sábado, 5 de febrero de 2011

Voz 13


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La Paz (Bolivia), nueva etapa, 5 de febrero de 2011  Año I  No. 13
Afiliado a la Federación Latinoamericana de Periodistas, Felap
Editores: Remberto Cárdenas Morales y Yuri Aguilar Dávalos

Índice
editorial
En el capitalismo vigente en Bolivia el mercado impone los precios
De sábado a sábado (139)
Álvaro García Linera contra Álvaro García Linera
Remberto Cárdenas Morales
Venezuela
12 años: la Revolución adolescente
Por Luis Bilbao 
Golpear a Cuba (el parto de la abuela)
Alejandro Dausá
Reserva moral
Andrés Gómez (Red Erbol)
de nuestra tierra
Evo celebra aniversario de revolución venezolana
Agencia Boliviana de Información
García Linera: “El pueblo nos ha puesto límite”
Por Pablo Ortiz
El Deber, Santa Cruz
Álvaro García Linera | Vicepresidente del Estado Plurinacional:
«No hay refugiados políticos sino delincuentes prófugos»
lucha de nuestros pueblos
Reflexiones del compañero Fidel
La suerte de Mubarak está echada
Fidel Castro Ruz

La revolución árabe
Por Ángel Guerra Cabrera
La inalcanzable soberanía alimentaria
Por Salvador del Río
lecturas
Cuba: cincuenta años después: continuidad y cambio político
Carlos Alzugaray Treto (Profesor Universidad de la Habana)
Sobre el Comandante de Nuestra América: www.chebolivia.org
De la Redacción:
Las notas firmadas expresan los criterios de los autores.
Redactores:
La Paz: María Elsa Crispín Quiñones, Constancio Mamani Aruni, Wilfredo Pomier Miranda, y María Isabel Pomier Yujra. Cochabamba: Alonso Contreras Baspineiro, Fernando Méndez Terrazas y Claudia Zegarra Rivero. Santa Cruz: Alejandro Dausá. Oruro: Héctor A. Hinojosa Rodríguez. Sucre: Roberto Valdiviezo Luna. Potosí: Rosa Laime Muñoz. Trinidad: Emil Balcázar Lara. Madrid (España): Carlos M. Caravantes García.  


editorial
En el capitalismo vigente en Bolivia el mercado impone los precios
El gasolinazo del 26 de diciembre del año pasado, a pesar de que fue retirado por el gobierno que intentó aplicar, desató las furias del mercado capitalista todavía dependiente y a la vista atrasado, pese a los cambios bolivianos el que, en definitiva, es el que fija y/o regula los precios, como está ocurriendo todos estos últimos días en nuestro país.
El mercado internacional capitalista juega con sus propias cartas en Bolivia. Es verdad que suben los precios de los alimentos en el mercado externo y en el interno porque se produce menos granos, fenómeno que afecta y afectará al menos a 80 países de las regiones más atrasadas del mundo. La escasez es el principal factor que influye en el incremento del precio del azúcar y no la especulación, como dijo para Erbol la nueva ministra de Desarrollo Productivo.
El nuevo precio del azúcar, más de la mitad respecto del anterior al gasolonazo, se debe al vigente en el mercado externo pero, en nuestro caso y básicamente, también obedece a que no somos capaces de producir el azúcar que consumimos. A ese elemento se deben agregar otros como la venta, el año pasado, de caña de azúcar de Bermejo a ingenios azucareros argentinos, de lo que fue informado el gobierno, según empresarios de aquella región sureña. La producción de caña de azúcar en las zonas cálidas bolivianas disminuyó por falta de lluvias oportunas, porque los suelos han sido sobre explotados, porque la calidad de la caña ahora es menor o porque madura con menos jugo o es mucho más delgada que antes y, también, la escasez del diesel impide las actividades oportunas en aquella industria. Que conste que aquí todavía no se utilizan los granos para producir biocombustibles, a escala industrial.
Ante la carencia de azúcar, oficialistas con distintas tareas políticas recuerdan que en el agro el desayuno es alguna comida que no emplea azúcar, que este producto hace daño sobre todo cuando es más refinado, que se debe sustituir con estevia o miel de abeja, que no es un artículo de primera necesidad, como equivocadamente es considerado debido a su consumo masivo.
Preocupa que sólo ante la escasez de azúcar se busque desalentar el consumo de ese producto. En el campo el consumo de edulcorantes es mucho menor que en las ciudades, pero se utiliza más que antes. Señalar los daños a la salud que ocasiona ese producto es una crueldad cuando los sustitutos, como la miel de abeja, o no existen en cantidad suficiente o son mucho más caros que el azúcar, es el caso de aquella miel. El aporte en calorías del azúcar se podrá sustituir, por ejemplo, con dietas enriquecidas, del todo distintas a las que predominan en Bolivia. Sin embargo, en incontables hogares de la mayor parte del país, el azúcar es de uso crecido en dos comidas y hasta en las tres.
Tengamos claro que los consejos para sustituir el azúcar son de personas que rara vez sufren la ausencia de aquel producto porque tienen todos los medios para adquirirlos o sustituirlos. Son, pues, los más empobrecidos y, entre éstos, sobre todo los que trabajan por cuenta propia, los que enfrentan las consecuencias de la falta de azúcar. Por eso un senador del MAS, suelto de cuerpo, afirmó que él compra azúcar por quintales para todo el año y admitió que muchos otros padecen las carencias y añadió que Dios ahora hace llover y sugirió esperar la próxima cosecha de caña de azúcar, incluso para que disminuya su precio. Veremos.
El pueblo que aprende especialmente de su experiencia, además de rechazar de manera resuelta la elevación de precios, no sólo del azúcar, sobre el consumo de ésta sugiere comprar no más de lo que se necesita y que se pague el precio que en realidad establece el mercado; además, que a los mayores de las familias se les disminuya aquel producto dulce y que se lo sustituya cuando sea posible con otros edulcorantes o con otros alimentos. Empero, estas últimas medidas que se sugieren deben ser asumidas ante la emergencia, nada más.
Nos parece que miente el que dice que el gobierno, por mucha voluntad política que tenga, regulará los precios en el mercado. Eso es y será imposible mientras el único mercado que existe en Bolivia sea el capitalista atrasado y dependiente. En éste la ley de la oferta y de la demanda es la encargada de hacerlo, esta verdad es harto conocida, aunque parece olvidada incluso por los gobernantes de este tiempo.
Sin embargo, la última afirmación ayuda a entender que los cambios en Bolivia no han modificado en nada esencial las formas de producir, es decir, las medidas económicas no alteran positivamente la estructura productiva del país. Las reformas económicas en Bolivia preservan el viejo modo de producir bienes de uso y consumo. Las formas de distribución de la riqueza nacional, es cierto, con los bonos cambian un poco la forma de hacerlo, sin que eso satisfaga plenamente a los que demandan más cambios para avanzar.
Los gobernantes deben convencerse de que el capitalismo no puede funcionar de otra forma y, por tanto, tienen que dejar a un lado las mentiras crueles y las piadosas sobre las causas de la subida de precios como el del azúcar, de los derivados de ésta y de otros bienes.
Y el dinero que desde el gobierno se utiliza para los avisos publicitarios, que tienen una dosis de mentira, como toda publicidad, se debe utilizar para informar con veracidad, ayudar a la comunicación del pueblo, opinar responsablemente y analizar con ética, así ganaríamos mucho más en el campo popular en esta materia, como no ocurre ahora.
Lo principal es que los gobiernos y pueblos, como los nuestros, escuchemos a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y ante la carencia de alimentos se tomen todas las medidas posibles para producir más granos, avisados como debemos estar de que para la cosecha hay un prolongado tiempo previo, por lo que no deben añadirse plazos dilatorios que sólo prolongarán el hambre y la hambruna que nos azotarán, de acuerdo a todos los pronósticos científicos y técnicos.
Sensiblemente, sólo luego de manifestadas las carencias alimentarias en Bolivia los gobernantes hablan de las miles de hectáreas en las que se puede cultivar o de pactos que celebran con empresarios para producir granos.
Sobre todo los gobernantes deben tener a la vista que cuando el hambre afecta a nuestros pueblos lo que importa son los resultados, es decir, que se siembre para que haya cosechas seguras o al menos promisorias. Y que los precios de los bienes de uso y consumo, en realidades como la boliviana, el mercado los impone sin compadecerse de los empobrecidos.  
   
De sábado a sábado (139)
Álvaro García Linera contra Álvaro García Linera
Remberto Cárdenas Morales*
El vicepresidente, Álvaro García Linera (AGL), propuso para Bolivia como modo de producción el capitalismo andino amazónico y, hace un año y un mes, en la Asamblea Legislativa Plurinacional, dijo que nuestro país tiene como horizonte el socialismo comunitario. Repacemos, en este espacio, lo que llamados contradicciones en el discurso y en la acción del segundo mandatario, según las circunstancias, desde su candidatura al cargo hasta estos días:
Para un reportero de un medio televisivo al final de la campaña electoral que ayudó a la primera victoria del binomio Evo Morales Ayma-Álvaro García Linera, éste dijo que se sentía más cerca de la socialdemocracia europea que de la Revolución Cubana. ¿Cuestión táctica, maniobra envolvente, racionalidad política, viveza criolla, sabiduría política?
Hace pocos días, AGL, inauguró las actividades del premio literario Casa de las Américas de Cuba, discurso en el cual elogió ese premio, que aporta a la liberación de Nuestra América, según despachos de prensa. Desde este espacio celebramos la aproximación de AGL a la Revolución de la Mayor de las Antillas.
Al poco tiempo del primer mandato de Evo y Álvaro, éste propuso el capitalismo andino amazónico para esta patria que es de él y de nosotros. Entre otros, un intelectual de la derecha boliviana que reside en EE.UU., por intermedio del semanario paceño La Época, dijo que compartía esa propuesta de AGL, pero que había necesidad de reforzar el sistema sugerido. Entones nos acordamos de lo que dejó escrito, con letras de fuego, un dirigente comunista alemán: “Qué estarás haciendo viejo Bebel que el enemigo te aplaude”.
AGL, durante un tiempo, sobre todo en el interior del país, dijo que estaba de acuerdo con las autonomía departamental, precisamente, cuando los autonómicos separatistas organizaban sus referéndums amañados; luego habló e hizo lo contrario respecto de aquel régimen. Probablemente apoyado en aquella realidad, Pulso, semanario paceño que tiene suspendidas “temporalmente” sus ediciones, en esa oportunidad tituló: El Vicepresidente dice el discurso que desea que se le escuche.
Sabemos que cuando se dirigió a comunarios en Yapacaní, en un bloqueo de caminos, el Vicepresidente afirmó que los gobernantes pasarían por “encima de las cabezas de los oligarcas”; a la hora de ese discurso, en otro ante empresarios de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), sustituyó la radicalidad verbal por una intervención conciliadora. (A propósito de las poses radicales y conciliadoras del actual segundo ciudadano boliviano, añadimos que mientras ejerció la docencia en la facultad de Ciencias Sociales de la UMSA, impartía clases con un acento extremista (jacobino) en Ciencias de la Comunicación y contemporizador (girondino) en Sociología. Este es un antecedente que conocen los que recibieron clases de él).
En esa ruta, AGL, desde La Paz condenó las acciones “golpistas” de cívicos y derechistas,  autonómicos y separatistas; en Santa Cruz propagaba ideas y/o realizaba conferencias de prensa conciliadoras. Las autoridades cruceñas en un 24 de septiembre, trataron de ubicarlo a él en un lugar, inadmisible para su investidura, en una reunión de la Asamblea Departamental. Y lo que no pudo decir en ese ambiente lo hizo en la Plaza de Armas.
El matemático y sociólogo, AGL, le aseguró al Presidente y al pueblo boliviano que en Bolivia tenemos el Estado integral de Gramsci, lo que sería el Estado Plurinacional (22-I-11); luego, en lo que podría asumirse como una clase magistral sobre el Ejército en la clausura de un curso de Estado Mayor (Cochabamba), ni siquiera habló de la reforma de aquel organismo de represión, de este último, en cambio, para lo que citó al Presidente, aseguró que es anticolonial y antiimperialista y, explícitamente, nada añadió sobre una reforma del Ejército, en la que creen los gobernantes. Dicho de otra manera: un nuevo Estado, de acuerdo a la teoría y la práctica revolucionarias, quiere decir destrucción del viejo Estado y la edificación de un nuevo Estado, con nuevo Ejército, con nueva Policía, con nueva burocracia, a la vez; lo que es una ausencia en el discurso y en la acción vicepresidencial.
Los últimos días afirmó que el gobierno actual es del pueblo y en una entrevista periodística con el diario El Deber de Santa Cruz, AGL, destacó que los empresarios ganan el doble. En sus palabras, el pueblo gobierna porque aquí Evo lo hace escuchando al pueblo, además que hacen millonarios negocios  son los empresarios, entre los que los banqueros acumulan la mayor parte. La confesión vicepresidencial ni siquiera expresa la fórmula: gobierno de todos los bolivianos, por lo que se sospecha que el gobierno del pueblo facilita que los empresarios ganen el doble. ¿Pué qué más pueden agradecer los empresarios al gobierno de Evo? Además, éste acaba de constituir un Consejo para ocuparse de alimentar a los bolivianos y de la economía.
En aquella entrevista con el periodista de El Deber, AGL, admite que dentro del gobierno hay contradicciones entre dos grupos, pero anota que aquellas son positivas porque ayudan a que avance el proceso de cambios, además que esos grupos mantienen el equilibrio necesario (la sangre no llega al río). Asimismo, en el primer aniversario del segundo mandato (22-I-11), AGL, habló con detalle de las “tensiones creativas” y de las contradicciones en el seno del pueblo (las que estudia Mao Tse-Tung); sin embargo, olvida que el teórico y político chino, como tantos otros marxistas, plantea la solución de las contradicciones antagónicas (entre empresarios y trabajadores) sin “equilibrios” y que las contradicciones en el seno del pueblo (no antagónicas) se deben solucionar sin divisiones. En este momento, el gobierno parece empeñado en conciliar intereses entre empresarios y trabajadores, así como estimula o protagoniza la separación entre la gente del pueblo. Para demostrar lo último sobran los ejemplos.
AGL señaló que el pueblo le puso límites a los gobernantes (es necesario nivelar precios de los carburantes pero es inoportuno); sin embargo, el Vicepresidente más de una vez repitió que tarde o temprano habrá esa nivelación (mini gasolinazos se le llama la gente), pero que a ésta se le consultará previamente. AGL añadió que al suprimirse la subvención a los carburantes se ahorrará, dinero para la inversión en los hidrocarburos y también para pagar salarios y sueldos, advirtieron gobernantes. Esto último contraindicado para una economía “sana”.
Aquellas contradicciones, entre discurso y acción del Vicepresidente (en su discurso y en su acción), tendría que superarlas pronto porque con ellas sólo puede ayudar a organizar derrotas.
Si persisten esas contradicciones vicepresidenciales, las que tolera el Presidente a juzgar por lo que éste dice y hace, tendremos una marcha gubernamental de tumbo en tumbo. Sin ideas claras y avanzadas, sin organización para la acción política, sin la suficiente conciencia para la lucha popular en todas las trincheras, sin la unidad del pueblo que es una de las claves para vencer, sin un programa avanzado, entre los elementos de largo alcance, será imposible defender, consolidar y profundizar los cambios en Bolivia.
La Paz, 5 de febrero de 2011.
*Periodista

