Aquí
La Paz (Bolivia), nueva
etapa, 21 de julio de 2012 Año I No. 76
Afiliado a la Federación Latinoamericana de
Periodistas, Felap
Editor: Remberto
Cárdenas Morales
http://www.semanarioaqui.com
Edición de homenaje a Pedro Moye Noza, niño
fallecido accidentalmente el 21 de agosto de 2011 durante la VIII Marcha
Indígena en defensa del TIPNIS.
Índice
editorial
El
Presidente hace campaña tramposa por el camino de la discordia
De sábado a sábado (204)
El
vicepresidente García Linera miente, miente y miente
Remberto Cárdenas
Morales
tipnis
Flechas yurakarés
El Tribunal Constitucional en el caso TIPNIS
Alejandro Almaraz
de nuestra tierra
Amazonía y poder despótico
patrimonial
Desmontando la
dominación
La Razón/Álvaro
García Linera
lucha
de nuestros pueblos
Discurso
Presidente de Uruguay Rio + 20 decididamente un sabio
Venezuela:
¿Una Amenaza para Washington?
Por Eva Golinger
Comentario
a tiempo
Lo que viene
Por Teodoro Rentería Arróyave
Las elecciones del 2012
en Estados Unidos
Escaramuzas en
vísperas
Ramón Sánchez-Parodi
Montoto *
26 de julio de 1953
Composición
social de los combatientes
“Sépase que por cada uno que vino a combatir, se
quedaron 20 perfectamente entrenados que no tenían armas”.
Fidel en el juicio del Moncada
Marta Rojas
Treinta y tres años
de la Revolución Sandinista
derechos humanos
Carta abierta al
presidente de Colombia
Referencia: Indignación y rechazo frente a amenazas
de muerteen
contra de defensores de derechos humanos
La causa de los derechos humanos en Bolivia
Mi
testimonio sobre la fundación de la asamblea de derechos humanos de Bolivia
Gregorio
Iriarte
lecturas
Juicio a la
dictadura: un buen pedazo de justicia
Testimonios del golpe de García Meza
Juan del Granado
Golpe ‘narco-fascista’
Remberto Cárdenas Morales
Un testimonio del golpe, 25 años después
El cruento golpe de Estado del 17 de julio de 1980 ha
dejado una marca en el boliviano. Uno de ellos recuerda ese día fatídico, que
la democracia condenó con cárcel después.
Eduardo Ascarrunz R.
editorial
El Presidente
hace campaña tramposa por el camino de la discordia
El Presidente de
Bolivia derrocha sus energías y nuestro dinero con el evidente propósito de
conseguir apoyo de indígenas y cocaleros para imponer la carretera de la
discordia que una Villa Tunari con San Ignacio de Moxos. Respaldo que, como
declaran voceros del oficialismo, no es necesario que sea de la mayoría ni que
se establezca por consenso (lo que no es unanimidad) porque según la voluntad del
mandatario lo que digan comunarios, cooptados o cautivos, se recogería como
voluntad de todos los que habitan el TIPNIS.
Además de que se
entregan regalos y se ejerce presiones sobre los indígenas de la reserva
natural y del territorio indígena, particularmente respecto de los niños, ahora
sabemos que se limitará el derecho a la información, a la comunicación, a la
opinión y a la interpretación sobre lo que ocurra en el bosque en disputa. Se
agrava ese cuadro porque el principal dirigente de los cocaleros del Polígono 7
(ex TIPNIS) ha dicho que responderán, con violencia se entiende, a las acciones
de los indígenas marchistas en la nueva etapa de resistencia a la consulta
tramposa y en defensa de su hábitat natural, en el terreno en el que son
vigorosos.
Las nuevas acciones
del Presidente y de los gobernantes, en mucho, son una mascarada porque el
camino se construirá “quieran o no quieran los indígenas”. Esa campaña pretende
“comprar” la aceptación por los originarios de la consulta y con ésta venia a
la vía, a la que los habitantes del TIPNIS no se oponen, pero lo que exigen,
con todo derecho, es que no rompa en dos el corazón de la reserva natural y del
territorio indígena.
Esa campaña, que
difunde mentiras a raudales y todos los días, se propone hacernos creer, entre
otras cosas, que la consulta es previa, porque no hay trazo final del tramo dos
de la vía, a pesar de que es posterior, de mala fe y desinformada (mentirosa,
en un castellano preciso); que por eso mismo ese tipo de consulta no es
constitucional sino que se viola la Ley Fundamental sólo porque se contrapone a
la voluntad del principal gobernante; ese procedimiento, que lesiona la
voluntad de los que serán consultados, deja de ser democrático, incluso en este
momento de la democracia aún limitada en Bolivia; la campaña que hace
especialmente el Presidente para que el camino de la discordia se abra por
medio de TIPNIS porque, supuestamente, no existe otra alternativa, a ojos vista
lesiona la voluntad de los indígenas; para asegurar resultados, favorables al
gobierno pero lesivos a los indígenas, la consulta se hará también a los
cocaleros que son los que pretenden cultivar más coca en la reserva natural y
territorio indígena, como lo hacen desde 1990, depredación mediante, los que
pensamos con cabeza propia no debemos dejar de ver y rechazar porque esos
cocales, como ocurre ahora, servirán para producir más cocaína.
Los componentes de
esa campaña con malas artes del Presidente en el TIPNIS, para imponer su
voluntad de construcción de la vía al servicio de un discutible desarrollo sin
verdadero bienestar social, se complementan con rumores como los que circulan
de boca a oído o con “noticias” que aparecen, por ejemplo, en el diario
gubernamental Cambio en el que se lee: “Evo estuvo en Oromomo, entregó motores
y una radiobase de telefonía móvil” (antetítulo)/ “El Tipnis ejerce su derecho
y marcha hacia la consulta” (título)/ “Ya basta de mentiras, basta de que nos
engañen esos dirigentes, como Fernando Vargas, porque si les hacemos caso nunca
vamos a tener desarrollo, afirmó ayer Clara Gutiérrez, representante indígena
del Tipnis” (resumen de esa noticia).
El espectáculo se
suma a la campaña referida o es parte de ésta: Los futbolistas bolivianos que
llegaron al Mundial de Fútbol 1994, en Estados Unidos, juegan para espectadores
del TIPNIS.
Por invitación del
gobierno visitan el lugar periodistas, profesionales e intelectuales,
dirigentes de movimientos sociales, militares en son de acción cívica,
observadores extranjeros y sobre todo operadores políticos; éstos aleccionados,
que creen mentiras, como en la existencia de ese supuesto pueblo “kollacaré”,
inventado por los propagandistas del gobierno, sin escrúpulo alguno, de lo que
se sonrojarían los puercos, como dijo un periodista por los miristas que cruzaron
ríos de sangre para pactar con Banzer.
Es necesario, ante
la falta hasta de un mínimo decoro, recordar lo que dijo el Premio Nobel
Alberto Camus: el fin no justicia los medios, señores gobernantes por cuyo
comportamiento sienten vergüenza incluso electores suyos de otrora.
Son más las malas
artes que utilizan los gobernantes: El Presidente del Tribunal Constitucional
Plurinacional, a pesar de que firmó una sentencia que resulta inaceptable para
sentar jurisprudencia, reclama que los gobernantes obedezcan la resolución que
no necesita interpretarla el que la lee sin prejuicios. De lo dicho
reiteradamente por ese magistrado se desprende que sólo tendría que ejecutarse
la consulta a los pobladores del TIPNIS si ellos la aceptan y sólo en ese caso
cobraría estatura constitucional ese fallo que, gobernantes convocaron a
cumplirlo, pero ahora han olvidado su recomendación.
Además, frente a esa
sentencia constitucional los gobernantes se comportan como durante la colonia
española: se acata pero no se cumple, como el que tiene dos caras.
Entre las mentiras
destiladas con furia por el Vicepresidente (nos referimos a ellas en De sábado
a sábado 204 que va en este número de Aquí) está la de reza que empresarios
talan el bosque del TIPNIS y que ganaderos hacen pastar a sus animales allí.
Si es verdad que
operan esos madereros depredadores, como se dice, son funcionarios
gubernamentales los que se supone firmaron las concesiones forestales para tal
explotación de ese recurso. Y si es así, en aras de la preservación de esa
riqueza se deben revertir esas concesiones, particularmente, las que se
encuentren en la reserva natural que es de todos los bolivianos y, por tanto,
se la considera liberada de toda tala saqueadora.
Las contradicciones
entre gobernantes son inocultables, pero parece que no les preocupa a sus
actores porque quizá son parte de su empeño desinformador: mientras el Ministro
de Gobierno dijo que los indígenas no son dueños del TIPNIS, el Vicepresidente
asegura que “ojalá” las riquezas existentes allí fueran de los indígenas
porque, según él, los dueños reales son madereros y ganaderos. Sobre estos
últimos y sus peones hay que añadir que parte de ellos hostilizaron a los
indígenas marchistas en San Ignacio de Moxos, esos que con cerco de alambre con
púas, con insultos incluidos, impusieron que otros ignacianos bordeen la
población porque se trató de una marcha “sin ton ni son”, como afirmó el
Viceministro de Régimen Interior y Policía, el que también dijo que se impidió
el ingreso de los marchistas a la Plaza Murillo, para que en ésta no hagan sus
necesidades fisiológicas.
Casi todo el poder
gubernamental y estatal se descarga en contra de los indígenas que defienden el
TIPNIS. Pero la victoria será de nuestro pueblo, de los originarios de las
tierras bajas y altas, en especial. Es que los pueblos, como dice un sabio
griego, se vuelven sabios cuando defienden sus derechos legales y legítimos,
como el supremo de la vida.
De sábado a sábado (204)
El
vicepresidente García Linera miente, miente y miente
Remberto
Cárdenas Morales*
El vicepresidente,
Álvaro García Linera, tal como lo hace en su libro: Las tensiones creativas,
publicado con nuestro dinero y distribuido gratis, en una reunión con
periodistas de agencias de noticias estatales y/o gubernamentales de Nuestra
América, realizada en La Paz, ha difundido mentiras que no resisten la menor
confrontación con la realidad, que sería la manera de mostrar que el segundo
mandatario de Bolivia que recurre a la mentira sobre el TIPNIS, otra vez, a
falta de argumentos.
El segundo
mandatario boliviano antes afirmó, ante medios de difusión, que los indígenas
de la IX marcha habían “degradado” esa forma de lucha: la caminata y, además,
que los indígenas de las tierras bajas dividen a sus organizaciones y a sus
bases. Sin embargo, se sabe que ambos hechos fueron promovimos, financiados,
organizados e impuestos por los gobernantes, pero el Vicepresidente les
atribuye a los originarios haberlos protagonizado.
La marcha de los
comunarios de Mallku Q’ota fue “copada” por cooperativistas enviados por el
gobierno y por gente del lugar pagada por la South American Silver (SAS). En
cuando a la división de la CIDOB pocos deben desconocer que fue el gobierno el
que impuso el nombramiento de Melva Hurtado como presidenta de esa central indígena
en reemplazo dudoso de Adolfo Chávez. Por ello, nosotros afirmamos que esas dos
mentiras son algo así como el prólogo de las dichas por García Linera en la
reunión con periodistas de las agencias de noticias estatales y/o
gubernamentales.
Reiteramos un
criterio que sostenemos desde hace tiempo: la mayoría de los medios de difusión
(incluidos los estatales o gubernamentales de nuestro país) en su trabajo
diario censuran, se autocensuran, dicen medias verdades, manipulan, matan a la
verdad o lo intentan. En otros términos: especialmente cuando se agudiza la
lucha de clases y la de los pueblos indígenas, aquel comportamiento de esos
medios se acentúa en grado sumo.
Medios de difusión,
aunque lo nieguen, son “aparatos ideológicos” que se comportan, a menudo
conscientemente, como “intelectuales colectivos”, elaboradores y/o difusores
de discursos ideológicos y políticos. Al
informar, comunicar (las pocas veces que lo hacen), opinar e interpretar
cumplen su “misión” y despliegan su “visión”, elaborados según los intereses
materiales que defienden o que ayudan a defender con su labor que aparece como
puramente periodística y hasta imparcial, como dicen que lo hacen los dueños de
los medios privados o los editores a su servicio.
En cuando a los
medios públicos, como pocas veces, la Ministra de Comunicación, como registró
Cambio (del 20 de este mes), en este caso liberado de sospecha de manipulación
o tergiversación, en esa reunión de agencias de noticias y los medios estatales
y/o gubernamentales en nuestro país, dijo que “… hacen trabajo político en
defensa del proceso y de las medidas que se toman para favorecer no a los
sectores privilegiados sino a los excluidos”.
