sábado, 19 de febrero de 2011

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Aquí
La Paz (Bolivia), nueva etapa, 19 de febrero de 2011   Año I   No. 15
Afiliado a la Federación Latinoamericana de Periodistas, Felap
Editores: Remberto Cárdenas Morales y Yuri Aguilar Dávalos
Índice
editorial
Revés político de trabajadores contra el gobierno por subida de precios
De sábado a sábado (141)
Se descree en el reiterado perdón que pide el Vicepresidente
Remberto Cárdenas Morales
A rajatabla
¿Habrá cambios con los nuevos ministros?
Yuri Aguilar Dávalos
de nuestra tierra
Evo: EE.UU. viola la soberanía de Argentina
Agencia Boliviana de Información

Ministro de Comunicación: No se cambiará la Ley de Imprenta

Diario La Razón
Gobierno no tiene interés en aprobar ley de medios

Vicepresidente: El Movimiento Sin Miedo busca sacar a los indios del poder

Diario la Razón, La Paz
La descolonización avanza en Bolivia
Diario Cambio
Piden reconducir la revolución boliviana
Diario Cambio
Sociólogo mexicano: El modelo boliviano puede universalizarse
lucha de nuestros pueblos
Hay que empezar a salvar la humanidad ya
Fidel Castro Ruz
Sequías, inundaciones y alimentos
Paúl Krugman 13/02/2011
La revolución popular en Egipto
Rosa Mussaui (L'Humanité)
Samir Amin analiza en esta entrevista la encrucijada política y económica en que se halla ahora mismo Egipto.
Egipto:
Declaración del Partido Argelino para la Democracia y el Socialismo
Si argentinos llevasen armas a EE.UU. terminarían en Guantánamo
Publicado el 15 febrero 2011-En Moncada

Las FARC-EP dieron su palabra
Anncol

Paramilitares masacraron a cinco personas, entre ellos una niña, en una zona fuertemente militarizada
Camilo Raigozo

Reflexiones sobre la asamblea del 26 de febrero 19,
2011pensando en los colectivos de resistencia popular 
En la lucha no existen posibilidades para fracciones refundacionales, electorales o insurreccionales, todas son una sola fuerza de lucha unitaria por la Refundación del país, El Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP
L.M.

lecturas
De curas y curas
David Acebey
Santa Cruz de la Sierra (Bolivia)
Democracia y exclusión social:
No se trata de administrar la desigualdad, sino de eliminarla
Osvaldo Martínez
Sobre el Comandante de Nuestra América: www.chebolivia.org
De la Redacción:
Las notas firmadas expresan los criterios de los autores.
Redactores:
La Paz: María Elsa Crispín Quiñones, Constancio Mamani Aruni, Wilfredo Pomier Miranda, y María Isabel Pomier Yujra. Cochabamba: Alonso Contreras Baspineiro, Fernando Méndez Terrazas y Claudia Zegarra Rivero. Santa Cruz: Alejandro Dausá. Oruro: Héctor A. Hinojosa Rodríguez. Sucre: Roberto Valdiviezo Luna. Potosí: Rosa Laime Muñoz. Trinidad: Emil Balcázar Lara. Madrid (España): Carlos M. Caravantes García.  

editorial
Revés político de trabajadores contra el gobierno por subida de precios
Ni contundentes ni fracaso se puede decir del paro y las marchas de la COB, realizados el viernes 18, básicamente, en contra de la subida de precios de alimentos y del transporte, así como en demanda de un salario de Bs 8.300.
Cambio, periódico gubernamental, titula hoy (19-II-11) que aquel paro fue “débil” y “aislado”, lo que de algún modo refleja el criterio de los gobernantes. Entre éstos, sin embargo, el Vicepresidente acaso fue más lejos en su valoración de aquellas medidas de fuerza: según él, los trotskistas y los sin miedo, ambos de derecha, pretenden tumbar a Evo. Sobre los segundos, el funcionario público, reiteró que quieren sacar a los indios del gobierno.
El Presidente, por su lado, dijo que hay dirigentes sindicales que coinciden con la derecha y pidió a los cobistas una definición clara: o con los cambios o contra éstos. Además el primer ciudadano del país aceptó conversar con los cobistas y adelantó que el salario de Bs 8.300 que éstos piden es imposible de aprobar y antes se burló de esa demanda económica.
El Presidente del Senado, antes de la ejecución de las medidas, señaló que pequeños grupos dirigían las protestas sociales en este momento en Bolivia.
Masistas aislados, lo que se puede calificar como un mérito, piden una reconducción al gobierno; solicitud de los sin miedo de hace mayor tiempo, es decir, éstos la formularon incluso cuando estaba vigente la alianza MAS-MSM.
La derecha criolla desarrolla su accionar desde dos fracciones: los de extrema derecha que comparten su quehacer político con autoexiliados, tipo Marinkovich, se mueven como el pez en el agua en momentos de protesta social y sacan, sensiblemente, algún provecho político, lo que en el campo popular no se debe perder de vista; la otra fracción, moderada creemos, es la que hace buenos negocios y gana el doble (según el Vicepresidente) y la que se empeña en soportar la situación actual, pero añade que no puede reponer el salario más que en un 7 por ciento, cifra de la inflación del año 2010, para lo que tiene que hacer un “esfuerzo”.
 La gente del pueblo, incluidos masistas de ayer y de hoy, rechaza la subida de los precios del transporte y de los alimentos, el del azúcar incluido, así como duda de que rebaje este último producto a partir de la zafra de este año lo cual, al parecer, será imposible de acuerdo a lo dicho por la dirigenta de los empresarios azucareros la que negó la posibilidad de aquella rebaja.
Es cierto que las medidas decretadas por la COB, que nos ocupan ahora, tienden a desgastar al gobierno, pero entre los trabajadores y sindicalistas (además de estribillos) no hay sector alguno que plantee derrocar, ahora, a Evo Morales. Es cierto que, algunos grupos sociales, como los universitarios de Sucre, pidieron que el Presidente se vaya y añadieron que se movilizarán hasta que lo haga, pero nada más. Por ejemplo, el principal dirigente del PCB, desde la Capital de Bolivia, dijo que con las medidas de la COB hubo desgaste pero no hundimiento del gobierno. Desgaste que será difícil o imposible contener si los gobernantes, por ejemplo, se comprometen a lo que no están, probablemente, en condiciones de hacer, como conseguir que baje el precio del azúcar desde mayo próximo o que los choferes, con ayuda del gobierno, conviertan sus motores para  que funcionen con gas de petróleo en vez de gasolina.
A los que apoyamos al gobierno, cada vez con más críticas, nos conmueve escuchar a gobernantes afirmar que aquí no hay ni DS 21060 ni libre mercado. Así olvidan o pretenden ocultar que el capitalismo es la economía dominante en Bolivia y que, en consecuencia, mientras prevalezca esa forma de producir, el gobierno no podrá dominar el único mercado que existe: el capitalista. Los dos últimos meses, entre nosotros, fue aquel mercado (las leyes de la oferta y de la demanda) los que fijaron los precios. Además, el mercado internacional, también decisivamente, juega un papel en economías todavía dependientes como la nuestra. Asimismo, crecen las importaciones de alimentos del mercado capitalista externo, hacia Bolivia, lo que acentúa la dependencia del país.
Para nosotros, las medidas de los trabajadores, paro parcial y las marchas, son un rechazo a la política económica del gobierno, al comportamiento de los empresarios y de los choferes. Sin embargo, como ha sucedido casi siempre, en realidades como la boliviana, no es posible conseguir medidas sólo económicas de los trabajadores. En otras palabras, una demanda sindical puede empezar como una reivindicación o exigencia económica, pero se transforma en una acción política.
Los trabajadores bolivianos, aunque no se lo hubieran propuesto (18-II-11), asumieron una actitud política en contra del gobierno porque éste aprobó y retiró el DS 748, es decir, el gasolinazo que desencadenó la actual subida de precios de bienes y servicios. Asimismo, la práctica demuestra que fue imposible que los precios de aquéllos (bienes y servicios) retornen a los vigentes antes del 26 de diciembre de 2010, esta lectura ineludible de la realidad es la que convence a los asalariados y no asalariados porque, además, les y nos afecta.
Ojalá que los gobernantes y en particular el Presidente boliviano evalúen como un revés político en su contra las medidas de los trabajadores impulsadas el viernes 18.
Esperamos que los dirigentes sindicales valoren autocríticamente sus acciones el próximo martes 22. Y sin pretender que allí esta sugerencia la recojan tal cual, los sindicalistas debieran tomar la decisión de proponer al Presidente una nueva alianza gobierno-explotados y oprimidos, en base a un programa que resuma los intereses del pueblo, con el compromiso de rectificación de los errores del gobierno, con más unidad y conciencia, con una organización para defender, consolidar y profundizar los cambios.
Sería insuficiente un acuerdo gobierno-trabajares, aunque sea difícil conseguir, sólo para definir el monto de un ajuste de salarios, que beneficiaría a sólo el 20 por ciento de los bolivianos.
El acuerdo que sugerimos entre gobernantes y pueblo debe tener largo alcance. No se trata de que sólo sirva para salir de esta coyuntura complicada en la que estamos —la que algunos intelectuales llaman crisis—, es necesario que señale una meta que esté mucho más allá del lugar al que parece miran algunos gobernantes. 
De sábado a sábado (141)
Se descree en el reiterado perdón que pide el Vicepresidente
Remberto Cárdenas Morales*
El Vicepresidente boliviano ha pedido perdón al pueblo por la desacertada política económica, resumida en el DS 748, a la que los gobernantes llaman nivelación de precios, es decir, a la elevación de los precios de la gasolina y del diesel, así como del azúcar los que, para el pueblo, son gasolinazo y azucarazo.
Aquel pedido vicepresidencial, gesto desacostumbrado, pudo ser mejor recibido, especialmente, por los más afectados por esas medidas las que, a pesar de haber sido retiradas, sus efectos perversos crecen en la elevación de precios de alimentos y del transporte en el país. Pero, no fue mejor recibido, creemos, porque aquel servidor público fue uno de los que dijo que “tarde o temprano” se iban a suprimir las subvenciones a los hidrocarburos porque son una carga muy difícil de soportar, sobre todo ante la elevación constante del precio del petróleo en el mercado internacional, añadió el ministro de Economía y Finanzas Públicas.
El Vicepresidente, los últimos días, otra vez se refirió a las subvenciones a los hidrocarburos y aseguró, ante medios de difusión, que este año no habrá retiro de aquéllas, lo que se interpretó como que en el 2012 ó más allá serán suprimidas las mismas.
Luego del último pedido de perdón, a renglón seguido y en otro lugar, esa autoridad responsabilizó a los empresarios del azúcar de la escasez de este producto porque ellos, en septiembre del año pasado recién avisaron la baja de la producción azucarera. Así el Vicepresidente sugirió que en ese momento, para el gobierno, fue imposible tomar medida alguna para evitar la escasez actual de azúcar en el país.
Pese a esa afirmación del Vicepresidente se sabe que los cañeros de Bermejo (sur boliviano) avisaron a los gobernantes antes de vender los excedentes de caña de azúcar del lugar a empresarios del norte argentino porque no pudieron utilizarlos en el Ingenio Azucarero Bermejo.
Más aún, han informado expertos que la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en dos ocasiones y con la anticipación suficiente, alertaron a los gobernantes de que, en Bolivia, se corría el riesgo de que haya escasez de alimentos.
Ante aquella información nos preguntamos ¿Por qué el Vicepresidente y otros gobernantes se empeñan en hacernos creer que ellos no sabían que venía aquella escasez?
A manera de ejercicio aceptamos la ignorancia gubernamental sobre la posibilidad, ahora comprobada, de que la escasez de alimentos en Bolivia sería realidad a corto plazo. Quizá no se sabía, en el gobierno boliviano, que en el mundo son 80 los países que ya padecen escasez alimentaria. Fidel, en más de una de sus reflexiones, informó y opinó sobre este asunto e incluso añadió que es hora de hacer algo para contrarrestar el hambre en aquellos lugares.
Se le creería más al Vicepresidente si, además del reiterado perdón que ha pedido al pueblo boliviano, él y el gobierno ofrecieran un plan para revertir los efectos del retirado gasolinazo.  Además, los gobernantes tienen que dejar a un lado el intento fracasado de ocultar la realidad con aquello de la nivelación de precios de los hidrocarburos, con relación a los vigentes en los países vecinos, para evitar el contrabando…
En política, si ésta es de contenido democrático y popular, cuando se pide perdón al pueblo es porque, como en el caso boliviano, se cometieron errores que afectan al pueblo y al país.
Si se constata aquel daño (entre nosotros está a la vista), además del discurso, hace falta una enmienda realizada. El discurso es sólo un consuelo engañoso. Y ese discurso no consigue restablecer los precios vigentes hasta el 25 de diciembre de 2010. Empero, para no ir más lejos, basta recordar que gobernantes y empresarios azucareros fijaron el precio del azúcar en Bs 7,50 y ahora este producto se vende entre Bs 10 y 11. Las partes convinieron, asimismo, que ese precio se mantendrá hasta la próxima zafra azucarera y que desde allí rebajará aquel edulcorante.
No obstante, la máxima dirigenta de los empresarios del azúcar ha dicho que es imposible la disminución del precio de aquel producto, confesión que parece estar destinada a que nos acostumbremos al precio del azúcar en el que ahora se comercializa el que, en días más, sería el que se cobre por el producto que llegue al nuestro de países latinoamericanos.
Una cuestión de fondo se niegan a ver los gobernantes: en las condiciones del mercado capitalista es imposible que un Estado y un gobierno, por plurinacionales que sean, no pueden controlar los precios aunque, eventualmente, sean fijados en acuerdo de gobernantes y empresarios del azúcar, tal como dejamos dicho.
Si los gobernantes esperaban que el pueblo acepte mansamente los nuevos precios de los bienes de uso y consumo sin protestar se hicieron una ilusión. Además, los militantes de verdad de un proceso como el que vivimos y/o protagonizamos, tendrían que ser los primeros en aceptar los nuevos precios y hasta bajar el consumo, por ejemplo, del azúcar. Pero ocurren las cosas al revés: sabemos que empleados públicos compraron, especialmente, azúcar en operativos al menos dudosos, como la adquisición de ese artículo de consumo hecha por funcionarios de Impuestos Internos.
Volvemos a lo central de esta nota: ¿Cómo conseguirá el Vicepresidente que el pueblo perdone al gobierno por el gasolinazo y el azucarazo?
Desde la trinchera popular pensamos que no es mucho esperar que los gobernantes, también, pidan perdón por los dos jóvenes muertos en Caranavi, por el maltrato a los indígenas de las tierras bajas, por la desatención a las demandas de los potosinos, por la probable negligencia ante el linchamiento anunciado de cuatro policías en el norte de Potosí, por la tolerancia ante las torturas de policías a presuntos delincuentes a los que les quitaron la vida como consecuencia de aquéllas, por no recibir a miembros de la CSUTCB porque éstos le “hacen perder el tiempo” al Presidente. Y al menos se sigue esperando una investigación sobre los muertos de Huanuni (Oruro), de La Calancha (Sucre) y de la muerte de los mercenarios encabezados por Rozsa.
En este momento crítico, desde este espacio nos animamos a reiterar una propuesta, cada vez más convencidos de que se nos desoirá o que ni siquiera llegará a los principales destinatarios:
El Presidente, actualmente con menos credibilidad aunque se trata del líder del proceso de cambios y el que ejerce el poder supremo en el gobierno, debe buscar una nueva alianza con los explotados y oprimidos de Bolivia, la que tendría que articularse en base a un programa de veras democrático y popular, con el compromiso de enmendar errores y conseguir el cambio de rumbo gubernamental que se sugiere y exige desde diferentes trincheras, para reunificar al pueblo en vez de dividirlo, para dotarnos de una organización suficiente que sirva más allá de las elecciones y que ayude a desarrollar mucho más la conciencia de la gente sencilla. Todo para defender, consolidar y profundizar los cambios. Quizá algunos piensan que es tarde para materializar esta propuesta pero, creemos, que todavía hay tiempo, aunque escaso.
La Paz, 19 de febrero de 2011.
*Periodista

