalismo y distribución corporativa de la administración pública que caracterizaron al Estado oligárquico y colonial, degradando la función pública y sometiendo a las organizaciones populares al envilecimiento de la servidumbre política. Hoy, como en los tristes tiempos de la decadencia de la Revolución del 52 y del pacto militar-campesino, hay una dirigencia social siempre lista para enfrentarse agresivamente, y sin más argumento que su obsecuencia oficialista, a las protestas obreras, las marchas indígenas y cualquier otra manifestación de disconformidad de los sectores populares.
Se ha abandonado la construcción del Estado Plurinacional
Pero si principios e instituciones fundamentales de la democracia representativa han sido trasgredidos o avasallados, la constitución concreta de las nuevas instituciones públicas, en las que debe adquirir vigencia real el Estado Plurinacional Comunitario, ha sido obstruida, distorsionada, postergada o abandonada por la acción u omisión del Gobierno. Así, las leyes aprobadas por la Asamblea Legislativa Plurinacional, sin consulta con los pueblos indígenas y originarios, han desconocido la letra y el espíritu de la nueva Constitución y han herido de muerte el proyecto del Estado Plurinacional Comunitario.
Para empezar, en la Ley de Régimen Electoral se ha violado flagrantemente el derecho constitucional de los pueblos indígenas a la representación política directa, menoscabando profundamente el carácter plurinacional de la Asamblea Legislativa, al establecer un número de circunscripciones especiales indígenas que priva de posibilidades reales de representación política directa a varios pueblos indígenas del territorio nacional, y niega toda posibilidad de ello a los pueblos indígenas de Chuquisaca. En el mismo sentido, en la Ley de Autonomías y Descentralización, se han establecido, para la constitución y funcionamiento de las autonomías indígenas, normas obstructivas que desconocen, en este ámbito socio-cultural eminentemente comunitario, las prácticas de la democracia comunitaria constitucionalmente reconocida, además de desconocerse la pre-existencia de los pueblos indígenas y originarios a la Colonia y la República, como estipula el artículo 2 de la nueva Constitución. Asimismo, la reforma del sistema educativo, ámbito fundamental para la emancipación cultural y la construcción de un sentido de ciudadanía plurinacional, no sólo que no es objeto de ningún avance real y práctico, sino que experimenta sensibles retrocesos en los modestos logros de años anteriores. Por último, la Ley de Deslinde Jurisdiccional es colonial y racista porque limita la jurisdicción indígena originaria campesina a una especia de minoría de edad, al igual que en la Colonia, contradiciendo la administración de justicia propia según la nueva Constitución, el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Derechos Indígenas de Naciones Unidas.
Como ningún gobierno neoliberal en el pasado reciente, el Gobierno de Evo Morales, que en los foros internacionales se sitúa a la vanguardia discursiva de los derechos de la Madre Tierra y de los pueblos indígenas, ha asumido en su totalidad el diseño subimperial del capitalismo brasileño para implementar megaproyectos de infraestructura inadecuados a las necesidades nacionales y locales. Estos además implican, primero, alto endeudamiento externo con la consiguiente pérdida de soberanía y, luego, graves e irreparables daños al ecosistema y al ejercicio de los derechos territoriales de los pueblos indígenas y originarios. En este afán, el Gobierno ha venido violando reiteradamente el derecho a la consulta previa e informada que la nueva Constitución ha establecido en favor de los pueblos indígenas y originarios cuando se pretende ocupar o afectar su territorio con obras o actividades de distinta naturaleza, como es dramáticamente el caso de la carretera que se pretende construir, con capital y empresa brasileños, en el Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro Sécure, sin la previa e informada consulta a las comunidades indígenas que lo habitan ancestralmente y que son su legal y legítimo propietario.
En el derrotero de la Guerra del Agua, de la marcha indígena por la Asamblea Constituyente, de las incontables movilizaciones campesinas e indígenas por tierra y territorio, de las victoriosas insurrecciones populares de abril y septiembre de 2000, octubre del 2003 y mayo y junio de 2005, y de todas las gestas combativas del pueblo boliviano, convocamos a todos los bolivianos y bolivianas a recuperar el proceso de cambio para el pueblo, y a construir, con su capacidad colectiva creadora, un destino común de justicia, libertad y dignidad. En esa perspectiva, proponemos la apertura inmediata de espacios deliberativos de amplia concurrencia, en los que queremos recuperar y reconducir el proceso de cambio; evaluemos honesta y profundamente la situación del país y construyamos, colectiva y democráticamente, las propuestas y alternativas que nos conduzcan a conquistar el mañana soñado.