¿Cómo desempeñan esa
labor? Es un tema que abordaremos en otras notas como ésta, como lo hemos hecho
antes. Examinaremos también otras mentiras “garcíalineristas” sobre la
protección del Estado por la sociedad, acerca de la democratización de la
actividad de los medios y otras afirmaciones suyas que para algunos periodistas
“distraídos” se tratarían de análisis fundamentles.
En el espacio
correspondiente a este sábado resulta ineludible referirnos a las mentiras del
Vicepresidente, a las mentiras gubernamentales y/o estatales de alguien que ha
tomado como labor casi exclusiva la difusión de las pocas ideas que sostienen
los gobernantes bolivianos, que las elaboran y/o las asumen como propias.
Básicamente fueron tres las mentiras que propagó el funcionario público en esa
reunión con delegados de las agencias de noticias estatales y/o gubernamentales
respecto del TIPNIS y del camino de la discordia:
—Que el TIPNIS no es
el pulmón del mundo del que hablaron los medios de difusión porque es un pulmón
canceroso debido a que de él empresarios privados extraen madera, venden cueros
de lagartos y que europeos y estadounidenses disfrutan de un turismo muy caro.
—Que el camino Villa
Tunari-San Ignacio de Moxos no destruirá más que 200 hectáreas de bosque, lo
que es casi nada respecto de las 250 mil hectáreas que cada año saquean
empresarios madereros en el departamento de Santa Cruz.
—Que aquella vía no
es parte de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional
Suramericana (IIRSA), aprobada en una Cumbre de las Américas y sugerida entre
otros por el entonces Presidente de Brasil, Henrique Cardozo.
El núcleo del TIPNIS
mantiene sus riquezas, según la racionalidad indígena y si algo de ellas se ha
depredado es por culpa de cocaleros y colonizadores, que como grupos económicos
tienen un denominador común inocultable: allí donde han desarrollado su actividad
unos y otros sólo lo han conseguido con una depredación verificada y
verificable. El Chapare, en el que campean los cocales, es una demostración de
lo que afirmamos y cuya producción de coca se destinada para la producción de
cocaína en un 95 por ciento, según estudios responsables; tierras que fueron
dotadas gratuitamente por el Estado y que ahora los cocaleros pretenden
venderlas a YPFB (es decir, al Estado) en $us. 4.500 la hectárea. La
depredación de las riquezas forestales en Guarayos, luego de la construcción de
un camino, es otro ejemplo del saqueo de la naturaleza.
Admitamos,
provisionalmente, que el TIPNIS ya no es virgen y que está en depredación por
empresarios madereros, con la complicidad de indígenas y de ONG. Un Estado que
se cree plurinacional (por éste el Vicepresidente ha dicho que es el Estado
integral de Gramsci), lo menos que tiene que hacer es tomar las medidas
destinadas a preservar lo que reste del bosque, al menos en la parte que es
reserva natural, de propiedad estatal y demandar que los indígenas tomen
medidas correlativas en su hábitat natural o territorio que les pertenece.
Parece que el
razonamiento del pretendido ideólogo del gobierno actual es que acabe lo más
rápido posible el reservorio de bosque, animales, agua, biodiversidad, con el
argumento implícito, en su discurso ante los periodistas de agencias de
noticias estatales y/o gubernamentales, de que los bolivianos no debemos ser
guardabosques pobres al servicio de los países ricos y de las ONG
conservacionistas: los nuevos instrumentos del colonialismo, como dijo el
Presidente en la Cumbre de Río de Janeiro + 20.
Las normas
bolivianas disponen —lo que es de veras esencial— que en el TIPNIS hay un área
intangible, que permanece virgen y en el que deben mantenerse las riquezas allí
existentes; un segundo espacio está destinado a que los indígenas utilicen esas
riquezas para la subsistencia, con la racionalidad que ellos practican y, un
tercer perímetro en que extensivamente crían ganado empresarios tradicionales
del Beni y los más o menos nuevos ganaderos que son los colonizadores de origen
“colla”; entre unos y otros hay quienes detentan tierras sin títulos de
propiedad ni saneamiento.
Respecto de que sólo
200 hectáreas de bosque del TIPNIS serán destruidas por el camino de la
discordia, nos remitimos al estudio del PIEB que establece que con esa vía en
18 años se depredará más del 60 por ciento de esa riqueza, incluidos los
animales, el agua, la biodiversidad. Y lo más importante: con la destrucción de
esas riquezas será depredado el hábitat natural de los indígenas, lo que
provocaría un etnocidio, es decir, la aniquilación de esos pueblos. Dirigentes
de los marchistas en La Paz, como Fernando Vargas, dijeron que si eso pretenden
los gobernantes deben tener el coraje de confesarlo. Algunos intelectuales
bolivianos, no biólogos, creen, pero no lo dicen en voz alta, que el camino de
la discordia facilitará el desarrollo y que los habitantes del TIPNIS, al
tiempo de perder sus rasgos comunitarios, como la posesión colectiva sobre el
territorio, se proletarizarán, lo que sería progresivo porque la existencia de
pueblos indígenas es un anacronismo, agregan.
La carretera por el
TIPNIS no es parte de la propuesta de caminos para integrar Suramérica, afirma
García Linera. Pero calza con IIRSA lo que basta para los que se beneficiarán
con el camino: las empresas transnacionales que operan en Brasil y Chile,
ganaderos, madereros, colonizadores y cocaleros. Los dos últimos se han
encargado de aclarar que ese camino es una oferta electoral del Presidente, lo
que la actual Presidenta del Senado y el Ministro de Gobierno en funciones han
confirmado.
Las mentiras
gubernamentales, las que ayuda a elaborar y difundir el Vicepresidente, hacen
daño al pueblo boliviano, a los indígenas en especial.
En los avisos que
difunden las televisoras, contra las que habla García Linera, refuerzan las
mentiras del gobernante. Mentiras que, sensiblemente, son tomadas por ciertos
públicos como información verdadera, comunicación para nuestros pueblos, opiniones
responsables e interpretaciones éticas. No obstante, confrontadas con la
realidad, son mentiras las que divulgan (sobre el TIPNIS) el Presidente, el
Vicepresidente, ministros, funcionarios de menor rango y los voceros oficiosos,
los llunk’us desvergonzados.
Cualquiera
investigación, periodística o de otro tipo, que reconozca el conocimiento
existente sobre el TIPNIS y que descubra un nuevo conocimiento sobre éste (por
ejemplo respecto de la investigación científica que habrían hecho algunos que
fungían como turistas) acabaría por sepultar las mentiras de los gobernantes y
de los repetidores y facilitadores de las falsedades que sí son construcciones
de una realidad inexistente.
Y si el
Vicepresidente tuviera otra trama esperáramos de él una autocrítica con la que
recojería sus mentiras, a las que considera certezas. Por ello, apelamos a la
práctica para que se encargue de restaurar la verdad sobre el TIPNIS y sus
defensores. Y es lo que ya ocurre porque las mentiras jamás duran cien años.
La Paz, 21 de julio
de 2012.
*Periodista
tipnis
Flechas yurakarés
El Tribunal Constitucional en el caso TIPNIS
Alejandro Almaraz
17/07/2012
Hace ya algunas semanas, el Tribunal Constitucional
emitió sentencia resolviendo los recursos de inconstitucionalidad que, desde posiciones
opuestas en el conflicto del TIPNIS, le fueron planteados contra las leyes 180
de protección del TIPNIS y 222 de consulta. El contenido de dicha sentencia da
la impresión de un ánimo de justicia contenido y trabado por la presión del
poder político.
Es así como cabe explicarse, desde la razonable
suposición, que las correctas y amplias consideraciones del fallo, revelando
con claridad el desencuentro de la Ley 222 con los preceptos constitucionales
relativos al derecho indígena a la consulta, no derivaran en la simple
declaratoria de la evidenciada inconstitucionalidad de esa ley, como era de
rigor bajo la norma positiva, la jurisprudencia y la teoría del derecho
constitucional, sino que se optara por la extraña e impertinente invención de
la constitucionalidad condicionada. Al Tribunal Constitucional le corresponde
establecer si las normas impugnadas ante su autoridad son o no son
constitucionales, y no si lo habrían sido bajo otros contenidos o
circunstancias o si lo serían con determinados cambios. No obstante, esa misma
rareza de constitucionalidad condicionada relieva la aberrante ilegitimidad en
la que incurre la Ley 222 al pretender ejecutar el proceso de consulta al
margen del orgánico y auténtico consentimiento de los consultados, y condiciona
la constitucionalidad y consiguiente aplicabilidad de la misma a la
concertación que brinde ese consentimiento. Así, aunque oscura, extraña y
débil, la sentencia promueve el eventual encausamiento constitucional en el
tratamiento del problema.
Ante la sentencia del Tribunal Constitucional, y
confiado en su poder subordinador, el Gobierno no encontró nada mejor que la
simple perseverancia en la alevosa división y suplantación del movimiento
indígena en la que se ha venido empeñando desde hace bastante tiempo. Con
cinismo llevado al cómico candor, dio por cumplida la concertación del objeto y
los procedimientos de su ley fraudulenta, con los convenios celebrados con los
cocaleros vecinos del TIPNIS organizados en Conisur y con las apócrifas
organizaciones paralelas creadas por su propia acción divisionista al interior
del TIPNIS. Es decir, dio por perfecta y brillantemente cumplida la
concertación con los indígenas del TIPNIS, negociando y conviniendo consigo
mismo. Pero resulta que el Tribunal Constitucional, mediante su mismísimo
presidente, ha expresado reiteradamente que la concertación que condiciona la
constitucionalidad de la consulta debe abarcar a la totalidad de la población
concernida, lo que, sin lugar a duda alguna, incluye a la Subcentral del
TIPNIS, en tanto organización central de esa población, invariablemente
reconocida por el Estado como tal y como persona jurídica propietaria del
territorio indígena TIPNIS. Más aún, el presidente del Tribunal ha añadido que
quienes deben darse por satisfechos con la concertación constitucionalmente
exigida son los propios indígenas y no el Gobierno, y que, en caso de no
encontrar tal satisfacción, tienen expeditos los mecanismos tutelares de la
constitucionalidad. En síntesis, el Tribunal Constitucional ha desautorizado la
fraudulenta maquinación montada por el Gobierno para imponer, contra la
voluntad ampliamente mayoritaria de las comunidades del TIPNIS, su consulta
igualmente fraudulenta, obligándolo a concertar con ellas cualquier avance en
ese proceso.
Pero mientras el Gobierno procedía a la teatral
falsificación de la concertación, rechazaba todo diálogo con la IX marcha y con
los genuinos representantes orgánicos de la población indígena del TIPNIS. Con
ello, frustraba los últimos y extremos esfuerzos que el movimiento indígena
hacía mediante su larga, paciente y sacrificada movilización pacífica para lograr
un entendimiento que dé un mínimo respeto a sus derechos constitucionales, y
precipitaba el escenario de la fuerza para la dirimisión del conflicto.
Así, desautorizado por el Tribunal Constitucional en sus afanes falsificadores,
y con todo diálogo con los verdaderos indígenas roto por él mismo, el Gobierno
ha quedado sin la soga y el cabrito. Está ante la dramática disyuntiva de
retroceder substancialmente en la imposición de la consulta mediante el fraude,
o pasar a la imposición brutal mediante la represión y la sangre.
Desgraciadamente, de un Gobierno cuya condición moral ha caído a la repetición
sistemática de la coima en los contratos hidrocarburíferos, y cuya talla
estratégica y política ha descendido a la disputa de un teleférico, se puede
esperar cualquier cosa.
Alejandro Almaraz es
abogado. Fue viceministro de Tierras.
de nuestra
tierra
Amazonía
y poder despótico patrimonial
Desmontando la dominación
La Razón/Álvaro
García Linera
00:01/15 de julio de
2012
Vista
geográficamente, la tercera parte de Bolivia es amazónica, y es con mucho la
región más aislada del país. Una parte de nuestra amazonía se la perdió en
guerras frente al Brasil, 187.830 km2 en 1903, y con el Perú 250.000 km2
en 1909. En la amazonía viven el mayor número de naciones indígenas de Bolivia,
aunque con una baja densidad demográfica. Si tomamos el último Censo de
Población y Vivienda, menos del 4% del total de la población indígena boliviana
vive en tierras bajas y en especial en la amazonía.