A rajatabla
¿Habrá cambios con los nuevos ministros?
Yuri Aguilar Dávalos*
Los últimos cambios de ministros y la creación de un nuevo ministerio, nos confirman que dentro del gobierno no se tiene la intención de afrontar verdaderamente los problemas que día a día se acrecientan, que son económicos (desabastecimiento y alza de precios en artículos de primera necesidad) y de seguridad pública.
El 28 de diciembre del 2007, en Cochabamba, en la reunión de evaluación de la gestión del gobierno del presidente Evo Morales, el entonces viceministro de Culturas, Pablo Groux Canedo, pidió al Presidente que ese Viceministerio se convierta en Ministerio, según aquél, para desarrollar acciones en el ámbito cultural. En esa reunión, el Presidente le dijo que si se quiere trabajar, se lo hace desde donde uno esté, desde el cargo en el que se le asignó, incluso sin recursos económicos, como se hizo en las campañas electorales del 2002 y del 2005.
El 8 de febrero del 2009 se crea el Ministerio de Culturas encabezado por Groux, supuestamente con la misión de generar políticas culturales; sin embargo, su gestión no varió en nada, dedicándose como antes en organizar eventos, tarimas para festejos, bailes folklóricos y punto. Las críticas de los profesionales de ese sector no se dejaron esperar, y en su relevo vislumbraron una esperanza con la nueva ministra, Zulma Yugar.
La gestión de Yugar, continuó en más de lo mismo, sin que se haya diseñado políticas culturales, organizando más bailes, promocionando a algunos de sus colegas músicos, http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2010072905 y, para colmo, promoviendo que Bolivia sea sede de la elección de Miss Universo, el evento por excelencia de la banalidad y decadencia capitalista, donde a la mujer se la convierte en artículo del mercado. ¿Esas fueron las “políticas” culturales que debía diseñar y ejecutar ese Ministerio? http://www.kaosenlared.net/noticia/bolivia-ministerio-culturas-cae
Ahora está Elizabeth Salguero, en ese Ministerio, se espera inicie los lineamientos que no hicieron sus antecesores que entre otros son: diseñar un plan nacional de fomento y difusión de las culturas, proteger el patrimonio cultural prehispánico y republicano, proteger el patrimonio documental, promocionar la lectura a través de la creación de bibliotecas públicas y de ferias culturales, fomentar la creatividad artística, proteger el propiedad intelectual y la creatividad colectiva, difundir internamente y al exterior la riqueza cultural de los pueblos, etc. En fin generar políticas culturales recogiendo lo acumulado en el tiempo, porque culturalmente somos el resultado de la suma de diversas expresiones de pueblos del exterior como de lo local.
No faltan los que consideran que con la creación de nuevos ministerios y como por arte de magia, aparecerán las políticas que faltan. Se crea ahora el Ministerio de Comunicación. Y aquí vale la pena preguntarse: ¿La anterior estructura no pudo generar políticas comunicacionales? ¿Recién ahora se diseñará una estrategia de comunicación gubernamental?
Posiblemente se argumente que había que jerarquizar dicha área, sin embargo, nos invade muchas dudas de que el gobierno ahora sí tendrá una estrategia comunicacional. De cualquier forma y esperando que no suceda lo mismo que con el Ministerio de Culturas, anotamos algunas ideas:
—Diferenciar a los medios estatales (que son de todos los bolivianos) de los medios gubernamentales (que son los voceros oficiales del Gobierno).
—Siendo el tema político uno de los más sensibles y transversales a otros sectores del quehacer social, los medios estatales (repetimos, porque son de todos los bolivianos) deben ser independientes —la BBC es un ejemplo claro de esa política—, lo más veraces posible, es decir impulsar la pluralidad y buscar el consenso.
—Los medios estatales deben también divulgar la riqueza cultural del país, el quehacer intelectual, la riqueza natural, el saber de los pueblos, etc.
—Los medios gubernamentales deben nutrirse de la información de las numerosas unidades de comunicación de las entidades públicas, para que a su vez aquellos difundan información clasificada y sistematizada.
—Cada unidad de comunicación de las entidades públicas no puede perder el tiempo elaborando un monitoreo de medios, tarea que debe recaer en una unidad especializada de monitoreo de medios, la que deberá sistematizarla e incluso analizarla, para luego diseminarla diferenciada a dichas entidades, es decir, con la temática correspondiente para cada sector.
Las unidades de comunicación de las entidades públicas, con la información del monitoreo, deben diseñar planes diarios para sus autoridades, tanto en lo comunicacional hacia la población como para la gestión misma, internamente. Los responsables de la comunicación institucional, son los principales asesores y consejeros de las autoridades, y no simplemente los que recopilan la información de los medios, diseñan publicidad y, a veces, elaboran comunicados oficiales.
—El Ministerio debe diseñar la agenda pública, y no como sucede ahora, que son los medios los que diseñan ésta.
—El Ministerio debe preocuparse en diferenciar las especialidades —prensa, radio, televisión, Internet— y los contenidos de cada una de ellas. Además, debe tener presente que la información virtual va ganado espacio cada vez más, por lo que la difusión de información en tiempo real, debe ser eficiente.
—La coordinación de los responsables de la unidades de comunicación de las entidades públicas, debe ser permanente y sectorializada, bajo la dirección de la cabeza del sector.
—Las principales autoridades gubernamentales, antes de hacer declaraciones a diestra y siniestra, deben tener capacidad de escuchar a sus responsables de las unidades de comunicación y valorar sus análisis y consejos.
Estas son algunas de las líneas que debería implementarse desde el nuevo ministerio, y aunque tengo dudas de que se ejecuten, paralelamente tengo alguna esperanza de que se operen cambios, porque para que a la población le vaya bien (o para que viva bien), al gobierno le tiene que ir bien. Eso esperamos…
*Historiador y periodista

de nuestra tierra
Evo: EE.UU. viola la soberanía de Argentina
Agencia Boliviana de Informacion
http://www2.abi.bo/#
La Paz, 16 feb. (ABI).- El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, criticó el miércoles con dureza a Estados Unidos por haber ingresado a Argentina un avión militar con armas y drogas.
Dijo que esa acción "es arbitraria e ilegal y viola, no solamente la soberanía e integridad de Argentina y los países latinoamericanos, sino que es una demostración  de cómo Estados Unidos negocia con la droga en el mundo".
"Si lograron ingresar ilegalmente drogas y armas a Argentina, cómo será en otros países latinoamericanos", se cuestionó el Jefe de Estado.
El Primer Mandatario reiteró que, por ese hecho, "Estados Unidos no tiene autoridad, ni moral para hablar y cuestionar la lucha contra el narcotráfico que llevan adelante con esfuerzo las naciones latinoamericanas".
Hizo patente su convencimiento de que la introducción ilegal de armas por parte de Estados Unidos "tiene por objetivo desestabilizar y destruir a las democracias y a los Gobiernos constituidos legítima y legamente en Latinoamérica".
El avión con matrícula estadounidense fue intervenido el pasado jueves en el aeropuerto de Buenos Aires con armamento y droga no declarados.
Argentina presentó el lunes una protesta formal ante la administración de Estados Unidos por "la existencia de material no declarado en el avión de la Fuerza Aérea estadounidense".
El martes la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, instó a la ciudadanía a "profundizar y preservar la soberanía".
A su vez, el jefe de gabinete del gobierno de Buenos Aires, Aníbal Fernández, se preguntó ¿Se imagina la situación de Argentina llevando lo mismo hacia Estados Unidos?
Dijo que, de ser así, seguramente los responsables de una operación semejante "estarían en Guantánamo, con un overol anaranjado en situación que no se las quiero ni explicar".
Fernández confirmó que en el material encontrado en el interior del avión militar de Estados Unidos "habían armas y drogas, varias dosis de morfina, material para interceptar comunicaciones, GPS muy sofisticados, elementos tecnológicos con códigos secretos y un baúl completo con drogas medicinales vencidas".

Ministro de Comunicación: No se cambiará la Ley de Imprenta

Diario La Razón
http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=125697&EditionId=2443
El presidente Evo Morales repuso el martes el Ministerio de Comunicación, después de 10 años de haber sido anulado de la estructura del Gobierno. El hasta entonces Vocero de la Presidencia, Iván Canelas Alurralde, fue designado como titular de este ministerio, que reemplaza a la extinguida Dinacom. Tiene tareas como proponer, diseñar y definir políticas, estrategias y normas de comunicación gubernamental, promover y regular el desarrollo de la comunicación gubernamental. 
— ¿Cómo surgió la decisión de reponer el Ministerio de Comunicación? 
—Es una idea que el Presidente la estaba manejando hace mucho tiempo. Él me dijo que deberíamos pensar en crear un Ministerio de Comunicación, así como también tenía en mente la creación de un Ministerio de Deportes. Yo era uno de los que me oponía, porque hay que estudiar bien la creación de un Ministerio de Comunicación. Surgió por varias razones: El Presidente es un conocedor de la importancia que tiene la comunicación, no sólo en la actividad política sindical, sino en lo educativo, y en ese sentido, cuando se anuló el Ministerio de Defensa Legal que dio paso a la Procuraduría, el Presidente dijo que hay que crear el nuevo ministerio. Hizo consultas a algunos ministros y se optó por este ministerio; yo creo que valorizan y jerarquizan el valor del periodista. El Presidente le quiere dar importancia a la comunicación social, así que esta cartera surge con características de informar lo que nosotros y el Mandatario hace, porque muchas de las actividades que se realizan no se publican y si no fuera canal 7, ABI, Cambio, no sé cómo sería. Tenemos la obligación de informar lo que hace el Gobierno, la obligación de decir a la gente qué es el Estado Plurinacional. No había en el Estado una estructura que te haga publicaciones, que te haga diseños, documentales o libros que respondan a los intereses de la sociedad, y trabajé en temas comunicacionales en beneficio de la sociedad.
—¿Por qué no se repuso este ministerio antes, el 2006 ó 2007? ¿Por qué ahora, cuando hubo roces entre Gobierno y medios de comunicación?
—Heredamos una estructura y había que evaluar de a poco. Las autoridades pensamos que con una Dirección de Comunicación o Vocería podíamos resolver el problema comunicacional, pero nos hemos dado cuenta de que la comunicación es mucho más importante; necesita una estructura como existe en todos los países. Éramos uno de los pocos que no tenía un Ministerio de Información o Comunicación. Había que pensar en todo, hasta en el presupuesto. Este ministerio heredó un presupuesto de la Dirección Nacional de Comunicación y parte de lo que tenía el Ministerio de Defensa Legal. Va a ser un ministerio muy austero, pero deberá ser muy importante. 
—¿Cuál será la estructura de esta nueva cartera? 
—Estamos estudiando eso. Habrá un ministro, dos viceministerios y estamos viendo la posibilidad de crear unas cuatro direcciones; una dirección va a tomar en cuenta el tema de los medios del Estado —Bolivia Tv, Radio Patria Nueva, ABI y el periódico Cambio— y apoyamos y trabajamos con al menos 39 radios comunitarias. Otra dirección será la que haga proyectos y publicaciones, otra se dedicará a la producción audiovisual para hacer documentales de turismo, de nuestra cultura, de este proceso revolucionario de transformación democrática. La última dirección está destinada al tema monitoreo; un equipo que informe lo que pasa en el mundo y a nivel nacional; ahora funciona pero no sabemos qué pasa en el interior. Las autoridades de Gobierno deben estar bien informadas.
—¿Ya pensó en sus colaboradores? 
—Tenemos algunos compañeros que ya trabajaron con nosotros, pero hay una limitación; todos estos compañeros ya tienen trabajo, hay que seducirlos para que renuncien y vengan. También la puerta está abierta para los buenos profesionales. Acá, la línea es que la gente que trabaje con nosotros sea honesta, trabajadora, leal; no queremos que sean del MAS, queremos que sean buenos profesionales.
—Hubo susceptibilidades de la oposición y de algunos representantes del gremio periodístico. Señalan que este ministerio tiene la misión de dosificar la información y callar a los medios de comunicación. ¿Esto es cierto?
—Es un exceso de susceptibilidad. Cómo podríamos hacer eso desde un ministerio; si quisiéramos hacer eso lo haríamos sin la necesidad de crear un ministerio, pero además esa visión es menospreciar la inteligencia de los periodistas y comunicadores sociales, ¿acaso se dejarán censurar, dirigir o manipular
—¿Se acercarán a los medios de comunicación? 
—Queremos tener la mejor relación con los medios, vamos a visitar a cada uno de los dueños y directores de los medios de comunicación para borrar esas susceptibilidades que tienen. ¿Qué es lo que quiere el Gobierno de los medios?, queremos que sirvan a la sociedad, que digan la verdad, que sean equilibrados, que respeten el bien social que lo olvidaron en los últimos años, queremos que sean imparciales. El Presidente siempre dijo que las denuncias que se publicaron con fuentes lograron cambiar personal o incluso anular algún decreto.
—¿Se incluirá a actores de la oposición en los medios del Estado?
—Lo dije reiteradamente a los medios del Estado: den cobertura a la oposición
—Usted es periodista y conoce el gremio. ¿Impulsaría políticas que vayan en contra de los medios y periodistas?
—Nunca propondría algo que haga mal a mi gremio. Fui dirigente sindical y defendí toda mi vida la Ley de Imprenta. Esta ley no debe ser modificada.

Gobierno no tiene interés en aprobar ley de medios
El ministro de Comunicación, Iván Canelas Alurralde, aseguró ayer que el Gobierno no tiene ningún interés en impulsar  una ley de medios.
El nuevo Ministerio de Comunicación nació el martes mediante el Decreto Supremo 0793, y tiene entre sus atribuciones proponer, diseñar políticas, estrategias y normas de comunicación gubernamental; dirigir y coordinar las acciones de información y comunicación interministerial, interinstitucional del Órgano Ejecutivo, entre otras.
Canelas aseguró que “no tenemos ningún interés en que se apruebe una ley, nos gustaría que eso surja de un debate, de un consenso”. 
Canelas rechazó declaraciones como las de la senadora del Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN) Centa Rek —quien dijo que el nuevo Ministerio buscará coartar la libertad de expresión— y reiteró que, si así lo desean, los periodistas pueden ser quienes debatan algunas ideas sobre el campo de la comunicación.
“Si creen que a través del Ministerio de Comunicación se va a imponer una ley, se equivocan; nosotros no vamos a cambiar de actitud, y el Presidente (Evo Morales) lo ha reiterado en varias oportunidades: si hay observaciones a las normas legales vigentes en el país, que sean las organizaciones, los periodistas y los comunicadores que propongan normas para que sean aprobadas en la Asamblea Legislativa”, agregó.
“Tengo entendido que han estado trabajando algunas federaciones de la prensa, creo que Santa Cruz (...), Escuelas Radiofónicas de Bolivia (Erbol) y otras”, señaló Canelas.
Por su lado, el presidente de la Cámara de Diputados, Héctor Arce, ratificó ayer que en la Asamblea Legislativa Plurinacional no hay ninguna iniciativa para elaborar una ley de medios.
“No conozco en absoluto nada, no hay ninguna iniciativa, ni siquiera que se esté trabajando, ni en el Legislativo ni en el Ejecutivo, por lo que tengo entendido”, aseveró en una improvisada rueda de prensa.
Consultado sobre unos carteles expuestos en la oficina del jefe de bancada del MAS en Diputados, Edwin Tupa, que explican el papel de los medios y que originaron la versión de una nueva ley, Arce sostuvo que “una cosa es un papelógrafo y otra es un proyecto de ley”.
“No existe ningún proyecto de ley referido a los medios de comunicación, ni en el Ejecutivo ni en el Legislativo”, reiteró.
Al respecto, la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), que reúne a empresarios de medios, denunció “la intención del MAS de pretender censurar a periodistas y medios de comunicación social del país al apoyar una ‘iniciativa ciudadana’ dirigida a crear una ley y un código deontológico, a pesar de la existencia de mecanismos de autorregulación ética que se dieron las organizaciones periodísticas del país”.
No habrá nuevos recursos
Por otro lado, Canelas anunció que el nuevo Ministerio funcionará con los recursos económicos del Ministerio de Defensa Legal, entidad que dejó de existir con la creación de la Procuraduría General del Estado, y recordó que varios países tienen sus propios ministerios de Comunicación o de Información. 
“Es importante aclarar que el Ministerio de Comunicación surge a partir de que se disuelve el Ministerio de Defensa Legal (...). El Estado como tal no va a otorgar nuevos ni adicionales recursos a la creación de este Ministerio”, dijo.
Oposición teme censura y pide ver la economía
La senadora del opositor PPB–CN Centa Rek aseveró que la creación del Ministerio de Comunicación es un “serio intento de volver a establecer la censura y coartar la libertad de prensa y libertad de expresión para frenar esas protestas”, según informó ABI.
“El Presidente en la confusión en la que se encuentra en este momento, por las protestas que hay en el país, por el alza de los precios y los alimentos, quiere remediar la situación con un cambio de imagen, frenar la comunicación y no resolver los problemas económicos de manera estructural”, consideró.
Por su parte, el senador opositor Roger Pinto, del mismo partido político, dijo que la implementación del nuevo ministerio no hará “aparecer azúcar y pollo” para los bolivianos.
“Una vez más el Gobierno nos muestra que no tiene voluntad ni el deseo de luchar con los problemas que aquejan a los bolivianos”, dijo Pinto,  quien también calificó la creación del ministerio como “un acto de desesperación”.

Vicepresidente: El Movimiento Sin Miedo busca sacar a los indios del poder

Diario la Razón, La Paz
http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=125704&EditionId=2443
“Si las viejas elites tuvieron 500 años de gobierno, y se quiere juzgar a este proceso en cinco años, no es correcto; ahí hay racismo desde mi punto de vista en algunas críticas", afirmó la autoridad, quien aseguró que hay avance en el desafío de construir un nuevo Estado boliviano.
"Así como la colonización ha sido un largo proceso histórico que arranca en el mundo andino amazónico, la descolonización no es un tema que se define de una vez y para todas, es un largo proceso en distintos ámbitos, el educativo, institucional, representativo, es un largo proceso. Falta mucho por hacer", argumentó en el acto de presentación del libro, que hace un análisis sobre la situación política desde la mirada de analistas, cientistas e investigadores.
García sostiene que los errores en el pasado se quedaban en familia y se perdonaban. “Ahora al indígena, si muestra una fisura o debilidad, le tienen que sacar la mugre por donde se pueda”.
"Aprendemos de las críticas de las observaciones y las recogemos con profunda humildad cuando son bien fundamentadas, pero siempre aprendemos. Éste es un libro para aprender, hay lecturas que acompañan y critican el accionar del Gobierno", afirmó.
En parte de su discurso, también acusó al partido de Juan del Granado de ser un instrumento para sacar del poder a Morales. “El MSM es hoy por hoy, tal como se está construyendo, un nuevo intento por sacar a los indios del poder, eso es ahorita”, insistió el Vicepresidente. 
Convocó a los Sin Miedo a hacer una reflexión sobre el rol que juegan. “Si tienen un punto de izquierda, bienvenido, pero yo dudo que lo tengan”, sostuvo.
El MAS fue socio de Del Granado, sin embargo rompieron la alianza. El diputado Fabián Yaksic rechazó la percepción de García y la atribuyó al temor sobre la proyección que, dijo, van construyendo. “El Vicepresidente, quizá se está preocupando de la perspectiva que está siendo aperturada por el MSM hacia adelante”, dijo. 