Venezuela
12 años: la Revolución adolescente
Por Luis Bilbao 
En Venezuela el socialismo sepultado en los 1990 tuvo un inesperado, glorioso Renacimiento. Fue el 2 de febrero de 1999, cuando Hugo Chávez juró como Presidente. “Ante esta Constitución moribunda”, dijo. Con una nueva carta magna comenzaría una revolución ininterrumpida. Y se desatarían las fuerzas subterráneas de América Latina.
Este mes, 12 años después, América XXI registra —en el obligado tono sumarísimo de todo periodismo, incluso el revolucionario— el esfuerzo admirable que realiza la Revolución Bolivariana en un momento crucial de su desarrollo, cuando el imperialismo y las burguesías locales del hemisferio, alarmados todos por la onda expansiva de socialismo del siglo XXI, hacen un esfuerzo supremo por detener la marcha “a paso de vencedores” (como gritó Sucre en Ayacucho), de Venezuela y los países del Alba, con creciente penetración en los pueblos del hemisferio.
América XXI reseña el formidable fiasco de Washington y la MUD. El conjunto opositor reunido a la fuerza por el Departamento de Estado en una denominada Mesa de Unidad Democrática, cosechó un rotundo fracaso en su intento por afirmar una cabecera de playa, en Venezuela y ante la opinión pública mundial, a partir de la minoritaria y fragmentada bancada en la Asamblea Nacional. En dos palabras: el propósito consistía en aplicarle a Venezuela la “Carta Democrática” de la OEA. No cabe repetir aquí la crónica que el lector puede encontrar en la edición impresa o en el sitio web (www.americaxxi.com.ve). Pero sí vale subrayar que esa crónica terminaba advirtiendo que, ante la probada incapacidad para mellar la Revolución desde las ideas y el accionar político, la reacción apelaba una vez más a la violencia, al terrorismo, señalando dos hechos graves de ese tenor.
Mientras aquel artículo estaba en imprenta, en la madrugada del 30 de enero hubo un incendio en un importante arsenal de la Fuerza Armada Bolivariana en Maracay. Hasta el momento el gobierno no informó las causas del siniestro; se limitó a no descartar ninguna hipótesis.
La conjetura, inaceptable en cualquier análisis político, es en este caso insoslayable. Hay sobrados argumentos para reducir a un mínimo la posibilidad de un accidente. Y sería peligrosamente ingenuo dejar de actuar, hasta que la investigación de los hechos diga la última palabra, en función de la certeza de que el imperialismo vuelve a la carga contra la Revolución mediante la utilización del sabotaje terrorista.
Lo hemos dicho innúmeras veces: en Venezuela hay una cantidad estimada en 14 mil paramilitares de origen colombiano. Mientras se los mantiene como células dormidas, son parte de la delincuencia y el narcotráfico (dos palancas contrarrevolucionarias de enorme efectividad). Pero cuando ocurre una derrota política de la magnitud de la asestada a la OEA y la MUD días atrás, pasan a actuar en el último terreno que le resta a la burguesía y el imperialismo: el de la violencia.
Es que si 12 años sitúan a un individuo en la preadolescencia, la edad —incluso en los seres humanos— es relativa. Sartre decía, con razón, que la juventud es una noción burguesa. No existía tal categoría antes y no existió ni existe hoy bajo el capitalismo para los pobres y marginalizados.
Como los menores aplastados bajo la bota del capital, la Revolución Socialista Bolivariana tuvo que crecer contra toda adversidad. Mucho más —éste es todavía un debate pendiente— que en el caso de la Revolución Rusa. Porque entonces el socialismo era una esperanza, una formidable fuerza expectante encarnada en millones de seres humanos. En 1999 era una mala palabra para casi todos. Y desde ese abismo de inédito retraso ideológico y político a escala mundial, fue que debió escalar la Revolución Bolivariana.
Eso sigue gravitando todavía. Sólo un pensamiento idealista podría suponer lo contrario. Sin embargo, por mucho que esto contraríe la opinión de cuadros valiosos de la revolución en Venezuela y América Latina, en el duodécimo aniversario de la Revolución Bolivariana no se destacan sus muchos defectos y falencias, sino sus extraordinarias conquistas, en todos los terrenos.
También en la edición de este mes de América XXI se resume la Memoria y cuenta de Chávez ante la Asamblea Nacional el 15 de enero (el texto íntegro está en el sitio web), una prueba lapidaria del cambio cualitativo en favor de  las mayorías ocurrido en Venezuela. Queda asimismo registrado el método (el Recurso del método, diría Carpentier) con el que la Revolución enfrentó el cataclismo provocado por las inundaciones. Allí igualmente queda plasmado el inmenso salto dado por Venezuela en materia educativa, base para cualquier revolución verdadera. Y las correcciones en el accionar económico, para ubicarse a la altura de las extraordinarias transformaciones en el sistema de producción y en la relación entre las clases. También se anuncian —sólo el prólogo de un tema fundamental para las próximas ediciones— los pasos dados en los últimos días para sacudir esa otra formidable conquista de la Revolución, el Partido Socialista Unido de Venezuela, acuciado como cualquier organismo vivo por la amenaza que Marx señalaba: “Todo lo viejo renace en la nueva forma que crece”.
¿Qué corazón generoso y limpio no late fuerte al saber que la Revolución cumple 12 años? Sólo el de aquellos que no saben de verdad qué se ha hecho en Venezuela, en términos humanos, en este pestañeo de la historia.
Por eso celebrarla y respaldarla supone difundir cada día, todos los días, los logros de la Revolución, las acechanzas que la amenazan.
El esfuerzo heroico que hoy realiza el pueblo venezolano y su vanguardia es una contribución generosa al futuro de América Latina y el mundo. Esta fecha es oportuna para que el mundo y América Latina lo reconozca y se plante a su lado en incondicional defensa de la Revolución Socialista Bolivariana.
1/2/11
"Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad... Haga circular esta información". Rodolfo Walsh

Golpear a Cuba (el parto de la abuela)
“¡Como éramos pocos, parió la abuela!” reza el conocido dicho, y como para certificarlo, en dos días encontramos sendas notas en periódicos bolivianos, una a cargo de una bloguera al servicio de Washington (personaje digno de figurar en el libro de récords Guinness no sólo por la cantidad sospechosa de premios y reconocimientos recibidos, sino por ser una desconocida en la propia sociedad de la cual pretende ser vocera y líder). La otra desde la pluma de un escribidor convencido de haber descubierto el agua tibia.
Probablemente a falta de ideas más originales, éste refrita la especie del talante crítico de un conocido autor cubano —Leonardo Padura—, cuya última novela ha sido publicada y será presentada por estos días en la Feria del Libro de La Habana.  Echando mano a un gastadísimo cliché, indica que hubo “augurios” (¡música de terror!) en el sentido de que la novela en cuestión jamás vería la luz en una edición nacional (¡de nuevo música de terror para su explicación “editoriales locales en manos del Estado”!). El informador ignora u oculta dos cuestiones elementales: el novelista Padura es seguido y leído con avidez en la isla desde hace mucho tiempo. Su saga conocida como las cuatro estaciones se vendió como pan caliente en diferentes años, y tanto su protagonista (el detective Mario Conde) como la ambientación social constituyen un reflejo de la realidad-real cubana, con sus luces y sus sombras, sus contradicciones y utopías.
Pero pesan (y venden) más los estereotipos: el pueblo silenciado, los arriesgados “autores críticos”, el Estado controlador, etc., aunque la sociedad cubana sea de hecho una de las más dispuestas al debate, el diálogo y la discusión permanente.
Bloguera y periodista se unen, éste leyendo a aquélla y cazando al vuelo una idea que no por peregrina deja de ser atractiva y mercantilizable: ¿por qué el pueblo cubano no se levanta en protesta como el pueblo egipcio? Por mansedumbre, facilismo y apatía, afirma la cibermercenaria. Porque el gobierno cubano esconde lo que ocurre en El Cairo y su prensa enmascara los sucesos, indica el escribidor, ¡aunque a renglón seguido reconozca que el mismísimo Fidel sí se refirió ampliamente al tema! (y es sabido que sus reflexiones son reproducidas in extenso por medios escritos, radiales y televisivos…).
De nuevo la construcción mental se pretende imponer a la realidad, negándose a reconocer que el pueblo cubano posee un envidiable nivel de formación política y está mucho mejor informado que el promedio de los ciudadanos latinoamericanos. Pero la consigna es golpear a Cuba. La disidente sencillamente por dinero; el periodista porque resulta de buen tono en ciertos ambientes intelectuales, en los que tomar distancia de la Revolución cubana rinde todo tipo de dividendos.
Como ironía de ironías, es muy probable que la semana entrante sí se produzcan tumultos en La Habana: el libro de Padura se venderá a un precio accesible a cualquier trabajador, la demanda será fuerte y provocará aglomeraciones, como suele suceder con diferentes hechos culturales. Por mi parte, intenté encargarlo a librerías de la ciudad de La Paz, donde me indicaron que su precio equivale a cuarenta dólares en la edición española de Tusquets. Me resignaré a seguir leyendo notas cínicas en periódicos plomizos.
Alejandro Dausá

Reserva moral
Andrés Gómez (Red Erbol)
Un día leí que la ciencia halló el gen de la corrupción. Gran noticia, a partir de ese dato bastará encontrar una vacuna o un antídoto para controlar la reproducción o anulación definitiva de los corruptos. Lo que la ciencia aún no ha descubierto es si la “borrachera del poder” es producto de otro gen y si la calidad moral es genética. Lo evidente es que la escala axiológica de una sociedad es un producto cultural, pero la conducta individual va entre lo genético y social y cruza a toda la humanidad. Es decir, en todo grupo social hay gente buena y mala; no todos son como uno ni uno es como todos.
Cuando Evo Morales machacó con la idea de que los pueblos indígenas son la “reserva moral” de la humanidad sonó a que todos los neoliberales son corruptos y “vendepatrias”. La generalización eclipsa el razonamiento y encarrila hacia el fanatismo, fundamentalismo o etnocentrismo.
Tengo amigos y amigas “neoliberales” honestos y honestas, dignos, brillantes, con ideales de justicia; también conozco “izquierdistas” de la misma talla moral; y sé de personas “neoliberales” e “indigenistas” olor a corrupción y capaces de vender a su madre para lograr sus ambiciones personales. En otras palabras hay seres deleznables y respetables entre indígenas, mestizos y blancos, lo que significa que las fallas de fábrica de la gente no depende del color de piel, ojos, cabellos o pertenencia a un grupo étnico o social. En la viña del señor hay de todo, de otro modo, ¿cómo distinguiríamos a las buenas personas de las otras; contra quienes lucharían aquellas? Sencillamente no existiría el concepto de justicia.
El saqueo de Llallagua es un campanazo que puso al desnudo la maldad de alguna gente autodeclarada indígena. Es muy probable que entre los “saqueadores” haya habido pobres e indigentes, pero la mayoría de los manifestantes provenían de ayllus, donde hay actividades ilícitas.
Es tiempo de echar una mirada sociológica y educativa y comenzar a trabajar sistemáticamente para descubrir ¿por qué hay una especie de toque de queda (para forasteros) en algunas comunidades campesinas a partir de cierta hora de la noche? ¿Por qué han aparecido nuevos ricos de una noche a la mañana en poblaciones del trópico de Cochabamba? ¿Por qué el cambio del dólar varía en aquellas nuevas ciudades más allá de los límites fijados por el Banco Central de Bolivia? ¿Qué tipo de dirigentes son los defensores del contrabando en las comunidades fronterizas? ¿Cómo entienden el buen vivir en las poblaciones donde hay grupos de indígenas dedicados al narcotráfico? ¿Por qué dicen que mientras el Evo esté en el gobierno nadie les va a tocar durante los próximos 500 años así cometan delitos? ¿Por qué en algunas poblaciones del Chapare algunos productores registran en las trancas la cantidad de coca que están llevando al mercado legal y por qué esa coca nunca llega al mercado señalado? ¿Es sano el “compadrazgo” que hay entre “algunos cocaleros” y “algunos efectivos antidroga”, cuando hasta antes de este gobierno no se querían ni ver? ¿Por qué han intentado ocultar la poza de maceración descubierta en el municipio de Irupana?.
La investigación nos llevará a descubrir reveladores hechos, que si no son límitados o tratados con inteligencia puede poner en riesgo, no al gobierno del MAS (que es lo de menos), sino el proceso de cambio, asentado precisamente en los pueblos indígena originarios, fuerza simbólica del tiempo político que vive el país.
Se trata de educación, de construir valores reales entre los bolivianos, sin fanatismo ni etnocentrismo a fin de superar la “borrachera de poder” que envilece a las personas. Es un trabajo urgente, al menos mientras no se descubra el “gen de la soberbia” y antes de que lleguen a la conclusión: “los indígenas son tan maleantes como los neoliberales”.

de nuestra tierra
Evo celebra aniversario de revolución venezolana
Agencia Boliviana de Información
La Paz, 2 feb (ABI).- El presidente Evo Morales pidió la reforma de la carta democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) e instó a gobiernos y pueblos de Latinoamérica adoptar los principios de la Revolución Bolivariana de Venezuela, cuyo 12 aniversario celebró el miércoles por la noche en La Paz en un multitudinario acto en que destacó el "día histórico de los pueblos antimperialistas y anticapitalistas" de la región.
"Esa carta de la OEA hay que cambiar para que, de verdad, sea mucho más democrática y se respeten las posiciones de los países" que conforman el organismo hemisférico, dijo en una encendida alocución en un colmado polivalente en el centro de La Paz, en presencia de la embajadora de Venezuela, Cris González, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez y el vicepresidente boliviano Alvaro García Linera.
Morales, que ensalzó los valores de solidaridad y equidad de la Revolución Bolivariana y al líder de ella, su homólogo venezolano Hugo Chávez, reclamó adherencias de países de Latinoamérica y pidió "garantizar los procesos revolucionarios" en la región.
"El mejor homenaje que podemos hacer, a 12 años de la revolución venezolana, es que otros países sigan sumándose", afirmó al tiempo de significar el tiempo de cambio de paradigma en que se ha embarcado la región.
El 2 de febrero de 1999 es un "día histórico para todos los latinoamericanos antimperialistas y anticapitalistas", significó al tiempo de presentar "nuestro profundo respeto y admiración  a la Revolución Bolivariana de Venezuela" y celebrar "los tiempos de cambio en Latinoamericana que permite liberarnos económicamente de los distintos modelos económicos vigentes desde años".
El mandatario boliviano, que reconoció los problemas diversos que enfrentan los procesos revolucionarios en los países de la Alianza para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, historió las luchas sociales de indígenas, mestizos, entre los que mencionó a Simón Bolívar, y, ahora último, "comandantes, como Fidel (Castro) y Chávez" por liberar a los pueblos originarios de la región del poder imperial.
También puso en relieve los procesos progresistas que lideran Rafael Correa en Ecuador, Daniel Ortega en Nicaragua, Cristina Fernández en Argentina, Inacio Lula da Silva y Dilma Rouseff en Brasil, José Mújica en Ururguay y Fernando Lugo en Paraguay.
Por su parte el canciller Rodríguez dijo que el doceavo aniversario de la revolución venezolana, nacida del proceso de emancipación que lideró Fidel y Raúl Castro en Cuba alimenta los sueños "de compartir juntos, de compartir estas victorias que nos reúnen hoy, la victoria de los pueblos de nuestra Latinoamérica irredenta".
Rodríguez formuló votos de larga vida a la revolución de Venezuela.
"Orgullosos todos los latinoamericanos de conmemorar el 2 de febrero, aniversario del día de la dignidad, de la pelea que lidera el comandante Chávez contra el imperialismo, contra las oligarquías y por la patria grande de los latinoamericanos".
A la luz de las revoluciones de Cuba, Venezuela y Bolivia, ahora "hacemos más socialismo, mejor socialismo, para garantizar a nuestros hijos un futuro luminoso", proclamó.
Al tiempo de elogiar la obra de Morales en Bolivia y de la lucha por él emprendida en defensa de los derechos de la Madre Tierra, significó la filosofía del proceso boliviano de 'vivir bien' que "es camino de la eliminación de la explotación, el camino de la plena dignidad humana".
Dijo que el régimen económico impuesto por las potencias capitalistas e imperiales entrega síntomas de agotamiento ahora, en Africa, donde se registran tumultos sociales en demanda de la instauración de procesos democráticos y de apertura a las mayorías excluidas.
El canciller cubano se refirió a las protestas sociales que se registran en Túnez y Egipto y que parecen contagiarse a otros países del continente.
Por último, la Embajadora de Venezuela se deshizo en agradecimientos por la celebración de la revolución nacionalista de su país en La Paz, animada también por grupos musicales bolivianos y venezolanos.
"Cada una de las victorias que logran Venezuela, que alcanza a Bolivia y Cuba, debe ser parte de la alegría del pueblo", instó González.
La diplomática venezolana dijo que los logros de la Revolución Bolivariana han construido, en 12 años, una nueva sociedad.
 "Tenemos un sinnúmero de logros que no se pueden enumerar, son demasiados los logros que hemos alcanzado", agregó.
A media tarde, organizaciones sociales bolivianas tributaron, en una plaza del centro de La Paz, una jornada de desagravio a los símbolos venezolanos, ultrajados en una protesta a fines de diciembre último y, según el gobierno de Morales, promovida por la oposición a su gobierno.