Herederas de grandes
culturas hidráulicas, las naciones indígenas de la amazonía fueron objeto de
una intensa persecución y extinción por parte de la dominación colonial
española y luego republicana. Una parte de la población fue objeto de las
reducciones jesuíticas, y hoy viven dispersas en la extensa geografía
amazónica.
El Estado
patrimonial: tierras y poder familiar. Si bien el nomadismo ha permitido la
preservación de sistemas de producción y autoridad autónomos, no ha podido
impedir la consolidación del poder territorial de hacendados, ganaderos y
empresas privadas extractivistas que a lo largo de los años se ha ido asentando
en la amazonía como poder real de la región. De esta manera, a través de la
tenencia de ganado, la extracción de la goma, la quina, ahora la castaña, la
piel de lagarto o la sola posesión de tierras, latifundistas y empresarios han
consolidado en los últimos 150 años una estructura de poder territorial
señorial y patrimonial sobre todos los habitantes urbanos o rurales de la
región.
En la amazonía,
hasta hace poco, el patrón o hacendado era dueño de todo lo que se movía
alrededor de su vista. Mediante la violencia de grupos de choque hacendal ha
ocupado tierras e impuesto su ley sobre peones, indígenas y campesinos pobres
de los alrededores. En la medida en que el poder se ha estructurado en torno a
la tierra y su ocupación violenta, una lógica patronal conservadora es la que
impera en la región amazónica. Y en la medida en que hacendados, madereros,
terratenientes e intermediarios articularon un pacto con los gobernantes para
ejercer ellos, a través de sus redes familiares y locales, la poca presencia
estatal en la zona, entonces tierras, recursos estatales e impunidad han
devenido en medios de la patrimonializacion del Estado en la región amazónica.
De esta manera, el Estado se presentaba como una extensión de las influencias
familiares de una pequeña elite hacendal, ganadera y maderera, a la vez que
esta misma elite legitimaba e imponía con la propia violencia estatal su
propiedad patronal sobre la población.
Este poder
hacendal-patrimonial de la amazonía ha sido la forma de dominación regional más
conservadora y reaccionaria que existe en todo el país. En cierta forma, en la
figura del señor de la tierra se encerraba la personificación de los poderes
más despóticos existentes; no sólo era el dueño de la tierra, era también el
contratante de trabajadores, el comprador de madera de bosque, el proveedor de
bienes de mercado a las poblaciones alejadas, el influyente político que
monopolizaba familiarmente los cargos públicos y, por tanto, el proveedor de
tierras fiscales, de favores públicos frente a una población desprovista de
todo: de tierras, de propiedad, de autoridad pública y de Estado.
Por ello, no es raro
que el señor de la tierra sea también el eje de la ritualidad popular local;
para celebrar fiestas, para casarse o hacer estudiar a los hijos. Toda la trama
de poder estatal patrimonial convergía en la figura del hacendado y su mando
omnipresente. Y si bien la dispersa organización indígena mantuvo su autonomía local
a nivel de corregimientos, cabildos, centrales y subcentrales, no logró
convertirse en fuerza dirigente a nivel local o regional, ni mucho menos
disputar la autoridad y mando a la estructura hacendal-patrimonial.
De hecho, ante el
constante avasallamiento hacendal-empresarial, las comunidades indígenas, para
poder preservar parte de la ocupación territorial, tuvieron que acoplarse de
manera subordinada y vertical a la estructura de poder patrimonial dominante,
al igual que las otras clases populares. De ahí que el propio discurso de
legitimación e identificación regional haya sido, hasta hace poco, el que se
emitía desde el núcleo de poder patronal regional.
Una modificación
parcial de esta situación de dominación despótica hacendal la han producido las
organizaciones no gubernamentales (ONG) desde los años 80, y lograron
crear una relación clientelar con la dirigencia indígena, aunque promoviendo
niveles de organización interregional, como las regionales indígenas o la
propia Confederación de Indígenas de Bolivia (Cidob). En la medida que estos
niveles de organización funcionan exclusivamente con financiamiento externo de
ONG, que solventan los salarios de los dirigentes, tienden a perder contacto
con las bases indígenas amazónicas, y, en realidad, en parte son ONG que
reproducen mecanismos de cooptación clientelar y subordinación ideológica y
política hacia las agencias de financiamiento, la mayoría de ellas europeas y
estadounidenses, como Usaid. En la medida en que algunas ONG han sido el
vehículo de la introducción de un tipo de ambientalismo colonial que relega a
los pueblos indígenas al papel de cuidadores del bosque amazónico, considerado
propiedad extraterritorial de gobiernos y empresas extranjeras, esas ONG han
ido creando de facto una nueva relación de privatización y extranjerización de
las tierras comunitarias (TCO), en las que el mismo Estado ha perdido tuición y
control. De esta forma, ya sea por medio de la dominación fuerte del despotismo
hacendal, o por la dominación suave de las ONG, las naciones indígenas
amazónicas, económicamente, no tienen el control soberano sobre sus territorios
ni una plena independencia política.
En la amazonía no
son los pueblos indígenas los que tienen el poder territorial, como sucedió
desde años atrás en zonas de tierras altas y valles, en los que los sindicatos
agrarios y comunidades desempeñaron el papel de micro-estados indígenas con
presencia territorial, y en realidad han sido la base material previa de la
construcción del actual Estado Plurinacional. En la amazonía, las cosas han
transcurrido de manera muy distinta. El orden despótico hacendal es
predominante y ni las organizaciones indígenas, ni las campesinas ni las
organizaciones obreras de reciente creación, lograron crear un contrapoder
organizativo ni discursivo que resquebraje este sistema hacendal-patrimonial.
Del Estado
patrimonial al Estado plurinacional. El punto de quiebre de este
ultra-conservador sistema de poder regional amazónico ha venido desde el año
2006. Al ser desplazadas las antiguas clases dominantes del control estatal
nacional por los movimientos sociales indígena-campesino populares, el sistema
patrimonial sufrió una herida de muerte. Se rompió la alianza entre tenencia
hacendal de la tierra y poder político, base material del despotismo
patrimonial amazónico, creándose una suerte de “dualidad de poderes” regional:
por una parte las clases hacendal-empresarial, por otra la nueva estructura
gubernamental con poder de decisión sobre recursos económicos y tierras.
Desde entonces una
creciente pugna y lucha social se ha desatado en todas las tierras bajas. El
Estado revolucionario ha detenido la otorgación de tierras a las clases
hacendales. Ha revertido tierras a latifundistas y una buena parte las ha
entregado en propiedad a las comunidades y naciones indígenas. Si entre 1996
hasta el 2005 se entregaron cuatro millones de hectáreas a los pueblos
indígenas de tierras bajas, entre 2006 y 2011 se entregó 7,8 millones de
hectáreas, trastocando radicalmente la estructura de propiedad de la región
amazónica. Sin embargo, esta modificación de las relaciones de propiedad sobre
la tierra no ha sido suficiente para desmontar el poder despótico hacendal. En
la medida en que los pueblos indígenas no han incursionado en procesos de
transformación de la materia prima que existe en los nuevos y grandes
territorios indígenas, entonces la madera, los lagartos, la castaña o los
productos de pesca siguen siendo comprados por los madereros o
empresarios-hacendados a precios irrisorios y bajo las mismas modalidades de
“enganche” o “adeudo” que renuevan la dependencia económica y social
tradicional. Lo mismo pasa con la provisión creciente de otros medios de
existencia (azúcar, sal, harina, vestimenta, herramientas de acero, gasolina,
etc.), que los provee el enganchador, el hacendado, el empresario o el
comerciante que al tener el monopolio del traslado de esos productos los
entrega a los indígenas a cinco o diez veces por encima del precio de mercado.
En corto tiempo,
gran parte de las millones de hectáreas de TCO están quedando nuevamente
articuladas a los mecanismos de dominación señorial y patronal de
empresarios-hacendados que utilizan a dirigentes como intermediarios de la
depredación y la dependencia económica de las comunidades.
Las denuncias sobre
la participación en negociados de madera dentro y fuera del TIPNIS por parte de
los actuales dirigentes de la marcha indígena son apenas la punta de un iceberg
de colusión de una parte de la dirigencia indígena con los restos del poder
hacendal-empresarial amazónico.
De ahí que el
Gobierno revolucionario, a la par de la modificación de la estructura de
tenencia de tierra que disocia la rutina de la hacienda de la acción del
Estado, ha impulsado que las instituciones estatales de Gobierno actúen
autónomamente respecto del bloque dominante regional, facilitando recursos a
los municipios, créditos a los campesinos, fondos de inversión productiva para
los pueblos indígenas, empresas de acopio que regulan los precios anteriormente
monopolizados por los patrones locales, entrega de medios de transporte fluvial
para pueblos ribereños, construcción de caminos públicos (anteriormente de
propiedad de hacendados), etc. En la medida que el Estado, en estos cinco años,
ha triplicado sus gastos de inversión y gasto social, su presencia es ahora
bajo la forma de derechos y redistribución de la riqueza allí donde antes lo
poco que el pueblo recibía era gracias a la “dádiva” del patrón-político, la
iglesia o la ONG.
El Estado se ha
autonomizado de las clases patronales y ello ha iniciado un proceso de derrumbe
del viejo orden patronal conservador de la amazonía. Una intensa lucha de
clases ha comenzado a desplegarse reconfigurando el nuevo ordenamiento regional
de poder. La presencia de un Estado desprendido de las clases propietarias de
la tierra, materializado como derechos sociales y en función redistributiva de
la expansiva riqueza común ha dado un golpe de muerte a la estructura
hacendal-patrimonial amazónica. En cierta medida se puede hablar que desde el
año 2006, con el gobierno de los movimientos sociales y el presidente Evo, en
la amazonía se ha dado una especie de revolución democrática desde arriba,
desde el Estado, que está destrabando el despliegue de las energías vitales de
los pueblos y clases sociales populares de una región caracterizada hasta hace
poco por ser la más conservadora del país.
Como en todo proceso
revolucionario, el Estado no sólo condensa la nueva correlación de fuerzas
político-económica de la sociedad emergente de las luchas sociales exitosas,
sino que además, como esta sucediendo en la amazonía, deviene en sujeto
material y cultural que ayuda a promover movilizaciones sociales que
transformen las estructuras de dominación aún presentes en determinadas
regiones y esferas de la sociedad.
lucha de nuestros pueblos
Comentario a
tiempo
Discurso Presidente de Uruguay Rio + 20
decididamente un sabio
“Autoridades presentes
de todas las latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias y nuestro
agradecimiento al pueblo de Brasil y a su Señora Presidenta y muchas gracias a
la buena fe que seguramente han manifestado todos los oradores que me
precedieron. Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de acompañar
todos los acuerdos que ésta, nuestra pobre humanidad pueda suscribir. Sin
embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta.
Toda la tarde se ha
estado hablando del desarrollo sustentable. De sacar inmensas masas de la
pobreza. ¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de
desarrollo y de consumo es el actual de las sociedades ricas? Me hago
esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma
proporción de autos por familia que tienen los alemanes? ¿Cuánto
oxígeno nos quedaría para poder respirar?
Más claro: ¿el mundo
tiene los elementos, hoy, materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil
millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro
que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será posible? ¿O
tendremos que darnos algún día otro tipo de discusión? Porque hemos creado esta
civilización en la que estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que
ha deparado un progreso material portentoso y explosivo. Pero lo que fue
economía de mercado ha creado sociedades de mercado y nos ha deparado esta globalización,
que significa mirar por todo el planeta. ¿Y estamos gobernando la
globalización o la globalización nos gobierna a nosotros?
¿Es posible hablar de
solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía que está basada en
la competencia despiadada?¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad? Nada
de esto lo digo para negar la importancia de este evento. No, es por el
contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter
colosal y la gran crisis no es ecológica, es política. El hombre no
gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha
desatado gobiernan al hombre. Y a la vida.
No venimos al planeta
para desarrollarnos en términos generales. Venimos a la vida intentando ser
felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la
vida y esto es elemental. Pero la vida se me va a escapar, trabajando y
trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor.
Porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si
se detiene la economía, es el fantasma del estancamiento para cada uno de
nosotros.
Pero ese hiper consumo a
su vez es el que está agrediendo al planeta. Y tiene que generar ese hiper
consumo, cosas que duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita
eléctrica, no puede durar más de 1000 horas prendida. ¡Pero hay lamparitas que
pueden durar 100 mil, 200 mil horas! Pero esas no se pueden hacer; porque el
problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que tener una
civilización de “use y tire”, y estamos en un círculo vicioso.