La descolonización avanza en Bolivia
Diario Cambio
Durante la presentación del libro Descolonización, Estado Plurinacional, Economía Plural, Socialismo Comunitario: Debate sobre el Cambio, el vicepresidente Álvaro García Linera afirmó que la descolonización y la plurinacionalidad son aspectos que responden a largos procesos históricos, en los que aún falta mucho por hacer, pero que Bolivia avanza en ese sentido.
La segunda autoridad del Estado explicó que gracias a la implantación del modelo descolonizador en Bolivia muchos aspectos van cambiando en favor de la igualdad de oportunidades para todos.
Por ejemplo, García Linera recordó que antes del 2006, sólo miembros de redes familiares, que por largos años habían ocupado el poder, podían acceder a cargos y espacios dentro del Estado, como una suerte de herencia. 
Mencionó que, en anteriores gobiernos, para que una persona asuma un Ministerio debía tener un aval familiar o una visa de la embajada de Estados Unidos.
“¿Qué está pasando ahora?, fíjense en los apellidos, en el origen social de las asambleas departamentales de las nueve regiones, en la composición de la Asamblea Plurinacional; nunca en Bolivia habíamos asistido a tanta presencia de sectores populares e indígenas que directamente se autopresentan en esas instancias o que lo hacen a través de mediadores”, ejemplificó.
El Vicepresidente argumentó que actualmente ya no se necesita de esas élites familiares para acceder a espacios en el Estado sino se requiere el aval de algún gremio, sindicato u organización social, campesina o indígena para que una persona ingrese a algún ministerio. 
Por ello, la descolonización se refleja en los “hechos, más allá de los libros. Eso es descolonizar”, aseveró.
También se refirió al proceso de descentralización en el país, gracias a la conformación de gobiernos departamentales y locales. 
Indicó que si bien en la implantación de este proceso se cometen errores, eso es parte del proceso, y que quienes critican esto, cuestionando la capacidad de los nuevos actores políticos, están discriminando.
La autoridad enfatizó que en Bolivia hay un “creciente proceso de descolonización”. 
Hizo estas declaraciones en su discurso de presentación del libro “Descolonización, Estado Plurinacional, Economía Plural, Socialismo Comunitario” que analiza realidad a través de cuatro perspectivas.
El libro, de 450 páginas, que resume los resultados de mesas de diálogo en Santa Cruz, La Paz, Oruro y Sucre, fue editado por la Vicepresidencia y la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria (FBDM).
Pequeños y medianos productores
Al referirse al tema de la economía plural, el vicepresidente Álvaro García Linera señaló que la experiencia vivida con los grandes agroindustriales, en los años 2008 y 2010, enseñaron al Gobierno a no confiar en este sector, ya que estos coadyuvaron a la escasez de aceite y de azúcar que vivió el país.
García Linera lamentó que cuando hubo escasez de aceite, se comprobó que los agroindustriales preferían exportar antes que garantizar el consumo interno. Respecto al azúcar, la autoridad reveló que los industriales azucareros no avisaron oportunamente sobre la baja en la producción del endulzante, en el mes de mayo del año pasado, y recien dieron parte al Gobierno, una vez que habían garantizado sus cuotas de exportación, en el mes de septiembre.
“Hemos cometido errores al confiarnos, pero estamos aprendiendo, ahora sabemos que no hay que confiar en los agroindustriales y más bien hay que apoyar a los pequeños y medianos productores”, afirmó el mandatario.

Piden reconducir la revolución boliviana
Diario Cambio
El proceso de cambio boliviano iniciado el año 2006 requiere un giro sustancial para retomar la esencia del Estado Plurinacional encabezado por los movimientos sociales, afirmó el analista y miembro del grupo Comuna Raúl Prada. La posición es apoyada por representantes de organizaciones sociales y el senador Adolfo Mendoza, del Movimiento Al Socialismo (MAS).
El planteamiento surgió en el seminario taller internacional de reflexión “Retos y Desafíos en la Construcción de Estados Plurinacionales” que se realiza en la ciudad de La Paz, con la participación de casi un centenar de representantes de organizaciones sociales como la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa (CNMCIOB-BS),  Confederación Indígena del Oriente Boliviano (Cidob) y otros.
“No hay porvenir sino se reconduce  (el proceso de cambio) con los movimientos sociales. Son los únicos que pueden salvarlo”, sentenció Prada en su exposición en la que, entre otros aspectos, criticó al entorno del presidente Evo Morales, por las presuntas deficiencias en la implementación del Estado Plurinacional, cuya concepción central es la “ruptura con el viejo Estado Nación”.
Contradicciones 
Para Prada, desde la promulgación de la Constitución Política del Estado (CPE), en febrero de 2009, se dieron una serie de contradicciones en la implementación del Estado Plurinacional consagrado en la Carta Magna. “No se cambió de Estado, Bolivia sigue siendo Estado Nación y aún rigen las viejas normas. En vez de descolonizarnos nos estamos recolonizando”, afirmó.
Atribuye estas contradicciones a las viejas mentalidades y la separación de los funcionarios públicos de los movimientos sociales, “que están bien para luchar, pero no para administrar”. 
En su criterio, los funcionarios públicos están suplantando a los movimientos sociales. “Hay una especie de dictadura sobre las decisiones que se está tomando en la conducción del proceso.
Los conflictos del Gobierno con la Cidob, en Caranavi y en Potosí el año pasado —por diversas causas— y “la medida neoliberal del gasolinazo de finales del 2009, son  “pensar una cosa y hacer otra”, sostuvo. En ese marco, dijo que el proceso de cambio está de “picada y en riesgo”, por lo que amerita una urgente reorientación a la cabeza de los movimientos sociales.
En su criterio, el ‘gasolinazo’ confirma la política neoliberal que maneja el área económica del Gobierno. “Este tema se manejó a partir de una posición monetarista y no se tomó en cuenta otras opciones”, apuntó. 
Esta postura, aunque con diferencias sobre los actores en la concepción del Estado Plurinacional, es compartida por el senador Mendoza, quien dijo que el proceso de cambio no culmina con la aprobación de la CPE, sino es una permanente lucha.  “No es posible avanzar en la construcción del Estado Plurinacional sin la nueva conformación de esa capacidad de movilización política, esa reflexión se la debe hacer al interior de las organizaciones sociales”, afirmó.
Estado Plurinacional 
Prada recordó que la concepción del “Estado Plurinacional Comunitario con autonomías”, consagrado en la Constitución Política del Estado fue muy complicada, donde la plurinacionalidad se resolvió con lo autonómico. 
Recordó que lo plurinacional se debe a la incorporación de la autonomía indígena, “porque en un Estado unitario no hay plurinacionalidad. Por eso —dijo— “debemos ser consecuentes con las autonomías indígenas, y ahí en la práctica no fue así y menos en la Ley Marco de Autonomías”. 
Otra falencia que advierte Prada, uno de los ideólogos del MAS en la Asamblea Constituyente, es la aplicación de la gestión pública. 
La CPE dice que el sistema de gobierno es democracia participativa y se ejerce de manera plural. Es decir, una democracia directa, una democracia representativa y una democracia comunitaria, explicó.
“Eso implica muchas cosas, por ejemplo la transformación institucional, donde no podemos tener una idea liberal del Estado. No puede haber un Estado (Plurinacional) separado de la sociedad civil”, sostuvo. 
En opinión de Prada, la Asamblea Legislativa Plurinacional tampoco acompaña debidamente este proceso porque aprobó leyes de transición y no fundacionales, porque tuvo  una visión muy legalista, jurídica y colonial”. El analista opinó que la economía Plural, que busca aplicar el modelo del Vivir Bien, también está estancada. 
Para tomar en cuenta
Vigencia: En el Seminario Taller Internacional Retos y Desafíos en la Construcción de Estados Plurinacionales, participan representantes de pueblos indígenas de Guatemala, Perú, y Ecuador, además de expertos de México y España, como el profesor de Sociología de la Universidad del País Vasco, Zésar Martínez y otros
Alcance: Martínez explicó que en Europa, con sus características en cada país, como El Reino Unido, Alemania, Austria, España y otros, más que estados plurinacionales, rigen procesos de descentralización administrativa. 
CSUTB alerta de riesgos en el proceso 
El dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) Luis Paz alertó sobre los riesgos del proceso de cambio por culpa de algunos funcionarios de Gobierno.
“Este proceso de cambio ahorita, los que no quieren verlo no lo verán, está en peligro, está en picada por muchos motivos (...), y desde antes que incluso el hermano presidente Evo Morales piense en candidatear, hemos estado en este proceso”, dijo. 
En su criterio, el “campanazo más visible” fue el decreto 748. “Esa medida no fue del Presidente (sino por un) equipo que está incrustado en el Gobierno”, afirmó.
Es más, el dirigente acusó a un presunto “bloque o camarilla” que rodea al Jefe Estado de no tomar en cuenta siquiera las propuestas de los sectores sociales, como el proyecto de la Ley de la Década Productiva, porque “no fue hecha (por) los tecnócratas del gobierno. Lo mismo sucedió con el proyecto de ingenio azucarero en el Beni (...) Ahora tenemos que rearticularnos contra (...) esa rosca y bloque incrustado”, afirmó.
Mendoza: Rearticular Pacto de Unidad
“El Pacto de Unidad que trabajó hasta después de la Constitución Política del Estado (CPE) ya no existe más como movimiento político, ahora la alianza es de cinco organizaciones matrices, y como todo movimiento social cumplió el objetivo y se replegó. A partir de ese momento no se ha generado una discusión sistemática sobre los desarrollos constitucionales y la forma de implementar el Estado Plurinacional”, expresó el senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) y ex constituyente Adolfo Mendoza, uno de los participantes del seminario internacional.
Mendoza señaló que el año pasado ese movimiento político a la cabeza de las cinco organizaciones como son la (CSUTCB), la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa (CNMCIOB-BS), Confederación Indígena del Oriente Boliviano (Cidob), Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) y el Consejo Nacional de Ayllus y Marqas del Qullasuyo (Conamaq), generó un intenso debate sobre los derechos de la Madre Tierra, pero no se abrió a otros sectores.
“Ésa es una discusión interna al interior de la cinco organizaciones sociales, porque el Pacto de Unidad no alcanza la característica de movimiento político que vanguardice la discusión de estos temas”, sostuvo. 

Sociólogo mexicano: El modelo boliviano puede universalizarse
—http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-02-18&idn=39174
El Estado Plurinacional de Bolivia, por sus características, es un modelo innovador con tendencia a universalizarse, afirmó el destacado antropólogo y sociólogo mexicano Héctor Díaz  Polanco.
Díaz —autor de unas 200 obras y docente universitario— fue uno de los expositores internacionales en el seminario taller Retos y Desafíos de los Estados Plurinacionales, que culminó tras cinco días de análisis de esos procesos en América Latina y Europa. “El modelo boliviano es un proceso de extraordinaria innovación universal”, afirmó Díaz.
El también investigador boliviano del Círculo Comuna Raúl Prada, presente en este seminario, dijo que la Constitución Política del Estado de Bolivia es de carácter universal porque incluye los conceptos de lo pluricultural, comunitario y autonómico
Díaz explicó que una de las innovaciones del modelo boliviano  fue la introducción del régimen autonómico  que establece la CPE y la Ley Marco de Autonomías y Descentralización. 
“En Ecuador y Guatemala —dijo— las autonomías son un misterio pese a las condiciones favorables”, y en  Nicaragua, donde se implantó ese sistema con la revolución sandinista (1979-1982), tiene problemas porque no tiene un horizonte claro”.
También citó el caso mexicano con la insurgencia del movimiento de Emiliano Zapata.
Al respecto, el representante de la Confederación Nacional Indígena de Ecuador (Conaie) Marlon Santi, dijo que el Estado Plurinacional ecuatoriano está estancado, porque “a diferencia de Bolivia (los indígenas) no están en el poder”, por lo que ese proceso está en un momento difícil.
Con relación al proceso boliviano iniciado con la asunción al poder del líder indígena Evo Morales, Díaz agregó que el mismo marcará “un periodo posterior (...) porque es una propuesta que se hace con proyección universal”. Considerando que la sociedad funciona a partir de innovaciones universales, sostuvo.
Riesgos
Aunque Díaz considera que estos procesos, incluido el boliviano, tienen el riesgo de  ser arrastrados por las corrientes liberales, a través de teorías como el multiculturalismo, que es  totalmente diferente a la pluralidad. 
La mayor creación de  esta combinación de globalización y liberalismo es el multiculturalismo, sostuvo. 
“El multiculturalismo se ha convertido en un instrumento muy peligroso, porque se jacta de aquello que no es. Pretende ser lo que no es y viene engalanado con  pluralidad”, expresó.
Explicó que ese multiculturalismo, que “es una teoría y una práctica de carácter liberal”, también puede confundir la esencia de la autonomía, que se concibe como la redistribución de recursos. “Nadie que quiera hacer algo en el mundo hoy, lo puede hacer diciendo que no es pluralista”, dijo.
Para tomar en cuenta
Algunos libros escritos por  Héctor Díaz: Las teorías antropológicas, El evolucionismo,  Autonomía regional, La rebelión zapatista y la autonomía. 
El seminario taller internacional Retos y Desafíos de los Estados Plurinacionales reunió a dirigentes de organizaciones indígenas de Bolivia, Ecuador y  Guatemala. Además de intelectuales de México, España y Bolivia. 
Cidob: Largo camino por recorrer 
La representante de la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (Cidob), Nelly Romero, destacó la importancia del seminario taller internacional Riesgos y Desafíos de Estados Plurinacionales para la construcción y consolidación de esos procesos en la región y el mundo.
“Hay un camino largo por recorrer, es difícil pero no imposible, hermanos. Nosotros como indígenas difícilmente podemos renunciar ni mucho menos retroceder”, afirmó a los presentes en la jornada de cierre de debates del evento, en la Cinemateca Boliviana.
La dirigente calificó de “justa y legítima” la lucha de liberación y defensa de los derechos de los pueblos indígenas. “Somos pobres, pero no somos miserables, gracias a Dios somos tan inteligentes y eso lo estamos demostrando diseñando propuestas de nuestras organizaciones”, agregó.