García Linera: “El pueblo nos ha puesto límite”
Por Pablo Ortiz
El Deber, Santa Cruz
http://www.eldeber.com.bo/2011/2011-01-22/vernotanacional.php?id=110121204909
He entrevistado a Álvaro García Linera seis veces en los últimos cinco años, pero nunca lo había hecho en un momento en que el Gobierno del MAS aparece tan débil. El ‘gasolinazo’ de Navidad y el ‘reculazo’ de Año Nuevo parecen haber creado una crisis de confianza y esta situación se respira en La Paz, donde la gente ya busca opciones de liderazgo, pero aún no las encuentra. El Vicepresidente ha respondido siempre a las preguntas sin esconderse, incluso después de periodos de convulsión, crisis inflacionarias o en medio de negociaciones cerradas, como cuando se debatía el texto constitucional, pero nunca se había tomado tanto tiempo para meditar sus respuestas como ahora. Tiene ganas de hablar y pregunta cuánto tiempo tiene. La entrevista durará casi tres horas, entre café, té con limón, pero sin miel, e interrupciones de una joven asistente que anunciará la llegada de tal o cual político. Aquí la primera parte de la entrevista. La segunda entrega se publicará mañana.
—¿Es éste el peor momento del Gobierno?
—No, no lo es.
—Está bien, hubo momentos de mayor conflictividad, pero nunca había visto a la base social del MAS dudar del Gobierno como ahora.
—Claro, es distinto cuando hay contradicciones entre el pueblo y los enemigos del pueblo (NdelP: aquí pueblo es sinónimo de Gobierno), es más heroica, digámoslo así. Cuando hay tensiones en el seno del pueblo provocan otro tipo de malestar. Con los tuyos es más complicado que con los adversarios; pero ya hubo otros momentos de tensión, como el tema de Huanuni.
—Pero ése era un problema como doméstico o sectorial.
—Sí, pero tuvo una reacción nacional muy fuerte y generó un bajón emotivo.
—Que incluso llevó a algunos miembros del proyecto político a plantearse a “salvar el proceso más allá de Evo”.
—Correcto. Hubo un bajón emotivo que puso a gente a discutir qué pasaba. Otra tensión se dio a principios de año cuando se juntó Caranavi con la marcha de la Cidob y supimos remontar. Ésta es una nueva tensión entre la construcción de una economía sana y las rémoras de enfermedades que estamos arrastrando de la vieja estructura. Es una economía sana que ha tenido superávit, con sistema financiero sólido, con una gran reserva internacional, con grandes exportaciones, con un manejo controlado de la deuda interna y externa. Continuar eso, dar un nuevo paso, requiere resolver cosas que hemos heredado, como la subvención ciega de los combustibles. Nos está costando corregir este elemento dentro de la estructura económica sana que estamos construyendo. 
—Dejemos un momento el fondo y vamos a la forma, ¿por qué toca a usted lanzar todas las medidas duras. Se está quemando a lo Bonzo?
—No lo veo así. Con el Presidente compartimos tareas para el bienestar del país y uno no se mueve en función de la imagen pública. 
—Al parecer se protege demasiado la imagen del presidente en detrimento de la suya.
—No lo vería así, pero si eso fuera necesario, bienvenido. No tengo problemas con que lo sea. No es así. Simplemente es una distribución de tareas. Hubo otros momentos en los que el Presidente tuvo que tomar medidas muy fuertes y ahora es él el que acata la decisión del pueblo. Meses atrás fui el que más me involucré en el seguimiento económico de las fórmulas, del estudio económico y los efectos.
—La frase ‘gobernar obedeciendo al pueblo’, ¿no lo deja a usted como el que desobedece al pueblo?
—Es que la medida fue obedeciendo al pueblo, que nos dio el mandato de proteger la economía del país y eso fue lo que hicimos. Luego nos dijo “está bien, pero no exageren” (risas). El pueblo nos ha puesto los límites en esas decisiones. 
—¿Cuánto le tomó convencer al gabinete de esta medida?
—La parte económica del gabinete ya estaba al tanto de esto y se les dio tareas. Se le informó desde el mes de mayo o junio. Se propuso, se hizo correcciones en el último mes en el tema de los precios... La parte política del gabinete fue informada faltando tres semanas y el resto el mismo domingo 26 de diciembre, en el gabinete de emergencia. Es un trabajo que hemos hecho con anticipación, pero no cabe duda de que las personas que asumieron la conducción de esta medida fuimos el Presidente y yo.
—¿Todos los ministros estuvieron de acuerdo?
—Se hizo consultas y hubo observaciones, si se había tomado en cuenta tal o cual efecto, tal reacción... Luego pusieron la firma.
—¿En consenso o luego de alguna votación?
—En el debate siempre se toma razones. Hubo preguntas, observaciones, consultas y todas fueron resueltas ahí mismo. Hubo conformidad y no disenso. Era una medida que daba un nuevo giro de tuerca en este proceso de conformación de una economía sólida y duradera.
—¿Como estamos no hay garantía de una economía sólida?
—Estamos construyendo una economía sólida, pero te arrastra una serie de malformaciones. Mi idea era hacer la cirugía a esta malformación para quitarla de la estructura sana de la economía.
—Por la reacción de la base social se puede inferir que no hubo consultas a las organizaciones sociales.
—Algunos sabían, aunque no el monto del incremento. Uno entiende razones, a mediano y largo plazo beneficia a la economía, pero hoy día que me afectes mi transporte cuesta que lo acepte. La medida fue bien calculada, bien planificada… Algo que afectó el curso previsible de los acontecimientos fue el incremento abusivo de las tarifas de transporte. Debía darse un incremento del 25 a 30%, pero se lanzó un 100%. La gente se vio afectada por el minibús y desvirtuó la característica de la medida. 
—¿Pero eso no pudo controlar con ex superintendencia de transporte?
—Eh, tal vez hubo una reacción tardía en un momento de tensión social que fue hábilmente aprovechado por algunos malos transportistas que luego generalizaron su medida a otros sectores.
—¿Es cierto que el Presidente puso su cargo a disposición de los cocaleros?
—Eso fue el invento de un periodista que tiene la temperatura muy elevada. Nunca sucedió. Esa tarde yo convoqué a los movimientos sociales y se evaluó la medida, la gente comenzó a comentar cómo les había afectado, cómo había que tomarla gradualmente, no de golpe. Hubo un debate muy productivo e incluso algunos compañeros de las federaciones de cocaleros plantearon una marcha en respaldo a la medida. Eso no cuenta el periodista afiebrado. Otra cosa que ha salido es una reunión con el mando militar. Eso no sucedió. A ellos se los convocó faltando una semana y se le pidió un plan de contingencia para el transporte y la elaboración de pan. A los dos días se presentaron en Palacio para apoyar con transporte terrestre y un plan de transporte aéreo en caso de que hubiera bloqueos —se iban a habilitar de ocho a 10 aeronaves para llevar a la gente—. También iba a elaborar 400.000 unidades de pan de batalla que podría duplicarse hasta la tarde. 
—¿Se sintieron abandonados por algún movimiento social?
—Queda claro que la medida era dura y estaba pidiendo un nivel de comprensión en lo inmediato para un nivel de satisfacción en lo mediato. No es fácil esa visión, la gente requiere cosas más inmediatas. Lo que sí pudimos ver fue la diferenciación de los movimientos sociales entre los duros, los leales a morir, los que dudan y los que ante cualquier dificultad elevan la voz. El movimiento indígena, la confederación sindical, los interculturales son los que conforman el núcleo duro e irreductible. El que se desmarcó rápidamente fue el Conamaq, no el de base, sino un conjunto de dirigentes que quisieron sacar rédito a esto. 
—La gran amenaza, por cercanía, era El Alto, que parece estar a la izquierda del Gobierno.
—No creo que estén a la izquierda, pero mostraban un malestar por una medida que les afectaba en lo inmediato. Sería bonito que estuviera más a la izquierda y nos dijeran que hay que tomar medidas para nacionalizar tales empresas. Nos dijeron esto nos afecta al transporte del día, pero eso no quiere decir que estén más a la izquierda. La protesta no es programa.
—Tal vez lo que más le dolió a su base social es que la medida haya tenido tufo neoliberal. 
—Eso es algo que yo debato, porque cuál es la definición de neoliberal: la transformación de bienes públicos en privado, póngale el nombre que quiera y aquí se trataba de proteger los recursos públicos que se van a fuentes privadas.
—Sí, pero también se trataba de incentivar la prospección de petróleo con mejores precios.
—Es importante pero no es lo decisivo. Este año se requieren $us 9 millones, el siguiente 20. Es importante pero no es el monto final. Estamos hablando de un contrabando de más de 170 millones. Hay subvenciones y subvenciones, la de alimentos es necesaria porque beneficia a los bolivianos, pero subvencionar hidrocarburos en un régimen de abusivo contrabando ya es subvencionar al contrabandista. Quitar la subvención era una medida antineoliberal.
—¿Hasta cuándo estará esta ‘subvención insana’?
—Hay dos soluciones: la primera es que caiga el precio del petróleo de $us 92 a 60.
—Sabemos que eso no va a suceder pronto.
—La otra salida es la nivelación de precios a una subvención moderada, protectora de la economía boliviana y no agresora. Es un ejemplo de la filosofía de Hegel de que todo llevado a su extremo se convierte en su contrario. Está abierto el debate, es necesario pero hoy no lo puedes hacer. ¿Cuándo lo haremos? Cuando la gente lo entienda.
—¿Se sintieron traicionados por algún sector, persona?
—No.
—¿Decepcionados?
-—En el caso de algún sector social medio sí y uno tiene que aprender a comprender las razones de las personas.
—¿Qué enseñanzas le ha dejado el gasolinazo?
—Que la derecha, agazapada y derrotada utilizará cualquier medio para sacar ventaja. 
—¿Cuál derecha? La oposición prácticamente no existe.
—No. Lo decimos por lo que estaban preparando. 
—¿A qué se preparaban?
A todo. Dijeron “Evo Morales es fuerte, fuerte, fuerte. Aquí, no es fuerte”. Dijeron, éste es nuestro momento y afloraron con su discurso.
—¿Hubo informes de inteligencia que alertaran de algo muy serio que se podría venir en enero?
—Nos preocupó la circulación de grupos que comenzaron a usar dinero de ciertos sectores empresariales para promover inestabilidad en La Paz. Nos preocupó la emergencia de un neorracismo de sectores medios.
—No entiendo cómo pudo alentarlo el gasolinazo.
—“Que se vaya el indio”, decían. Eso fue lo que incluso apartó a una parte de la Fejuve de El Alto de las juntas de vecinos de la zona sur promovidas por Juan del Granado. 
—¿Eso quiere decir que Del Granado entró en una especie de conspiración?
—No diría Del Granado…
—¿Sectores del MSM?
- Hay que ver si estaba ese partido, pero está claro que la dirección de ese partido lo vio con buenos ojos. Si habrá participado o habrá promovido lo dirá la historia. Era un sector de la sociedad que ha perdido privilegios y se niega a aceptar los nuevos tiempos de igualdad.  Otra lección que sacamos es que a la gente le cuesta asumir miradas de largo aliento, prefiere lo inmediato que preocuparse de lo mediato.
—Los detractores del Gobierno dicen que ya hay tantas colas como en la UDP, ¿Qué opina?
—A los detractores del Gobierno que dicen semejante barbaridad, le decimos que son unos mentirosos y manipuladores de la historia y la información. ¿Dónde estamos teniendo colas?, en cemento y azúcar. ¿Quién controla esa actividad?, los privados. Sectores estratégicos de provisión de insumo para la sociedad no pueden quedar en manos exclusivas de los privados porque no planifican ni calculan. En cemento calcularon un crecimiento del 3% y creció el 13. En el caso del azúcar no hubo mal cálculo, sino que la sequía nos jugó una mala pasada.
—¿Es cierto que el Estado estuvo a punto de nacionalizar algún ingenio?
—No, hemos tenido buenas relaciones con los ingenios, que han tenido una respuesta muy colaboradora y están importando azúcar a pérdida y hay que felicitarlos por ello. Pero volviendo a lo de la UDP, en esa época había hiperinflación, déficit fiscal, contracción de la economía... Ahora tenemos superávit, estabilidad, crecimiento de la economía... al margen de estas colas, la economía está bien y te lo dice la gente. Se quejan del Gobierno, pero a ningún empresario de este país le está yendo mal, están ganando el doble o el triple y hacen negocios con el Gobierno. Los medios le dan un nivel hasta casi histérico a las filas. Uno ve el informativo y dice: ¿dónde estoy? Se pasan 30 minutos en la fila del cemento y luego se van a la del azúcar.