Propuestas
1. Conformar una Coordinadora Plurinacional de la Reconducción
2. Replantear colectivamente y de manera participativamente la agenda de la reconducción
3. Defender movilizadamente la Constitución y su aplicación consecuente
4. Revisión de las leyes promulgadas por el gobierno y aprobadas por la Asamblea Legislativa Plurinacional, también sus actos, acciones, decisiones atentatorias de la Constitución Política del Estado.
5. Construir el Estado plurinacional comunitario y autonómico efectuando transformaciones institucionales y estructurales económicas, políticas, sociales y culturales fortaleciendo los gobiernos territoriales y aplicando plenamente las formas democráticas directa, representativa y comunitaria.
6. Ejercer la interculturalidad emancipadora y participar abiertamente en la descolonización múltiple, desmontando todos los mecanismos de dominación económica, social, cultural y de género.
7. Desarrollar colectiva y participativamente una agenda económica productiva para salir del modelo extractivista y conformar un modelo productivo basada en la soberanía alimentaria, cumpliendo con la Constitución en el ejercicio de la planificación integral y participativa.
8. La aprobación de la Ley de la Madre Tierra y su promulgación cumpliendo con las resoluciones de Tiquipaya, impulsando una plataforma sudamericana que establezca una agenda común energética, ambiental, alimentaria, económica y de ciudadanía intercultural
9. Mantener comunicada, informada a la población, abriendo espacios de participación en forma de redes confluentes, de tal manera que todo lo que se haga sea una construcción colectiva.
Bolivia, junio de 2011.
Sabemos que, entre otros, este manifiesto lo firman: Alejandro Almaraz Ossio, ex viceministro de Tierras; Gustavo Guzmán Saldaña, ex embajador de Bolivia en EE.UU.; Raúl Prada Alcoreza, ex constituyente y ex viceministro de Planificación del Desarrollo; Oscar Olivera, dirigente de los trabajadores fabriles de Cochabamba.

¿Cuál revolución?
¿Dónde ha quedado el proceso de cambio iniciado con tantas esperanzas cuando el Presidente Evo inició su primer mandato? ¿Dónde y cuándo se ha perdido el rumbo de un proceso que nosotros apoyamos firmemente, porque lo entendimos como revolucionario? ¿Cuándo nuestros dirigentes, en tantos niveles que ya parece una pesadilla, no sólo han parado el proceso de cambio, sino que han empezado a dar claros pasos hacia atrás? ¿Por qué nosotros, miembros de la sociedad civil organizada o no, pero si desarticulada, ilusa, perdida en nuestros sueños de cambio, no hemos sido capaces de empujar hacia adelante esta necesaria revolución cultural? ¿Qué nos queda hoy sino avergonzarnos de esta traición a un sueño de tantos miles, a ese sueño necesario?
Preguntas sin respuesta. O peor aún, con una tristísima respuesta, todas: el sueño está muerto, sólo quedan demasiadas palabras, vacías de contenido. Y entonces recuerdo clarito cuando le dijimos al MNR, y luego a su hijo calcado el MIR, cuando cruzaban los ríos de sangre perdiendo el rumbo del cambio iniciado por el pueblo al que traicionaron tantas veces:
“No me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice REVOLUCIÓN”.
Creo que hoy no me queda más alternativa que entregar estas flores negras de Benedetti a nuestros dirigentes de hoy, que no hacen sino retroceder día a día, desandar lo poquito andado, traicionar principios y esperanzas (¿o entregarlas por lo menos a aquellos que fueron “nuestros cuadros”, confiando en que quizás podrían seguir siéndolo?). Esperando que quizás alguno de aquéllos “todavía nuestros” tenga aún un poquito de “algo revolucionario”, alguito del entrañable Che Guevara que le haga recobrar la honestidad consigo mismo, la mirada clara frente al pueblo. Y con nuestra voz, o con las manos si se puede, ayudarlo a hacer su parte para parar el engaño. Pararlo hoy, no mañana.
Porque engaño es nomás legalizar el contrabando. Y si otros lo hicieron tantas veces antes de nosotros, ¿por qué nosotros no? No podemos hacerlo porque SOMOS diferentes, queremos el cambio. Y si ya no somos diferentes, si resulta que ya somos iguales nomás que los anteriores traidores repetidos, ya no pertenecemos al proceso, tienen que echarnos sin contemplaciones.