lucha de nuestros pueblos
Hay que empezar a salvar la humanidad ya
Fidel Castro Ruz
Texto Introductorio del Comandante en Jefe Fidel Castro al debate con los intelectuales realizado el martes 15 de febrero de 2011 en el Palacio de las Convenciones.
Supe que varios intelectuales prestigiosos, y amigos sinceros de Cuba, visitaron nuestra Capital para participar en la XX Feria Internacional del Libro de La Habana.
Esa Feria es una de las modestas cosas buenas que hemos impulsado. Los libros y las ideas que ustedes elaboran y promueven han sido fuentes de aliento y esperanza; gracias a ellos, conocemos lo que vale el injerto del talento y la bondad. Sus nombres se familiarizan y se repiten a lo largo de la vida durante años, que siempre nos parecen breves.
Entre los factores que amenazan al mundo están las guerras. Los científicos  han sido capaces de poner en manos del hombre colosales energías, que han servido entre otras cosas para crear un instrumento autodestructivo y cruel como el arma nuclear.
Los intelectuales pueden quizás prestar un enorme servicio a la humanidad. No se trataría de salvarla en términos de milenios, tal vez ni siquiera en términos de siglos. El problema es que nuestra especie se encuentra ante problemas nuevos, y no aprendió siquiera a sobrevivir.
Si logramos que los intelectuales comprendan el riesgo que estamos viviendo en este momento, en que la respuesta no se puede posponer, tal vez logren persuadir a las criaturas más autosuficientes e incapaces que han existido nunca: nosotros, los políticos.
¿Cómo?
Me correspondió hace casi 20 años la desagradable tarea de advertir al mundo, en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que nuestra especie estaba en peligro de extinción.
Lo razoné entonces, aunque el peligro no era inminente como ahora, se me escuchó con atención, aunque tal vez sería mejor decir que con benevolencia.
Hubo aplausos. Un tipo se había percatado de eso. Los súper poderosos allí reunidos se dieron cuenta de que era cierto, pero un problema que ellos, desde luego, se ocuparían de resolver en los siglos que tenían por delante.
La cara sonriente de Bush padre, y la monumental mole del Canciller alemán Helmut Kohl, marchando con rapidez por un ancho pasillo, al frente del grupo después de la foto final, propiciaba la impresión de que nada podía perturbar el feliz sosiego de nuestro espléndido mundo.
Tan tonto como los demás mortales, quedé con la idea de que tal vez había exagerado.
Han pasado sólo 19 años y hoy veo cosas perturbadoras que ya están sucediendo y no admiten dilación alguna.
Más vale parecer locos que serlo y no parecerlo. Si pensamos que estamos ya a un paso del abismo y nuestro cálculo no fuera exacto, ningún daño haríamos a la humanidad. Cuando nos acercamos ya a los 7 mil millones de habitantes, no es cuestión de ponerse a filosofar sobre Malthus y las posibilidades de la soya, el trigo y el maíz genéticamente modificados.
Los norteamericanos, que en eso son los más avanzados, saben bien cual es el tope de sus posibilidades.
Es hora ya de prestar atención a los ecologistas y los científicos como Lester Brown, la máxima autoridad mundial en esa materia y la producción de alimentos.
Pensadores eminentes ven con claridad que el sistema capitalista desarrollado marcha hacia un desastre inevitable. Nadie habría sido capaz de prever las nuevas situaciones que se van creando a lo largo del camino, y en nada se niega sino, por el contrario, se confirman las crisis que nos convirtieron en revolucionarios. Ahora no se trata de la inevitabilidad del cambio de la sociedad, sino del derecho de la especie a una vida diferente por la cual no hemos dejado de luchar.
Ni siquiera entre las religiones que postulan el Apocalipsis, una idea en la que creen muchos, nadie que yo sepa sugirió que sería este milenio y mucho menos este siglo.
He meditado mucho estos días en los sucesos que están teniendo lugar y les ruego hagan lo mismo, sin temor alguno de solicitarles un esfuerzo inútil.
Tengo el hábito de leer cuanto análisis de ecologistas y científicos prestigiosos llega a mis manos.
Ayer, cuando meditaba sobre lo ocurrido en Túnez y Egipto, me llamó la atención un artículo recién publicado de Paul Krugman, escritor renombrado y economista serio, cuyos análisis sobre las medidas de Roosevelt a raíz de la Gran Depresión y la guerra, reflejaban un especial conocimiento de la economía en Estados Unidos y el papel desempeñado por el autor del New Deal. No es marxista ni socialista. Recibió el Premio Nobel de Economía en el año 2008. Vean lo que escribió sobre la crisis de los alimentos, la persona tal vez más autorizada para hacerlo.
Sequías, inundaciones y alimentos
Paúl Krugman 13/02/2011
Estamos en mitad de una crisis alimentaria mundial (la segunda en tres años). Los precios mundiales de los alimentos batieron un récord en enero, impulsados por los enormes aumentos de los precios del trigo, el maíz, el azúcar y los aceites. Estos precios desorbitados sólo han tenido un efecto limitado en la inflación estadounidense, que sigue siendo baja desde un punto de vista histórico, pero están teniendo un impacto brutal para los pobres del mundo, que gastan gran parte o incluso la mayoría de sus ingresos en alimentos básicos.
Las consecuencias de esta crisis alimentaria van mucho más allá de la economía. Después de todo, la gran pregunta acerca de los levantamientos contra los regímenes corruptos y opresivos en Oriente Próximo no es tanto por qué se están produciendo como por qué se están produciendo ahora. Y hay pocas dudas de que el hecho de que el precio de la comida esté por las nubes ha sido un desencadenante importante de la cólera popular.
¿Y qué hay detrás del repunte de los precios? La derecha estadounidense (y la china) culpa a las políticas del dinero fácil de la Reserva Federal, y hay al menos un experto que afirma que hay “sangre en las manos de Bernanke”. Mientras tanto, el presidente francés Nicolas Sarkozy culpa a los especuladores y les acusa de “extorsión y pillaje”.
Pero las pruebas cuentan una historia diferente, mucho más siniestra. Aunque hay varios factores que han contribuido a la drástica subida de los precios de los alimentos, el que realmente sobresale es la medida en que los acontecimientos meteorológicos adversos han alterado la producción agrícola. Y estos acontecimientos meteorológicos adversos son exactamente la clase de cosas que uno esperaría ver a medida que el aumento de las concentraciones de los gases de efecto invernadero cambie el clima (lo que significa que la actual subida del precio de la comida podría ser sólo el principio).
Ahora bien, hasta cierto punto, el vertiginoso ascenso de los precios de los alimentos forma parte de un encarecimiento general de los productos básicos: los precios de muchas materias primas, que abarcan todo el espectro desde el aluminio hasta el zinc, han estado subiendo rápidamente desde principios de 2009, principalmente debido al acelerado crecimiento industrial en los mercados emergentes.
Pero la relación entre el crecimiento industrial y la demanda está mucho más clara en el caso del cobre, por ejemplo, que en el de los alimentos. Excepto en los países muy pobres, el aumento de la renta no tiene un gran efecto en la cantidad que come la gente.
Es cierto que el crecimiento en algunos países emergentes como China conduce a un aumento del consumo de carne y, por tanto, a un incremento de la demanda de pienso para los animales. También es cierto que las materias primas agrícolas, especialmente el algodón, compiten por la tierra y otros recursos con los cultivos destinados a la alimentación (como también lo hace la producción subvencionada de etanol, que consume muchísimo maíz). De modo que tanto el crecimiento económico como las malas políticas energéticas han contribuido en cierta medida al repentino encarecimiento de la comida.
Aun así, los precios de los alimentos iban a la zaga de los precios de otros productos básicos hasta el verano pasado. Entonces llegó el azote del tiempo.
Fíjense en el caso del trigo, cuyo precio casi se ha duplicado desde el verano. La causa inmediata del repunte del precio del trigo es evidente: la producción mundial ha caído en picada. La mayor parte del declive de dicha producción, según los datos del Departamento de Agricultura de EE.UU., es el reflejo de una drástica bajada en la antigua Unión Soviética. Y sabemos a qué se debe eso: una ola de calor y una sequía sin precedentes, que elevaron las temperaturas de Moscú por encima de los 38 grados por primera vez en la historia.
La ola de calor rusa sólo ha sido uno de los muchos acontecimientos meteorológicos extremos recientes, desde la sequía de Brasil hasta las inundaciones de proporciones bíblicas de Australia, que han mermado la producción mundial de alimentos.
La pregunta, por tanto, pasa a ser qué hay detrás de estas condiciones meteorológicas extremas. Hasta cierto punto, estamos viendo las consecuencias de un fenómeno natural, La Niña, un acontecimiento periódico en el que el agua del Pacífico ecuatorial se enfría más de lo normal. Y los fenómenos de La Niña se han relacionado históricamente con crisis alimentarias mundiales, entre ellas, las crisis de 2007 y 2008.
Pero la historia no termina ahí. No se dejen engañar por la nieve: en conjunto, 2010 está vinculado con 2005 por ser el año más cálido del que se tienen registros, aun cuando nos encontrábamos en un periodo de actividad solar mínima y La Niña fue un factor de enfriamiento durante la segunda mitad del año. Los récords de temperatura no sólo se batieron en Rusia, sino en al menos 19 países, que representan una quinta parte de la superficie terrestre del planeta. Y tanto las sequías como las inundaciones son consecuencias naturales de un mundo que se calienta: las sequías porque hace más calor, las inundaciones porque los océanos más calientes liberan más vapor de agua.
Como siempre, no es posible atribuir ningún acontecimiento meteorológico concreto a los gases de efecto invernadero. Pero el patrón que estamos viendo, con máximos extremos y en general un tiempo extremo que se vuelve mucho más habitual, es justo lo que uno esperaría del cambio climático.
Por supuesto, los sospechosos habituales se pondrán como locos ante las insinuaciones de que el calentamiento global pueda tener algo que ver con la crisis alimentaria; quienes insisten en que Ben Bernanke tiene las manos manchadas de sangre suelen ser más o menos los mismos que insisten en que el consenso científico sobre el clima es el reflejo de una descomunal conspiración de la izquierda.
Pero las pruebas indican, de hecho, que lo que estamos viviendo ahora es un adelanto de la alteración, económica y política, a la que nos enfrentaremos en un mundo recalentado. Y dada nuestra incapacidad para actuar frente a los gases de efecto invernadero, se avecinan muchas más cosas, y mucho peores.
Han pasado casi 19 años de la Cumbre de Río de Janeiro y tenemos el problema delante. Allí estábamos planteando esos problemas, sin imaginarnos que el fin de la especie puede ser dentro de un siglo o de decenios, si antes no se produce una guerra.
El aumento de los precios de los alimentos agravará de inmediato sin ninguna duda la situación política internacional.  Si como consecuencia de todo esto se agravan los problemas, me pregunto: ¿debemos ignorarlos?
Me gustaría que sobre este tema se centrara nuestro debate.
La Humanidad hay que empezar a salvarla ya.
Egipto ayer y hoy
Ángel Guerra Cabrera
La liberación de Palestina fue una motivación política central del nacionalismo árabe y el panarabismo en las décadas posteriores al triunfo en Egipto (1952) del Movimiento de los Oficiales Libres encabezado por Gamal Abdel Nasser. Hoy también el pueblo palestino y sus derechos inalienables están en la mente y en el corazón de los millones de jóvenes tunecinos, egipcios y árabes en general, que junto a sus padres, madres y hermanas marchan por la justicia social y la libertad. No por una democracia occidental donde decidan el dinero y las elites a espaldas de los gobernados.
Nasser derrocó la monarquía títere de Inglaterra, proclamó la república, nacionalizó  el Canal de Suez y enfrentó resueltamente la agresión anglo-franco-israelí (1956). Con el apoyo de la Unión Soviética construyó la monumental represa de Asuán, inició un importante proceso de industrialización, una reforma agraria y otras medidas que hicieron más justa la distribución de la riqueza. Egipto pasó a ocupar un puesto de primera línea del movimiento anticolonial. Ello le granjeó a Nasser una enorme simpatía de sus compatriotas. Hasta su muerte (1970) las masas árabes miraban hacia El Cairo como un faro de su dignidad e independencia.
Después todo cambió radicalmente. Al asumir la presidencia Anuar el-Sadat se inició el camino hacia la subordinación del gobierno egipcio a Washington y a un repugnante concubinato con Israel, sellados con los acuerdos de Camp David (1978). A partir de Camp David Egipto pasó a convertirse en la columna vertebral de la pax americana en Medio Oriente y el facilitador de una frenética y casi impune actitud agresiva del Estado hebreo en la región. Éste, que siempre se ha distinguido por el incumplimiento de todas las resoluciones de la ONU sobre el conflicto árabe-israelí,  sintió llegada la hora de ampliar su expansión colonial a costa de los palestinos y de recrudecer su vieja campaña terrorista contra ese pueblo y contra los Estados árabes que resistían.  Agredió varias veces a Líbano, bombardeó Irak y Siria, enjauló a los palestinos en condiciones peores que las del apartheid e inició una descarada campaña de asesinatos selectivos de sus líderes y activistas, lo mismo en los territorios ocupados que en capitales árabes como Beirut y Damasco. A partir de Camp David el número de colonos judíos en los ilegales asentamientos dentro de los territorios palestinos subió de 10.000 a 300.000. A la vez Washington acentuó su política hostil contra la independencia de los pueblos del Medio Oriente y de apoyo a sus corruptos y sanguinarios regímenes aliados. Pero en 1979 se llevó la sorpresa de la gran revolución de masas iraní y, por consiguiente, del derrocamiento del Sha Reza Pahlevi, su principal aliado y gendarme en la región hasta entonces.
En vísperas de la desintegración de la Unión Soviética, Estados Unidos se sintió en libertad de lanzar la primera agresión contra el pueblo iraquí a la que siguieron años de bloqueo inmisericorde. Su objetivo era ampliar el dominio sobre el petróleo y las vías marítimas del área, el cual intentó completar con una nueva invasión y, ahora, ocupación de Irak (2003), que aún continúa. Estas aventuras y todas las de Israel desde Camp David se hicieron con la complicidad de Sadat y luego de Mubarak. En cambio, el pueblo egipcio siente un profundo repudio e indignación por la capitulación de sus gobernantes ante el imperialismo y el sionismo. La calle egipcia es consciente de los hilos que unen al régimen militar heredero de Mubarak con Washington y Tel Aviv y que éstos hacen, y harán, cuanto puedan por impedir una revolución democrática en su país, como reseñan los corresponsales que dan prioridad a conocer sus pensamientos.
Las nuevas autoridades no han derogado el estado de emergencia, liberado a los presos políticos, creado un gobierno de transición representativo de la sociedad, ni hablado siquiera de enjuiciar a Mubarak y recuperar la millonada que robaron él y sus cómplices. El fantasma de la represión flota ominosamente en el ambiente en medio de amenazas veladas de los militares contra la proliferación de las huelgas obreras y el deseo manifiesto de los protestantes de mantenerse movilizados. Pero como decía uno de los jóvenes organizadores: ya conocemos el camino a la Plaza Tahrir. En algún momento no lejano se exigirá allí al gobierno por el levantamiento del bloqueo a Gaza y la solidaridad sin reservas con el pueblo palestino. Nadie lo dude.

La revolución popular en Egipto
Rosa Mussaui (L'Humanité)
Samir Amin analiza en esta entrevista la encrucijada política y económica en que se halla ahora mismo Egipto.
"Desde su fundación, en 1920, por los británicos y por la monarquía, ese movimiento [los Hermanos Musulmanes] ha desempeñado un papel activo de agente anticomunista, antiprogresista, antidemocrático. Es su razón de ser, y la reivindican. Declaran abiertamente: si ganan unas elecciones, serán las últimas, porque el régimen electoral sería un régimen occidental importado, contrario a la naturaleza islámica. En ese aspecto, no han cambiado nada. En realidad, el Islam político ha sido siempre sostenido por los EE.UU. Durante la guerra contra la Unión Soviética, los EE.UU. presentaban a los talibanes afganos como a héroes de la libertad. Cuando los talibanes cerraron las escuelas para chicas que habían creado los comunistas afganos, ¡no faltaron en los EE.UU. movimientos feministas que explicaban que había que respetar las 'tradiciones' de ese país! Eso revela un doble juego: por un lado, el apoyo; por el otro, la instrumentalización de los excesos característicos de los fundamentalistas para alimentar el rechazo de los inmigrados y justificar las agresiones militares. Conformado a esa estrategia, el régimen de Mubarak jamás luchó contra el Islam político. Al contrario: lo que hizo fue integrarlo a su sistema político. "
En los acontecimientos que se desarrollan estos días en Túnez y en Egipto, ¿se trata de simples "revueltas populares", o significan la entrada de esos países en procesos revolucionarios?
Se trata de revueltas sociales potencialmente portadoras de la cristalización de alternativas que podrían llegar a inscribirse a largo plazo en una perspectiva socialista. Por eso el sistema capitalista, el capital de los monopolios dominantes a escala mundial, no puede tolerar el desarrollo de esos movimientos. Movilizará todos los medios de desestabilización posibles, presiones económicas y financieras, hasta la amenaza militar. Apoyará, según las circunstancias, ya falsas alternativas o fascistizantes, ya la implantación de dictaduras militares. No hay que creer una sola palabra de lo que dice Obama. Obama es Bush, con otro lenguaje. Hay en él una duplicidad permanente. De hecho, en el caso egipcio, los EE.UU. sostienen al régimen. Pueden terminar juzgando más útil el sacrificio de Mubarak; pero no renunciarán a salvar lo esencial: el sistema militar y policíaco. Pueden vislumbrar su salvación en una alianza con los Hermanos Musulmanes. De hecho, los dirigentes de los EE.UU. tienen en mente el modelo paquistaní, que no es un modelo democrático, sino una combinación entre un poder diz-que-islámico y una dictadura militar. Con todo, en el caso de Egipto, una buena parte de las fuerzas populares movilizadas son perfectamente conscientes de todo eso. El pueblo egipcio está muy politizado. La historia de Egipto es la de un país que trata de emerger desde comienzo del siglo XIX, que ha sido derrotado por sus propias insuficiencias, pero, sobre todo, por las agresiones exteriores repetidamente sufridas.
Estos alzamientos, ¿son sobre todo cosa de jóvenes precarizados, de licenciados en paro? ¿Cómo lo explica usted?
El Egipto de Nasser disponía de un sistema económico y social ciertamente criticable, pero coherente. Nasser apostó por la industrialización para salir de la especialización internacional colonial, que confinaba al país en la tarea de exportar algodón. Ese sistema logró asegurar una buena distribución de los ingresos a favor de las clases medias, pero sin pauperizar a las calases populares. Esta página de la historia egipcia pasó como consecuencia de las agresiones militares de 1956 y 1967, que movilizaron a Israel. Sadat y más aún Mubarak han trabajado para el desmantelamiento del sistema productivo egipcio, substituyéndolo por un sistema de todo punto incoherente, fundado exclusivamente en la búsqueda de rentabilidad. Las tasas de crecimiento egipcias, supuestamente altas e invariablemente celebradas desde hace 30 años por el Banco Mundial, carecen totalmente de significado. Es polvo en los ojos. El crecimiento egipcio es muy vulnerable, dependiente del mercado exterior y del flujo de capitales petroleros procedentes de los países rentistas del Golfo. Con la crisis del sistema mundial, esa vulnerabilidad se ha manifestado con un brutal estancamiento. Aquel crecimiento vino acompañado de un increíble incremento de las desigualdades y de un desempleo espantoso que castiga a la mayoría de los jóvenes. Una situación verdaderamente explosiva, que ha terminado por estallar. Lo que a partir de ahora, y más allá de las iniciales reivindicaciones de finalización del régimen e instauración de las libertades públicas, va a significar una batalla política.
¿Por qué los Hermanos Musulmanes buscan ahora presentarse como "moderados"?
Porque ese el juego que se les pide ahora. Los Hermanos Musulmanes nunca han sido moderados. No se trata de un movimiento religioso, sino de un movimiento político que se sirve de la religión. Desde su fundación, en 1920, por los británicos y por la monarquía, ese movimiento ha desempeñado un papel activo de agente anticomunista, antiprogresista, antidemocrático. Es la razón de ser de los Hermanos Musulmanes, y la reivindican. Declaran abiertamente: si ganan unas elecciones, serán las últimas, porque el régimen electoral sería un régimen occidental importado, contrario a la naturaleza islámica. En ese aspecto, no han cambiado nada. En realidad, el Islam político ha sido siempre sostenido por los EE.UU. Durante la guerra contra la Unión Soviética, los EE.UU. presentaban a los talibanes afganos como a héroes de la libertad. Cuando los talibanes cerraron las escuelas para chicas que habían creado los comunistas afganos, ¡no faltaron en los EE.UU. movimientos feministas que explicaban que había que respetar las "tradiciones" de ese país! Eso revela un doble juego: por un lado, el apoyo; por el otro, la instrumentalización de los excesos característicos de los fundamentalistas para alimentar el rechazo de los inmigrados y justificar las agresiones militares. Conformado a esa estrategia, el régimen de Mubarak jamás luchó contra el Islam político. Al contrario: lo que hizo fue integrarlo a su sistema político.
¿Podría decirse que Mubarak ha subcontratado la sociedad egipcia a los Hermanos Musulmanes?
¡Absolutamente! Les ha confiado tres instituciones fundamentales: la justicia, la educación y la televisión. Pero el régimen militar quiere conservar para sí mismo la dirección, reivindicada asimismo por los Hermanos Musulmanes. Los EE.UU. utilizan ese conflicto menor en el seno de la alianza entre militares e islamistas para asegurarse la docilidad de unos y otros. Lo esencial es que todos aceptan el capitalismo tal cual es. Los Hermanos Musulmanes jamás han pensado seriamente en cambiar las cosas. Por lo demás, durante las grandes huelgas obreras de 2007-2008, sus parlamentarios votaron con el gobierno contra los huelguistas. Frente a las luchas de los campesinos expulsados de sus tierras por los grandes propietarios rentistas, los Hermanos Musulmanes toman partido contra el movimiento campesino. Para ellos, la propiedad privada, la libre empresa y el beneficio son cosas sagradas.
¿Y qué perspectivas tienen para el conjunto del Oriente Medio?
Unas perspectivas harto dóciles. Los Hermanos Musulmanes, como los militares, aceptan la hegemonía de los EE.UU. en la región y la paz con Israel en los términos actuales. Unos y otros hacen gala de esta complacencia que permite a Israel proseguir la colonización de lo que resta de Palestina. 
Samir Amin. Economista franco-egipcio de renombre internacional, miembro del Consejo Internacional del Fórum Mundial y presidente del Fórum Mundial de las Alternativas.