Álvaro García Linera | Vicepresidente del Estado Plurinacional:
«No hay refugiados políticos sino delincuentes prófugos»
Asegura que los que están fuera del país extrañan a su fiscal y su juez que les garantizaba impunidad. Habla de contradicciones internas dentro del Gobierno y del abandono de Unasur y la ALBA a Bolivia en Cancún. Ésta es la segunda parte de la entrevista concedida a EL DEBER
—El Gobierno ha cosechado reveses internacionales, como quedarse solo en la cumbre del clima de Cancún...
—Fuimos vanguardistas, la historia nos dará la razón. Muy leninistamente hay que ir contra corriente. La gente está acostumbrada a lo fácil, a lo cotidiano, a lo que no rompe, a lo previsible, lo conservable. Combatir el cambio climático requiere medidas audaces. 
—Pero ahí no funcionó ni Unasur ni la ALBA...
—Eso nos entristeció y lo tengo que admitir; pero cuando oigo hablar a los ex cancilleres me pregunto: ¿cuándo en su vida hicieron algo, cuándo se pararon en un foro para decir yo pienso de esta otra manera? Nunca, Bolivia no existía en el contexto internacional, simplemente se sumaba a la iniciativa de otros países como si fuera basura planetaria. Hoy Bolivia tiene posturas coherentes, vanguardistas. Hoy se quedó sola, pero yo le garantizo que en un tiempo no estaremos solos. Como decía Fidel: “La historia nos absolverá”. 
—Otro problema internacional son los refugiados en los países vecinos, ¿afecta a la imagen del Gobierno? 
—¿Refugiados políticos? No hay refugiados políticos sino delincuentes prófugos. ¿Qué es un perseguido político? Alguien que huye por sus ideas, por sus creencias. A no ser que la corrupción sea una ideología, aquí no hay refugiados políticos sino simples prófugos. Quién no fue acusado, todos. El Presidente tuvo 15 juicios, pero como tenía la verdad salía adelante, víctima y líder. 
—Los que se fueron dicen que no hay posibilidad de defensa porque el Ejecutivo ha copado el poder Judicial y la Fiscalía.
—En realidad quieren decir: “ya no podemos defendernos porque mi fiscal que antes me protegía y mi juez que garantizaba mi libertad ya no están”.  
—Si fuera así, ese mismo fiscal y ese juez absolvieron 15 veces a Evo... 
—Porque la verdad triunfó. Nadie puede ir contra la verdad. 
—Si ya no están los jueces y fiscales de la oposición, ¿de quién son los de ahora?
—Yo diría que están en una etapa de transición hacia una transparente y plena independencia de funciones. Hemos tenido que elegir a nivel superior de autoridades que ni conocíamos y por sugerencia del Colegio de Abogados. El juez Von Borries, ¿es masista? Es un hombre respetadísimo, probo, reconocido por todos al que nunca nos hemos topado en la calle. Antes no era así, se escogía al militante, al que hizo propaganda por el partido. No es suficiente. El siguiente paso es eleción directa sin cuoteo político. Pero estos señores se quejan de que ya no están su fiscal ni su juez que les garantice la manipulación de la justicia. No pueden entender un país que no se mueva al son de su chequera. ¿Sabe qué? Creo que nunca fueron de Bolivia, nunca la amaron, nunca les intersó. Se van donde los lleva su corazón. Aquí venían a sacar su dinero. 
— ¿Es fácil gobernar sin oposición?
—Siempre hay oposición, o externa o interna. Éste no es el fin de la historia; es la dinámica de la dialéctica de la historia, siempre tiene que haber la lucha de contrarios para que así salga la línea correcta en el sentido maoísta. Evidentemente, lo que no hay ahora es una polaridad estructural, no hay un proyecto alternativo de sociedad. Pero así se mueve la historia, son ciclos: avanzas, despliega todas tus potencialidades, llegas a un tope, surgen contradicciones internas, proyectos alternativos, se polariza, entran en luchas los proyectos, triunfa uno, se vuelve hegemónico, se expande y se desarrolla. Ahora estamos en la etapa del triunfo del modelo, consolidación de su hegemonía e inicio de su despliegue. ¿Cuándo comenzarán a emerger alternativas? Cuando se consolide el proyecto y concluya su despliegue. Quererlo bloquear antes es simplemente ir en contra de la propia historia: no se puede. 
—Hablando de dialécticas en el seno del Gobierno, ¿la contradicción es entre desarrollistas y pachamámicos?
—Ésa es una dialéctica positiva. Existe. Son fuerzas motoras y se tienen que encontrar los equilibrios necesarios, no están uno contra el otro, son complementarios. Generan tensiones, sí, pero en su complementariedad. Necesitamos desarrollo, pero está claro que no tendremos el tipo de desarrollo de otros países. No podemos ni debemos. Necesitamos un tipo de desarrollo que incorpore respeto por la naturaleza; sin embargo, no puedes tener una actitud dialogante con la naturaleza si no satisfaces las necesidades básicas de la sociedad. Ésas son ilusiones conservacionistas más de ONG bien pagadas que de Estado.
— Seguimos arrastrando un problema serio de crecimiento económico, ¿no cree?.
—Cuando tú caes a cero, el 4,5% se vuelve nueve o diez. No es lo mismo 4,5 cuando antes creciste 4%, que cuando antes creciste cero. Es lo que ha pasado con Paraguay y Brasil, que decrecieron el año pasado. La curva de crecimiento boliviana es la más estable, es una recta a 45 grados. Sólo la peruana es como la nuestra. Podemos más, claro, quisiéramos crecer al menos al 7%. La sequía nos ha afectado tremendamente, es la más fuerte de los últimos 45 años. El salto inflacionario es por la sequía y, sin ella, fácilmente llegábamos al 6%.
—¿Cómo hará el Estado para canalizar el dinero de la banca al agro?
—Estamos en etapa de oír sugerencias. Somos un gobierno que está trabajando en paralelo con el sector productivo y tenemos toda la intención de tener mayor agricultura, energía eléctrica e hidrocarburos. Paraguay tiene 5 millones de hectáreas y, Bolivia, 2,9 millones, ¿por qué no tenemos 10 millones?  Queremos que los empresarios inviertan, que saquen la platita del banco que está guardado para Hummer o para el 15 de la niña y que la use, porque ahorita producir alimentos es producir oro. Hay que dar las condiciones para que inviertan y está dada la seguridad jurídica. Nuestro sueño es que se expanda la frontera agrícola, que lleguemos a 10 millones de hectáreas.

lucha de nuestros pueblos
Reflexiones del compañero Fidel
La suerte de Mubarak está echada
(Tomado de CubaDebate)
La suerte de Mubarak está echada, y ya ni el apoyo de Estados Unidos podrá salvar su gobierno. En Egipto vive un pueblo inteligente, de gloriosa historia, que dejó su huella en la civilización humana. "Desde lo alto de estas pirámides 40 siglos os contemplan", cuentan que exclamó Bonaparte en un momento de exaltación cuando la revolución de los enciclopedistas lo llevó a ese extraordinario cruce de civilizaciones.
Al finalizar la segunda Guerra Mundial, Egipto estaba bajo la brillante dirección de Abdel Nasser, quien junto a Jawaharlal Nehru, heredero de Mahatma Gandhi; Kwame Nkrumah, Ahmed Sékou Touré, líderes africanos que junto a Sukarno, presidente de la entonces recién liberada Indonesia, crearon el Movimiento de Países No Alineados e impulsaron la lucha por la independencia de las antiguas colonias. Los pueblos del sudeste asiático, el Medio Oriente y el África, como Egipto, Argelia, Siria, Líbano, Palestina, el Sahara Occidental, el Congo, Angola, Mozambique y otros, enfrascados en la lucha contra el colonialismo francés, inglés, belga y portugués con el respaldo de Estados Unidos, luchaban por la independencia con el apoyo de la URSS y de China.
A ese movimiento en marcha, se sumó Cuba tras el triunfo de nuestra Revolución.
En 1956 Gran Bretaña, Francia e Israel, atacaron por sorpresa a Egipto que había nacionalizado el Canal de Suez. La audaz y solidaria acción de la URSS, que incluso amenazó con el empleo de su cohetería estratégica, paralizó a los agresores.
La muerte de Abdel Nasser, el 28 de septiembre de 1970, significó un golpe irreparable para Egipto.
Estados Unidos no cesó de conspirar contra el mundo árabe, que concentra las mayores reservas petroleras del planeta.
No es necesario argumentar mucho, basta leer los despachos informativos de lo que inevitablemente está ocurriendo.
Veamos las noticias:
28 de enero:
"(DPA) - Más de 100.000 egipcios salieron hoy a las calles para protestar contra el gobierno del presidente Hosni Mubarak, pese a la prohibición de manifestaciones emitida por las autoridades "
"Los manifestantes incendiaron oficinas del Partido Democrático Nacional (PDN) de Mubarak y puestos de vigilancia policial, mientras en el centro de El Cairo lanzaron piedras a la policía cuando ésta intentó dispersarlos con gases lacrimógenos y balas de goma."
"El presidente estadounidense, Barack Obama, se reunió hoy con una comisión de especialistas para asesorarse sobre la situación, al tiempo que el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, advirtió que Estados Unidos reevaluaría las multimillonarias ayudas que otorga a Egipto según la evolución de los acontecimientos.
"Las Naciones Unidas también emitieron un fuerte mensaje desde Davos, donde se encontraba este viernes el secretario general Ban Ki- moon."
"(Reuters).- Presidente Mubarak ordena el toque de queda en Egipto y el despliegue de tropas del ejército respaldadas por vehículos blindados en El Cairo y otras ciudades. Reportan violentos choques entre manifestantes y la policía.
"Fuerzas egipcias, respaldadas por vehículos blindados, se desplegaron el viernes en El Cairo y otras grandes ciudades del país para terminar con las enormes protestas populares que exigen la renuncia del presidente Hosni Mubarak.
"Fuentes médicas señalaron que hasta el momento 410 personas resultaron heridas en las protestas, mientras que la televisión estatal anunció un toque de queda para todas las ciudades."
"Los eventos representan un dilema para Estados Unidos, que ha expresado su deseo de que la democracia se extienda por toda la región. Mubarak, sin embargo, ha sido un aliado cercano a Washington por varios años y el destinatario de mucha ayuda militar."
"(DPA).- Miles de jordanos se manifestaron hoy tras los rezos del viernes en todo el país pidiendo la dimisión del primer ministro, Samir Rifai, y reformas políticas y económicas."
En medio del desastre político que estaba golpeando al mundo árabe, líderes reunidos en Suiza meditaron sobre las causas que daban lugar al fenómeno que incluso calificaron como suicidio colectivo.
"(EFE).- Varios líderes políticos piden en el Foro Económico de Davos un cambio en el modelo de crecimiento."
"El actual modelo de crecimiento económico, basado en el consumo y sin tener en cuenta las consecuencias medioambientales, ya no puede mantenerse por más tiempo pues va en ello la supervivencia del planeta, advirtieron hoy varios líderes políticos en Davos."
"‘El modelo actual es un suicidio colectivo. Necesitamos una revolución en el pensamiento y en la acción’, advirtió Ban. ‘Los recursos naturales son cada vez más escasos’, agregó, en un debate acerca de cómo redefinir un crecimiento sostenible en el marco del Foro Económico Mundial.
"‘El cambio climático nos muestra que el modelo antiguo es más que obsoleto’, insistió el responsable de la ONU.
"El secretario general agregó que, además de recursos básicos para la supervivencia como el agua y los alimentos, ‘se está agotando otro recurso, que es el tiempo, para hacer frente al cambio climático’."
29 de enero:
"Washington (AP).- El presidente Barack Obama intentó lo imposible ante la crisis egipcia: cautivar a la población furiosa con un régimen autoritario de tres décadas y, al mismo tiempo, asegurar a un aliado clave que Estados Unidos lo respalda.
"El discurso de cuatro minutos del presidente, la noche del viernes, representó un cauto intento de mantener un equilibrio difícil: Obama sólo podía salir perdiendo si elegía entre los manifestantes que exigen la salida del presidente Hosni Mubarak y el régimen que se aferra con violencia a su posición de poder.
"Obama [ ] no pidió un cambio de régimen. Tampoco dijo que el anuncio de Mubarak fuera insuficiente."
"Obama dijo las frases más fuertes del día en Washington, pero no se separó del guión que usaron su secretaria de Estado Hillary Clinton y el vocero de la Casa Blanca Robert Gibbs."
"(NTX).- El diario The Washington Post pidió hoy al gobierno de Obama usar su influencia política y económica para que el presidente Mubarak abandone el poder en Egipto."
"‘Los Estados Unidos deberían usar toda su influencia, incluyendo los más de mil millones de dólares en ayuda que suministra cada año al ejército egipcio, para asegurar el último resultado (la cesión del poder por parte de Mubarak)’, indicó el diario en su editorial."
" Obama en su mensaje pronunciado de la noche del viernes dijo que continuaría trabajando con el presidente Mubarak y lamentó que no mencionara unas eventuales elecciones."
"El diario calificó de ‘no realistas’ las posiciones de Obama y las del vicepresidente, Joe Biden, quien declaró a una radioemisora que no llamaría dictador al presidente egipcio y que no pensaba que debería renunciar."
"(AFP).- Organizaciones árabes estadounidenses exhortaron al gobierno del presidente Barack Obama a que deje de apoyar a la dictadura de Mubarak en Egipto."
"(ANSA).- EE.UU. se declaró hoy nuevamente ‘preocupado’ por la violencia en Egipto y advirtió al gobierno de Mubarak que no puede actuar como si nada hubiese sucedido. Fox News dice que a Obama le quedan dos malas opciones respecto a Egipto.
" advirtió al gobierno de El Cairo que no puede volver a ‘mezclar las cartas’ y actuar como si nada hubiese sucedido en el país.
"La Casa Blanca y el Departamento de Estado están siguiendo muy de cerca la situación en Egipto, uno de los principales aliados de Washington en el mundo, y recipiente de unos 1.500 millones de dólares anuales en ayudas civiles y militares."
"Los medios de información estadounidenses están dando una amplísima cobertura a los disturbios en Egipto, y vienen señalando que la situación puede resultar, de cualquier forma que se resuelva, en un dolor de cabeza para Washington."
"Si Mubarak cae, estimó Fox, Estados Unidos, y su otro principal aliado en Medio Oriente, Israel, podrían tener que afrontar un gobierno de los Hermanos Musulmanes en El Cairo, y un giro anti-occidental del país del Norte de África."
"‘Estuvimos apostando al caballo equivocado durante 50 años’, dijo a la Fox un ex agente de la CIA, Michael Scheuer. ‘Pensar que el pueblo egipcio va a olvidar que nosotros apoyamos dictadores durante medio siglo es un sueño’, completó."
"(AFP).- La comunidad internacional multiplicó sus llamados para que el presidente egipcio Hosni Mubarak emprenda reformas políticas y cese la represión de las manifestaciones contra su gobierno que este sábado prosiguieron por quinto día."
"Nicolás Sarkozy, Angela Merkel y David Cameron pidieron por su parte al presidente ‘iniciar un proceso de cambio’ frente a las ‘reivindicaciones legítimas’ de su pueblo y a ‘evitar a toda costa el uso de la violencia contra los civiles’, el sábado en una declaración conjunta."
"También Irán llamó a las autoridades egipcias a atender las reivindicaciones de la calle."
"El rey Abdalá de Arabia Saudita consideró en cambio que las protestas representan ‘ataques contra la seguridad y la estabilidad’ de Egipto, llevados a cabo por ‘infiltrados’ en nombre de la ‘libertad de expresión’.
"El monarca llamó por teléfono a Mubarak para expresarle su solidaridad, informó la agencia oficial saudita SPA."
31 de enero:
"(EFE) Netanyahu teme que caos en Egipto propicie acceso de los islamistas al poder.
"El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresó hoy su temor de que la situación en Egipto propicie el acceso de los islamistas al poder, inquietud que dijo compartir con dirigentes con los que ha hablado en los últimos días."
" el primer ministro declinó referirse a informaciones divulgadas por medios locales que apuntan a que Israel ha autorizado hoy a Egipto el despliegue de tropas en la Península del Sinaí por primera vez en tres décadas, lo que se considera una violación del acuerdo de paz de 1979 entre las dos naciones.
"Por su parte y ante las críticas a las potencias occidentales como EE.UU. o Alemania que han mantenido estrechos lazos con regímenes totalitarios árabes, la canciller alemana afirmó: ‘No hemos abandonado a Egipto’."
"El proceso de paz entre israelíes y palestinos se encuentra paralizado desde el pasado mes de septiembre, principalmente por la negativa israelí a frenar la construcción en los asentamientos judíos en el territorio ocupado palestino."
"Jerusalén, (EFE).- Israel se inclina por el mantenimiento en el poder del presidente egipcio, Hosni Mubarak, a quien el jefe de Estado israelí, Simón Peres, respaldó hoy al entender que ‘una oligarquía fanática religiosa no es mejor que la falta de democracia’."
"Las declaraciones del jefe del Estado coinciden con la difusión por los medios locales de presiones de Israel a sus socios occidentales para que bajen el tono de sus críticas al régimen de Mubarak, que el pueblo egipcio y la oposición tratan de derrocar.
"Fuentes oficiales no identificadas citadas por el periódico ‘Haaretz’ indicaron que el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí envió el sábado un comunicado a sus embajadas en EE.UU., Canadá, China, Rusia y varios países europeos para pedir a los embajadores que hagan hincapié ante las autoridades locales respectivas de la importancia que para Israel tiene la estabilidad en Egipto."
"Los analistas israelíes señalan que la caída de Mubarak podría poner en peligro los Acuerdos de Camp David que Egipto firmó con Israel en 1978 y la posterior suscripción del Tratado de paz bilateral en 1979, sobre todo si tuviese como consecuencia el ascenso al poder de los islamistas Hermanos Musulmanes, que gozan de amplio apoyo social."
"Israel ve a Mubarak como el garante de la paz en su frontera sur, además de un apoyo clave para mantener el bloqueo a la franja de Gaza y el aislar al movimiento islamista palestino Hamas."
"Uno de los mayores temores de Israel es que las revueltas egipcias, que siguen la estela de las tunecinas, alcancen también a Jordania, debilitando el régimen del rey Abdalá II, cuyo país junto con Egipto son los únicos árabes que reconocen a Israel."
"La reciente designación del general Omar Suleiman como vicepresidente egipcio y, por tanto, posible sucesor presidencial, ha sido bienvenida en Israel, que ha mantenido con el general cercanas relaciones de cooperación en materia de Defensa."
"Pero el rumbo que siguen las protestas egipcias no permite dar por hecho que la continuidad del régimen esté garantizada ni tampoco que Israel pueda seguir teniendo en el futuro en El Cairo a su principal aliado regional."
Como puede observarse, el mundo se enfrenta simultáneamente y por primera vez a tres problemas:
Crisis climáticas, crisis alimenticias, y crisis políticas.
A ellas, pueden añadirse otros graves peligros.
Los riesgos de guerra cada vez más destructivos están muy presentes.
¿Dispondrán los líderes políticos de suficiente serenidad y ecuanimidad para hacerles frente?
De ello dependerá el destino de nuestra especie.
Fidel Castro Ruz
Febrero 1 de 2011
7 y 15 p.m.