Estos son problemas de
carácter político que nos están diciendo la necesidad de empezar a luchar por
otra cultura. No se trata de plantearnos volver al hombre de las cavernas, ni
tener un “monumento al atraso”. Es que no podemos indefinidamente, continuar
gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado. Por ello digo, que el
problema que tenemos es de carácter político, en mi humilde manera de pensar.
Porque los viejos pensadores definían –Epicúreo, Séneca, los Aymaras-: “pobre
no es el que tiene poco sino que verdaderamente pobre es el que necesita
infinitamente mucho y desea y desea y desea más y más”. Esta es una clave de
carácter cultural.
Entonces, voy a saludar
el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y lo voy acompañar, como gobernante.
Porque sé que algunas cosas de las que estoy diciendo "rechinan".
Pero tenemos que darnos cuenta que la crisis del agua y la crisis de la
agresión al medio ambiente no es una causa. La causa es el modelo de
civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma
de vivir.
Pertenezco a un pequeño
país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay 3
millones de habitantes (poco más, 3 millones 200). Pero hay unos 13 millones de
vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 ó 10 millones de ovejas estupendas.
Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y
casi el 90% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros
trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo
6 horas. Pero el que consigue 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto,
trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cuotas:
la motito que compró, el autito que compró, y pague cuotas y pague cuotas y
cuando se quiere acordar, es un viejo reumático como yo y se le fue la vida.
Y uno se hace esta
pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas son muy
elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene
que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la tierra, de las
relaciones humanas, de cuidar a los hijos, de tener amigos, de tener lo
elemental.
Precisamente, porque eso
es el tesoro más importante que tienen. Cuando luchamos por el medio
ambiente, el primer elemento del medio ambiente se llama la felicidad
humana. Gracias."
Venezuela:
¿Una Amenaza para Washington?
Por Eva Golinger *
Desde
la primera vez que Hugo Chávez fue electo presidente de Venezuela en 1998,
Washington y sus aliados han intentado socavar su mandato. Cuando Chávez apenas
era candidato presidencial, el gobierno de Estados Unidos le negó una visa para
participar en algunas entrevistas televisadas en el país norteamericano. Luego,
cuando ganó las elecciones presidenciales, el entonces embajador estadounidense
en Caracas, John Maisto, lo llamó personalmente para felicitarlo y ofrecerle su
visa. Los meses siguientes fueron llenos de intentos de “comprar” al nuevo
presidente de Venezuela. Empresarios, políticos y jefes de estado desde
Washington a España lo presionaban para que se subordinara a sus agendas.
“Vente con nosotros”, le urgía el entonces primer ministro español, José María
Aznar, seduciéndolo con ofertas de lujo y riqueza, si simplemente cumplía con
sus órdenes.
Cuando
Chávez no se dejó comprar, lo sacaron con un golpe de estado el 11 abril 2002,
financiado y diseñado desde Washington. Cuando el golpe fracasó, y el pueblo
rescató la democracia y su presidente en menos de 48 horas, comenzaron a
desestabilizar al país, intentando hacerlo imposible para gobernar. Desbordaron
la nación con saboteos económicos, huelgas ejecutivas en la industria
petrolera, caos en las calles, y una brutal guerra mediática que tergiversaba
la realidad del país a nivel nacional e internacional. El complot para
asesinarlo con paramilitares colombianos en mayo 2004 fue impedido por las
fuerzas de seguridad del país. Meses después, intentaron revocar su mandato a
través de un referéndum revocatorio en agosto 2004, pero el pueblo lo salvó con
un voto de 60-40.
Mientras
más popular se hacía, más millones fluían desde las agencias de Washington a
los grupos anti-chavistas para desestabilizarlo, desacreditarlo,
deslegitimarlo, derrocarlo, asesinarlo, o sacarlo de cualquier manera. En
diciembre 2006, Chávez fue reelecto con 64% del voto. Su aprobación crecía
dentro de Venezuela y por toda América Latina. Nuevos gobiernos en Argentina,
Brasil, Bolivia, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Uruguay y varios países
caribeños se unieron a las iniciativas de integración, soberanía y unión latinoamericana
y caribeña impulsadas desde Caracas. Washington comenzó a perder su influencia
y control sobre su antiguo “patio trasero”.
Fueron
creados la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la
Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), PetroCaribe, PetroSur, TeleSUR, Banco
de ALBA, Banco del Sur y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC). En ninguna de esas organizaciones está Washington, ni la élite que
antes dominaba la región, imponiendo sus intereses por encima de los pueblos.
En
enero 2005, la nueva Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dijo que Chávez
era “una amenaza” para la región. Justo después, la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) colocó a Venezuela en su lista de los “Top 5 Hot Spots” (5
lugares más inestables) del mundo. Unos meses luego, el reverendo
estadounidense Pat Robertson declaró públicamente que era mejor “asesinar” a
Chávez ya en lugar de iniciar una guerra contra Venezuela, que costaría
millones de dólares. Ese mismo año, cuando Venezuela suspendió la cooperación
con la Agencia Anti-Droga de Estados Unidos (DEA), por estar inmiscuyéndose en
sus asuntos internos, espiando y saboteando sus trabajo anti-droga, Washington
clasificó a Venezuela como un país que “no coopera en la lucha contra el
narcotráfico”. Nunca presentaron pruebas para fundamentar sus graves
acusaciones.
En
febrero 2006, el entonces Director Nacional de Inteligencia, John Negroponte,
se refirió a Venezuela como un “peligro” para Estados Unidos. El Secretario de
Defensa Donald Rumsfeld comparó a Chávez con Hitler. Ese mismo año, Washington
estableció una Misión Especial de Inteligencia para Venezuela y Cuba,
reorientando recursos de la comunidad de inteligencia estadounidense para
aumentar sus operaciones en estos lugares, considerados “amenazas” para Estados
Unidos. En junio 2006, la Casa Blanca colocó a Venezuela en una lista de países
que “no apoyan suficientemente la lucha contra el terrorismo”, y lo sancionaron
con una prohibición de poder comprar armas y equipos militares de empresas
estadounidenses o aquellas con utilizan tecnología estadounidense. Nunca
mostraron evidencias de los supuestos vínculos de Venezuela con el terrorismo.
En
2008, el Pentágono reactivó la Cuarta Flota de la Armada, la comandancia
militar estadounidense encargada de América Latina y el Caribe. Había sido
desactivada en 1950 y no funcionaba desde entonces, hasta que decidieron que
era necesario aumentar la presencia “y fuerza” militar de Estados Unidos en la
región. En 2010, Washington se acordó con Colombia para establecer 7 bases
militares en su territorio. Un documento oficial de la Fuerza Aérea de Estados
Unidos justificaba estas bases debido a la “amenaza de los gobiernos
anti-estadounidenses en la región”.
En la
prensa internacional, decían que Chávez era un dictador, tirano, autoritario,
narco, anti-americano, terrorista, pero nunca presentaron pruebas para tan
peligrosos sobrenombres. Convirtieron la imagen de Venezuela en violencia,
inseguridad, crimen, corrupción y caos, sin mencionar los grandes logros y
avances sociales durante la última década, ni las causas de las desigualdades
sociales dejadas desde gobiernos anteriores.
Durante
años, un grupo de congresistas estadounidenses, demócratas y republicanos, han
intentado colocar a Venezuela en su lista de “estados terroristas”. Destacan la
relación entre Venezuela e Irán, Venezuela y Cuba, y hasta Venezuela y China,
como evidencia de la “grave amenaza” que el país suramericano representa para
Washington. Intentaron destruir ALBA con el golpe de estado contra Manuel
Zelaya en Honduras en 2009. Buscaron debilitar la UNASUR con el golpe contra
Fernando Lugo en Paraguay en junio 2012. No funcionó.
Dicen
una y otra vez que Venezuela y Chávez son amenazas para Estados Unidos. “Hay
que pararlo”, dicen, antes de que “lancen sus bombas iraníes contra nosotros”.
El
Presidente Barack Obama declaró en estos días que Chávez no era una amenaza
para la seguridad de Estados Unidos. El candidato Mitt Romney dijo que sí. La
furia de los extremistas miameros cayó encima de Obama. Pero no deben
preocuparse, porque Obama aumentó el financiamiento multimillonario a los
anti-chavistas este año. Son más de 20 millones de dólares que han canalizado
de las agencias estadounidenses para la campaña opositora en Venezuela.
¿Es
Venezuela una amenaza para Washington? En Venezuela, el único terrorismo que
hay es de los grupos que buscan desestabilizar al país, la mayoría con el apoyo
político y financiero de Estados Unidos. Los narcotraficantes son de Colombia,
donde la producción y transito de drogas han incrementado durante la invasión
estadounidense en ese país a través del Plan Colombia. La relación con Irán,
con Cuba, con China, con Rusia y con los demás países del mundo es una
cooperación bilateral —o multilateral— normal entre países. No hay bombas, no
hay planes de ataque, no hay secretos siniestros.
No,
Venezuela no es esa tipa de amenaza para Washington. Es otra.
La
pobreza ha sido reducida en más de 50% desde que Chávez llegó al poder en 1998.
Las políticas de inclusión de su gobierno han creado una sociedad de alta
participación en las decisiones económicas, políticas y sociales. Sus programas
sociales —las misiones— han garantizado atención médica gratuita, educación
gratis y accesible - desde los niveles básicos hasta los más avanzados -
alimentación en precios alcanzables, y herramientas para crear y mantener
cooperativas, empresas pequeñas y medianas, consejos comunales y comunas, para
todo el pueblo. La cultura venezolana ha sido rescatada y valorada, recuperando
el orgullo e identidad nacional, creando un sentimiento de dignidad en lugar de
inferioridad. Medios de comunicación e información se han proliferados durante
la última década, asegurando espacios para la expresión de todos.
La
industria petrolera de Venezuela, nacionalizada en 1976 pero que funcionaba
como una empresa privada, ha sido recuperada al beneficio del país, y no de las
multinacionales y una minoría oligarca. Alrededor de 60% del presupuesto anual
se dedica a los programas sociales en el país, con el enfoque principal en la
erradicación de la pobreza.
Caracas,
la capital, ha sido embellecida. Los parques y plazas se han convertido en
espacios de reunión, disfrute y seguridad para los visitantes. Hay música en
las calles, arte en las paredes, y una rica debate de ideas entre los
habitantes. La nueva policía comunal trabaja en conjunto con las comunidades
para luchar contra los terribles problemas de la violencia, la inseguridad y la
delincuencia, problemas que no se atacan solamente desde el superficie, sino
desde la raíz.
El
despertar de Venezuela se ha expandido por todo el continente y hacia el norte
por el mar Caribe. El sentimiento de soberanía, independencia y unión en la
región ha enterrado la sombra de subdesarrollo y subordinación impuesta por los
poderes colonizadores durante siglos pasados.
No,
Venezuela no es una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. Venezuela es
un ejemplo de como un pueblo levantador, frente a los obstáculos más difíciles
y la fuerza brutal de las grandes potencias, puede construir un modelo en donde
la justicia social reina, y la prosperidad humana se celebra por encima de la
prosperidad económica. Venezuela es el país en donde millones antes invisibles,
hoy son visibles, hoy tienen voz y el poder de decidir sobre el futuro de su
patria, sin ser asfixiados por las garras imperiales. Hoy, gracias a la
revolución liderada por el Presidente Chávez, Venezuela es uno de los países
más felices del mundo.
Esa es
la amenaza que representa el Presidente Hugo Chávez y la Venezuela
Revolucionaria para Washington. Es la amenaza del buen ejemplo.
*Eva Golinger, periodista y escritora venezolana
--
MAPOCHO PRESS
Santiago - Chile
Reproducción
permitida / Citar fuente
Comentario a tiempo
Lo que viene
Por
Teodoro Rentería Arróyave
Para miércoles 18 de julio del 2012
Hasta los más férreos y recalcitrantes miembros de
la izquierda mexicana, están actuando en dos estadios que nada favorecen el
interés personal del candidato presidencial del Movimiento Progresista que
aglutina a los partidos de la Revolución Democrática; PRD; del Trabajo, PT, y
Movimiento Ciudadano, Andrés Manuel López Obrador.
En el primer caso, de acuerdo a la ley y también
tomando en cuenta la experiencia de hace 6 años, los mencionados coinciden en
que las pruebas aportadas por el político Tabasqueño para impugnar
exclusivamente la elección presidencial no le alcanzan para que esta sea
invalidada, como pretende.