Egipto:
Declaración del Partido Argelino para la Democracia y el Socialismo
Lunes 14 de febrero 2011
Los comunistas argelinos reciben con alegría la victoria del pueblo egipcio quien logró al cabo de 18 días de movilización y manifestaciones ininterrumpidas deshacerse de su déspota Mubarak, ratero del dinero del pueblo, traidor a la nación egipcia y a la causa palestina, secuaz desde 32 años del imperialismo y del Estado sionista de Israel.
Después de la huida del dictador tunecí Ben Ali, esta victoria anima a los pueblos de los países árabes a romper con el espíritu de resignación y luchar de manera obstinada para aplastar las dictaduras de la burguesía compradora y especuladora servil a las potencias imperialistas. La alianza de todos los sectores democráticos del pueblo y la acción, en estos últimos días, de los trabajadores que paralizaron la actividad económica, han jugado un papel decisivo en esta victoria histórica.
La hipocresía de las potencias imperialistas se exhibió en grande a toda luz. Allí están haciendo la mueca de aplaudir la renuncia de su sirviente bajo la presión popular, después de haber sostenido con todas sus fuerzas el régimen de Mubarak, y antes de él Anuar el Sadat, su hombre ligio destructor del frente antiimperialista árabe, después de elogiar durante todos estos años al “modelo de gobernabilidad”, guardado un silencio de plomo sobre los fraudes electorales, la represión y la tortura, las alianzas con las fuerzas las más retrógradas, o declarar sus “comprensión” hacia esta dictadura con el pretexto de vencer el integrismo islamista.
La lucha del pueblo egipcio es una fuente de enseñanzas preciosas para todos los pueblos en lucha contra la dominación de las clases explotadoras, contra las capas dirigentes corruptas que se ponen al servicio de las potencias imperialistas. Esta gran victoria no es más que el inicio del combate para liberar Egipto y la región del dominio de estas potencias. Las potencias imperialistas han sido obligadas en retroceder y abandonar a su lacayo Mubarak, pero solamente para evitar, frente a la presión popular, perder completamente su control sobre el poder egipcio a sus órdenes.
Abiertamente, a la cara del mundo entero, sin por lo menos tomar la precaución de ser discretos, multiplicaron las conminaciones y los consejos —envueltos bajo una ola de declaraciones de fe hipócritas sobre la necesidad de respetar la voluntad popular— en dirección de los jefes militares a sus órdenes para guiarlos en sus decisiones y sus iniciativas, con el propósito en que las bases sociales y los lazos de subordinación del régimen comprador egipcio al imperialismo y a Israel, su militarista chusma faldera en el Medio Oriente, no sean rotos por este movimiento popular democrático de una amplitud inédita.
Los comunistas argelinos expresan el deseo de que la clase obrera egipcia, en alianza con todos los que viven con el fruto de su trabajo manual e intelectual, sabrán derrotar los planes de los que quieren perpetuar las bases del régimen, sabrán encontrar los mejores caminos para que esta intifada (insurrección) se transforme en revolución democrática, popular y antiimperialista. No cabe duda alguna de que la continuidad de la lucha de los trabajadores egipcios, su rechazo a la continuidad del régimen que tratará de perpetuarse detrás de un simple cambio de fachada, cambiará completamente la situación si se contribuye a crear una relación de fuerzas más favorable a la satisfacción de las aspiraciones de los explotados y de los oprimidos de toda la región.
No hay la menor duda de que esta primera victoria va a crear condiciones más favorables a la acción de los comunistas egipcios para fortalecer su partido y a construir alrededor de ellos el frente antiimperialista, patriótico, democrático y popular reuniendo los sindicatos obreros, las organizaciones antiimperialistas de la juventud, las mujeres, los intelectuales y de todos los progresistas, en sus luchas por acabar con el poder de la burguesía compradora corrupta y corruptora que traicionó los intereses de la nación y se ha puesto al servicio del capitalismo norte-americano y europeo.
Los comunistas argelinos llevarán por su lado sus luchas para que el pueblo argelino continúe su solidaridad con la lucha de los trabajadores egipcios. Esta solidaridad efectiva se expresará en la intensificación de las luchas para un cambio radical de régimen con la instauración de un Estado democrático popular de progreso y antiimperialista, un Estado que será solidario de las luchas de todos los explotados y oprimidos en el mundo para derrotar la dominación de las oligarquías militaro-financieras reaccionarias.
PADS
12 de febrero del 2011

Si argentinos llevasen armas a EE.UU. terminarían en Guantánamo
Publicado el 15 febrero 2011-En Moncada
El jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, sostuvo este martes que si Argentina hubiera intentado ingresar material camuflado a Estados Unidos las personas encargadas de transportarla estarían presas en la base naval de Guantánamo.
“¿Se imagina la situación de Argentina llevando lo mismo hacia Estados Unidos? Primero estarían en Guantánamo, con un overol anaranjado en situación que no se las quiero ni explicar”, dijo Fernández sobre la incautación de armas y medicamentos en un avión militar estadounidense que el jueves último llegó a Argentina y que generó un conflicto bilateral.
El jefe de los ministros defendió en declaraciones radiales la postura del gobierno de Cristina Kirchner al señalar que “estamos hablando de soberanía nacional”.
Argentina presentó el lunes una protesta a Estados Unidos tras denunciar un tercio de la carga incautada por autoridades argentinas de un avión castrense C17 en el aeropuerto internacional de Ezeiza, que no había sido informada por su embajada previamente.
“Había material sospechoso de poder servir para interferencias telefónicas, armas, drogas, psicotrópicos, no declarados. Todo lo declarado entró”, dijo el lunes el canciller Héctor Timerman, quien reclamó a Washington “una respuesta”.
Estados Unidos, a su vez, se declaró “preocupado y perplejo” por el procedimiento, según el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, quien calificó de “inusual e imprevisto” el registro de la carga del avión.
La ilegal base de Estados Unidos en Guantánamo, Cuba, alberga a sospechosos de haber tomado parte en actividades ligadas al terrorismo, donde se han multiplicado las denuncias por malos tratos a los detenidos.
(Tomado de Agencias)

Las FARC-EP dieron su palabra
Anncol
Tormenta en un vaso de agua, es el titular que puede dar cuenta de la situación presentada el fin de semana con las liberaciones prometidas por la organización insurgente. El delegado del gobierno Eduardo Pizarro, les sirvió en bandeja de plata a los cultores de la guerra de la oligarquía colombiana un banquete, que sirve de pretexto para tratar la situación vivida con todo tipo de epítetos que estigmatizan y que siembran duda sobre la palabra dada por la insurgencia.
Qué orate puede pensar, que con los inconvenientes presentados a última hora en la entrega, la insurgencia tiene agenda oculta, o que pretende ganar algunas horas, como lo han dejado entender a través de los medios.
Los enemigos de las salidas civilizadas, deben entender, pues no tienen experiencia vivencial para hacerlo, ya que no conocen ni nuestra geografía, ni tampoco las cuestiones propias de la guerra, del terreno, del desplazamiento de hombres entre montañas, entre páramos, que liberar a retenidos en las montañas, es cuestión de tiempo y de paciencia. No se trata de entregar en la ciudad, a un prisionero de guerra, retenido y custodiado en la ciudad, estamos hablando de retenidos que tienen que atravesar todo tipo de barreras naturales, garantizando sobre todo su seguridad y la de los hombres encargados de su custodia.
Que los enemigos vedados y manifiestos de todo proceso de acercamiento arreen sus banderas de guerra, que la insurgencia prometió.
Los representantes de la oligarquía desde sus oficinas y sus periodistas prepago arman todo tipo de titulares y hacen correr rumores cuyo único objetivo es confundir, desinformar anestesiar y ganar batallas desde sus cómodas poltronas.
El pueblo colombiano no come cuento. La noción del tiempo y la perspectiva histórica no es la misma desde Bogotá ni de las montañas de Colombia.
Las Farc en su sabiduría nos explicará a los colombianos qué ocurrió.

Paramilitares masacraron a cinco personas, entre ellos una niña, en una zona fuertemente militarizada
Por Camilo Raigozo
Varias organizaciones sociales, entre las que se encuentra la Mesa de Organizaciones Sociales, Campesinas Indígenas y Afrodescendientes, denunciaron el atroz crimen de cinco personas, entre ellas una niña, por parte de paramilitares.
El doloroso hecho ocurrió al medio día del pasado 11 de febrero en la vereda Dios Peña, municipio de San Miguel, Putumayo, cuando varios sujetos irrumpieron violentamente  y con sevicia degollaron a Luz Marina Roa Alfonso, de 59 años, Luz Mery Roa Roa, de 35 y Sorith Juliet Alfonso Roa, de tan solo 5 años de edad.
Los criminales también asesinaron con arma de fuego a los hermanos Erazo Rodríguez, trabajadores agrarios. Un tercer campesino logró escapar. Según información de la Defensoría, estas personas habían llegado procedentes del Valle del Cauca a trabajar a la finca de la familia Alfonso Roa.
La zona donde la estrategia paramilitar del régimen continuó anegando de sangre el territorio nacional está fuertemente militarizada por tropas de la Brigada 27 Selva, la Fuerza Naval del Sur y el Grupo Mecanizado  José María Melo. 
La Defensoría mediante el Sistema de Alertas Tempranas ya había advertido sobre el riesgo para los pobladores de las zonas cercanas a La Dorada y de las veredas Tres Islas, El Afilador, San Antonio del Comboy, Dios Peña, El Maizal, Chiguaco, Palmira Mandur, La Floresta y La Cabaña, jurisdicción del corregimiento de Puerto Colón.
Igualmente había advertido el alto riesgo corren los indígenas de los Pueblos Kofán e Inga los cuales conforman el Resguardo Yarinal San Marcelino.
No obstante los homicidios selectivos, masacres, retenciones ilegales, secuestros, restricciones a la libre movilización, desplazamientos forzados y  reclutamientos, por parte del autodenominado grupo paramilitar “Los Rastrojos”, continúan a la orden del día.
Las comunidades, organizaciones sociales y defensoras de los derechos humanos, rechazaron la brutal masacre. Del mismo modo les solicitaron a las organizaciones sociales y de derechos humanos nacionales e internacionales, que vigilen con celo las investigaciones y que sean ellas mismas quienes con su presencia en los lugares de los crímenes, corroboren y denuncien la presencia paramilitar que actúa con plena libertad en zonas densamente militarizadas 
A pesar del fallo de la corte, Estados Unidos continúa adecuando las bases militares colombianas. El senador Jorge Enrique Robledo le solicitó al ministro de Defensa que explicara por qué el ejército de Estados Unidos ha firmado 126 contratos por más de 12 millones de dólares para hacer construcciones en bases militares colombianas, algunos de los cuales se firmaron luego de que la Corte Constitucional declarara inaplicable el tratado que permitía a las fuerzas estadounidenses usar y adecuar al menos 7 bases.
De acuerdo con la información publicada por el gobierno de Estados Unidos, en septiembre de 2010, entidades militares norteamericanas firmaron contratos por casi cinco millones de dólares para construir instalaciones en las bases colombianas de Tolemaida, Larandia y Bahía Málaga. Entre otros, hay uno firmado el 30 de septiembre por el Departamento de Defensa con la empresa HCS Group, por un valor de USD $185.681.00, cuyo objeto es prestar servicios para un “centro de operaciones de una base avanzada del Comando de Operaciones Especiales para el Sur, en Tolemaida” (“SOCSOUTH ADVANCE OPERATION BASE CENTER AT TOLEMAIDA BASE, COLOMBIA”).
El senador Robledo explicó que la finalidad de estos contratos es la misma que la del tratado que tumbó la Corte Constitucional. Señaló que no sería raro que Juan Manuel Santos, al igual que lo intentó hacer como ministro de Defensa, violara la Constitución para permitir que las fuerzas armadas estadounidenses se instalen en el territorio nacional.
Se anexa el texto de la carta.
Bogotá, 26 de enero de 2011.
Doctor RODRIGO RIVERA Ministro de defensa Ciudad
Ref.: Solicitud de información.
Atento saludo,
De acuerdo con información publicada por el gobierno de Estados Unidos, el Ejército estadounidense ha firmado más de 126 contratos por USD $12.362.907,63, para ser ejecutados en el territorio colombiano, especialmente en las bases de Tolemaida, Málaga y Larandia. Por esta razón, de manera respetuosa solicito a Usted la siguiente información:
1. ¿Cuál es el número de personal militar y civil estadounidense que hace presencia en Colombia en cumplimiento de cada uno de los acuerdos de asistencia técnica y militar firmados con Estados Unidos? Favor especificar si se trata de personal militar o civil, y las empresas privadas a las que pertenecen estos últimos. Sírvase indicar el mínimo de tiempo de estadía requerido para que el personal militar sea contabilizado en estos acuerdos.
2. ¿Cuál es el presupuesto militar que el gobierno colombiano dispone para la aplicación de estos acuerdos?
3. ¿Qué zonas del país tienen o han tenido en los últimos dos años presencia militar o civil norteamericana en desarrollo de estos acuerdos? ¿Cuáles brigadas, fijas o móviles, han recibido apoyo o asistencia militar estadounidense en ese período, tales como inteligencia, equipos, armamento y entrenamiento?
4. ¿Cuál es la participación colombiana y estadounidense en el financiamiento de estos acuerdos?
5. ¿Favor informar en detalle cuál es la presencia militar y la ayuda financiera de los Estados Unidos en la base aérea Germán Olano Moreno, Palanquero; la base aérea Alberto Pawells Rodríguez, Malambo; el fuerte militar de Tolemaida, Nilo; el fuerte militar Larandia, Florencia; la base aérea Capitán Luis Fernando Gómez Niño, Apíay; Base naval ARC Bolívar en Cartagena; Base naval ARC Málaga en Bahía Málaga?
6. ¿A quién y cuándo se ha rendido informes sobre el desarrollo de estos acuerdos? Favor remitir copia de los mismos.
7. Según datos publicados por el Gobierno de los Estados Unidos, en cumplimiento del Federal Funding Accountability and Transparency Act, el 30 de septiembre de 2010 el Ejército de Estados Unidos firmó un contrato con la empresa HCS Group, P.C. por un valor de USD $185.681.00. En la orden de trabajo que se adjunta, aparece que el objeto del contrato es la prestación de servicios para un “centro de operaciones de una base avanzada del Comando de Operaciones Especiales para el Sur, en Tolemaida” (“SOCSOUTH AOB [Advance Operation Base] OPERATIONS CENTER AT TOLEMAIDA BASE, COLOMBIA”) Favor explicar en detalle cuál es el objeto de este contrato y remitir un informe sobre su ejecución. ¿Bajo qué fundamento jurídico Estados Unidos hace construcción militar en las bases militares en Colombia? Explique los acuerdos y sus términos para el uso de y acceso a esta construcción por parte de fuerzas de Estados Unidos después de concluida la construcción.
8. De acuerdo con información sobre el gasto público de Estados Unidos, publicada en los portales usaspending.gov y ffata.org, los contratos que se incluyen en el listado que se anexa han sido celebrados por el Ejército de Estados Unidos para ser ejecutados en Colombia. Favor informar cuál es el objeto de cada uno de estos contratos, si los mismos ya se han ejecutado y cuáles son los fundamentos legales que permiten su contratación y ejecución. Se anexa un listado de los contratos y adjunto un CD con la información de las páginas de Internet.
Favor explicar en detalle cuál es el objeto de estos dos contratos y remitir un informe sobre su ejecución. ¿Cuáles son los fundamentos jurídicos que permiten la ejecución de estos contratos en el territorio colombiano?
9. Favor remitir un informe que describa en detalle las actividades de construcción y modernización que en los dos últimos años se han realizado en las bases militares colombianas y que se han financiado con recursos de Estados Unidos o donados por este país. Favor especificar el monto de cada una de las actividades y los fundamentos jurídicos que permiten su ejecución.
La presente solicitud se fundamenta en el artículo 258 de la Ley 5ª de 1992.
Agradezco la atención prestada,
Cordialmente,
Jorge Enrique Robledo, senador