La revolución árabe
Publicado el 1 febrero 2011 en Angel Guerra Cabrera, Especiales,Opinión, Política
Por Ángel Guerra Cabrera
El mundo árabe, como América Latina en la década del 2000, parece también en camino de írsele de las manos a Estados Unidos. ¿Recuerdan las puebladas que derrocaron a capillas neoliberales en Ecuador, Venezuela, Bolivia y Argentina? El orden geopolítico internacional podría recomponerse de manera radical a favor de los pueblos si las revoluciones que estallan hoy del Maghreb al Golfo de Adén —sobre todo la de Egipto— no son mediatizadas, diluidas o aplastadas a sangre y fuego. Con lograr lo último sueñan y trabajan a tiempo completo Estados Unidos, sus aliados europeos y especialmente Israel. Empavorecidos por los últimos acontecimientos, estos enemigos sempiternos de las masas árabes y de sus movimientos revolucionarios y progresistas pretenden ahora mostrarse como sus salvadores, mientras ganan tiempo para lograr un cambio “por arriba”, como intentan en Túnez, para que todo siga igual.
Su odio, ignorancia y subestimación de ese mundo y de sus refinadas culturas y gentes laboriosas no les permite entender los profundos valores morales y sentido de la dignidad arraigados en el alma de sus pueblos, ni el orgullo que sienten por héroes como Saladino o Nasser, ni que estén enterados de la responsabilidad mayúscula de Washington en el desmantelamiento del nacionalismo árabe, la feroz ocupación de Palestina por Israel mientras continúa armándolo y apoyándolo incondicionalmente, la demolición de Irak, la obstinación con que han implantado y sostenido gobiernos de fuerza serviles y corruptos e impuesto políticas neoliberales desde  el norte de África hasta la península arábiga, siempre en nombre de la democracia. Para los egipcios y la calle árabe no han pasado inadvertidas las cambiantes y oportunistas declaraciones de Obama y su secretaria de Estado desde que el 25 de enero se inició el levantamiento popular. Entonces Clinton proclamó que la situación en el país de los faraones era “estable”.
Discrepo de los enfoques que sospechan de una teledirección por el imperialismo, a través de grupos juveniles amaestrados, del potente movimiento popular egipcio, y lo instan a modificar sus consignas exigiendo la partida de Mubarak por otras más radicales contra Washington, sus bases militares y el neoliberalismo. Además de que no es nueva la incrustación de grupos proimperialistas —casi siempre desenmascarados a la postre— en los movimientos revolucionarios, otras revoluciones auténticas, como la cubana, movilizaron a millones pidiendo la salida del tirano,  libertad, y justicia y enarbolaron explícitamente, en el momento preciso, ni antes ni después de ser necesario, las banderas del antiimperialismo y el socialismo hasta convertirse en inspiradora de las luchas sociales en todos los confines del planeta.
El pueblo es sabio, aprende el camino de la revolución sobre la marcha al enfrentar a sus enemigos —la inevitable contrarrevolución con la que habrá que batallar a muerte— y no necesita que se lo dicten desde fuera, ni siquiera con buenas intenciones. Aunque no haya líderes raigales a la vista, estos pueden surgir de las luchas de base, al igual que Evo Morales de los indígenas del Chapare, Hugo Chávez de las filas de los militares patriotas de rango medio, Lula del sindicalismo o Cristina Fernández del peronismo de izquierda.
La revolución árabe está en sus comienzos y puede llevar tiempo la definición de su futuro. Lo importante es que ya el pueblo ha probado el poder que la da tomar las calles y que nada a partir de ahora será igual. Mubarak podrá en el pataleo mandar sus esbirros de civil a ensañarse con los manifestantes, hacer que el ejército trate de desmovilizar las protestas o presionarlo a que las reprima, pero sus días en el poder están contados y las multitudes en la Plaza Tahrir serán mayores y más radicales mientras más traten Washington y sus aliados de evitarlo.
Las masas árabes quieren democracia, sí, pero en su acepción etimológica de gobierno del pueblo, una que no desea ser de elites como la occidental, sino en la que el pueblo de veras decida su destino. Y es que no ha habido mayores enemigos de la democracia en el mundo árabe que Estados Unidos y sus aliados. Ellos han impuesto a los tiranos de turno y fresco está el ejemplo del veto a Hamas, votado abrumadoramente por los palestinos, o a Hezbolah en Líbano, que por mucho que les pese es la fuerza política más popular del país de los cedros y, por cierto, inspiradora y ejemplo en muchos sentidos de esta gran revolución árabe.
(Tomado de La Jornada)

La inalcanzable soberanía alimentaria
Por Salvador del Río
Un breve instante en esta forma
es la mansión de las flores del canto.
Las bellas flores del maíz tostado
están abriendo ahí sus corolas
—Nezahualcóyotl, el Rey poeta
Antiguo de más de dos mil años, el maíz es un regalo de México al mundo. Su domesticación, se dice, fue lograda en las cuevas de Coxcatlán, en la parte del altiplano de Tehuacán, hoy Estado de Puebla.
“Patria: tu superficie es el maíz… y tu cielo, las garzas en desliz”, dijo Ramón López Velarde al cantar las riquezas de un suelo que, como el de muchos otros países sujetos a las implacables órdenes del mercado en el neoliberalismo, ha perdido toda posibilidad de convertirse en garantía de la soberanía alimentaria, la más elemental de cualquier independencia económica.
Frente al mundo, que asiste impasible a la amenaza de la crisis que se avecina, en una de sus últimas reflexiones el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro cita un reciente artículo del ecologista norteamericano Lester R. Brown, algunas de cuyas conclusiones, bien meditadas, deberían mover a la exigencia mundial de un cambio radical en las políticas de producción de los granos destinados al consumo humano.
Los precios de elementos indispensables para la alimentación como el trigo, el maíz, la soya y otros se incrementarán en este año en niveles alarmantes y su escasez para ese fin provocarán un déficit enorme entre su disponibilidad y la demanda de una población mundial de casi 7 mil millones de personas que aumenta en unos 800 millones cada año. El fantasma de la hambruna ronda en regiones de África, Asia, América Latina, e incluso en las capas de marginados de algunas naciones industrializadas.
México estará en el torbellino de esa insuficiencia alimentaria, particularmente como resultado de una política derivada de la asimetría que guarda con las condiciones económicas de lo que se insiste en llamar sus socios en el Tratado de Libre Comercio que a instancias del gobierno de Carlos Salinas de Gortari entró en vigor el 1 de enero de 1994. El capítulo agropecuario de ese instrumento, vigente desde el año 2010, ha venido a agravar la situación de la economía mexicana, invadida por la entrada irrestricta de inversiones norteamericanas y canadienses, directas o a través de franquicias, en prácticamente todos los renglones de la producción agropecuaria e industrial, lo mismo que en los servicios financieros y comerciales.
Datos del Tribunal Nacional Agrario y de otras fuentes relacionadas con la producción en el campo indican que en el caso del maíz —la gramínea que constituyó por muchos años la base de la alimentación y un factor importante en las exportaciones mexicanas—, de los cerca de 32 millones  de toneladas que constituyen el consumo nacional, 12 millones de toneladas son actualmente importadas de Estados Unidos en mayor medida y en parte mínima de otros países. La reducción de las áreas sembradas de maíz en México —el 92 por ciento a cargo de productores que destinan sus cosechas para el autoconsumo, ha generado la ruina de los campesinos desplazados por las inversiones de las grandes empresas, predominantemente transnacionales, que industrializan el grano y establecen para el mercado interno incrementos de precios como el que recientemente se anunció con su repercusión en el costo de la tortilla, que es la base tradicional de la alimentación de millones de familias. Pese a las reiteradas declaraciones de las autoridades relacionadas con la economía sobre el establecimiento de controles a su precio, la tortilla de maíz ha registrado desde el mes de diciembre de 2010 un alza para el consumidor de alrededor de cincuenta por ciento.
Con el maíz y otros granos como ejemplo, México se está convirtiendo en uno de los centros generadores del fenómeno mundial que desde hace varios meses ha sido mencionado y analizado por Fidel Castro y otros analistas en el mundo que alertan sobre la utilización cada vez mayor de esos elementos como materia prima para la producción de etanol y otros combustibles, en vez de aprovecharlos para la alimentación humana. Se estima que unos 7 millones de toneladas del maíz que se produce en México o se importa, son transgénicos o se canalizan a la generación de energía, lo cual contribuye a la contaminación del ambiente y ocasiona el empobrecimiento de las tierras destinadas al cultivo y al derrumbe de la economía de los agricultores tradicionalmente ocupados en la producción de maíz.
Frente a los pronósticos que anuncian sin lugar a dudas la inminencia de una crisis que cancelará en el corto plazo toda posibilidad de garantizar un grado mínimo de soberanía alimentaria, México y otros países igualmente inmersos en la economía del mercado neoliberal prefieren cerrar los ojos y pregonar una bonanza que está lejos de ser alcanzada.