Por otra parte, ante los movimientos callejeros que
encabeza el movimiento #Yo Soy132, que se están organizando y que han tomado
decisiones ríspidas en su “Primera Convención Nacional” que llevaron a cabo en
San Salvador Atenco, Estado de México, han empezado los deslindes.
La Ley Federal Electoral no fue hecha por un solo
partido, fue votada por todos y cuando el Partido Revolucionario Institucional,
PRI, era minoría en el Poder Legislativo, por lo tanto no cabe el argumento de
que es una ley incompleta para favorecer al tricolor. En última instancia, el
error es de las izquierdas y las derechas que consideraron que el tricolor no
solo se iba a mantener en el tercer sitio, sino que apostaron por su
desaparición.
Ante los anuncios verdaderamente belicosos del plan
anunciado en San Salvador Atenco, para no permitir ni la toma de posesión de
diputados y senadores y desde luego del candidato triunfador Enrique Peña
Nieto, el dirigente del sol azteca, Jesús Zambrano Grijalva, se apresuró a
manifestar su marginación de tales atrocidades, su deslinde absoluto.
El que de plano no tiene ni pizca de vergüenza, es
Gustavo Madero Muños, a quien todos los comentaristas y analistas políticos y
gran parte de la militancia del blanquiazul, lo consideran el peor presidente
del Partido Acción Nacional, PAN, en toda su historia.
Mientras Jesús Zambrano, presidente del Comité Ejecutivo
Nacional del Sol Azteca, anuncia que no irán con ninguna de las reformas
estructurales que propone Peña Nieto, con lo que da por hecho que el mexiquense
será el próximo presidente de México, Madero Muños también dice que no tendrán
en el PAN a una fracción para aprobarle todo a Peña Nieto, siguen en el
propósito de vender cara su derrota.
El Magistrado del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación, Manuel González Oropeza, hizo una declaración que
encierra toda la verdad jurídica sobre lo que viene: primero, el que acusa
tiene que probar y segundo, el Tribunal no es un órgano de investigación, es un
órgano que califica, que resuelve.
Y en esa dinámica, de que se le acusa, de quererse
mantenerse como primera figura de las izquierdas sin dar oportunidad a nadie y
seguramente con el propósito de querer, dentro de 6 años, presentarse
nuevamente como candidato presidencial de las izquierdas, López Obrador anuncia
nuevas pruebas contra Peña Nieto, contra el PRI y contra la elección que
organizó el Instituto Federal Electoral y que avalaron tanto la Universidad
Autónoma de México, como los observadores nacionales e internacionales como las
mas limpias, todas ellas fuera de tiempo y de lugar.
Lo que viene, de acuerdo al a misma exposición de
los analistas de izquierda, es que Enrique Peña Nieto será declarado Presidente
Electo de México; lo que preocupa, es la amenaza de esos grupos callejeros, de
los cuales, por lo que se observa y por los deslindes habidos, se pueden salir
de control, inclusive del propio liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.
Periodista y escritor.
Vicepresidente de FELAP y Presidente fundador y vitalicio honorario de
FAPERMEX. Agradeceré Sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com y felapvicemex@hotmail.com Nos escuchamos en las
frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
Las elecciones del 2012
en Estados Unidos
Escaramuzas en vísperas
Ramón Sánchez-Parodi Montoto *
Julio es un mes en que normalmente baja la
actividad en las elecciones presidenciales en Estados Unidos, pero en las
circunstancias de esta elección presidencial ambos candidatos han dedicado sus
esfuerzos personales a eventos y actividades de la campaña electoral, según las
prioridades de cada cual.
En las últimas dos semanas, Obama ha hecho visitas
electorales a Ohio, Pennsylvania, Iowa, Virginia y nuevamente a Ohio. Todos
califican, de una forma u otra, entre los llamados estados
"pendulares". Tampoco ha descuidado la recaudación electoral y viajó
el pasado martes a Texas, donde sostuvo en San Antonio y Austin tres eventos de
recaudación de fondos con hispanos, gays y empresarios, en los que esperaba
donaciones por unos cuatro millones de dólares. Texas, junto con California,
Nueva York y Florida, es uno de los cuatro estados que más dinero aportan a las
campañas electorales de los dos candidatos, a pesar de ser considerado
sólidamente republicano, al igual que son sólidamente demócratas California y
Nueva York.
Romney también ha estado activo recorriendo los
estados, pero su atención ha estado centrada en recaudar dinero entre las
personas acaudaladas. Resaltan las actividades del pasado 8 de julio en East
Hampton, Nueva York, en la "modesta" residencia del "mil millonario",
financista y filántropo Ronald O. Perelman, judío de tendencia ortodoxa, a
quien la revista Forbes ubica en el lugar 26 entre los más ricos de Estados
Unidos, con una fortuna estimada en 12 mil millones de dólares. (El cubierto
tenía un precio de 25 mil dólares). Un segundo evento fue para unas 250
personas en el jardín de la residencia de Clifford Sobel, empresario,
diplomático y político republicano, quien fuera designado por decisión política
de George W. Bush como embajador en Holanda y después en Brasil (2006-2009). Es
también judío y miembro del equipo de política exterior y seguridad nacional de
Romney, en el cual es vicepresidente del grupo sobre América Latina.
La tercera reunión tuvo como anfitrión a David
Koch, considerado junto con su hermano mayor Charles, en el cuarto lugar entre
los más ricos de Estados Unidos, con un capital de 25 mil millones de dólares.
Son dueños del conglomerado Koch Industries, estimado como la segunda más
grande empresa de propiedad personal del país. El cubierto costaba 50 mil dólares
per cápita.
Koch, quien se destaca también como filántropo,
donó recientemente 20 millones de dólares al Super PAC pro-Romney, Restore
Our Fu-ture; en sus orígenes fue un "libertario" (de la misma
estirpe de Ron Paul) y llegó a ser candidato a la vicepresidencia del país por
el Partido Libertario, del cual se desafilió en 1994. Es acérrimo partidario
del libre mercado, desea eliminar muchas de las instituciones del gobierno
federal, reducir impuestos a los ricos, eliminar regulaciones gubernamentales,
no cree que la actividad humana influya en el cambio climático y considera que
Obama es un radical socialista. Como buen "libertario", favorece el
matrimonio gay y se opuso a la guerra de Estados Unidos en Iraq.
El martes pasado estuvo en Ohio y el miércoles en
Pennsylvania, donde estrenó un nuevo mensaje: Obama quiere que los
estadounidenses "sientan vergüenza del éxito".
En junio, las recaudaciones electorales totales de
Romney volvieron a superar las de Obama; en esta ocasión los tres fondos del
primero recaudaron un total de 106,1 millones de dólares en comparación con 71
millones de los del candidato demócrata. Ventaja aún mayor se estima que
lograron en ese propio mes los Super PACs que respaldan a Romney, aunque
todavía no se cuenta con las correspondientes cifras oficiales.
Estas recaudaciones demuestran que Romney ha
logrado conseguir un sólido apoyo financiero de los distintos grupos
conservadores republicanos y cuenta con amplias posibilidades de alcanzar la
meta de 800 millones de dólares que su campaña se propuso hasta el próximo
noviembre. Que Romney pueda recaudar tanto o más que Obama (y que también
suceda así con los PACs y Super PACs), significa que el terreno financiero se
ha nivelado para los dos candidatos, pero no puede interpretarse como que el
gran capital financiero en su conjunto esté respaldando al candidato
republicano, porque Obama también cuenta con apoyo de importantes grupos
financieros, incluyendo aquellos dominados por personas de origen judío
El panorama electoral en estas dos últimas semanas
lo dominan los interminables y dispendiosos ataques mediáticos orquestados por
los equipos de campaña y los Super PACs y donde intervienen personalmente ambos
contendientes. Pero esta táctica parece estar resultando contraproducente. Varios
de los gobernadores republicanos congregados el pasado fin de semana en
Williams-burg, la que fuera capital colonial de Virginia, para la reunión anual
de verano de la Asociación Nacional de Gobernadores, señalaban en comentarios a
periodistas que ante la debilidad que representa para las aspiraciones de Obama
la situación de la economía, lo sensato para Romney es presentarse como una
alternativa "aceptable" para la más amplia mayoría de la población,
dejar a un lado los ataques personales a Obama y pasar a exponer el contenido
de sus planes de gobierno.
Una reacción similar ha expresado una gran parte de
los gobernadores demócratas allí reunidos. Opinaban en comentarios informales
que Obama debe enfatizar una línea de campaña que resalte los efectos favorables
de sus acciones de gobierno sobre la economía, tales como el plan de estímulo,
las medidas en el terreno de la energía, el respaldo a la educación y, además,
que se acerque y entable un diálogo con los empresarios. En su mayoría, estos
gobernadores consideran que Obama debe presentar una visión más positiva sobre
los resultados de su gestión de gobierno, para desvirtuar las acusaciones de
que él es responsable de las dificultades económicas y presionar más al
Congreso sobre asuntos como la política impositiva.
Romney encontró respaldo para sus ataques a Obama
en la información mensual emitida el 6 de julio por el Buró de Estadísticas
sobre Trabajo señalando que el desempleo, la creación de nuevos empleos no
agrícolas y otras cifras relacionadas se mantenían por tercer mes consecutivo
en una situación de estancamiento. El hecho de que el desempleo se mantenga en
un nivel considerado alto, de 8,2 %, sirvió al candidato republicano para
declarar que "claramente las políticas de Obama no han tenido éxito"
y que "esta patada en las tripas tiene que parar".
Los demócratas contraatacaron machacando
insistentemente en los antecedentes de Romney al frente de la empresa del
mercado de valores Bain Capital y acusándolo de eliminar empleos y de facilitar
que fuesen trasladados al extranjero. Volvieron a reclamar que Romney diese a
conocer sus declaraciones de liquidación personal de impuestos de años
anteriores. El propio Obama, durante un recorrido de campaña por Pennsylvania,
acusó a Romney de invertir "en compañías que han sido pioneras en
trasladar empleos al extranjero".
El barraje de anuncios demócratas atacando a Romney
fue exitoso en desviar la atención pública del tema del desempleo. El nuevo
informe sobre el desempleo será dado a la publicidad a las 8:30 de la mañana
del próximo 3 de agosto y será el último antes de que se celebren las
convenciones nacionales y comiencen a correr los dos meses que durará la etapa
de las elecciones generales. Todo apunta a que el desempleo a nivel nacional se
mantendrá al menos en el 8,2 % en los meses venideros y será un arma de Romney
para reforzar sus ataques a Obama. En este cuadro hay un hecho que favorece a
Obama: en varios de los estados decisivos el desempleo se encuentra por debajo
de 7 %.
En las siguientes semanas hasta que se celebren las
convenciones nacionales de los partidos, continuará la guerra mediática,
mientras los periodistas del sector y analistas políticos se concentrarán en el
próximo informe gubernamental sobre el desempleo, las cifras de julio sobre las
recaudaciones financieras de los candidatos, los detalles del viaje que Romney
iniciará la próxima semana a Polonia, Israel y a los Juegos Olímpicos en
Londres, y la posibilidad de que anuncie antes de la convención republicana
quién lo acompañará en la boleta como vicepresidente; y las valoraciones y
pronósticos sobre las tendencias de voto en la docena de estados
"pendulares".
* Fue jefe de la Sección de Intereses de Cuba en
Washington entre 1977-1989 y Viceministro de Relaciones Exteriores.
26 de julio de 1953
Composición social de los combatientes
“Sépase
que por cada uno que vino a combatir,
se
quedaron 20 perfectamente entrenados
que no
tenían armas”.
Fidel en el juicio del
Moncada
Marta Rojas
De que la base del pueblo cubano estaba
políticamente preparada e imbuida de fervor patriótico en 1953 lo ejemplifica
la composición social del movimiento revolucionario que el joven abogado Fidel
Castro Ruz, logró nuclear en corto tiempo tras el artero golpe de Estado o
"madrugonazo" militar del 10 de marzo de 1952, perpetrado por
Fulgencio Batista y pronto reconocido por el gobierno yanki, cuando se estaba
en las vísperas de unas elecciones generales, a efectuarse el 1 de junio de ese
año.
Los integrantes de lo que sería un movimiento
revolucionario transformador, supieron aquilatar el momento crucial que se
vivía. Ellos formaban parte de la concepción de pueblo que luego definiría
Fidel en su alegato de defensa de la acción del Moncada, conocido como La
Historia me Absolverá.
Fue entre las capas mayoritarias de los cubanos:
campesinos, obreros, profesionales modestos y jóvenes desempleados, o de
empleos precarios y cíclicos los que representaron a la población. En ellos
prendió la chispa de una revolución cabal, con un programa político contenido
en el Manifiesto del Moncada a la Nación. No se trataba de un grupo
únicamente audaz. Ellos sabían y querían que su objetivo no fuera un simple
cambio de gobierno usurpador.