Y engaño también es cantar alabanzas a la Madre Tierra, grandilocuentes y bastante inútiles en el plano internacional. Y violar a nuestra Madre después en nuestra propia casa, con megaproyectos de “dizque desarrollo”:
—Caminos que unen la nada con la nada, que  favorecerán ciertamente más a los ricos ganaderos, o a los ricos cocaleros que olvidaron que la coca no es cocaína, que abandonaron ya la ética del control social, en el que fueron tan fuertes y dignos un día.
—Central hidroeléctrica sobre nuestros ríos tropicales, maravilla del mundo, para…¿exportar energía eléctrica al Brasil?  ¿Ni siquiera con la visión de dar “algunas lucesitas” a los nuestros, sino mirando cuanto ingreso supuesto generará la venta de esta energía tan cara? Exportar o morir, ¿sigue siendo el paradigma? Eso no es cambiar.
Megaproyectos que retacearán los pretendidos derechos de la Madre Tierra, dejando sin madre no sólo a miles de gentes, sino a tantos miles de otros de sus hijos, seres vivos e inertes que pueblan la tierra como sus hijos, no como sus dueños… Palabras, sin cambios.
Y porque engaño es también elaborar, y pero aún aprobar, una ley que permita el ingreso de productos genéticamente manipulados a nuestro país, con levísimas restricciones que jamás podremos hacer cumplir, pues nos faltan los pantalones para hacer cumplir nada (¡por eso damos “perdonazos”!). ¿Qué Mesa ya los autorizó en su mandato, y porque nosotros vamos a hacer menos que él, o vamos a revertirlo? Si somos iguales a los anteriores, que enajenaron el país por unas moneditas de oro, no pertenecemos al proceso de cambio. Cuando los transgénicos entren por la puerta grande que un “gobierno revolucionario” les abra, nadie los podrá echar nunca. Y eso no es revolución.
Y los engaños suman y siguen. Engaño es el gasolinazo. Y también lo es parar, o hasta revertir, los logros en la justa distribución de tierras, a quienes legítimamente les corresponde. Y la corrupción con impunidad, es engaño. Y el despido justamente de aquellos funcionarios de Estado que hicieron cumplir las pautas del cambio desde su sitio. Y mantener (¡y hasta enaltecer!) a aquellos funcionarios que bien se acomodaron, pero al parecer sólo para “aprovechar su oportunidad, para su cosecha particular”…
Engaño es también no avanzar en la construcción honesta, colectiva, del  paradigma de “vivir bien” entre todos, no abrir los espacios para la participación ciudadana en este proceso.
Y la mentira pura y dura, es franco engaño también. Decir vamos a la izquierda y virar a la derecha, no es hacer la revolución. Eso es mentir.
Yo no quiero que me mientan. Yo no quiero mentir. O se reconduce el proceso, de verdad y con la verdad, o estoy afuera. Excluida.
Y sabiendo que somos miles los excluidos, la batalla continúa, esa es la esperanza... Pero sin vendas en los ojos. Con la verdad en la mirada, en las palabras. Y en los actos.
Ana María Bravo G.
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lucha de nuestros pueblos
Fidel en 1960
La Revolución es una gran maestra
Fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro en la CTC-R al recibir las actas con los compromisos obreros de aportar el 4% para la industrialización, en el teatro Blanquita (hoy Karl Marx), el 24 de febrero de 1960.
[...] Es posible que muchos empiecen ahora a comprender la Revolución en toda su significación y en toda su grandeza, porque, incluso, era una palabra muy en boga, muy repetida y que para muchas personas no tenía sino una significación sonora, una idea confusa, porque, incluso, se llamaba revolución a cualquier cosa y cualquiera se llamaba revolucionario. Y fácil parecía una revolución y, sin embargo, una revolución no es tarea fácil. Una revolución no es un acontecimiento sencillo en la historia de un pueblo. Una revolución es un hecho complejo y difícil, y que tiene, además, la virtud de ser una gran maestra, porque nos va enseñando sobre la marcha, y sobre la marcha va fortaleciendo, la conciencia del pueblo, y sobre la marcha nos va enseñando qué es una revolución.