lecturas
Cuba: cincuenta años después: continuidad y cambio político
Carlos Alzugaray Treto (Profesor Universidad de la Habana)
—Debe hacerse en cada momento lo que en cada momento es necesario (José Martí)
—Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado (Fidel Castro)
Cuando Fidel Castro cedió transitoriamente el poder a Raúl Castro el 31 de julio de 2006, Cuba inició un proceso de cambio político que se ha convertido en una decisiva encrucijada. Casi diecinueve meses después, el 24 de febrero de 2008, la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) designó un nuevo gobierno, encabezado por el hasta entonces
Presidente interino
Se ha abierto una etapa ignota en la historia cubana reciente, en la que  Fidel Castro ha dejado de ser el jefe del Estado y/o del gobierno por primera vez desde febrero de 1959 —cuando asumió las funciones de Primer Ministro—, para convertirse en «el compañero Fidel». No puede negarse que en el momento histórico que viven los cubanos se abren perspectivas de cambios inevitables, con el  consiguiente efecto de incertidumbre que los acompaña.
La encrucijada: continuidad y cambio
El presente ensayo es un intento de meditar acerca de la continuidad y el cambio político y su significado. No se pretende sentar cátedra ni indicar caminos inevitables. Tampoco se aspira a proponer alternativas terminadas; el tema, por sí mismo, obliga a consideraciones abiertas al diálogo, al debate y a la deliberación. Como ha escrito Julio Carranza: «Existe una responsabilidad de servicio público en el científico y en las instituciones científicas, que consiste en la comunicación directa a la sociedad de información y análisis especializados; no como propuesta política, sino como interpretaciones fundamentadas que contribuyen a elevar la cultura y el conocimiento general sobre diferentes temas». [1]
La hipótesis de partida es que ha comenzado un previsible proceso de evolución hacia nuevas formas de dirigir la sociedad cubana. No se trata de lo que la ciencia política al uso ha llamado «transición» y dado pie a toda una escuela de «transitología», [2] aunque la necesidad de ajustes, transformaciones y cambios dentro de la continuidad pudiera corresponderse al sentido lato de dicha noción. Sin embargo, este concepto está en la actualidad demasiado «cargado», y presupone un «cambio de régimen» y, sobre todo, la entronización de sistemas políticos de lo que Atilio Borón ha llamado «capitalismo democrático» en sociedades previamente gobernadas por regímenes calificados de «autoritarios» o «totalitarios». [3] Cuba no es de este tipo, pues en su caso no coinciden ni el mismo punto de partida ni el mismo de llegada de las «transiciones» más estudiadas.
De lo que se trata es de que, por razones evidentes, Fidel Castro ha dirigido a Cuba de una forma irrepetible. Algunos sectores del liderazgo han insistido, en más de una ocasión, que su ausencia no va a cambiar nada, llegando incluso, en 2002, a incorporar a la Constitución, a tono con ese razonamiento, la idea de la irrevocabilidad del socialismo. Esta es una reacción explicable por la necesidad de enfatizar la continuidad del proyecto como contrapartida a los intentos de revertirlo desde afuera por parte, sobre todo, de los Estados Unidos. Lamentablemente, también puede
usarse para legitimar el inmovilismo y oponerse a toda reforma. No obstante,
como ha argumentado recientemente Atilio Borón, "El absurdo de anatemizar cualquier reforma como una herejía o una traición al socialismo —entendido este como un dogma inalterable no solo en el plano de los principios, lo que está bien, sino también en el de los proyectos históricos, lo que está mal— salta a la vista, porque significaría la consagración de un suicida inmovilismo, la negación de la capacidad de autocorrección de los errores y una renuncia al aprendizaje colectivo, condiciones estas imprescindibles para el permanente perfeccionamiento del socialismo." [4]
A partir de esta prevención, resulta obvio que habrá que introducir cambios en la forma de hacer política, en la manera de gobernar, aun cuando estos cambios obedezcan a una dinámica interna y no a las demandas procedentes del exterior. Como bien ha dicho Raúl Castro, «jamás adoptaremos una decisión, ¡ni la más mínima!, como resultado de la presión o el chantaje, venga de donde venga, de un poderoso país o de un continente entero».[5]
Estos cambios se están produciendo en medio de la continuidad y de la forma que siempre se ha hecho en Cuba, rompiendo esquemas, lo que abre interrogantes acerca de cuál será el probable devenir de la nación cubana en las novísimas circunstancias. Sobre todo fuera de la Isla, se hacen numerosas elucubraciones y conjeturas partiendo de procesos ya conocidos, históricamente cercanos, en apariencia similares. Incluso en la izquierda surgen todo tipo de conjeturas. Pero los cubanos, de nuevo, darán soluciones propias a los desafíos existentes.
Fidel Castro, la Revolución y su lugar histórico
La Revolución cubana, generadora del régimen político que actualmente preside los destinos del país, ha sido un proceso a la vez necesario y original. Su necesidad, en términos históricos, nace de lo que puede definirse como las cuatro grandes aspiraciones nacionales frustradas desde el siglo XIX: soberanía nacional, justicia social, desarrollo económico sustentable y gobierno democrático propio. El triunfo de la Revolución en 1959 fue el resultado de circunstancias específicas internas y no de imposiciones foráneas, como sucedió con el socialismo en Europa oriental, con excepción de la URSS.
El sobresaliente éxito político de Fidel Castro, en sus cuarenta y siete años de gobierno, ha sido precisamente su capacidad de conducir a la nación cubana hacia la consecución de estas cuatro aspiraciones históricas, a pesar de insuficiencias y retrocesos. No todas estas demandas se han alcanzado en la forma y magnitud necesarias, pero la situación de Cuba hoy representa un cambio radical a la existente en 1958, transformación producida en la dirección aspirada por el pueblo y sus vanguardias políticas, a pesar de los obstáculos puestos en su camino, especialmente la permanente hostilidad de los Estados Unidos, un poderoso vecino.
Para ilustrar este punto, vale citar in extenso al profesor Jorge I. Domínguez, de la Universidad de Harvard, difícilmente calificable de partidario del socialismo o del modelo imperante en Cuba: "Honrar honra: frase noble de José Martí que ingresó al vocabulario cultural cubano hace más de un siglo. Honremos, pues, a Fidel Castro mientras observamos el sol poniente de su vida, no solo quienes lo apoyaron, sino también quienes, como yo, no lo hicimos. Él fue el transformador de un pueblo en una nación; quien modernizó decisivamente esa sociedad; quien mejor entendió que los cubanos querían «ser gente», no solo apéndices de los Estados Unidos. Fue él quien comprendió que ese pueblo hipocondríaco requería más médicos y enfermeros por centímetro cuadrado que cualquier otro en la faz de la tierra. Fue él el arquitecto de una política de inversión en capital humano, que convierte a los niños cubanos en los campeones olímpicos de la educación latinoamericana y que, por tanto, permite vislumbrar un mejor futuro para Cuba. Fue el diseñador de una política que permite a los cubanos de todas las características raciales tener acceso a la salud pública, a la educación, a la dignidad que le corresponde a todo ser humano, al derecho a pensar que yo, mis hijos y mis nietos, cualquiera que sea el color de la tez, merecemos el respeto y las mismas oportunidades que los demás. No fue él quien inventó que las mujeres tenían derechos igualitarios en la sociedad, pero sí un promotor de la igualdad de género en el desempeño ciudadano."
Fue el responsable de un gesto que la humanidad agradece: poner en riesgo la sangre de sus soldados por la causa noble de contribuir poderosamente a impedir que el régimen racista del apartheid sudafricano se expandiera sobre Angola. Fue él, igualmente, quien se merece el reconocimiento por contribuir al fin del apartheid en Sudáfrica, a la independencia de Namibia y a defender la independencia de Angola. El día que Fidel muera, las banderas de esos países africanos deberán reflejar duelo nacional." [6]
"Son altamente improbables, si no inverosímiles, las posibilidades de que tanto el pueblo como el liderazgo cubano renuncien, voluntaria y conscientemente, a los logros de estos cincuenta años. No obstante, los sucesores de Fidel Castro en la dirección de la nación enfrentan serios desafíos para lograr la reproducción del sistema sin su presencia esencial. La reversibilidad del proceso revolucionario cubano como resultado de errores internos y no de la presión externa fue dramáticamente expuesta por el propio Fidel Castro en la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005." [7]
Entre las fortalezas del régimen político cubano en su actual estructura está, en primer lugar, su grado de legitimidad interna y externa. La externa viene dada por el conocido activismo internacional cubano y una amplia red de relaciones exteriores que le ha permitido al país encabezar dos veces el Movimiento de Países No Alineados y tejer una cadena de éxitos en la Asamblea General de Naciones Unidas alrededor de una resolución que condena y reclama el fin del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba. Haber neutralizado la política de aislamiento internacional y diplomático de Cuba ha sido uno de los triunfos más importantes de la diplomacia cubana.
La interna, además del reconocimiento mayoritario acerca de lo que se ha dado en llamar «las conquistas de la Revolución», está dada por un entramado institucional que se sustenta en dos puntales básicos: el Partido Comunista de Cuba (PCC) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Resulta un error muy común fuera de Cuba suponer que el PCC está calcado de experiencias similares en los antiguos países socialistas europeos. A pesar de que la dirección del Partido ha cometido errores reconocidos y/o rectificados y de que persisten todavía métodos y estilos de trabajo que tienen la impronta de sus orígenes en el modelo político soviético —como el exceso de centralismo, por ejemplo—, en realidad el liderazgo cubano se ha preocupado por dos aspectos centrales: el carácter de vanguardia de sus militantes que deben ser los primeros en cualquier iniciativa político social, y la lucha contra fenómenos de corrupción en sus filas. La honestidad, la sencillez y el sacrificio propugnados por el pensamiento del Che Guevara han sido, por lo general, paradigmas de comportamiento del comunista cubano y no los privilegios y prebendas de una nomenclatura, como sucedió en el socialismo realmente existente.
Los liderazgos provinciales y municipales del Partido constituyen el más importante eslabón de gobierno en los niveles local y provincial, en estrecha coordinación con los órganos del Poder Popular (Asambleas provinciales y municipales). Aunque, en general, este sistema funciona satisfactoriamente, la contradicción en las provincias y municipios está mucho más presente que en el nivel central, donde el papel hegemónico del PCC se ejerce sin que medie una diferencia entre lo político y lo administrativo. En esos niveles a ningún ciudadano le cabe duda de que el Primer secretario del correspondiente Comité del Partido es la máxima figura administrativa del territorio; incluso ejerce formalmente la presidencia del Consejo de Defensa, máximo órgano de gobierno en caso de desastres naturales o de guerra. A nivel del país, sin embargo, debido a la coincidencia entre los cargos de Presidente/ Vicepresidente con la de Primero/Segundo Secretario del Partido, resulta mucho más claro.
No obstante, y este es un desafío significativo, todavía se está lejos de alcanzar una cultura realmente democrática. Como ha señalado Aurelio Alonso:
"La propuesta leninista de «centralismo democrático», como fórmula de poder proletario, ha terminado por consagrar la vertiente centralista para decidir, y la democrática para apoyar, cuando su mérito consistiría en que toda acción centralizada esté sujeta a lo que democráticamente se decida." [8]
En demasiados dirigentes parece predominar la idea de que el único objetivo de un debate es convencer a los ciudadanos, sea cual sea su posición, de que el curso de acción trazado por las instancias superiores, en un determinado momento, es el verdaderamente revolucionario y que toda crítica o disidencia surge de la confusión ideológica o, peor, de actitudes anti­revolucionarias. «Los intentos temerarios de análisis al margen del discurso oficial son estigmatizados como inmaduros, ingenuos, incautos o simplemente provocadores». [9] Según el discurso político de muchos cuadros de dirección, en la mayoría de las ocasiones los que se atreven a hacerlo «no están suficientemente informados», pero esa información tampoco está disponible porque «divulgarla puede ser de utilidad para el enemigo». También a veces prevalece el paternalista reproche de que aquel o aquella que discrepa o disiente, cae en errores de «ingenuidad».
Por otra parte, en Cuba ha estado ausente una real cultura del debate, del diálogo y la deliberación y ello es particularmente sensible para las jóvenes generaciones, más educadas y cultas. Así lo ha señalado Jesús Arencibia Lorenzo en un artículo aparecido en Alma Mater, órgano de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), al referirse a «siete ladrillos» que entorpecen el camino hacia una deliberación realmente productiva, en función del proyecto nacional: el miedo al riesgo, el síndrome de plaza sitiada, el monopolio de la información, las ambigüedades babélicas, el puritanismo a ultranza, la planificación total y el lenguaje de las tareas. [10]
Finalmente, la necesidad de defender las conquistas de la Revolución de la creciente agresividad del imperialismo y las prácticas de estatalización de la propiedad y centralización del proceso de toma de decisiones llevadas a cabo a lo largo de estos años condujeron a lo que Mayra Espina ha llamado la «hiperestatalización» de la sociedad.
"Todo ello se expresa en hiperestatalización de las relaciones sociales, centralización y verticalismo, paternalismo-autoritarismo, homogenismo distributivo con insuficiente sensibilidad para atender la diversidad de necesidades e intereses heterogéneos (de grupos, territorios, localidades, etc.) y suponen procesos de enajenación por déficit de participación real en la toma de decisiones." [11]
A menudo se percibe una malformación de la relación entre los ciudadanos en general y aquellos funcionarios, igualmente ciudadanos, que ocupan alguna responsabilidad en el aparato del Estado. Estos burócratas se comportan más bien como jefes dando orientaciones sobre lo que se puede o no hacer, y disfrutando de esas prerrogativas, que como personas al servicio del pueblo y subordinadas a este. Ya en 1963 Raúl Roa definió el burocratismo como «una de las peores rémoras del socialismo».[12]
Necesidad del cambio económico y político
En ausencia del poder de convocatoria y de construir consensos de Fidel Castro, crecerá la necesidad de una mentalidad de respeto por el diálogo, el debate y la deliberación, que implique el fortalecimiento de una verdadera y real participación colectiva y deliberativa.
Resulta imposible en este ensayo debatir el tema de los modelos democráticos alternativos. A la tradicional noción de «democracia representativa» típica del capitalismo y de sus instituciones políticas, asociada estrechamente a la idea de «democracia procesal», la mayor parte de la izquierda ha contrapuesto el concepto o noción de «democracia participativa». Añadirle a esta la idea de la deliberación sirve para precisar, todavía más, la norma de que los ciudadanos no solo deben participar en la toma o ejecución de las decisiones políticas, sino contribuir a su elaboración mediante un diálogo racional e informado de las posibles opciones. El concepto de democracia deliberativa ha sido propuesto en la ciencia política contemporánea como una vía de solución al déficit que existe en sociedades capitalistas desarrolladas. Los promotores de esta idea han subrayado que significa, en esencia, "la necesidad de justificar las decisiones tomadas por los ciudadanos y sus representantes. Se espera que ambos justifiquen las leyes que se impondrían. En una democracia los dirigentes deberían por tanto explicar las razones de sus decisiones, y responder a las razones que los ciudadanos expongan como réplica. Pero no todas las cuestiones requieren de la deliberación todo el tiempo. La democracia deliberativa abre espacio para otras formas de toma de decisiones (incluyendo negociaciones y acuerdos entre grupos, y operaciones secretas ordenadas por ejecutivos), siempre y cuando estas formas, en sí mismas, estén justificadas en algún momento por un proceso deliberativo. Su característica primera y más importante, por tanto, es el requisito de que se den razones."[13]
Respecto al otro pilar institucional del sistema, las FAR, junto con su importante institución hermana, el Ministerio del Interior —integrado en sus orígenes al Ejército Rebelde, antecesor de las FAR—, constituyen la más eficaz y prestigiosa de las instituciones creadas por el liderazgo histórico del país. Su origen popular, su constante vínculo con los problemas de la población, su histórica contribución a la defensa del país y a la liberación de otros pueblos, y su pragmatismo económico, demostrado por la introducción del «perfeccionamiento empresarial» en sus industrias, hacen que goce de una confianza significativa en amplios sectores de la sociedad. La alta oficialidad de los servicios armados acumula una tradición de heroicidad, pragmatismo, solvencia y profesionalismo poco usuales en América Latina y el Caribe, y en el mundo.
La cohesión de estas dos instituciones (Partido y Fuerzas Armadas), que es necesario alimentar constantemente, estará mediada por las tendencias prevalecientes en otros significativos liderazgos en la sociedad cubana. Por un lado, está el notorio sector empresarial, en parte salido de los altos oficiales de las FAR, pero también de una joven generación de economistas y administradores. Es presumible que en este sector haya voluntad de mantener el consenso, pero en ella se observan demandas por una flexibilización de la política económica, que también está presente entre los altos militares, aunque por distintas razones. Entre aquellos, por un problema de eficacia administrativa; entre estos, además, por la necesidad de mantener la estabilidad social. No se trata de establecer una economía de mercado, sino de adoptar iniciativas que les den más autonomía a las administraciones, como se enuncia en el perfeccionamiento empresarial iniciado en el sector industrial militar, cuyo fin último es estimular la producción y desarrollar las fuerzas productivas. También tiene que ver con la apertura de espacios mayores a la iniciativa individual ya abiertos durante las reformas que sacaron al país del período especial a mediados de la década de los 90. Estas demandas han sido expuestas en varios análisis recientes de economistas cubanos. [14]