Antes de aquella silenciosa organización de jóvenes
dispuestos a dar la vida por la patria, es justo recordar un antecedente. En
Cuba se había gestado en esa década un movimiento de masas, calificado por
muchos de "populista" organizado por un líder indiscutible —el
senador Eduardo Chibás—, que proclamaba la virtud y la honradez administrativas
en la gobernación del país, como bandera política, cuyo símbolo fue una escoba
que debía barrer con todo lo malo heredado de una República surgida manca,
luego de la intervención extranjera, tras decenios de contienda librada por los
cubanos a partir de 1868, cuando Carlos Manuel de Céspedes inició la guerra
anticolonial por la libertad de Cuba, la que comenzó dándole él mismo la
libertad a sus esclavos del ingenio La Demajagua e invitarlos, ya como hombres
libres, a luchar por la libertad de Cuba. Ejemplo único en la historia de
América.
Los jóvenes de 1953, en su Manifiesto político
asumían: "La revolución de Céspedes, de Agramonte, de Maceo y de Martí; de
Mella, y de Guiteras, de Trejo y de Chibás", a tenor de que "en la
vergüenza de los hombres de Cuba está el triunfo de la Revolución Cubana".
Por distintas razones no se alcanzó el triunfo
definitivo en uno y otro momento histórico, pero al igual que en 1953, en las
anteriores guerras grandes, la composición del cuerpo insurrecto o
revolucionario fue semejante al contingente de 1953, a 50 años de la primera
República, manca.
Cierto que en la década del 50 había un número
creciente de analfabetos, y la enseñanza y la salubridad no eran programas
favorecidos por los gobiernos de turno, pero la cultura política, en su más
alta expresión se ganó finalmente las palmas en nuestra sociedad.
Baste un número de ejemplos entre los combatientes
del 26 de julio, muertos (asesinados en su mayoría) y algunos más de los
sobrevivientes, en cuanto a su extracción social. Se trata este de un listado
representativo, pues Fidel logró juntar a más de mil, la mayoría de los cuales,
después, ingresarían en el Movimiento 26 de Julio y desempeñarían tareas
heroicas, sumándose a la lista de héroes y mártires.
Gama social de la gesta
Los hermanos Horacio y Wilfredo Matheu Orihuela y
Remberto Abad Alemán Rodríguez, albañiles, masilleros; Lázaro Hernández Arroyo,
Pedro Véliz Hernández, Armando Mestre Martínez, Tomás Álvarez Breto, y Juan
Almeida Bosque, albañiles; Rafael Freyre y Hugo Camejo, obreros de un tejar;
Flores Betancourt Rodríguez, trabajador de una pedrería; Pablo Agüero Guedes,
auxiliar de albañil; Emilio Hernández Cruz y Manuel Saiz Sánchez, carpinteros;
Armando del Valle López y Juan Domínguez, constructores de muebles, ebanistas;
René Bedia, pintor de brocha gorda.
Alfredo Corcho Cinta, Manuel Isla Pérez, Marcos
Martí Rodríguez, Carmelo Noa Gil, Manuel Rojo, Gerardo Antonio Álvarez, José
Labrador e Ismael Ricondo; todos de origen campesino u obreros agrícolas.
José Luis Tasende de las Muñecas y Vicente Vázquez,
mecánicos de refrigeración; Juan Manuel Ameijeiras, Mario Martínez Ararás,
choferes; Francisco Costa Velásquez, ayudante de chofer o
"machacante"; Jacinto García Espinosa y Antonio Betancourt Flores,
braceros de los muelles; Virginio y Manuel Gómez, cocineros, que trabajaban en
el Colegio Belén; Antonio Ñico López, cargador y casillero del Mercado Único;
José Ramón Martínez, curtidor de pieles; José de Jesús Madera, obrero sin
especialidad; Félix Rivero Vasallo, cantinero; Pablo Cartas Rodríguez,
gastronómico; Andrés Valdés Fuentes, panadero; Ángel Guerra García, chapista;
Pedro Marrero, empleado de cervecería; Víctor Escalona, zapatero.
Abel Santamaría Cuadrado, empleado de una
importante oficina comercial y estudiante al igual que Boris Luis Santa Coloma,
quien era además dirigente sindical; Mario Muñoz, médico; Julio Reyes, empleado
de un banco; Oscar Alcalde, dueño de un laboratorio de fármacos; Ramón Méndez
Capote, viajante de comercio al igual que Elpidio Sosa; Miguel Oramas, empleado
y fotógrafo al igual que Fernando Chenart Piña; Raúl de Aguiar, estudiante,
Raúl Gómez García, maestro, poeta, dirigente sindical; Renato Guitart Rosell,
comisionista de buques en la empresa de su padre; Julio Trigo, estudiante y
viajante de Medicina; Oscar Alberto Ortega, dependiente de comercio; Gildo
Fleitas estudiante y profesor a la vez, además oficinista; Guillermo Granados,
empleado de comercio; Rigoberto Cocho, trabajador del sector eléctrico;
Gregorio Careaga, empleado en una funeraria; Roberto Mederos Rodríguez,
trabajador del comercio; Ciro Redondo, empleado, viajante de comercio, Ramiro
Valdés, empleado, como Pepe (José) Suárez. Salvo algunas excepciones todos
militaban en el Partido o la Juventud Ortodoxa en su lugar de residencia.
Este cuadro, sintético pero elocuente, da una idea
contundente de la composición social. Pero habría que agregar a los
desempleados en aquel momento, como Osvaldo Socarrás y Humberto Valdés Casañas,
que se ganaban el sustento diario, apenas para comer, como parqueadores de
autos, o Gerardo Córdoba Cardín, que se estrenaba como boxeador; a Rolando San
Román, eventual vendedor de ostiones o José Testa Zaragoza, vendedor de flores.
Otros, son de imprescindible mención para completar
la concepción de pueblo, si de lucha se trata, ofrecida por Fidel: Pedro Miret,
estudiante de ingeniería en la Universidad, Raúl Castro, estudiante, Haydée
Santamaría, estudiante autodidacta y ama de casa; Melba Hernández Rodríguez del
Rey, abogada en funciones, al igual que Fidel Castro Ruz, y otros que serán
recordados en próximos artículos.
Ninguno de los más humildes —mencionados o no—, era
analfabeto. Estaban imbuidos, además, en el conocimiento de la historia, desde
los próceres independentistas hasta los más contemporáneos. Conocían y se
demostró en el proceso judicial, por ejemplo, la valía de Jesús Menéndez, a
quien, por cierto, Abel admiraba extraordinariamente y conocía, pues trabajó en
el antiguo Central Constancia donde vivían los Santamaría.
Podrían ser considerados mambises del siglo XX, en
su composición social, si bien la esclavitud había sido abolida, como sistema,
y no podrían estar entre ellos hombres como aquellos a los que Céspedes les
desató las cadenas.
« SMT
17 - 07 - 2012
05:14 a.m.
RRR / cgs
EDITOR
Treinta y tres años de la Revolución Sandinista
La Paz, 17 de julio
de 2012.
Compañero
Elías Chevez
Encargado de
Negocios de la República De Nicaragua
Presente.-
Estimado compañero
Chévez:
Al cumplirse 33 años
del triunfo de la Revolución Sandinista, en la hermana República de Nicaragua,
nos es profundamente grato expresar nuestras más sinceras felicitaciones y
solicitarle tenga la amabilidad de trasmitirlas a la Dirección Nacional del
FSLN y al compañero Presidente Daniel Orterga.
Año que pasa aumenta
el significado del triunfo de la Revolución Sandinista, como una de las
pioneras en América Latina, en haber derrotado a la prolongada dictadura del
clan Somoza, que representó a lo más retrógrada de los terratenientes y ricos
de Nicaragua, todo ellos prohijados y con sus intereses entrelazados a los del
imperialismo estadounidense. Este nunca aceptó su derrota y la de sus
sirvientes y sometió al pueblo sandinista, a las Fuerzas Armadas Sandinistas a
una devastadora guerra civil, que desgastó al gobierno sandinista.
Sin embargo, el
pueblo nicaragüense supo reponerse del transitorio alejamiento del poder del
FSLN y hoy cumple una nueva gestión de gobierno que esta reafirmando los
cambios progresistas y avanzados, tanto en el aspecto democrático como en la
obra que transforma las bases económicas y sociales de la sociedad nicaragüense
y las torna más favorables a su pueblo.
Nicaragua y Bolivia,
con sus gobiernos populares, comparten varios nuevos espacios de integración,
producto de los cambios progresistas en América Latina. Hay que destacar que
nuestros países pertenecen a la ALBA-TCP y avanzan hacia un desarrollo cada vez
más favorable a nuestros pueblos. Esa posibilidad se afianza con la reciente
fundación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAG).
Nuestro Partido a
tiempo de reiterarles nuestra disposición para la cooperación entre nuestras
organizaciones y países los saludan fraternalmente y les expresan su deseo de
renovados éxitos.
Ignacio
Mendoza Pizarro Marcos
Domich
Primer Secretario del Comité Central Secretario
de RR II del PCB
derechos
humanos
Carta abierta al
presidente de Colombia
Referencia: Indignación y
rechazo frente a amenazas
de muerteen contra de defensores de derechos
humanos
12 de julio de 2012
Sr. Juan Manuel Santos
Presidente de la República de Colombia
Señor Presidente,
Nosotros, representantes de la Federación
Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y de sus organizaciones miembro abajo
firmantes, expresamos nuestra indignación y rechazo ante las amenazas de muerte
en contra de trece defensores de derechos humanos y figuras públicas en
Colombia, recibidas vía correo electrónico por el Movimiento Nacional de
Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE) en fecha del 4 de julio de 2012.
Esta amenaza declara ”objetivo militar” a Soraya
Gutiérrez, integrante del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CCAJAR) y
Vice Presidenta de la FIDH, Yessica Hoyos, integrante del CCAJAR, Diego
Martínez, Secretario Ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los
Derechos Humanos (CPDH), Jeison Paba, integrante del CPDH y del MOVICE, Iván
Cepeda, fundador del MOVICE, Franklin Castañeda, Presidente de la Fundación del
Comité de Solidaridad con los Presos Políticos (FCSPP) y vocero del MOVICE,
José Humberto Torres, abogado del FCSPP, Juan Díaz Chamorro y Pedro Geney,
integrantes del MOVICE, Gloria Cuartas, integrante de Colombianos y Colombianas
por la Paz, Ayda Quilcué, Consejera Mayor del Consejo Regional Indígena del
Cauca (CRIC), Lilia Solano, Presidenta del Proyecto Justicia y Vida, así como a
la ex-Senadora Piedad Córdoba.
La amenaza va acompañada de la fotografía de cada
una de estas personas, atribuyéndoles un número del 1 al 13, y dice lo
siguiente: “13 guerrilleros camuflados en los papeles de defensores de
derechos humanos, 13 objetivos militares. Nuestro ejercito tiene instrucciones
claras para dar de baja a estos malparidos que quiere quitarle la tierra los
ciudadanos de bien para darsela a guerrilleros igual que ellos. Quedan
advertidos y en conocimiento pues te tenemos plenamente identificado sus
esquemas y a los que no tambien hijueputas guerrilleros de mierda que con la
excusa de ser defensor de derechos humanos pretenden mediante toda clase de
arbitrariedades despojar de sus terrenos a los verdaderos propietarios para que
terminen en manos de un puñado de guerrilleros malparidos hijos de perra”.
Condenamos vehementemente esta amenaza de muerte,
que por su carácter personalizado y selectivo, además de causar un impacto muy
negativo en el trabajo de los defensores de derechos humanos debido al terror
psicológico que acarrea, reviste una particular gravedad en la medida en que,
tal y como lo destacó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su
Informe Anual 2011, “algunos de los asesinatos de defensoras y defensores
ocurridos en 2011 fueron precedidos por notas de amenazas e intimidación que
determinan a defensores y defensoras de derechos humanos o a sus organizaciones
como objetivos de grupos paramilitares”1. Como es de su conocimiento, en el
transcurso del año 2011, 49 defensores de derechos humanos han sido asesinados
en Colombia, y siete han sido víctimas de desaparición forzada. En lo que va
del año 2012, 16 han sido asesinados, la mayoría vinculados a la reinvindación
por la restitución de tierras.