Y para comenzar a darse cuenta de esto, es preciso que haya transcurrido un tiempo [...] Y lo más satisfactorio es tener la seguridad y la convicción de que la Revolución marcha bien; marcha bien, por encima de todos los obstáculos, de todas las zancadillas, de todas las trampas y de todas las maniobras contra ella [...].
[...] Para nosotros, es decir, para el pueblo, la tarea que tenía delante el día 1 de Enero de 1959, era una tarea grande y una tarea dura. En aquellos momentos era la alegría, la alegría de ver romperse aquellas cadenas, cadenas de oprobio y de sangre, cadenas de injusticias y de crimen, cadenas que ahogaban a un pueblo en la humillación y en la miseria y, sobre todo, en la falta de esperanza.
Era, en aquellos días primeros, la alegría general, aunque con una idea vaga de todo lo que teníamos por delante. La Revolución no había cobrado forma todavía; la Revolución era algo así como una silueta que no se definía claramente en la mente del pueblo. La Revolución era algo así como una esperanza, y aquella alegría posiblemente nos impedía pensar en todo lo que teníamos que hacer todavía; que el romper aquellas cadenas no significaba sino la oportunidad de empezar; de empezar a hacer esa obra compleja y difícil, cuando teníamos por primera vez la oportunidad, después que nuestro pueblo había estado luchando por ella más de un siglo, sin poder alcanzarla, tuvimos los de la generación presente la fortuna de alcanzar esa oportunidad por primera vez en la historia de nuestra Patria, porque, en otras ocasiones, factores más poderosos que los deseos y las aspiraciones y la fuerza de nuestro pueblo, lo habían impedido. Y en manos nuestras, es decir, de nuestro pueblo, cayó esa oportunidad. [...]
Por qué tenemos los gobernantes revolucionarios moral para pararnos ante el pueblo... (APLAUSOS), moral para responder a los enemigos de nuestro pueblo, sino porque venimos con la verdad en la mano, porque no le ocultamos nada a la nación y porque vamos a las raíces de los problemas y podemos probar hasta la saciedad, frente al coro de los enemigos, que la Revolución ha actuado correctamente, que la Revolución actúa correctamente, porque hay razones que son irrebatibles, hay hechos que son irrefutables, hay números que no se pueden contradecir. Y cuando se va a la verdad de esos números, cuando se va a esas realidades, es cuando tienen que callarse la boca los enemigos de la Revolución (APLAUSOS), porque ellos ni le dijeron nunca la verdad al pueblo, ni buscaron jamás remedios a nuestros males y frente a cuestiones trascendentales venían con fórmulas ridículas e inoperantes, que no servían más que para ir prorrogando nuestros males y para ir produciendo ese cúmulo de problemas y esa herencia negativa que, después de 50 años de república, le han dejado a nuestro pueblo.

¿Lo hecho sirve para agujerear el muro de silencio contra los Cinco?*
Palabras de Ricardo Alarcón, presidente del parlamento cubano, en el Tercer Encuentro Juvenil de Solidaridad con los Cinco. La Habana, junio 12, 2011
Los niños preguntan Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René son cinco inocentes que sufren trece años de injusta y cruel prisión. Han pasado buena parte  de su juventud bajo un régimen carcelario especialmente duro para ellos, lejos de su tierra, de sus familias, de sus amigos, y sometidos frecuentemente a largos períodos de confinamiento solitario.
Sobre ellos cae también un castigo adicional que a todos debería avergonzarnos. Es el castigo del silencio. Nuestros Cinco compañeros no existen para las grandes corporaciones que controlan los llamados medios de información. Esos medios han levantado una muralla que rodea el caso y hace prácticamente imposible conocer la verdad que ellos encarnan. No basta con denunciar ese muro de silencio. Limitarse a eso sólo puede contentar a quienes vean esta lucha simplemente como un acto rutinario que suele cumplirse con la repetición de consignas.
De lo que se trata es de derribar ese muro de silencio. Nada más y nada menos. Y esa tarea sólo pueden realizarla los jóvenes. Porque es una lucha que requiere energía y creatividad, que debe despojarse de superficialidad y esquematismo, que exige amor y compromiso.
En alguna ocasión Gerardo afirmó que la justicia sólo vendrá cuando sea el veredicto de un jurado de millones ¿Cómo alcanzarlo?
Ante todo reconociendo sinceramente que estamos aún muy lejos de esa meta, que es mucho lo que nos falta por hacer y que es mucho más lo que podemos hacer.