Reflexiones sobre la asamblea del 26 de febrero 19,
2011pensando en los colectivos de resistencia popular 
En la lucha no existen posibilidades para fracciones refundacionales, electorales o insurreccionales, todas son una sola fuerza de lucha unitaria por la Refundación del país, El Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP
L.M.
El Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP transita por un momento histórico, importante y de gran trascendencia en su proceso constitutivo como la mayor fuerza de poder popular, pre revolucionaria de este país de casi 8 millones de habitantes. Poder popular encaminado hacia la refundación de un Estado anarquizado por las fuerzas de la ultraderecha internacional, regional, nacional, la oligarquía, el ejército, la policía, sectores de la iglesia católica y protestante y principalmente por los intereses del imperio norteamericano. Procesos asamblearios que nacen desde el corazón de Colectivos de Resistencia Popular, Frentes Locales, Frentes Municipales y Departamentales que hacen de este concierto de ideas y proposiciones un mundo posible de construcciones colectivas de ese sujeto político llamado —militante del Frente Nacional de Resistencia  Popular—.
Han transcurrido semanas tras semanas donde nuestros compañeros y compañeras de los 18 departamentos del país más el departamento 19 convocan a asambleas abiertas, democráticas e incluyentes —con sus respectivos niveles de contradicciones “naturales”  en un frente heterogéneo y diverso pero que homologa puntos en común como lo es la Refundación del país, la Asamblea Nacional Constituyente Popular, el retorno sin condiciones del coordinador del FNRP, Manuel Zelaya Rosales y todas y todos los compañeros y compañeras en el exilio, el castigo a los violadores de los derechos humanos —delitos de lesa humanidad cometidos por Micheletti Baín y sus sequito de golpistas.
En estas asambleas se han elegido delegadas y delegados territoriales y por organizaciones del movimiento popular y social, incluidos los sectores políticos progresistas que militan en el FNRP; asambleas donde se debaten temas prioritarios orientados a  enfrentar, debilitar y hacer caer al régimen sucedáneo del golpe, de esa manera llegando a consensos comunes sobre el posicionamiento político que será presentado durante la Asamblea Nacional del 26 de febrero, 2011. 
Posturas municipales, departamentales y de sectores organizados que no surgen de voces individuales, disonantes, anarquizadas o fatalistas —como si se tratase de una derecha infiltrada en la izquierda resistente—. Esta arista de ataques contra el caminar del FNRP no ha hecho sino dejar entrever un guión claro que se traduce en el plan de la embajada USA, para debilitar y fracturar en lo posible —previo a la asamblea del 26— a todas las estructuras del Frente Nacional de Resistencia Popular, con el expreso propósito de orillarlo como fuerza de poder popular, creándole condiciones adversas que apunten a su desaparición del escenario de lucha y con ello intentar revivir un bipartidismo útil para los intereses geopolíticos del Pentágono. Sobre este punto y pese a los malos augurios por parte de “ciertas” corrientes oscuras-individuales; el FNRP avanza bajo un proceso holístico de construcción de poder popular que le permite la acumulación de la fuerza necesaria para tener vida orgánica nacional y con ello enfrentar y hacer caer el régimen de facto de Porfirio Lobo.
Si bien es cierto, la consolidación del golpismo revive aquellos conceptos que Pepe Lobo propuso  en el año 2005 con su campaña de “Trabajo y seguridad” bajo el lema del “puño firme” donde su bastión de campaña era la pena de muerte en contra de miembros de maras y pandillas. Hoy, este mismo personaje que en aquel momento hizo un pacto con el imperio yankee como el incondicional para la industria de la maquila y del Tratado de Libre Comercio desde el Congreso Nacional. Este mismo personaje de ayer es el mismo que hoy se arropa con la embestidura ensangrentada de nuestra bandera nacional que se duele por la sangre derramada por  nuestros mártires de la resistencia. Hoy, semillas de liberad.  
Cientos de hombres y mujeres asesinados directamente por el ejército, la policía, los sicarios y paramilitares colombianos y malos hondureños al servicio de la dictadura, contratados para asesinar a nuestros compañeros y compañeras desde el mismo 28 de junio. Asesinatos en diferentes lugares del país, el Aguán y otras regiones, descaradamente bajo el mando de los sicarios, René Morales, Miguel Facusse con la complicidad del mismo PP Lobo, la mano oscura de Álvarez y Billy Joya Améndola y el ejercicio trampero y mediático de los medios de comunicación golpista, radio América, Hrn, Televicentro, Canal 10 y otros medios cercanos y controlados por Rafael Ferrari.
Aún así, y pese a la brutal represión, el pueblo hondureño militante en el FNRP afronta el embate también de las leyes mordaza típicas de un aspirante a dictador como lo es PP Lobo y su séquito de golpistas en el Congreso Nacional quienes impulsan y aprueban leyes inconstitucionales (el 28 de junio se rompió la institucionalidad del Estado y nada tendrá vigencia hasta que se instale la nueva Asamblea Constituyente), la ley del trabajo temporal, la anulación del decreto 18-2008, la eliminación del estatuto del docente, 47 concesiones hidroeléctricas con énfasis en Patuca I, II Y III, la privatización de Hondutel mediante la concesionaria LATINCON, las ciudades modelo presentadas como la panacea para el despegue económico del país y un sinnúmero de acciones que atentan contra los derechos sociales, políticos, económicos y culturales de nuestro pueblo. Pese a estas envestidas del lobo, el Frente Nacional de Resistencia Popular acumula fuerzas organizativas y de toma de conciencia para enfrentar a los enemigos del pueblo, de la patria, a la tiranía capitalista. La construcción del poder popular marca desde ya, ese camino iniciado desde la  resistencia histórica por y para la refundación de Honduras.
El FNRP consolida su proceso organizativo en y desde sus estructuras locales, Colectivos de Resistencia, Frentes Municipales y Departamentales, organizaciones y sectores que lo integran y juntos van acumulando esa fuerza en espiral de insospechadas magnitudes que, más temprano que tarde darán el paso necesario para hacer caer al régimen lobista y golpista.
A más de un año de haberse reinstalado el golpismo en el poder somos conscientes de que urgimos revertir la correlación de fuerzas que adversan al Frente. Tanto el golpismo como los EUA buscan de cualquier manera cooptar la fuerza del movimiento popular y aniquilar el legítimo derecho del pueblo a la tierra, al trabajo digno, a la educación, a la soberanía económica y alimentaria, a los derechos humanos en toda su dimensión.
En esta dinámica constitutiva el FNRP no ha dejado al margen el análisis de la coyuntura actual abordada desde la propia perspectiva local, en muchos casos desde la perspectiva internacional. Cada posicionamiento político de las regiones como del sector organizado en movimientos y organizaciones dejan entrever un debate constructivo y propositivo que sin duda merece mayor profundidad en temas de la geopolítica internacional, la manipulación política —empresarial  local, el debate político— ideológico, la lucha de clases, la construcción de poder y la toma del poder como elementos claves que nos aproximen a un análisis más sucinto de las fuerzas que nos favorecen  o de aquellas que nos adversan y así dar la batalla tanto en la práctica como en el ejercicio dialéctico que nos lleve a la victoria del FNRP.
Cada día se vuelve obligatorio el análisis de ese capitalismo indisoluble plagado en las capas del neoliberalismo empresarial, —nacionales y regionales— ligados a las fuerzas imperialistas y de co-dependencias entre sí. En la medida que estos sistemas avanzan y se globalizan también es de puntualizar que se deben integrar a los debates de los Colectivos de Resistencia temas como: la globalización de la lucha revolucionaria que gestan los pueblos latinoamericanos y de otras latitudes del mundo en resistencia, luchas que  traen consigo la liberación de los pueblos oprimidos del planeta y desde donde se avizora la estrepitosa caída del capitalismo en el presente siglo XXI.  Sin duda, no es al azahar la ampliación de las bases militares U.S. en América Latina, la IV flota y los neo golpes de estado como una apuesta de control hegemónico, económico e ideológico y militar de EUA en la región.  Bajo ese macro plan-imperialista, es importante ver de cerca a los personajes hondureños que se mueven bajo el mando de PP Lobo y que buscan de cualquier manera vender en parcelas nuestro territorio, tanto a los EUA para que instalen más bases militares en el departamento de Gracias a Dios como también a los empresarios chinos para que instalen sus ciudades modelo en Sico y Paolaya y otras regiones del país.
No se puede perder de vista en el análisis del Colectivo de Resistencia que la situación internacional deja muy en claro que Estados Unidos perdió la guerra en Irak, que George Bush regresó sin petróleo y debilitado económicamente a Texas y a Wall street. Que la segunda opción para una recuperación económica de EUA es la invasión y agresión a America Latina, de manera precisa su blanco perfecto Venezuela, llegar hasta el Orinoco no sin antes colombianizar la región centroamericana, siendo Honduras el conejillo de indias como una coartada táctica de sus guiones predecibles de invasores de todos los tiempos. En ese sentido, el Frente es contundente ante las pretensiones y políticas del imperio USA. Para contrarrestar al imperio, el FNRP  en su posicionamiento político se plantea como un Frente amplio de lucha política y social, anticapitalista, antineoliberal, antioligárquico, antiimperialista, antipatriarcal y antirracista. Bajo estos parámetros  de lucha que sin duda, Hugo Lorens es conocedor, (para no perder de vista esas voces oscuras que se hace referencia en este texto), no es ajeno saber que EUA buscará tener el mayor control de la oligarquía criolla, residente o nacionalizada en el país y controlar desde ese sector económico las decisiones en materia política y de leyes que favorezcan los verdaderos propósitos del imperio en la región.
Para los Colectivos de Resistencia, frentes locales, municipales y departamentales del FNRP se vuelve necesario el análisis del contexto interno del país. Debate que debe nacer desde  el Colectivo de Resistencia Popular como la unidad básica organizativa y de lucha reivindicativa del Frente. Ser conscientes que la oligarquía busca desesperadamente que el régimen de facto legisle cuanta ley sea posible e instaurar un sistema de blindaje a todas sus inversiones, convenios y acuerdos con las transnacionales bajo el entendido que son dueños y señores de un poder real del estado que involucra a partidos políticos, mega iglesias, militares, USA, la oligarquía, la burguesía y las multinacionales. De igual manera teniendo para sí, el control absoluto de un poder formal donde el poder ejecutivo, legislativo y judicial funcionan de acuerdo a sus intereses. Grupos que tienen control tanto del poder real como del formal y que sus únicos enfoques de desarrollo obedecen a principios colonizadores que implica el fundamento de un modelo capitalista y burgués; dictatorial, colonial, neoliberal y de alianzas entre las élites dominantes que funcionan bajo las reglas del despojo, el robo, represión, persecución, usurpación y muerte.
Si las discusiones, debates y resoluciones que están por aperturarse en la asamblea del 26 de febrero tienen que ver con la instalación de la coordinación en propiedad del FNRP, el posicionamiento político y las vías que nos encaminen a derrotar al golpismo,  debemos tener claridad que la prevalencia del ejercicio participativo y democrático está por encima de cualquier interés particular. Retomar lo que el compañero y Presidente de Bolivia, Evo Morales planteaba en una exposición,  que el ARTE DE HACER POLITICA ES SEGUIR LA VOZ DEL PUEBLO. Ese es un buen camino.   
Los militantes del FNRP tenemos un sueño, una aspiración, vemos un horizonte que es REFUNDAR esta patria, una Asamblea Nacional Constituyente, una Nueva Constitución, un hombre nuevo como decía el Che. Hombres y mujeres nuevas y nuevos del FNRP.
Reflexiones y construcciones  y que surgen desde de los Colectivos de Resistencia Popular que fueron concebidos como esas “unidades básicas del FNRP que integran a personas de todos los sectores construyendo participativamente propuestas desde su realidad concreta. Asimismo, asumen junto con todos los sectores democráticos y populares la responsabilidad de luchar por la construcción, la toma y el ejercicio del poder; la Asamblea Nacional Constituyente y la refundación de Honduras”.
A pocos días de la Asamblea del 26 de febrero, los escenarios son diversos pero el FNRP es uno solo, unitario en su lucha.  Si existe ese sueño, la aspiración, el deseo,  se hace imprescindible definir el instrumento para lograr ese sueño, (no hago referencia a electoralismo demagógico y trampero), me refiero al partido.  El partido se vuelve necesario para la acumulación de fuerzas del frente. (Que no existan condiciones para ir a un proceso electoral y que ir a un proceso electorero es un tácito reconocimiento al golpismo o sinónimo de blanquear el golpe, es claro y no tiene objeción. Será este tema de profundo análisis y  decisiones que tomará la gran Asamblea del 26 de febrero sobre si las elecciones son o no el camino para la toma del poder del Estado).
El Partido Popular de la Resistencia desde algunas perspectivas trasciende cualquier interés electorero, se vuelve el instrumento, la hoz, el machete imprescindible para un frente de lucha revolucionaria.
Si damos una mirada el escenario internacional de nuestros aliados del Sur y México vemos a: Brasil con el Partido de los Trabajadores, PT, El Salvador con el Farabundo Martí, FMLN, Nicaragua con el Frente Sandinista, FMLN, Venezuela con el partido Socialista Unido PSUV, Ecuador con el Frente Amplio (PS-FA) México con el Partido de la Revolución Democrática, PRD. El partido es fundamental en la lucha.
Desde esta concepción no significa convertir el FNRP en un partido. Al inversa. El instrumento del FNRP es el partido. El FNRP  continuará siendo esa fuerza amplia de lucha social y política.
Si tenemos claro el sueño y el instrumento que es partido, falta preguntarnos y responder el cómo vamos a enfrentar a la burguesía y a la oligarquía. Cómo vamos a enfrentar al imperio norteamericano y a la ultraderecha regional y nacional.
El cómo entonces son las vías, los caminos… La huelga general, la insurrección popular, el proceso electoral o el boicot a otros procesos espurios electoreros. Los ejes de Movilización, Organización, Formación se vuelven entonces fundamentales para enfrentar al enemigo.
Podemos y estamos en el derecho pleno de auto convocarnos a una Asamblea Nacional Constituyente Popular. Eso es  parte del cómo. Todas y todos los militantes del FNRP aspiramos refundar este país.  
Después del 28 de junio se rompió el orden constitucional del Estado y por lo tanto la institucionalidad de los poderes perdió toda vigencia. TODO LO QUE HACEN Y APRUEBAN HOY EN EL CONGRESO NACIONAL DE LOS GOLPISTAS SON ILEGALES, ILEGITIMAS E INCONSTITUCIOANALES. De acuerdo a la Constitución debió convocarse a la Asamblea Nacional Constituyente pero el golpismo instauró un régimen hijo del golpismo con PP Lobo como pieza clave de los EUA. Es importante puntualizar que ninguna ley o decreto aprobado después del 28 de junio tiene validez por lo que al instalarse una Asamblea Constituyente popular debe resarcirse el estado de derecho y las decisiones emanadas de los tres poderes del estado bajo la ruptura del orden institucional del Estado quedarían sin vigencia.
Con la insurrección defendamos los territorios y el cuidado de la vida. Defendamos las reivindicaciones sociales logradas históricamente por las mujeres, los docentes, los obreros y campesinos. El proceso insurreccional  es también el camino. Debemos tener gran capacidad para movilizarnos y tomar control del país pero también claridad para tomar el poder.  La tendencia que podemos ver hoy día en Egipto es la grandiosa capacidad de movilización del pueblo egipcio pero,  al final el poder está en manos de los militares.  300 asesinatos, aún no liberan a los presos políticos, no dicen nada sobre la convocatoria a las elecciones y el ejército asume que ellos van a redactar la nueva constitución.
PARALICEMOS  ESTE PAIS CON LA HUEGA GENERAL, PERO TOMEMOS EL PODER REAL Y EL PODER Y FORMAL DEL ESTADO… PORQUE SOMOS EL MAYOR PODER, EL PODER POPULAR.
El único camino que no existe para los militantes del Frente Nacional de Resistencia Popular es la derrota, el pesimismo, la negación de la lucha como vía para hacer caer a las fuerzas imperialistas, a la oligarquía y la burguesía.
El presente nos muestra el horizonte y el futuro es nuestro
Hasta la victoria siempre,
Patria o Muerte, Venceremos
Resistimos y Venceremos
Luis Méndez
Poeta en Resistencia
Militante del Frente Nacional de Resistencia Popular
FNRP
 