Recordando que varias de las personas arriba
señaladas benefician de medidas cautelares de la CIDH, le instamos, Señor
Presidente, a que se tomen medidas urgentes de protección a favor de las trece
personas amenazadas, así como a que se mejoren de manera estructural los
programas de protección de defensores y defensoras en riesgo, garantizando su
independencia y asignando los recursos financieros y humanos suficientes.
Asimismo, urgimos a que se lleve a cabo una investigación independiente,
inmediata, exhaustiva e imparcial en torno a las amenazas denunciadas, con el
fin de identificar y sancionar a los responsables.
Si bien saludamos su reconocimiento de la
existencia de grupos armados “anti-restitución”, la cual evidencia la
persistencia de las estructuras paramilitares en Colombia, y su anunciada
determinación en capturar a ciertos responsables del hostigamiento en contra de
los campesinos reclamantes de tierras, nos preocupa gravemente que frente a las
amenazas y ataques precedentes perpetrados en contra de defensores de derechos
humanos, no avancen las investigaciones penales correspondientes. Ante esta
situación, resulta de vital importancia que tanto el gobierno como la Fiscalía
emprendan acciones contundentes de manera a poner fin a estos crímenes, y
urgimos a que Usted, en su calidad de Presidente de la República, convoque una
reunión de emergencia con los defensores de derechos humanos señalados y sus
respectivas organizaciones.
Señor Presidente, confiamos en que Usted, al igual
que se comprometió a “desarmar la palabra” hacia los defensores de derechos
humanos, sepa actuar acorde con este principio, tomando las iniciativas
apropiadas para que los defensores puedan ejercer libremente su legítima labor
de promoción y defensa de los derechos humanos sin enfrentarse a perpetuos
ataques, agresiones, amenazas, hostigamiento y judicializaciones infundadas.
Agradeciendo su atención a la presente y esperando
que Usted tomará las decisiones adecuadas, nos suscribimos de Usted
respetuosamente.
Organizaciones firmantes:
Federación
Internacional de Derechos Humanos (FIDH)
Comité de
Acción Jurídica (CAJ) - Argentina
Liga
Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) - Argentina
Asamblea
Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) - Bolivia
Observatorio
Ciudadano (OC) - Chile
Colectivo de
Abogados José Alvear Restrepo (CCAJAR) - Colombia
Comité
Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CPDH) - Colombia
Instituto
Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos (ILSA) - Colombia
Comisión
Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU) - Ecuador
Fundación
Regional de Asesoría en Derechos Humanos (INREDH) - Ecuador
Comisión de
Derechos Humanos de El Salvador (CDHES) - El Salvador
Center for
Constitutional Rights (CCR) - Estados Unidos
Centro para
la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH) - Guatemala
Comisión de
Derechos Humanos de Guatemala (CDHG) - Guatemala
Comisión
Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) - México
Liga Mexicana
por la Defensa de los Derechos Humanos (LIMEDDH) - México
Centro
Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) - Nicaragua
Asociación
Pro Derechos Humanos (APRODEH) - Perú
Contacto de prensa: Arthur Manet (español, francés, inglés) Tel: +33 6
72 28 42 94 (París)
La causa de los derechos
humanos en Bolivia
Mi
testimonio sobre la fundación de la asamblea de derechos humanos de Bolivia
La Asamblea Permanente de
Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) surge en la clandestinidad más absoluta en
tiempos de la dictadura del Gral. Bánzer en noviembre de 1976. En el más
absoluto secreto, en una Parroquia de La Paz nace esta institución llamada a
tener gran importancia en el futuro de la vida sociopolítica del país.
Tuve que aceptar el trabajo
de redactar el borrador que debería ser aprobado en la próxima reunión. Había
que definir qué tipo de organización se precisaba, así como algunos aspectos
relacionados con la seguridad de todos sus miembros sin que ello afectase a la
actividad en favor de las personas perseguidas, detenidas y exiliadas. Estas
personas eran, sobre todo, dirigentes sindicales y de otras organizaciones
populares, así como los miembros activos de los partidos políticos defensores
del sistema democrático.
Las características de la
nueva organización para la defensa de los derechos humanos eran las siguientes:
Debería ser una Asamblea. En
primer lugar, la nueva organización se autodefine como "Asamblea" ya
que las decisiones se deben tomar con la participación y el consenso de la
mayoría del grupo, lejos de una directiva dirigista o elitista.
Los miembros con mayor
representatividad fueron los dirigentes sindicales y de organizaciones
populares como mineros, fabriles, campesinos, magisterio, juntas vecinales...
La participación de los partidos políticos fue mínima pero muy importante en
todo lo relacionado con la información de personas perseguidas o detenidas.
La Asamblea debía organizarse
en cada ciudad y pueblo importante del país, ya que se buscaba, no solamente
ayudar a las personas perseguidas y encarceladas, sino también crear un
movimiento nacional que, ante la eliminación de los partidos políticos por el
régimen dictatorial, luchasen por un cambio real.
Era necesario ir poniendo las
bases para, derrocando a las dictaduras, dar vida a un auténtico sistema
democrático. Desde un principio todo el movimiento de defensa de los derechos
humanos en Bolivia se organizó como un trabajo totalmente voluntario, sin
retribución alguna. En las frecuentes reuniones clandestinas se pasaba una
bolsa donde cada uno de los participantes iba poniendo libremente su aportación
voluntaria.
Desde un primer momento
participaron, junto con grupos de la Iglesia Católica, miembros importantes de
la Iglesia Metodista y de la Iglesia Luterana-Boliviana.
El Consejo Consultivo
Para darle a ta Asamblea cierta
seguridad.- unida a su visibilidad, se pensó desde el principio en la organización de un
Consejo Consultivo paralelo a la Asamblea. Era la parte visible y la que tenía
la misión de firmar los documentos que se iban elaborando en base a las
continuas denuncias contra el régimen dictatorial.
Pertenecían a este Consejo
algunos miembros connotados de la sociedad y de las distintas confesiones
religiosas. Hay que destacar la labor valiente y abnegada que realizaron a
través de este Consejo el expresidente de la República Dr. Luis Adolfo Siles
Salinas y el sacerdote boliviano P. Julio Tumiri Javier.
Contactos Internacionales
Fueron numerosos y muy
importantes los contactos con instituciones de Derechos Humanos a nivel
internacional por su apoyo moral y económico.
Los diferentes gobiernos «de
facto» de Bolivia estaban dispuestos a dar la libertad a muchos de los presos
ya que las cárceles y otros lugares tenebrosos de prisión estaban saturados,
pero exigían que los pasajes al exterior fueran pagados por sus respectivas
familias. La gran mayoría de esas familias eran pobres, sin capacidad alguna
para correr con los altos costos de los pasajes. La Asamblea, a través de su
«secretaría de hacienda», corría con esos gastos.
Fue muy eficaz la labor que
en esta delicada función desempeñó, durante largos años, la Ha, Amparo
Carvajal. También corría a cargo de ella el gestionar ante las Embajadas de
distintos países para que aceptasen a esas personas desterradas en calidad de
exilados políticos.
Los países que se mostraron
más solidarios y acogedores fueron Suecia, Holanda, Francia, México y Noruega.
Las instituciones internacionales que colaboraron más eficazmente fueron la
Cruz Roja Internacional, el Consejo Mundial de Iglesias con sede en Ginebra, la
Iglesia Luterana Sueca, Pan para el Mundo, Misereor de Alemania, y otras.
La Asamblea colaboró en forma
muy eficiente al éxito de la Huelga de Hambre, iniciada por cinco mujeres del
Distrito Minero de Catavi-SigIoXX, que logró el derrocamiento del régimen de
Bánzer.
El holocausto de los mejores
Bolivia perdió, a largo de 20
años de dictaduras, sus mejores cuadros políticos: Marcelo Quiroga, los
mártires de la Calle Harrington, Teoponte, Espinal... y tantos
otros. '
Personalmente, tuve que
lamentar con profundo dolor la pérdida de mis mejores amigos en aras de la
justicia y la libertad: Mauricio Lefevbre, Federico Escobar, Luis Espinal,
Marcelo Quiroga Santa Cruz...
Marcelo era, sin lugar a
duda, el hombre más temido por las dictaduras de entonces: modelo de político,
analista, orador, periodista, escritor... pero, sobre todo, un hombre de la más
profunda honestidad, tanto en su comportamiento personal como en lo político.
Manteníamos
una estrecha amistad basada. El Gobierno del General Luis García Mesa y su
colaborador Cnl. Arce Gómez, temían y odiaban a Marcelo, mientras esperaban la
ocasión propicia para eliminarlo.
Al leer
en la prensa claras amenazas contra Marcelo me decidí ir a su domicilio para
expresarle mi solidaridad. Vivía en el edificio Apolo en uno de los pisos
superiores. La dije con toda franqueza que en ese lugar no tenía ninguna opción
para liberarse de la persecución que el régimen iba a desencadenar contra él.
- Sí, me contestó,
pero por el momento, no tengo
otra opción. No voy a huir. - Aquí no tienes escapatoria. Te ofrezco mi casa.
- Marcelo, le dijo
su mujer, debes aceptar el ofrecimiento que te hace el Padre Gregorio. Yo te
apoyaré desde aquí. - Bueno. Voy a aceptar, respondió.
En mi
casa ya funcionaban algunas elementales normas de seguridad. La primera era
lograr un perfecto camuflaje de la identidad del alojado frente al personal de
la casa y ante las visitas. Era como un nuevo bautismo. Había que ponerle un
nuevo nombre, así como una nueva la profesión y nacionalidad. También había que
«inventar» los motivos para vivir en la casa parroquial.
Con
Marcelo todo eso fue muy sencillo y hasta un poco cómico. Marcelo pasó a ser,
desde ese momento, un sacerdote argentino amigo mío, que se llamaba P. Juan y
que había venido a Bolivia a seguir unos cursos de pastoral (!). Marcelo aceptó
con mucho humor su nueva identidad, así como algunas medidas de seguridad: no
debía salir de su habitación cuando llegaban personas extrañas; si necesitaba
hablar por teléfono, no debía hacerlo personalmente, etc. Todo fue muy bien; a
lo largo de los dos meses que vivió en mi casa, el camuflaje era perfecto y no
hubo ningún problema.
La
fatídica reunión en la COB
Pero un
nuevo golpe militar se estaba gestando. Llegaban informaciones preocupantes
desde Trinidad. La Comisión por la Defensa de la Democracia convocó a una
reunión urgente en el edificio de la COB. Marcelo me dijo que él debía ir a esa
reunión. Yo se lo desaconsejé, encarecidamente. Marcelo me insistió en que él
sentía la obligación moral de participar en la reunión.
El
desenlace trágico de esa reunión es historia sabida. Los paramilitares del
Coronel Arce Gómez, camuflados en varias ambulancias, llegaron hasta el
edificio de la COB y lo asaltaron, tomando presos a los principales dirigentes.
A Marcelo, que era el objetivo principal, uno de los paramilitares le disparó a
bocajarro.
Aunque
nunca el Gobierno dio una información veraz de este horrible hecho, se sabe
que, gravemente herido, Marcelo llegó con vida hasta el Cuartel General del
Ejército, donde fue torturado salvajemente hasta acabar con su vida.
Por más
que, tanto sus familiares como la opinión pública, hayan exigido, en forma
constante, el recuperar sus restos mortales, nunca se ha logrado el obtener una
información seria y cabal.
Marcelo,
eso sí, ha pasado a la historia de Bolivia como modelo de dirigente político,
no solo por sus cualidades intelectuales y de estadista, sino por en toda su
trayectoria humana y política ya que, guiada por una línea de conducta basada
siempre en los grandes principios de la ética.
Gregorio Iriarte
Cochabamba,
Bolivia
lecturas
Juicio a la dictadura: un buen pedazo de justicia
Testimonios del golpe de
García Meza
La Razón / La
Paz
00:00 / 15 de julio de 2012
Juan del Granado
El derrocamiento de la
dictadura y la recuperación democrática en 1982 aparejaban el enorme desafío de
construir un mejor país, pero de inicio supuso también el desafío de no
permitir la impunidad de los principales responsables de esos 14 meses de
terrorismo de Estado. No existió nunca un sentimiento de revancha en quienes
—instituciones y personas—impulsamos el juicio de responsabilidades a la
dictadura. Cuando dijimos que la venganza era propia de los violentos y que el
olvido era de los cobardes, puntualizamos que nuestra búsqueda era la justicia
y, por ello, nos embarcamos en un largo y difícil trámite, primero en el
Congreso Nacional y luego en la Corte Suprema de Justicia.