Debemos insistir directamente sobre las grandes corporaciones mediáticas denunciando constantemente su cómplice censura y aprovechando los escasos resquicios que ofrecen incluyendo, por ejemplo, la publicación de anuncios pagados. Hay que reclamar igualmente a todos los medios alternativos que, en general, no dan a este tema una atención prioritaria. Y, por supuesto, tenemos que exigirles a nuestras publicaciones, las revolucionarias o progresistas, que cumplan no sólo con su deber de solidaridad, sino que hagan un periodismo auténtico y creador, capaz de vencer la modorra burocrática y sobre todo que se salga de los moldes de la dictadura mediática global.
Es preciso usar con inteligencia y audacia las nuevas tecnologías de la comunicación sin dejar de emplear los métodos insustituibles del trabajo político directo, persona a persona, que nuestras organizaciones aplican en su trabajo regularmente.
Los Cinco no cometieron otra falta que luchar contra el terrorismo. El gobierno que los encarcela nunca pudo presentar prueba alguna de que fuesen culpables de los principales cargos formulados contra ellos.
Lo reconoció por escrito la Fiscalía en este documento oficial del 25 de mayo de 2001 en el que admitió su fracaso respecto a la peor acusación contra Gerardo. Este escrito tiene ya diez años pero sigue siendo ignorado. Como se olvida este documento ratificado el 2 de septiembre de 2008 por el pleno de la Corte de Apelaciones de Atlanta que afirma, por unanimidad y varias veces, que en este caso no existía evidencia alguna de nada que hubiese afectado la seguridad nacional de Estados Unidos, o sea, que no había nada de espionaje, y en consecuencia declaró nulas dos sentencias relacionadas con ese tema. Desde entonces han transcurrido tres años y a muchos se les obliga todavía a creer que los Cinco fueron acusados de espionaje desconociendo por completo la determinación unánime del tribunal.
Ahora la batalla legal se centra en la apelación extraordinaria o habeas corpus a favor de Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y René González. El gobierno ha pedido al tribunal que rechace estas peticiones de manera sumaria, sin recibir nuevas evidencias, sin discutir, sin escuchar a Gerardo.
Además de este documento por el que el Gobierno admitió que era imposible probar su culpabilidad, la defensa de Gerardo se fundamenta en dos argumentos decisivos que demuestran la naturaleza profundamente injusta de este caso y el éxito de Washington en ocultarlo.
La farsa judicial seguida contra los Cinco en Miami giró alrededor de una infame calumnia respecto al incidente del 24 de febrero de 1996, cuando fueron derribadas en aguas cubanas dos avionetas de un grupo terrorista que durante años realizó numerosas provocaciones sobre nuestro territorio. Gerardo no tuvo absolutamente nada que ver con ese incidente y el propio gobierno reconoció en este documento que no podía sostener su falsa acusación.
Pero además el gobierno de Estados Unidos tenía que probar que el hecho sucedió en el espacio internacional para tener jurisdicción sobre él. Los radares cubanos mostraban que ocurrió en Cuba, mientras los radares norteamericanos daban informaciones contradictorias o confusas. Con ese motivo la misión de la Organización de Aviación Civil Internacional que investigó el incidente solicitó a Washington que entregase las imágenes tomadas por los satélites de Estados Unidos. Washington se negó a suministrarlas hace quince años, se negó a hacerlo cuando lo pidió la defensa de Gerardo y se sigue negando ahora.
El otro argumento surgió en el 2006 cuando se descubrió que el gobierno norteamericano entregó cuantiosos recursos del presupuesto federal para pagar a los llamados “periodistas” que desataron una feroz campaña contra los Cinco y que amenazaron a los miembros del jurado ante las reiteradas protestas, entonces, de la Jueza. Pese a los numerosos esfuerzos del Comité Nacional por la Libertad de los Cinco y otros solidarios norteamericanos hasta ahora Washington se resiste a revelar todo lo que esconde sobre su conspiración con los medios locales de Miami para condenar a nuestros compañeros.
Son pruebas irrefutables suficientes para convencer a cualquiera de la total inocencia de Gerardo y sus hermanos, son más que suficientes para que el Presidente Obama ordene su liberación inmediata e incondicional. Por eso los medios controlados por Washington impiden a la gente conocerlas.
Preguntémonos valientemente si lo que hemos hecho es suficiente siquiera para horadar el muro de silencio. Respondamos la pregunta que nos hacen los niños de La Colmenita: ¿Qué más podemos hacer?