Cuba se encuentra en una encrucijada en la cual habrá que introducir cambios dentro de la continuidad. Esos cambios ya han comenzado y se han reflejado en medidas y pronunciamientos del nuevo gobierno encabezado por Raúl Castro. Ello significará, inevitablemente, una transformación de la sociedad cubana, tanto en lo económico como en lo político.
Tradicionalmente, la juventud, sobre todo la estudiantil, ha tenido un rol protagónico en la política cubana. Casi todos los altos dirigentes del país han pasado por sus filas y han tenido su primera escuela de participación pública en la Federación Estudiantil Universitaria. [15] Esta organización y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) han constituido, en los últimos años, dos de los puntales de los principales programas sociales promovidos por Fidel Castro. Su papel en el período de transformación en curso, a pesar de las crecientes demandas de un protagonismo mayor, tendrá que tener en cuenta la política que los otros liderazgos articularán. Las dificultades de este proceso no son ignoradas por los distintos sujetos sociales, como apuntó Carlos Lage Codorníu, ex presidente de la FEU, en un simposio publicado por la revista Temas: «No se trata de incomunicación, pero sí hay muchas ideas nuevas que todavía necesitan poder expresarse». [16]
Las organizaciones que responden a la clase obrera y el campesinado tenderán a buscar nuevas posiciones en la estructura. Es previsible que bajo Raúl Castro se les dé un mayor protagonismo, precisamente por la necesidad de articular un nuevo consenso nacional. Tal es el caso del recién comenzado proceso de otorgamiento de tierras en usufructo con vistas a aumentar la producción alimentaria, en el cual la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) ha venido desempeñando un relevante papel. Por otra parte, una demostración de la creciente presencia de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) fue la deliberación nacional sobre la nueva Ley de Seguridad Social que se extendió a todo lo largo de 2008 antes de ser aprobada por la Asamblea Nacional. [17] Aunque no cabe duda de que este proceso dio oportunidad a un amplio debate, la manera unánime en que el Parlamento la adoptó no fue un reflejo real de las divergentes opiniones existentes.
Finalmente, la intelectualidad cubana, recientemente conmovida por el recuerdo del «quinquenio gris», en la primera mitad de la década de los 70 —etapa en que se copió la política cultural de la URSS—, buscará mayores niveles de autonomía y libertad, al tiempo que defenderá su compromiso con los objetivos centrales de la sociedad cubana. Ello se puso de manifiesto en el último congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), que fue una propuesta significativa de democracia deliberativa y de apertura de espacios de diálogo y debate públicos.
Los desafíos económicos
El desafío interno más importante que enfrentará el liderazgo encabezado por Raúl Castro será el de resolver la creciente demanda de que el salario y los ingresos legales de todos los cubanos tengan el valor necesario para resolver sus necesidades cotidianas; exigencia que muchas veces se expresa a través de la crítica al sistema de doble moneda. Desde 1989, se han quebrado dos equilibrios significativos promovidos por el gobierno. Uno, entre los ingresos de la población y los precios de las mercancías de primera necesidad, en unos casos racionadas por la «libreta de abastecimientos», y en otros subsidiados por el presupuesto del Estado. El otro equilibrio desarticulado desde el Período especial fue el que había entre los distintos sectores de la población. Aunque Cuba abandonó sus políticas igualitaristas a fines de la década de los años 70 y principios de los 80, persistió una saludable tendencia a no permitir desigualdades excesivas. Debido a las reformas introducidas a partir de 1993-1994, se produjeron inequidades que se hacen más irritantes debido al cisma entre salario y poder adquisitivo, y al negativo fenómeno de que muchas de esas desigualdades son resultado de prácticas ilegales y corruptas.
La mayor parte de los cubanos aspira a mantener los actuales niveles de seguridad social, pero quisiera ver que se aplicara la fórmula de Marx: «de cada cual según su capacidad y a cada cual según su trabajo». Este precepto no se cumple hoy. Aunque resulta muy difícil diagnosticar con exactitud cuál es el consenso nacional sobre el tema, podría afirmarse que manteniendo una economía esencialmente socialista, los habitantes de la Isla quisieran ver mayores posibilidades de prosperidad incluso pasando más sectores a la iniciativa individual y ampliando los existentes. Ello, por cierto, no es nada nuevo. Ya en 1973, en su discurso con motivo del XX Aniversario del 26 de julio, Fidel Castro, después de señalar la necesidad de «rectificar valientemente» los «errores de idealismos que hayamos cometido en el manejo de la economía», recalcó que el comunismo «solo puede ser fruto de la educación comunista de las nuevas generaciones y del desarrollo de las fuerzas productivas», para insistir rotundamente:
"Estamos en la fase socialista de la Revolución en que, por imperativo de las realidades materiales y del nivel de cultura y conciencia de una sociedad recién emergida de la sociedad capitalista, la forma de distribución que le corresponde es la planteada por Marx en Crítica del programa de Gotha: ¡de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo!." [18]
En su discurso por el 26 de julio, en 2008, el presidente Raúl Castro calificó esta intervención leída por Fidel de «medular», y afirmó: «Ese discurso, además de un sólido análisis del pasado y el presente de entonces, constituye una certera y precisa valoración de las duras realidades que deparaba el futuro y las vías de enfrentarlas». [19]
La situación ha llevado a muchos cubanos a complementar sus ingresos en el llamado «sector informal», con actividades de distintos grados de ilegalidad, muchas veces determinadas, vale decirlo, por prohibiciones irracionales y decisiones burocráticas. El liderazgo cubano ha comprendido acertadamente que este fenómeno es el más perjudicial para la sustentabilidad del proyecto, como reconoció el propio Fidel Castro en el citado discurso en la Universidad. Sin embargo, a pesar de algunos aumentos salariales y otras medidas, existe la impresión de que las respuestas gubernamentales son insuficientes.
Esta debilidad se agudiza con varios factores recientes. Entre 2006 y 2008 se anunciaron tasas de crecimiento del PIB que superaban el 10%, lo que creó expectativas mayores, aún sin satisfacer, acerca de la prosperidad personal de cada ciudadano. [20] Los principales aliados estratégicos de Cuba en esta etapa —China, Venezuela y Viet Nam— siguen, por vías y en condiciones distintas, políticas económicas que dejan más margen a la iniciativa individual para lograr el bienestar personal. Los desastres naturales y la crisis económica mundial de finales de 2008 han agudizado la insatisfacción general.
En resumen, para entender la necesidad de enfrentar exitosamente la corrupción y las ilegalidades, y en general para preservar la Revolución, conviene recordar una de esas frases premonitorias de José Martí: «Ser bueno es el único modo de ser dichoso. Ser culto es el único modo de ser libre. Pero, en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno» [21]
Lo acaecido en los años que median desde la enfermedad y convalecencia de Fidel Castro demuestra que se están produciendo cambios importantes en la forma de hacer política y en la búsqueda de soluciones a los desafíos apuntados. No se trata solamente de que Raúl Castro prefiera enfatizar el liderazgo colectivo, y evite el alto nivel de protagonismo público y discursivo de Fidel Castro, sino que ha venido definiendo e impulsando una serie de políticas que van al corazón mismo de los problemas que enfrenta el país.
La forma en que la transferencia de poderes se produjo, en la que Raúl Castro ha marcado su propio estilo y prioridades, indican que entre Fidel Castro y él existe una total identidad dentro de la diversidad. Se puede conjeturar que hay un reconocimiento y aceptación mutua de sus respectivos roles. Mientras que el primero fue el visionario que fundó y trazó las líneas generales de desarrollo de una Cuba independiente y soberana, el segundo ha sido el guardián que ha cumplido fielmente su papel de «protector de la retaguardia», como él mismo ha dicho. Al propio tiempo, al saber retirarse y dejar que su sucesor tome las medidas necesarias según su propio talante, estilo y orientaciones, Fidel Castro ha garantizado dos cosas: la continuidad del proyecto en las nuevas condiciones, y el éxito de su sucesor en ser lo que tiene que ser, la figura que facilitará la transformación de la forma de hacer política y gobernar en Cuba.
La celebración de una conferencia del Partido en el futuro próximo, vista la imposibilidad de efectuar el VI Congreso, debe encaminarse a la definición y consolidación de algunos de los cambios económicos y políticos que garantizarán el proceso de transición dentro de la continuidad, hacia formas más acabadas y exitosas de estructuración de la sociedad, delineadas en los principales pronunciamientos de Raúl Castro desde que asumió la máxima investidura gubernamental; pero sujetas al propio proceso de deliberación que se ha convocado. El propio Presidente ha afirmado que es necesario «meditar colectivamente acerca de las experiencias de estos años de Revolución en el poder» y «conformar, con proyección de futuro, la política del Partido en los diferentes ámbitos de nuestra sociedad». [22]
En estos discursos e intervenciones realizados por Raúl Castro emerge con suma nitidez la prioridad dada al principal desafío económico, que a la vez se torna en político: la mejora del nivel de vida de la población mediante el incremento de la producción y los servicios.
Durante 2008, después de ser electo Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, reafirmó los siguientes conceptos en dos pronunciamientos clave, el discurso de toma de posesión, el 24 de febrero, y el pronunciado durante la I Sesión de la VII Legislatura, el 11 de julio:
"Reitero que el país tendrá como prioridad satisfacer las necesidades básicas de la población, tanto materiales como espirituales, partiendo del fortalecimiento sostenido de la economía nacional y de su base productiva, sin lo cual, repito una vez más, sería imposible el desarrollo. [...] Constituye hoy un objetivo estratégico avanzar de manera coherente, sólida y bien pensada, hasta lograr que el salario recupere su papel y el nivel de vida de cada cual esté en relación directa con los ingresos que recibe legalmente, es decir, con la importancia y cantidad del trabajo que aporte a la sociedad." [23]
"Que el trabajador se sienta dueño de los medios de producción, no depende solo de explicaciones teóricas —en eso llevamos como cuarenta y ocho años— ni de que su opinión se tenga en cuenta en la actividad laboral. Es muy importante que sus ingresos se correspondan con el aporte personal y el cumplimiento por el centro de trabajo del objeto social para el que se constituyó, es decir, alcanzar la producción o la oferta de servicios que tiene establecido. [...] Socialismo significa justicia social e igualdad, pero igualdad de derechos, de oportunidades, no de ingresos. Igualdad no es igualitarismo. Éste, en última instancia, es también una forma de explotación: la del buen trabajador por el que no lo es, o peor aún por el vago." [24]
La consecución de estos objetivos cardinales implica desafíos en el centro de los cuales se encuentran debates de capital importancia para el futuro del modelo socialista cubano. El 28 de diciembre de 2007, al referirse al necesario aumento de la producción agropecuaria, el Presidente enfatizó: "Se ha avanzado en los estudios y continuará actuándose con toda la rapidez que permitan las circunstancias, para que la tierra y los recursos estén en manos de quienes sean capaces de producir con eficiencia, se sientan apoyados, reconocidos socialmente y reciban la retribución material que merecen" [25]
Anteriormente, en su primer gran discurso de 2007 —el 26 de julio, en Camagüey—, al hacer alusión al imprescindible incremento de los resultados económicos en la agricultura, afirmó: «Para lograr este objetivo habrá que introducir los cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios.» El tema central de esas palabras fue el de «trabajar con sentido crítico y creador, sin anquilosamiento ni esquematismos», para lo cual resultaba necesario «cuestionarnos cuanta cosa hacemos, en busca de realizarla cada vez mejor, de transformar concepciones y métodos que fueron los apropiados en su momento, pero han sido ya superados por la propia vida». [26] Estas ideas se han materializado, en primer lugar, en el sector agropecuario; pero se ha abierto la esperanza de que se apliquen a otros sectores productivos y de servicios.
Finalmente, quiérase o no, tienen la implicación de plantearse qué relevancia tiene para el futuro del proceso cubano el modelo de desarrollo adoptado por la dirección del Partido Comunista Chino, teniendo en cuenta las críticas que se le hacen desde la izquierda, pero también los evidentes resultados en materia de desarrollo económico y mejora generalizada del nivel de vida de ese pueblo. El 17 de noviembre de 2008, el periódico Granma publicó un artículo bajo el título «China sigue demostrando la validez del socialismo», en el que se recalcaron los éxitos económicos de ese país y se citaron palabras de Fidel Castro: «China se ha convertido objetivamente en la más prometedora esperanza y el mejor ejemplo para todos los países del Tercer mundo». [27]
Sin duda, en materia de territorio, población, envergadura económico-social, tradiciones históricas e identidad cultural, las diferencias entre Cuba y China son tan grandes como para imposibilitar la copia mimética del modelo de desarrollo del gigante asiático. No obstante, para lograr las metas propuestas, varios aspectos del proceso de reformas implantado en China tienen vigencia para Cuba. En primer lugar, la priorización del desarrollo de las fuerzas productivas para alcanzar los propósitos socialistas. En segundo lugar, la adopción del principio de que el socialismo se construye sobre la base de las características específicas de cada país. En tercer lugar el énfasis en los resultados como criterio para definir la política económica a partir de la famosa frase confuciana de Deng Xiaoping: «Da igual que el gato sea blanco o sea negro, lo que importa es que cace ratones». En cuarto lugar, el reconocimiento y utilización de las relaciones monetario-mercantiles mediante la fórmula de «economía de mercado socialista». Y finalmente, la permanente revisión de las vías y formas adoptadas, a fin de hacer los ajustes imprescindibles, como derivación de los cambios en los contextos sociales y de las consecuencias no buscadas que inevitablemente todo curso de acción conlleva. [28]
Aplicando estos principios prácticos, el liderazgo chino ha logrado sacar de la pobreza a unos 300-200 millones de personas y crear una clase media estimada en unos 180-200 millones, en un plazo relativamente breve, lo que le da al país una estabilidad social significativa. Es cierto que estos logros no han estado exentos de elementos negativos, pero debe reconocerse, en primer lugar, que no hay sociedad perfecta y, en segundo, que los dirigentes del Partido Comunista Chino son los primeros en reconocer estas dificultades. Debido a que siguen el principio de que todo debe ser revisado una y otra vez, como propone Raúl Castro, el liderazgo del país asiático está en condiciones de introducir, en todo momento, las políticas rectificadoras que se requieran. Otro elemento importante de las definiciones de política económica que la dirección cubana ha tomado tentativamente a través de los principales planteamientos de Raúl Castro, es la relacionada con el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba. Denunciando los objetivos y el carácter pernicioso y agresivo de esta política, el Presidente afirmó, en julio de 2007:
"Es preciso sumar a todos a la batalla cotidiana contra los errores propios que agravan las dificultades objetivas derivadas de causas externas, en especial las provocadas por el bloqueo económico de los Estados Unidos, que constituye realmente una implacable guerra contra nuestro pueblo y la actual administración de ese país ha puesto particular encono en encontrar la más mínima vía de hacernos daño." [29]
En febrero de 2008 perfiló esta idea en los siguientes términos:
"Somos conscientes de los enormes esfuerzos que requiere fortalecer la economía, premisa imprescindible para avanzar en cualquier otro ámbito de la sociedad, frente a la verdadera guerra que libra el gobierno de los Estados Unidos contra nuestro país. La intención es la misma desde el triunfo de la Revolución: hacer sufrir todo lo posible a nuestro pueblo hasta que desista de la decisión de ser libre. Es una realidad que lejos de amilanarnos debe seguir haciendo crecer nuestra fuerza. En lugar de utilizarla como excusa ante los errores, debe ser acicate para producir más y brindar mejor servicio, para esforzarnos por encontrar los mecanismos y vías que permitan eliminar cualquier traba al desarrollo de las fuerzas productivas y explotar las importantes potencialidades que representan el ahorro y la correcta organización del trabajo". [30]
Además de abarcar un elemento central para lograr el desarrollo económico de Cuba, la noción de que este se puede alcanzar en condiciones del más crudo bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contiene en sí el germen de lo que se pudiera llamar el logro de la invulnerabilidad económica. Ello tiene particular importancia cuando observamos los cambios ocurridos en ese país vecino, debilitado por una crisis a la vez económica, diplomática, política y militar, y con la llegada al gobierno del presidente Barack Obama. Poder afirmar que el bloqueo, aunque dañino, no puede obstaculizar la prosperidad del país, en su conjunto, y de sus ciudadanos, individualmente, le arrebataría a cualquier administración en Washington lo que siempre se ha considerado como un instrumento fundamental de presión y una carta negociadora medular.