lecturas
De curas y curas
david acebey
Cuando el padre Gustavo de la Radio Pío XII fue apresado por apoyar la lucha de los hambrientos, lo visitó el Nuncio Apostólico. Escuchemos el diálogo que traspasó las cárceles de Banzer:
—“Cómo está usted padre?
—Me pregunta el Nuncio.
—Como va usted —le digo—.
Preso.
—Hay que hacer las cosas con prudencia, padre, con prudencia —me dice con su tonito italiano— Nuestra fidelidad a la Iglesia nos impide …
—Si estoy preso es por ser fiel a la Iglesia —le contesté—. Pero a la verdadera, la de los pobres, no a la de ustedes. Los de la prudencia nunca caen presos, ¿verdad? ¡Cristo no tuvo tanta prudencia como ustedes!
—Ya comprendo padre, usted está un poco cansado, nervioso. Otro día podemos conversar más ampliamente sobre esos temas.
—Sí, claro, para hablar siempre tienen tiempo ustedes. Pero, ¿dónde olvidaron la acción, la lucha?
—Sepa que Su Santidad, el Papa, lucha por todo esto.
—Está preso también? ¡Cuando en vez de aplaudirlo lo metan en la cana, entonces creeré en sus discursos!
—Hasta otro momento, padre. Y descanse, descanse…
Yo estaba furioso. Sentía que el Nuncio, con toda su diplomacia, desaprobaba lo que había hecho.  Pero, en realidad, ¿qué había hecho yo? Me sacan de la cama a punta de metralleta, me encierran, me quieren botar, ¡y encima aguantar la huevada de la prudencia!.
Cuatro días estuve preso. Luego me sacaron. Volví a casa, volví a las minas. Creo que fue desde aquel 13 de enero que yo empecé a cambiar. Los mineros, y los enemigos de los mineros, sin quererlo, me convirtieron al Evangelio”.
El entrecomillado corresponde a Una Mina de Coraje, libro de Ignacio López Vigil. El autor dice que la Radio católica Pío XII nació avejentada por una carga de consignas anticomunistas y que con los años, a fuerza de dinamitazos, fue rejuveneciendo, tomando partido a favor de los mineros de Siglo XX, el sector más combativo de la clase obrera. En un principio la dinamita la tiraban los mineros y los curas pedían auxilio a las conservadoras Fuerzas Armadas. Años después, la dinamita la tiraba el ejército y, sin que se los pidieran, los mineros acudían a defenderlos. Fue entonces que, por orden expresa de la Embajada de EE.UU., comenzaron a reprimir a curas y periodistas comprometidos con el pueblo.
Que yo sepa, la última vez que el padre Gustavo arriesgó su vida fue cuando acompañó hacia La Paz a las cinco mineras que se juntaron en la Radio Pío XII, antes de iniciar la prolongada huelga de hambre que luego la integraron más 1.500 personas en todo Bolivia, hasta lograr la amnistía para los miles y miles de presos y exiliados.
Libro bello. Se lee como novela: tiene humor, heroísmo, drama y vitaminas para la ética. Lo que más me gustó, fue saber que algún catedrático de una de las  universidades estatales más conservadoras, exige a sus alumnos que lean “Una mina de coraje” . Lo contó Roxana, la estudiante cruceña de comunicación que me prestó su ejemplar fotocopiado.
Conjeturo que el Tata Pérez morirá de prudencia;  pero puedo afirmar que varios periodistas y curas, en especial de las radios mineras, fueron colaboradores del Semanario Aquí que dirigió el sacerdote Luís Espinal. Lo que no entiendo: es que los curas progresistas de hoy, no se manifiesten ante las posturas anticristianas de la oligarquía eclesiástica.  ¿Será que faltan TNTazos?
David Acebey
Santa Cruz de la Sierra
Bolivia