Los desafíos políticos
En el plano político, lo que ha caracterizado los principales pronunciamientos del presidente Raúl Castro es un constante llamado a la profundización de la democracia y del diálogo, el debate y la deliberación como instrumento insustituible para la creación del consenso.
"No hay por qué temer a las discrepancias en una sociedad como la nuestra, en que por su esencia no existen contradicciones antagónicas, porque no lo son las clases sociales que la forman. Del intercambio profundo de opiniones divergentes salen las mejores soluciones, si es encauzado por propósitos sanos y el criterio se ejerce con responsabilidad." [31] En su concepción, ni siquiera el que los planteamientos de algún ciudadano sean manipulados por la maquinaria de propaganda del imperialismo debía ser óbice para que fueran considerados:
"No vamos a dejar de escuchar la opinión honesta de cada cual, que tan útil y necesaria resulta, por la algarabía que se arma, a veces bastante ridícula, cada vez que un ciudadano de nuestro país dice algo a lo que esos mismos promotores del espectáculo no harían el menor caso, si lo escucharan en otro lugar del planeta." [32]
De esta forma, invitó a todos los ciudadanos a discutir incluso el tema del socialismo y las vías y formas de construirlo. En febrero de 2008 recordó que en el discurso en la Universidad Fidel se había hecho la autocrítica siguiente: «Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo». [33] Más adelante, en diciembre, volvió sobre el tema ante los diputados de la ANPP en los siguientes términos:
"¿Estamos haciendo el socialismo? Porque a fuer de sincero, también digo que, además de estos problemas que estamos analizando de la nueva Ley de Seguridad Social, se trabaja poco, se trabaja menos. Esa es una realidad que ustedes la pueden comprobar en cualquier rincón del país. Perdonen la crudeza de mis palabras, no es obligatorio estar de acuerdo con ellas. Les transmito estas ideas en primer lugar para incitarlos a pensar, no solo a ustedes, compañeras y compañeros diputados, sino a todos los compatriotas, a todo el país. Algunas son valoraciones personales que no deben interpretarse como inmutables. Son asuntos que estamos en el deber de estudiar y debatir con profundidad de manera objetiva, única forma de continuar aproximándonos a las fórmulas más convenientes para seguir adelante con la Revolución y el socialismo." [34]
Esta invitación a discrepar y disentir, incluso de sus propios planteamientos, la reiteró al referirse a los criterios controversiales levantados por el anteproyecto de Ley sobre Seguridad Social:
"El proceso de estudio y consulta con todos los trabajadores, que comenzará el próximo mes de septiembre, previo a la aprobación de la Ley por la Asamblea Nacional en diciembre, servirá para esclarecer todas las dudas y brindará la oportunidad de expresar cualquier criterio. Todos serán escuchados con atención, coincidan o no con la opinión de la mayoría, tal como se ha venido haciendo con los planteamientos derivados del proceso de reflexión sobre el discurso del pasado 26 de julio. No aspiramos a la unanimidad, que suele resultar ficticia, en este o en cualquier otro tema." [35]
En su reflexión sobre la necesidad de procesos cada vez más democráticos durante su toma de posesión como presidente, no excluyó al Partido: "Y añadí que si el pueblo está firmemente cohesionado en torno a un único partido, este tiene que ser más democrático que ningún otro, y con él la sociedad en su conjunto, que desde luego, como toda obra humana, se puede perfeccionar, pero sin dudas es justa y en ella todos tienen oportunidad de expresar sus criterios, y más importante aún, de trabajar para hacer realidad lo que en cada caso acordemos." [36]
Poco antes, en diciembre de 2007, al resumir las conclusiones del proceso de deliberación nacional alrededor de su discurso del 26 de julio de ese año, había enfatizado la necesidad de que todo dirigente partidista o de gobierno estimulara el más amplio debate y deliberación entre sus subordinados:
"Este proceso ratifica algo fundamental: quien ocupa un cargo de dirección debe saber escuchar y crear el ambiente propicio para que los demás se expresen con absoluta libertad. Es algo que debe incorporarse de manera definitiva al estilo de trabajo de cada dirigente, junto a la orientación, la crítica o la medida disciplinaria oportuna. Nuestro pueblo recibe información por muchas vías y se trabaja para perfeccionarlas y eliminar la nociva tendencia al triunfalismo y la complacencia, por garantizar que cada compañero con determinada responsabilidad política o administrativa informe de manera sistemática sobre lo que le compete con realismo, de forma diáfana, crítica y autocrítica." [37]
Otro tema que surge actualmente con fuerza en los discursos e intervenciones de Raúl Castro es el de la institucionalización. Este es un asunto de particular importancia debido al malestar acumulado con los efectos del burocratismo, la ineficiencia y los casos de corrupción. Como lo han demostrado las destituciones de dirigentes del primer nivel en marzo de 2009, la excesiva discrecionalidad de cuadros y dirigentes en un entorno de instituciones debilitadas, es caldo de cultivo para la práctica del tráfico de influencias y la doble moral. Fortalecer la institucionalidad es una tarea prioritaria en el contexto actual.
En tal sentido, al tomar posesión, el Presidente solicitó y obtuvo de la Asamblea Nacional la autorización para modificar la estructura del gobierno:
"Hoy se requiere una estructura más compacta y funcional, con menor número de organismos de la administración central del Estado y una mejor distribución de las funciones que cumplen. En resumen, tenemos que hacer más eficiente la gestión de nuestro gobierno [...] La institucionalidad, repito el término: la institucionalidad, es importante sustento de ese decisivo propósito y uno de los pilares de la invulnerabilidad de la Revolución en el terreno político, por lo que debemos trabajar en su constante perfeccionamiento." [38]
Estos planteamientos sobre la importancia de las instituciones y su eficacia, que no puede separarse de su legitimidad, se contraponen a un criterio bastante generalizado de que la mejor manera de luchar contra la burocracia es la subversión de las instituciones y su sustitución por mecanismos informarles de toma y puesta en práctica de decisiones. La realidad es que minar las instituciones conduce inevitablemente a la pérdida de legitimidad del sistema en su conjunto. De ahí que la política acertada sea la de obligar a los que dirigen y forman parte de instituciones a comportarse dentro de la legalidad y asumir una actitud de responsabilidad democrática sujetos al control social de subordinados y ciudadanos. Ningún sistema de supervisión vertical de arriba para abajo puede ser más eficaz que el control popular.
Un elemento que no ha sido tocado suficientemente y de manera pública, aunque se ha debatido en foros más privados y semi-públicos, es el del papel de las ciencias sociales en la coyuntura actual. En el clima de llamado al diálogo que ha caracterizado el discurso del presidente cubano, estimular cada vez mayores y mejores estudios empíricos de la realidad social, y compulsar a los científicos sociales cubanos —cuyo compromiso y prestigio es conocido— a que participen en la consulta popular desde sus profesiones y especialidades es una necesidad del momento. Dos iniciativas parecerían decisivas: llevar adelante una conferencia nacional de ciencias sociales y darle vía libre a la constitución de asociaciones nacionales de sociólogos y politólogos, como ya sucede con otras ramas de la ciencia y con economistas e historiadores. Por otra parte, se requiere el estímulo de una ciencia social con «autonomía comprometida» a la que se le facilite el desarrollo de su labor orgánica.
Un importante papel debería tener la prensa escrita y los medios en general. Las deficiencias de los medios han sido criticadas reiteradamente, pero se ha logrado muy poco avance. Por ejemplo, Cuba debe ser de los pocos países en donde brillan por su escasa presencia páginas cotidianas de opinión. Vivimos en un mundo en el que el uso de medios informáticos y digitales a través de la red son cada vez más prevalecientes y útiles. Resulta imposible concebir una sociedad próspera y en desarrollo en la que estos medios no desempeñen los papeles necesarios como trasmisores de información y propiciadores del diálogo, el debate y la deliberación. El derecho a acceso a Internet se va convirtiendo poco a poco en un lugar común. En Cuba, este reconocimiento es insuficiente. Aunque inciden dificultades técnicas, la realidad es que no hay una política de estímulo al uso de las técnicas de información computarizada en toda la vida social, como resulta necesario. A pesar de los Joven Clubs y la Universidad de las Ciencias Informáticas, los controles aún existentes sobre el uso de Internet resultan extemporáneos y perjudiciales.
A manera de conclusión
Cuba se encuentra en una encrucijada en la cual habrá que introducir cambios dentro de la continuidad. Esos cambios ya han comenzado y se han reflejado en medidas y pronunciamientos del nuevo gobierno encabezado por Raúl Castro. Ello significará, inevitablemente, una transformación de la sociedad cubana, tanto en lo económico como en lo político. La Conferencia del Partido estará obligada a dar respuesta al conjunto de problemas apuntados y a otros más. No se trata de negar los logros alcanzados bajo la dirección de Fidel Castro, sino de hacer los ajustes y transformaciones necesarias. Ello obliga a utilizar los distintos espacios disponibles y crear los necesarios para darles respuesta a las siguientes preguntas:
1. ¿Cuáles son las bases para la edificación de una sociedad justa que responda a los ideales socialistas? Habrá que resolver las contradicciones entre las distintas formas de propiedad; entre la centralización y la descentralización; entre los estímulos morales y los materiales; entre el desarrollo de las fuerzas productivas y el de la conciencia revolucionaria. Lo que ha demostrado la historia de Cuba, y la de otros modelos, es que la hipercentralización, la subestimación de las leyes del mercado, el inadecuado manejo de la relación entre las distintas formas de estímulo y el menosprecio de la eficiencia y desarrollo de las fuerzas productivas conducen a callejones sin salida y no propician la formación del hombre nuevo. Si bien hay peligros evidentes en el uso irrestricto de los mecanismos de mercado, ignorar la necesidad de progreso y prosperidad de los ciudadanos colectiva e individualmente no es la solución al problema. Como dijera Martí: «Pero, en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno».
2. ¿Cómo fortalecer y perfeccionar la democracia? La sociedad cubana necesita de un fortalecimiento y desarrollo de las formas democráticas que ha creado. La ausencia de Fidel requiere de la búsqueda de nuevas vías para crear consensos. Introducir el concepto de democracia deliberativa, unido a una noción perfeccionada de la participación, a través de las cuales dirigentes y cuadros sean no solo responsables ante sus dirigidos sino que se vean obligados a discutir las razones de sus decisiones, hará más real y eficaz la aportación de los ciudadanos a la toma de decisiones, siempre de una manera informada y razonada. Ese es el camino que llevará a que se superen algunas de las deficiencias actuales del sistema. Pero esto requiere mayor y mejor información a la ciudadanía y la creación y fomento de espacios públicos necesarios al diálogo, el debate y la deliberación.
1. Julio Carranza, «El compromiso de la ciencia y la ciencia del compromiso», Temas, n. 53, La Habana, enero-marzo de 2008, p. 147.
2. Michel Dobry, «Las vías inciertas de la transitología», Temas, n. 50-51, La Habana, abril-septiembre de 2007, p. 23.
3. Atilio Borón, Tras el buho de Minerva: mercado contra democracia en el capitalismo de fin de siglo, Fondo de Cultura Económica, México, DF, 2000, pp. 135-211.
4. Atilio Borón, Socialismo siglo XXI:¿hay vida después delneoliberalismo?, Ediciones Luxemburg, Buenos Aires, 2008, p. 117.
5. Raúl Castro Ruz, «Socialismo significa justicia social e igualdad, pero igualdad no es igualitarismo», Discurso pronunciado en la primera sesión ordinaria de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, La Habana, 11 de julio de 2008, disponible en www.cuba.cu/gobierno/rauldiscursos/index2.html.
6. Jorge I. Domínguez, «El comienzo de un fin», Foreign Affairs en Español, v. 6, n. 4, México, DF, octubre-diciembre de 2006, pp. 129-135.
7. Fidel Castro Ruz, «Discurso en acto por el LX aniversario de su ingreso a la Universidad de La Habana», en Julio César Guanche, comp., En el borde de todo: el hoy y el mañana de la Revolución en Cuba, Ocean Sur, Bogotá, 2007.
8. Aurelio Alonso, «Continuidad y transición: Cuba en el 2007», Le Monde Diplomatique, Bogotá, abril de 2007.
9. Debo esta frase a Julio Fernández y está tomada de un documento de reflexión preparado para un debate promovido por Julio César Guanche en el seminario «Por una cultura revolucionaria de la política», La Habana, noviembre de 2007.
10. Jesús Arencibia Lorenzo, «Debates en la beca: el ensueño y los ladrillos», Alma Mater, n. 453, La Habana, agosto de 2007.
11. Mayra Espina, «Mirar a Cuba hoy: cuatro supuestos para la observación y seis problemas-nudos», Temas, n. 56, La Habana, octubre-diciembre de 2008, p. 136.
12. Raúl Roa García, Retorno a la alborada, t. 2, Universidad Central de las Villas, Santa Clara, 1964, p. 590.
13. Amy Gutmann y Dennis Thompson, Why Deliberative Democracy?, Princeton University Press, Princeton y Oxford, 2004, p. 3.
14. Pedro Monreal, «El problema económico de Cuba», Espacio Laical, n. 28, La Habana, abril de 2008; Jorge Mario Sánchez Egozcue y Juan Triana Cordoví, «Un panorama actual de la economía cubana, las transformaciones en curso y sus retos perspectivos», Documento de trabajo n. 31, 26 de junio de 2008, Real Instituto Elcano de Estudios Estratégicos e Internacionales, Madrid, 2008; y Omar Everleny Pérez Villanueva, «La economía en Cuba: un balance necesario y algunas propuestas de cambio», Nueva Sociedad, n. 216, Caracas, julio-agosto de 2008.
15. Lamentablemente, en muchos casos se han producido promociones aceleradas desde la alta dirección de la FEU a las principales instancias partidistas y gubernamentales del país, en lo que el propio Raúl Castro ha llamado la creación de «dirigentes de probeta».
16. Rafael Hernández y Daybel Pañellas, «Sobre la transición socialista en Cuba: un simposio», Temas, n. 50-51, La Habana, abril-septiembre de 2007, p. 160.
17. Salvador Valdés Mesa, «Las asambleas mostraron, una vez más, el apoyo de la clase obrera a la Revolución y a su dirección», Intervención del Secretario general de la CTC en la Asamblea Nacional, 27 de diciembre de 2008, Granma, La Habana, 29 de diciembre de 2008.
18. Fidel Castro Ruz, «Discurso en el acto central por el XX aniversario del asalto al cuartel Moncada», Santiago de Cuba, 26 de julio de 1973, disponible en www.cuba.cu/gobierno/discursos.
19. Raúl Castro Ruz, «Nuestra batalla de hoy es la misma iniciada el 26 de julio de 1953», Discurso en el acto central por el LV aniversario del asalto al cuartel Moncada, Santiago de Cuba, 26 de julio de 2008, disponible en
20. A la altura de 2009, la economía cubana ha sido sacudida por huracanes, aumentos de precios de los alimentos, baja en los de los rubros de exportación y crisis económica global, entre otros factores. La situación se hace sumamente difícil, como han explicado, desde distintos ángulos, dos trabajos recientes: Pavel Vidal Alejandro, «El PIB cubano en 2009 y la crisis global», IPS-Economics Press Service, n. 9, La Habana, 15 de mayo de 2009; y Carmelo Mesa-Lago, «La paradoja económica cubana», El País Digital, Madrid, 12 de julio de 2009.
21. José Martí, «Maestros ambulantes» (La América, Nueva York, mayo de
1884), Obras Completas, v. 8, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana,
1991, p. 289. (El énfasis es mío. C.A.)
22. Raúl Castro Ruz, «Intervención en el VI Pleno del PCC», La Habana, 28 de abril de 2008, disponible en www.cuba.cu/gobierno/ rauldiscursos/index2.html.
23. Raúl Castro Ruz, «Discurso en la sesión constitutiva de la VIILegislatura de la ANPP», La Habana, 24 de febrero de 2008, disponible en www.cuba.cu/gobierno/rauldiscursos/index2.html.
24. Raúl Castro Ruz, «Socialismo significa...», ob. cit.
25. Raúl Castro Ruz, «¡Y a trabajar duro!», Intervención ante la ANPP, 28 de diciembre de 2007, Granma, La Habana, 29 de diciembre de 2007. (El énfasis es mío. C. A.)
26. Raúl Castro Ruz, «Trabajar con sentido crítico, creador, sin anquilosamientos ni esquematismos», Discurso en el acto central por el LIV aniversario del asalto al Cuartel Moncada, Camagüey, 26 de julio de 2007, Granma, La Habana, 27 de julio de 2007.
27. Oscar Sánchez Serra, «China sigue demostrando la validez del socialismo», Granma, La Habana, 17 de noviembre de 2008.
28. Véase Julio A. Díaz Vázquez y Eduardo Regalado Florido, China: el despertar del Dragón, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2007.
29. Raúl Castro Ruz, «Trabajar con sentido crítico...», ob. cit.
30. Raúl Castro Ruz, «Discurso en la sesión constitutiva...», ob. cit. (El énfasis es mío. C. A.)
31. Ibídem. (El énfasis es mío. C. A.)
32. Raúl Castro Ruz, «¡Y a trabajar duro!», ob. cit.
33. Citado por Raúl Castro Ruz, «Discurso en la sesión constitutiva...», ob. cit.
34. Raúl Castro Ruz, «¡Y a trabajar duro!», ob. cit. (El énfasis es mío. C. A.)
35. Raúl Castro Ruz, «Trabajar con sentido crítico...», ob. cit. (El énfasis es mío. C. A.)
36. Raúl Castro Ruz, «Discurso en la sesión constitutiva...», ob. cit. (El énfasis es mío. C. A.)
37. Raúl Castro Ruz, «¡Y a trabajar duro!», ob. cit. (El énfasis es mío. C. A.)
38. Raúl Castro Ruz, «Discurso en la sesión constitutiva...», ob. cit. (El énfasis es mío. C. A.) SSKOáviS, 2009
*Mención en Premio Temas de Ensayo 2008, en la modalidad de Ciencias sociales.
Fuente de este ensayo: Revista Temas, Octubre-Diciembre 2009, pp. 37-47.

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