Democracia y exclusión social:
No se trata de administrar la desigualdad, sino de eliminarla
 Osvaldo Martínez
El tema de la democracia no suele ser abordado por economistas. Sociólogos, politólogos e historiadores son los que frecuentan este tema, aunque es evidente que en el modelo económico tiene el debate sobre la democracia un componente sustantivo. El acceso al empleo es la base principal para disponer de un ingreso y sostener proyectos de vida individual y familiar pues difícilmente se podría participar en la vida política si no hay participación en la vida económica, si se carece de ese punto de partida condicionante de la participación política que es tener medios de vida asegurados por un trabajo estable. El debate sobre la “construcción de ciudadanía” raras veces toma en cuenta la construcción de empleos estables, remunerados y dotados de adecuadas prestaciones sociales, sin los cuales los ciudadanos que deben mover los hilos de la democracia, no son más que excluidos sociales.
Curiosamente, las tendencias que sobre el empleo desarrolla el capitalismo global de nuestros días son claramente excluyentes de aquel empleo estable. El trabajo tiende a devaluarse, fragmentarse y precarizarse siguiendo el dictado del lucro de mercado que subordina y deforma el uso de las nuevas tecnologías de la información, convirtiéndolas en factores devaluadores de la fuerza de trabajo. Estas tendencias dominantes a escala global llevan implícita la pregunta elemental acerca de si con tal devaluación y exclusión del llamado factor trabajo, el debate sobre la democracia —muy sesgado hacia el análisis de la dinámica de partidos, de procedimientos y rituales— carezca cada vez más de base de sustentación y derive hacia una metafísica democrática.
Es necesaria una ojeada a lo que está haciendo el capitalismo global con el trabajo y un recordatorio de la realidad económico-social latinoamericana, para desde allí, plantearnos de nuevo las viejas interrogantes sobre la democracia.
Entre 2002 y 2007 América Latina vivió una cierta época dorada en términos de crecimiento económico gracias a los altos precios de sus exportaciones de productos básicos, lo cual propició un afianzamiento de su perfil primario exportador (reprimarización), pero hizo posible un crecimiento de 26,5%. El ingreso per cápita anual aumentó 18,4% en ese período (Mussi, Afonso, 2008) y permitió que el ingreso anual promedio de un latinoamericano sea de unos 8.700 dólares, algo así como una clase media a nivel mundial.
En 2007, después de ese auspicioso período los pobres alcanzaban no obstante, la cifra de 194 millones, de los cuales 71 millones eran indigentes. En esta extrema categoría se incluían 41 millones de niñas y niños entre 0 y 12 años y 12 millones de adolescentes entre 13 y 19 años.
En las zonas rurales la extrema pobreza se acentúa y afecta al 37% de la población. Entre indígenas y afrodescendientes la extrema pobreza supera entre 1,6 veces (Colombia), hasta 7,8 veces (Paraguay) a la del resto de la población (CEPAL).
La crisis económica global en 2008-2009  impactó a la región y probablemente echará por tierra los avances sociales que aquellos años de altos precios de las commodities trajeron. Por el momento la FAO ha revelado que los avances logrados a paso de hormiga durante 15 años en la reducción del número de hambrientos, fueron borrados ya y que 53 millones de latinoamericanos están desnutridos, incluyendo tres de cada cuatro niños indígenas.
Pero, lo más interesante es el secular problema de la desigualdad en la distribución del ingreso. América Latina no es la región más pobre. Ella es una especie de clase media en esos engañosos promedios mundiales. Pero, lo que nadie discute es que contiene la mayor carga de desigualdad social, de polarización extrema entre riqueza y pobreza.
Se señala que el coeficiente Gini en América Latina supera en dos tercios al de los países de la OCDE. En la región el 20% más pobre recibe menos del 10% del ingreso total, mientras que el 20% más rico se apropia entre 50-60% (CEPAL).
Esta extrema desigualdad es una poco honrosa “marca de fábrica” que acompaña a América Latina, la define como la región de mayor inequidad social en el planeta y tiene una relación de fundamental importancia con el funcionamiento de la democracia, su calidad y aun su misma concepción.
Aunque esa inequidad hunde sus raíces en el pasado colonial y en los procesos de articulación de las economías y sociedades latinoamericanas a los centros del capitalismo mundial en los siglos 19 y 20, las tendencias actuales del capitalismo global tienden a empeorar lo regresivo en la distribución del ingreso, en íntima conexión con la política neoliberal que ha dominado y aun continúa siendo dominante, a pesar de los esfuerzos por encontrar otras fórmulas.
Las tendencias hacia una mayor desigualdad provenientes del capitalismo global
El período de relativa estabilidad, con política keynesiana, sociedad de bienestar y no pocos avances en la legislación y práctica laboral, que vivió el capitalismo aproximadamente entre 1945 y 1975, entró en crisis por una combinación de factores que incluyeron el descenso de la tasa de ganancia del capital productivo debido al aumento de la composición orgánica del capital y la consiguiente incapacidad de la demanda para absorber los resultados de las inversiones en tecnologías. Comenzó a registrarse un excedente de capital en relación con sus posibilidades de inversión rentable en las condiciones productivas de aquella etapa: keynesiana en cuanto a política económica y fordista en cuanto a organización industrial.
El capital excedente buscó salidas alternativas para su colocación rentable y las encontró en la inversión especulativa, en el traslado de dólares hacia Europa (eurodólares), en la canalización de créditos hacia los países del Sur, en especial los latinoamericanos, en los cuales no tardaría en estallar la crisis de la deuda externa (1982), y en el gasto militar ocasionado por la guerra en Viet Nam.
Aquella transferencia masiva hacia el sector financiero en detrimento de la economía real se reflejó en un crecimiento más lento y un aumento del desempleo. Esto a su vez sometió a tensión al estado de bienestar, hizo aumentar el gasto público y comenzaron los desequilibrios en la balanza de pagos, en especial en la de Estados Unidos, hasta derivar en el insostenible desequilibrio que hace funcionar esa economía como una aspiradora que apoya su consumismo en gigantescos déficits fiscales y comerciales que son financiados por el  resto del mundo, en lo que algunos han llamado el equilibrio del terror financiero.
Esos desequilibrios, apenas iniciales en el caso de Estados Unidos en los años 70, fueron enfrentados por lo general, mediante la emisión de moneda, provocando inflación, y finalmente al reunirse el escaso crecimiento con la inflación, el sistema keynesiano-fordista vivió su crisis final marcado por la estanflación.
Quedó abierto el camino para la implantación de la contrarrevolución neoliberal. Ella combinó la centralidad del mercado como árbitro y organizador supremo, con el flujo de capitales cada vez más libres gracias a la desregulación financiera, más abundantes gracias a las crecientes ganancias especulativas y la anulación de la competencia del llamado socialismo real con la desaparición de la Unión Soviética.
Pero, como ha explicado Gilberto Dupas en su excelente artículo “Pobreza, desigualdad y trabajo en el capitalismo global” publicado en la revista Nueva Sociedad 215 (2008), la incorporación de las tecnologías de la información al sistema productivo conformó una economía del conocimiento que impactó el significado de conceptos como valor, capital y trabajo. Si bien el trabajo aumentó en muchos casos su componente de conocimiento, las reglas capitalistas continuaron imponiendo el principio de que a mayor costo del trabajo, menos importancia y respeto hacia éste. Esas mismas tecnologías facilitaron la “flexibilización del trabajo”, esto es, su precarización, informatización y escasa remuneración. Se extiende el “micro-miniempresario” que debe autoabastecer su propia comida, transporte, salud, superación individual, en una peculiar variante de autoexplotación.
Con el conocimiento se han abierto paso dos caras del mismo fenómeno. Por un lado, éste se ha depreciado al multiplicarse casi sin costo como software utilizado por máquinas para aplicar patrones repetidos, masificados. Por otro, el conocimiento para conservar su valor, debe ser escaso y tratar de obtener monopolios —aunque sean fugaces— en la investigación tecnológica privada para facilitar ganancias extraordinarias mientras dure.
Es el caso de las computadoras, pantallas de plasma y teléfonos celulares que son objeto de campañas publicitarias intensas, de modo que se hacen obsoletos a poco tiempo de salir al mercado y en plena capacidad de sus valores de uso. Es un permanente proceso de inutilización de productos que supone  un enorme desperdicio de materias primas y recursos no renovables, una degradación acelerada del medio ambiente y un voraz consumo de energía.
El trabajo, o bien se precariza y fragmenta, o se devalúa aun incorporando conocimiento, o en los casos privilegiados, sirve como base para una “destrucción creativa” schumpenteriana, en la que al incorporar los límites al crecimiento dados por la degradación ambiental y el consumo de energía, la destrucción supera con creces a la creación, al incluirse dentro del proceso global de agresión a las condiciones para la vida humana en el planeta.
Como señala Dupas algunas grandes corporaciones aparecen como prototipos de momentos en la historia del capitalismo. En los años 80 fue el auge de la maquila desplazando actividades industriales hacia la frontera con México en busca de sus bajos salarios. El capital global luchaba en dos frentes contra la tendencia decreciente de la tasa de ganancia: inflando una superestructura especulativa desorbitada cuyo estallido conduciría a la crisis global actual, y rebajando salarios, protección al trabajo, recortando servicios públicos y contaminando el medio ambiente para descargar costos.
Si en algún momento el modelo empresarial fue Ford y General Motors —hoy reducidas a nostálgicos recuerdos y financieramente quebradas— en otro fue Microsoft y ahora el paradigma es Wall Mart, lo que equivale a decir una facturación de 300 mil millones de dólares anuales, más de 100 millones de clientes cada semana, junto a salarios pésimos, explotación descarnada en medio de abusivas e inhumanas condiciones de trabajo.
El modelo neoliberal ha sido de profundo impacto en hacer más desiguales e inequitativas las sociedades latinoamericanas y en degradar el trabajo como fuente de ingreso y actividad creativa y gratificante. Quizás el más grave de todos los problemas del capitalismo global es la poca cantidad y la mala calidad de los empleos que genera. El trabajo fijo, remunerado, “decente” —según la expresión de la OIT— que es definitivo para la participación social, está no sólo en retroceso, sino en franca crisis. Los empleos de largo plazo asegurados, son cada vez más raros y el trabajo recae sobre tareas o etapas de duración limitada.
Anteriormente, los trabajadores mantenían una sólida relación de largo plazo con sus empresas empleadoras y eso facilitaba un cierto ámbito social que amortiguaba la lucha de clases mediante beneficios en salud, educación, jubilación, que moldeaban una sensación de progreso en medio de sociedades que no vacilaban en llamarse a sí mismas sociedades de bienestar. No mucho de esto llegó a América Latina, que todavía en 1980 seguía siendo en lo esencial abastecedora de materias primas mientras que en Estados Unidos y Europa funcionaba aquel bienestar, pero en cambio llegó con toda velocidad el nuevo paradigma en política económica y sus consecuencias sobre el trabajo.
El neoliberalismo ponía su énfasis en la ganancia a corto plazo, más a tono con su predilección por la especulación cortoplacista que por la ganancia industrial más lenta en el tiempo. Esta tendencia encontró en el avance de las tecnologías de información un complemento perfecto para comenzar a precarizar el trabajo. Las vidas laborales comenzaron a vivir una angustia permanente porque como dice Dupas: “El nuevo capital es impaciente. Los inversores buscan la flexibilidad de las empresas en su secuencia de producción para poder alterar los esquemas a voluntad y tercerizar todo lo que sea posible. En este contexto, los empleos se limitan cada vez más a contratos de hasta seis meses, frecuentemente renovados”.[1]
De este modo, el trabajo temporal es el de más rápido crecimiento. La jornada laboral se hace más larga y la depresión provocada por trabajos “flexibilizados” alimenta la propensión al alcoholismo, el divorcio, los problemas de salud, y en especial hace más desigual la distribución del ingreso y se relaciona con otros fenómenos como el incremento de la violencia y la criminalidad. En América Latina la época de oro neoliberal de los años 90 coincidió no por azar, con un aumento de 40% en los homicidios, lo cual convirtió a la región en la segunda con mayor criminalidad mundial, después de África Subsahariana (Banco Mundial, 2008). Son latinoamericanos tres de los cuatro países más violentos del mundo: Colombia, El Salvador y Brasil.
Desigualdad y democracia en América Latina.
El modelo económico y su relación con la democracia.
Parecería una verdad de Perogrullo que el modelo económico influye muy directamente en la democracia o en su sucedáneo “la gobernabilidad democrática”, pero en la región pueden apreciarse dos etapas de diferente apreciación en cuanto a ella.
Como señala Marcos Roitman en su excelente libro “Las razones de la democracia en América Latina”, si durante varias décadas la pregunta que centró la ocupación intelectual fue ¿cómo salir del subdesarrollo?, después de la traumática etapa de las dictaduras militares y la salvaje represión, la pregunta pasó a ser ¿cómo salir de las dictaduras?
La primera pregunta suponía un intento más abarcador de explicar en la historia, la economía, la política y en la cultura como síntesis de todo lo anterior, el modo en que se había conformado la estructura y relaciones de subdesarrollo y dependencia de esta región. Esta pregunta implicaba el debate sobre la salida del subdesarrollo. Se trataba de explicar el subdesarrollo para dejarlo atrás, de identificar los obstáculos al cambio social para superarlos. En ella, la democracia era parte componente inseparable de las reflexiones sobre las formas de dominación económica, política, cultural de las clases dominantes y de proyectos diversos para transformar aquella realidad.
En esta perspectiva de pensamiento que abarca tanto a los teóricos de la dependencia como a los que desde la interpretación de procesos históricos intentaron explicar la realidad regional, o incluso en figuras independientes como Raúl Prebish, la democracia no era un fin en sí mismo, sino un componente orgánico de una interpretación del subdesarrollo y de un proyecto explícito o implícito para salir de aquel estadio.
Después de la dolorosa experiencia de las dictaduras militares, en los años 80 se inicia una etapa en la que la obsesión por salir de las dictaduras se traduce —no sin cierta lógica a partir de las brutales experiencias vividas— en obsesión por reflexionar sobre la democracia como un fin en sí mismo, despejado de contenido socioeconómico, de dominación clasista y vista en términos de la vía para dejar atrás las dictaduras. Según Agustín Cuevas: “se pasó del modo de producción capitalista al modo de producción democrático”.[2]
Este cambio en el modo de reflexionar sobre la democracia implicó exaltar a ésta como un valor abstracto, intemporal, universal, más allá de sociedades concretas, diferentes todas, y capaz de actuar como un valor normativo en sí mismo para todo tiempo y lugar. La democracia dejó de ser parte de una interpretación histórica de sociedades vivas, divididas en clases, sujetas a relaciones de dependencia y escenario de inequidades y dominación social, necesitadas de transformación, siendo la democracia un componente de esa transformación, y respondiendo ella a una pregunta esencial que le otorga su sentido trascendente, esto es, ¿para qué la democracia?, para pasar a ser estudiada y entendida como un valor universal y destacada casi exclusivamente como opción favorable en comparación con las dictaduras precedentes y en algunos casos como justificación de transiciones democráticas que conservaron importantes espacios de protección a los dictadores y dictaduras anteriores.
Una figura tan lúcida como el desaparecido René Zavaleta dice al respecto: “La sociedad civil en esta fase gnoseológica es el solo el objeto de la democracia; pero el sujeto democrático (es un decir) es la clase dominante, o sea su personificación en el Estado racional. La democracia funciona entonces como una astucia de la dictadura. Es el momento no democrático de la democracia (….).  Sostenemos, por tanto, que la separación entre el estado político y la sociedad civiles es el hecho equivalente, en la política, al fetichismo de la mercancía: dentro de la mercancía o igualdad está la plusvalía o desigualdad y dentro de la autonomía del estado-democracia está la dictadura burguesa”.[3]
En otras palabras, se separa la democracia del problema fundamental de la dominación política de las clases dominantes y se convierte ésta en un conjunto de reglas procedimentales, de reglas de juego “neutrales” e iguales para todos, aunque en la abstracción “todos”, se esconda una dosis de desigualdad, exclusión e injusticia social, que desde abajo, desde las bases mismas de la sociedad, reclamen de la democracia no ser simple procedimiento o reglas para cosas tales como alternancia política, respeto a las mayorías, libertad de expresión, sino instrumento de transformación, camino abierto al cambio social.
Concebida como valor universal, abstracto, como conjunto de reglas procedimentales o como ritual democrático, la democracia se desvincula por definición de cualquier proyecto de transformación sociopolítica, pues en su pretendida universalidad e intemporalidad, la transformación sólo podría existir dentro del espacio de valores establecidos por el ritual democrático universal.
De aquí se desprende otro paso: sería difícil plantear críticas sobre el contenido real en términos de justicia social y acceso verdadero al poder político en las democracias existentes si estos cumplen con los procedimientos democráticos. Es el paso de la democracia a algo sutilmente diferente que es la gobernabilidad democrática, más interesada en reproducirse como gobernabilidad que en plantearse el contenido real de la democracia en términos de justicia social y verdadera igualdad.
No parece casual que abunden más las investigaciones sobre la pobreza que sobre la desigualdad, a pesar de ser ésta el talón de Aquiles de las democracias electorales latinoamericanas, pero en la matriz de pensamiento liberal que es la base de las democracias representativas, la desigualdad es aceptable si se cumple la regla de la igualdad de oportunidades “ciudadanas”, pero en la terca realidad la igualdad de oportunidades entre el 20% “más rico” y no menos del 50% “más pobre” de los latinoamericanos es una burla o una estafa.
La gobernabilidad democrática entendida sólo como definición jurídica procedimental tiende a ignorar el sentido de las relaciones sociales bajo el capitalismo globalizado, neoliberal y transnacionalizado que es el real en América Latina. Éste produce explotación, desigualdad, exclusión y virtual negación de la participación, pero las desigualdades quedan legitimadas como consecuencias inevitables de unas reglas del juego basadas en libertades individuales e igualdad formal bajo la categoría neutra de ciudadanos.
El cientista social Hans-Jurgen Burchardt ha hecho un interesante balance de la relación desigualdad-democracia.[4] Y ha concluido que “a casi tres décadas de la recuperación de la democracia, la mayor participación política no se ha traducido en participación social.
Esto plantea nuevas interrogantes a la teoría de la democracia”.
En el mencionado artículo se constata que los déficits democráticos de las democracias son extensos, a tal extremo que se habrían llegado a plantear la existencia de no menos de 550 subtipos de democracias para unos 120 regímenes formalmente democráticos a fines del siglo 20. Pero más allá de la extensa lista de déficits, una de las conclusiones es que “aunque se produzca con cierta regularidad la alternancia entre las élites políticas, la participación es baja y, por lo tanto, no alcanza para controlarlas. Las élites con frecuencia se aíslan de la sociedad y se enquistan en el poder. Esto significa que, contra lo que sostiene la teoría de transición, la celebración de elecciones libres y la existencia de una estructura institucional adecuada no conducen en forma lineal a la democratización política. Los fenómenos detallados anteriormente no serían “dolores de parto” para avanzar en la construcción de la democracia liberal, sino que deben ser entendidos como características de un desarrollo propio”.[5]
Se ha planteado la expresión “ciudadanía de baja intensidad” para caracterizar las democracias latinoamericanas, pero qué es esto sino el reflejo de la extrema desigualdad y las múltiples formas de discriminación que de allí se derivan y se alimentan de un modelo económico excluyente per se y que considera ciudadanos con iguales derechos al opulento  —que entre otros factores reproduce su opulencia en el acceso al conocimiento— y el hambriento que reproduce su hambre en el no acceso al mismo, y esa brecha en América Latina no se está achicando, sino está creciendo (CEPAL, 2007).
Durante tres décadas de democracias electorales no se ha cumplido en la región el supuesto de que a más democracia más justicia —y no sólo justicia en cuanto a derecho, sino justicia social— y a más justicia más democracia. Por el contrario la desigualdad y por ende, la injusticia social creció en esos años.
Vuelve a plantearse la interrogante acerca de la compatibilidad entre una relación social básica capital-trabajo que en esencia produce y reproduce desigualdad y la democracia en tanto no sólo ritual de reglas de procedimiento en instituciones correspondientes, sino entendida ésta como participación, control sobre los gobernantes, transparencia en la gestión pública, verdadera igualdad.
Burchardt llega a la conclusión, desde una posición que no es anticapitalista, que “democracia y mercado no necesariamente tienen efectos sinérgicos: pueden, de hecho, volverse contradictorios”.
Por su parte, James Petras, desde una posición anticapitalista radical, plantea que la democracia es dependiente de la hegemonía y la solidez de la propiedad capitalista y que este sistema tiene una visión instrumental de la democracia, lo cual se ilustra con numerosos ejemplos históricos en los que el capitalismo global, su centro hegemónico (Estados Unidos) ha apoyado dictaduras —como en América Latina— o democracias electorales según coyunturas evaluadas como favorables o desfavorables para los intereses hegemónicos.[6]
El déficit democrático de las democracias liberales latinoamericanas y no sólo latinoamericanas ha inducido a poner énfasis en la relación entre democracia e igualdad social y a incluir algunas dimensiones socioeconómicas que hacen más complejas la ecuación de la teoría liberal, como la capacidad de decisión económica, las oportunidades y las competencias (Sen, 2003).
Pero, no obstante, la teoría liberal ignora que las capacidades de decisión económica, las oportunidades, los talentos no se establecen a partir de libertades individuales formales, sino que están condicionadas por el medio social concreto y que “por tanto, la reducción efectiva de la desigualdad debería producirse no a través de posibilidades individuales o de la democratización en el acceso, sino mediante la promoción económica y el empoderamiento de las comunidades más pobres y los sectores subalternos”.[7]
El ciudadano abstracto e irreal de la teoría liberal es un ser humano que puede tener derechos teóricos, pero necesita hacerlos efectivos, y para eso tiene que poseer recursos que lo hagan capaz de reclamarlos y hacerse escuchar. Los que no tienen recursos, tienen sólo un derecho inalcanzable que no llega a conectar con su vida real. La ciudadanía se hace realidad participativa y derecho operativo sólo a partir de poseer los recursos para poder demandarlos y ejercerlos. La concepción de ciudadanía —hija predilecta del liberalismo doctrinario— no es más que una abstracción vacía o peor aún, el encubrimiento de la desigualdad real bajo el manto de la igualdad formal, sino va acompañada de un reconocimiento de la desigualdad social y de acciones para combatirla.
El debate sobre la calidad de la democracia parece a veces ignorar la verdad elemental de que para garantizar democracia, participación, control de los gobernantes, buen funcionamiento de las instituciones, en suma, verdadera democracia, no basta con que exista igualdad formal de derechos jurídico-políticos y cumplimiento de los procedimientos y rituales democráticos, sino que los actores sociales posean recursos similares, o al menos, que no existan entre ellos las abismales diferencias que hoy caracterizan a la región.
No basta con reconocer la igualdad en el derecho al voto, a la expresión, a la asociación, etc., si las elecciones son competencias mediáticas costosas, si la expresión es monopolizada por las grandes empresas que fabrican opiniones, si la asociación requiere mucho dinero para establecerse y aún más para hacerse escuchar, si la carencia de instrucción elemental bloquea el diálogo político más allá de banalidades propagandísticas, y si el desempleo y la pobreza favorecen el clientelismo y la compra-venta de votos.
Es imprescindible ir más allá de las igualdades y derechos formales, para actuar en la transformación de la exclusión social mediante la promoción del empleo, la efectiva redistribución de la riqueza, el acceso a la educación, a la salud, a la cultura, y esto con mayor intensidad y premura mientras más desfavorecidos, pobres y excluidos sean los grupos sociales de que se trate.
Las famosas “asimetrías de poder” no son más que una expresión académica suavizante para aludir a la enorme injusticia y exclusión social que lastra a las sociedades de la región y mutilan en ellos la democracia, aunque existan multitud de partidos, funcione el parlamento, los tribunales de justicia, etc.
Democracia y gobiernos que proclaman el socialismo del Siglo 21
En años más recientes, la crisis de pobreza, informalidad y desigualdad desatada por el Consenso de Washington en la región, unida a la vaciedad y carencia de inclusión social en las democracias electorales, produjo el hecho político relevante de la victoria electoral y el acceso al gobierno de fuerzas políticas con proyección antineoliberal, un fuerte sentido de nacionalismo democrático-social, políticas de independencia frente a Estados Unidos y fuerte crítica al accionar de sus gobiernos.
En Venezuela, en Bolivia y Ecuador, se proclama el avance hacia el socialismo del siglo 21 a partir de gobiernos elegidos en procesos electorales de la democracia liberal y que se desenvuelven desde entonces dentro de ellas, dentro de sus reglas y límites.
Surgen varias preguntas en relación con este resultado impensable hace apenas una década, cuando el pensamiento único parecía todopoderoso e incapaz de perder elecciones en las estructuras democráticas adaptadas a su conveniencia y en las cuales sus candidatos ganaban invariablemente, llevando al gobierno variantes menores en la aceptación esencial de la liberalización contenida en el Consenso de Washington.
Tan profunda fue la crisis generada por aquella política de modernización subordinada, de “inserción en el mercado mundial” y de ascenso al Primer Mundo, que los votantes desbordaron la apatía por las elecciones y al votar por Chávez, por Evo Morales, por Rafael Correa, reflejaron el rechazo a la demagogia anterior, utilizando el vehículo electoral que había vuelto a funcionar dentro de la matriz neoliberal.
En efecto, ¿podrán estos gobiernos avanzar hacia el socialismo del siglo 21, lo cual supone dejar atrás al capitalismo, actuando dentro de la estructura institucional y jurídica de la democracia liberal? ¿Podrán ellos ir transformando desde adentro esas estructuras dotando sus principios democrático-igualitarios abstractos con contenidos de justicia social que los trasciendan y conviertan en verdaderas democracias participativas?
Estas preguntas trascienden las posibilidades de un breve artículo y requieren respuestas complejas que no serán dadas sólo por la teoría, sino por la unión entre ella y una práctica política que no tiene manuales preestablecidos y debe ser “creación heroica”, nunca “calco y copia”.
Entre otros muchos factores a tener en cuenta en este complejo desafío político y teórico, se encuentra la necesidad de consolidar una base económica compartida (ALBA) que ofrezca el sustento indispensable del proyecto político y permita que estos gobiernos no sean desalojados mediante elecciones en las que las necesidades materiales insatisfechas estimulen una derrota. La crisis económica global actual plantea a estos gobiernos un desafío porque los desgasta en tanto gobiernos debido a los estragos financieros que provoca, pero al mismo tiempo da la posibilidad de enfrentar la crisis protegiendo con prioridad a los más vulnerables y demostrando así la naturaleza diferente de ellos respecto al modo oligárquico tradicional de descargar los efectos de las crisis económicas. Sólo la práctica política de los próximos años podrá responder a esas preguntas, aunque la experiencia de años recientes muestra que estos gobiernos y aún más, el movimiento social de base popular que ellos encarnan, sería capaz de conjugar democracia y justicia social, colocados fuera del capitalismo y trascendiendo la democracia liberal, llenándola de un nuevo contenido participativo y multicultural.
Mientras tanto, llama la atención la crítica a que se les somete, acerca de la pérdida de calidad democrática en ellos, de tendencias autoritarias que estarían manifestándose, aunque se trata de gobiernos elegidos mediante elecciones consideradas democráticas, con la presencia de observadores internacionales, medios de comunicación oligárquicos abiertos y en pleno funcionamiento e incluso un gobierno como el de Chávez que ha batido record en cuanto a elecciones efectuadas y no sólo elecciones, sino plebiscitos con capacidad de revocar al Presidente, los cuales no existen ni han existido en los países que no reciben críticas y que por tanto, estarían cumpliendo a pie juntillas los parámetros democráticos consagrados.
Las críticas se basan en la teoría liberal que prioriza el ritual y los procedimientos y se mantiene dentro de los límites de la ciudadanía abstracta, la igualdad de derechos entre desiguales y la libertad de expresión de los grandes dueños de empresas mediáticas.
Es singular que los gobiernos de izquierda mencionados reciban críticas por diferenciarse de los que siguen el modelo liberal oligárquico y las críticas sean más acres, mientras mayores dosis de inclusión social producen o intentan introducir. Pero, la carencia de inclusión social ha sido precisamente la que ha vaciado la democracia liberal y la ha sumido en reconocidos déficits  que tienen en la indiferencia de los votantes —el partido de mayor votación es la abstención— su síntoma más evidente.
Parecería que la única forma de satisfacer a los críticos de los gobiernos de izquierda es volver estrictamente a la democracia ritual que al fracasar hizo posible la llegada al gobierno de los que ahora critican.
A la comunicación entre gobernantes y gobernados que se establece en las experiencias comunitarias ensayadas por Chávez o en el peculiar modo de comunicación y respeto entre Evo Morales y la población indígena, se las descalifica calificándolos como populismo.
La expresión populismo se identifica como demagogia o en la mejor variante, como reducción de la calidad democrática, tendiente al autoritarismo.
Pero, como señala Burchardt, el populismo puede ayudar a superar crisis sociales mediante la construcción de un imaginario colectivo en torno a nuevos valores, establecer la comunicación entre gobernantes y gobernados que la democracia representativa nunca logró, y actuar como vehículo de una amplia movilización política que ya va haciendo parte de una ampliación de los derechos democráticos.
El populismo, en tanto apelación al “pueblo” no define una orientación política per se, sino solamente el propósito de accionar por definir el bien colectivo, sin que esto implique la opción por un sistema político específico.
Gobiernos militares de la etapa dictatorial fueron tildados de populistas y lo fueron también los gobiernos emergidos de elecciones que aplicaron los ajustes estructurales neoliberales en los 80 y 90, por lo que llamar populistas a los gobiernos de izquierda actuales expresa no sólo un intento de rebajarlos a priori, sino un desconocimiento de la verdadera carga conceptual del llamado populismo.
Más que descalificar a los gobiernos que proclamaron su propósito de construir el socialismo del siglo 21, sería  necesario replantearse el viejo problema de la relación entre libertad de mercado y democracia.
Si la concepción de democracia no incorpora a ella la noción de equidad social, reducción de las desigualdades sociales que hacen de la democracia letra muerta, el bello concepto seguirá siendo un formalismo en tanto igualdad político-jurídica, carente de significado real para los muchos excluidos en la distribución del ingreso.
La democracia no puede limitarse al discurso liberal sobre la igualdad de todos ante la ley y los derechos individuales inalienables, en tanto la libertad de mercado —o los monopolios del mercado— generan exclusión social en la base misma de la pretendida democracia. No basta con la igual político-jurídica, si no va acompañada de la inclusión social, y ésta es incompatible con la abismal desigualdad latinoamericana.
La validez formal del derecho básico de libertad no puede quedar en la declaración solemne, pero intrascendente, sino que debe promover la inclusión de los excluidos, mediante su ascenso intelectual y económico, lo que supone renunciar a entender falsamente la igualdad como una realidad y asumirla como un objetivo prioritario del Estado, sin el cual no tendrá éste verdadera legitimación democrática. Lo anterior implica reconocer que el sistema social engendrador de las desigualdades debe ser transformado, pues no se trata de administrar la desigualdad, sino de eliminarla.
Éste es el núcleo duro, a mi juicio definidor de los proyectos para construir el socialismo del siglo 21. Más que llamar populismo en sentido despectivo a estos proyectos, sería justo entenderlos como proyectos encaminados a encontrar el vital eslabón perdido de la democracia liberal: la justicia social en tanto inclusión de los excluidos y el establecimiento no sólo de una democracia política formal, sino de una democracia participativa, social, con significado real para todos sus actores.
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[4] Hans-Jurgen Burchardt: Desigualdad y democracia. Revista Nueva Sociedad 215. Mayo-junio 2008. Pags. 79-94.
[5] Hans Jurgen Burchardt. Artículo citado. Pág. 81
[6] James Petras: Democracia y capitalismo. Transición democrática o neoautoritarismo.
[7]Hans-Jurgen Burchardt. Artículo citado. Pág. 89.
*El autor de este ensayo, Osvaldo Martínez, es el director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, La Habana, Cuba.

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