Yo había cumplido 31 años y
tenía casi diez de abogado. Mi experiencia como asesor de la Central Obrera
Boliviana (COB) era pobre en derecho penal, pero tenía una deuda que saldar con
ocho de mis compañeros asesinados por Luis García Meza en la calle Harrington,
el 15 de enero de 1981, y especialmente con Artemio Camargo, que cuando
vivíamos en Siglo XX, entre 1975 y 1976, me levantaba a las cinco de la mañana
con la sirena de la “primera punta”, ese ulular madrugador de los mineros, para
que estudiara y venciera mi examen de grado en la Universidad Mayor de San
Andrés (UMSA).
Artemio no podía no tener un
abogado, hubiera sido una paradoja imperdonable que mis compañeros no tuvieran
un impulsor del juicio a sus verdugos. Ése fue el razonamiento básico que me
impulsó, junto a Miguel Ángel Virrueta, a redactar el pliego acusatorio en
contra de la dictadura que en febrero de 1984 fue leído por Antonio Araníbar, a
nombre del MIR (Movimiento de la Izquierda Revolucionaria), en el Congreso
iniciando así el juicio de responsabilidades.
Dos años demoró el “sumario”,
como primera etapa del juicio ante el Congreso, y no los 15 días que preveían
las vetustas leyes de 1884 y 1944 para juicios de responsabilidades, porque la
recuperación democrática prematuramente cambió de rumbo. UDP (Unidad
Democrática y Popular) y Hernán Siles Zuazo, precisamente en 1984,
estaban arrinconados por la crisis y la rearticulación conservadora empresarial
que lograría al año siguiente el acortamiento de mandato y nuevas elecciones.
Aún así, en un ambiente político poco favorable, pero ante la vigilancia de las
organizaciones democráticas, el Congreso decretó la acusación formal contra
García Meza, Luis Arce Gómez y 54 de sus colaboradores por 45 figuras
delictivas ordenadas en ocho grupos de delitos, sobre los cuales, después de
algunas dilaciones, recaería meses después el “plenario” de la causa en la
ciudad de Sucre ante el Tribunal Supremo.
Estrategia de la chicana,
amnesia y terror. García Meza comandó de manera personal durante los primeros
años su “defensa” y la de sus principales allegados, en la certeza de que el
juicio no tendría otro destino que la rutina, la chicana, la apatía, la
impunidad y el olvido, en medio de una radical reorientación conservadora del
país a la cabeza de Víctor Paz Estenssoro y Hugo Banzer, cuyas cuotas de responsabilidad
en la dictadura pretendía cobrarles en el juicio. Por ello, la “estrategia”
estuvo centrada en la negación de los hechos, la dilación y en el terror; lo
primero para desnaturalizar el juicio y eternizar los procedimientos y lo
segundo para atemorizar a las instituciones impulsoras, los familiares de las
víctimas y los abogados.
Todavía está fresco el
recuerdo de la “amnesia” que padecieron los acusados que no sólo negaron los
hechos delictivos, sino que intentaron trasladar la responsabilidad a las
víctimas. Durante los dos años que García Meza estuvo en Sucre, impune ante el
inofensivo arraigo que decretó una Corte Suprema incapaz de detenerlo, tuvo
carta blanca para amenazar y amedrentar cada día a los acusadores.
Como la chicana y la amnesia
aparecieron tempranamente inútiles, se pensó, con ese reflejo primario que
parece persistir en quienes ejercen el poder dictatorial y autoritario, que una
enfermiza y permanente agresividad iba a desanimar nuestra voluntad de
acusación.
No es que no tuvimos temor,
sino razones suficientes para superar el miedo, para convivir con él y hasta en
algún momento casi no sentirlo. Tampoco estuvimos solos; la causa fue impulsada
por la COB, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de
Bolivia (CSUTCB), las universidades, los familiares, las viudas, los
periodistas y, de manera no siempre silenciosa, por la gente que nos siguió
meses y años en un esfuerzo que lo consideró valioso y lo hizo suyo.
Cuando se agotaron las
chicanas, cuando la amnesia apareció insultante y cuando el terror no nos
dispersó; en fin, cuando se iniciaron “los debates” y la fase probatoria, el
exdictador huyó de Sucre protegido por los militares eludiendo un mandamiento
de detención que el Congreso emitió con motivo de un segundo juicio por la
venta de los diarios del Che. Durante los siguientes tres años nos dedicamos a
la ardua tarea de la prueba, a la reconstrucción casi diaria de 14 meses en los
que no sólo se asesinó a insustituibles dirigentes; no sólo se apresó, torturó
y exilió a miles, sino que se robó en pequeño y en grande; desde el cheque por
$us 280 mil de una indemnización internacional para YPFB, que se endosó y
embolsilló García Meza, hasta las piedras semipreciosas de La Gaiba sobre las
que el exdictador y sus compinches establecieron un contrato privado de
explotación por “un año forzoso y otro voluntario”.
No hubiera sido posible la
sentencia que se dictó la tarde memorable del miércoles 21 de abril de 1993 sin
ese riguroso trabajo probatorio.
Miguel Ángel Virrueta, Freddy
Padilla, Julio César Sandóval, José Luis Gutiérrez y yo fuimos los abogados que
desplegamos ese plan jurídico que alcanzó una dimensión mucho mayor a nuestros
esfuerzos. Detrás de cada testimonio, como el de Gladys Solón, Gloria Ardaya,
Lidia Gueiler, Wálter Vásquez, Juan Lechín, Genaro Flores, Julio Tumiri,
Eduardo Pérez, del general Emilio Lanza, de las viudas de la calle Harrington y
de otros 30 más, estaba el dolor y el valor, esa combinación que siempre le
permitió avanzar al país incluso en sus noches más oscuras.
Se logró reconstruir los
hechos dolorosos de la historia y con ello resurgió con enorme fuerza el valor
democrático de los bolivianos. Es que junto a los abogados estuvieron hombres y
mujeres de talla mayor. Estuvo Cristina Quiroga, Olga Flores, Iván Paz, Loyola
Guzmán, Waldo Albarracín, Aldo Michel, Iván Iporre, nuestro “Comité Impulsor”,
nuestra “parte civil”.Un pedazo de justicia para la democracia. Cuatro horas
duró la lectura de esa sentencia histórica, esa tarde tranquila de abril de
1993 en Sucre.Junto a García Meza y Arce Gómez, 43 acusados fueron declarados
culpables de los delitos cometidos; los más graves, los asesinatos infames, se
sancionaron con 30 años de presidio sin indulto; con 20 años el paramilitarismo
y las masacres sangrientas, y con menos rigor los delitos económicos.
A las siete de la noche,
saliendo del salón de debates, nos unimos a una enorme multitud que se había
congregado en torno a la Corte Suprema y nos confundimos en esa marea de gente
que repletó luego la plaza 25 de Mayo, a unos pasos de donde naciera la
República. Para ella y para su democracia habíamos arrancado un buen pedazo de
justicia. Como lo he dicho varias veces, sólo un sentimiento de paz me inundó
el espíritu esa noche de abril en Sucre. Habían pasado y no en vano nueve años.
Golpe ‘narco- fascista’
Remberto Cárdenas Morales
Del riesgo del golpe de
Estado en 1980, cuyos cabecillas fueron Luis García Meza y Luis Arce Gómez, se
hablaba todos los días en el mundo político y sindical boliviano. Entonces
ejercía la presidencia interina del país Lydia Gueiler Tejada, prima del
principal golpista, cuyo gobierno interino se debilitó mucho debido
a las medidas económicas que tomó y que afectaron al pueblo, al que la
presidenta denominó “maravilloso”, sobre todo por el heroísmo demostrado en la
resistencia y en la derrota del golpe de Estado fallido de Todos los Santos de
1979. Éste fue derrotado por ”la fuerza de la masa”, como escribe René
Zavaleta.
Al líder social y diputado
Marcelo Quiroga Santa Cruz, en la puerta del Palacio Legislativo, le escuchamos
decir, una de esas tardes nubladas paceñas previas al golpe, que parecía “entre
pisquera y golpista”, lo que fue un anuncio de cuanto se hablaba con
insistencia, porque esos días sí que había lo que de manera tal vez imprecisa
se denominaba “clima golpista” (como no advertimos los días del último motín
policial y menos a la llegada de la IX marcha indígena a La Paz).
Los que integrábamos grupos
modestos que en ese tiempo nos ocupábamos de la política a tiempo completo
confiábamos en que “la fuerza de la masa”, o de la “plebe”, derrotaría
cualquier intento golpista de jefes militares, de quienes se conocía sus
inclinaciones autoritarias y sus vínculos con actividades ilegales: con el
contrabando y con el narcotráfico.
‘Arcesino’. En marzo de 1980
fue secuestrado, torturado “salvajemente” y ultimado el cura mártir Luis
Espinal Camps, como cuentan cronistas de esa muerte dolorosa. En su entierro,
acompañado por mucha gente (del pueblo y capas medias, en especial),
compatriotas portaban pancartas que denunciaban a uno de los probables autores
intelectuales de ese crimen espantoso con la palabra “Arcesino”.
El clima golpista, además,
era configurado con acciones terroristas, de factura inequívoca, es decir, estallidos
de bombas destinados a intimidar (como el dinamitazo en la oficina del
semanario Aquí) y a desarticular al pueblo. Rumores de las más diversas
procedencias y a cual más truculentos sobre el accionar golpista.
Entre las ideas de los
militares, de las poquísimas que difundían, Luis García Meza amenazó con una
“democracia inédita” para Bolivia. Entre las capas medias incluso se esperaba
que alguien ponga orden ante la “anarquía y el caos” imperantes aquí.
El líder de los golpistas (se
dijo por ellos narco-fascistas) hizo lo que se vio como una demostración de
fuerza y ensayo golpista: dio la orden y encabezó algo así como un desfile
militar informal y fuera de fechas cívicas: tanques y tropa en carros
castrenses recorrieron La Paz desde una de las unidades militares de El Alto
hasta el Estado Mayor de Miraflores. García Meza, ese momento, era
jefe del Ejército y Arce Gómez, jefe de la
Sección Segunda del Ejército (Inteligencia).
Quizá sepa a marginal, pero
es pertinente rememorar que el jefe militar de la Casa Presidencial,
alcoholizado, se introdujo en la recámara de la Presidenta, lo que fue un
escándalo, con un mensaje po lítico que luego se leyó más críticamente: como
parte de la organización golpista se buscaba restar autoridad a la primera mandataria.
Los militantes de izquierda,
y los que decían defender la democracia (limitada en rigor), creíamos que no
avanzábamos más allá de la denuncia del golpe que sabíamos efectivamente que se
tramaba. Esa labor de simple denuncia (que no dejó de ser positiva, pero
insuficiente) fue la del Consejo Nacional de Defensa de la Democracia (Conade),
en el que se agruparon los partidos “populares y de izquierda”, así como el MNR
“como frontera hacia la derecha”, se dijo de manera comedida esos días en los
que crecía la tensión o la “estrategia de tensión”.Vivíamos los días
preparatorios de los festejos de la revolución paceña. Pocos reparamos que los
golpistas habían elegido el 17 de este mes (1980) para perpetrar el golpe.
En mi caso, pregunté qué
había del bullado golpe de Estado. El principal dirigente del Partido Comunista
Boliviano (PCB), en el que militaba en ese periodo, me respondió que no había
evidencias de que el golpe llegue esos días de las glorias independentistas
paceñas. Por tanto, viajé a Santa Cruz a visitar a mi madre y a mi familia.
Había empezado el golpe de
Estado bajo la jefatura de García Meza y Arce Gómez, y con el alzamiento de la
guarnición militar de Trinidad, acción que fue secundada en Santa Cruz. En la
capital cruceña, la ocupación por carros de asalto y efectivos militares de las
principales calles del centro citadino fue rápida. Allí no hubo nada que se
parezca siquiera a la resistencia heroica que libraron los trabajadores
mineros.
A media mañana de ese
luctuoso 17 de julio de 1980, encerrado “en casa” con mi madre y una hermana
menor, nos enteramos por radio del apresamiento de la primera mujer que había
llegado al más alto cargo político, la Presidencia de la República, previa
renuncia impuesta, la que no fue tal, como se supo después. Los golpistas
hablaron de que doña Lydia, así la nombrábamos, había firmado una carta en la
que “resignó” el cargo.
Supimos de las muertes, por
disparos de los que tomaron por asalto la sede de la Federación Sindical de
Trabajadores Mineros de Bolivia, en El Prado de La Paz, de Marcelo Quiroga Santa
Cruz, máximo dirigente del PS-1; de Carlos Flores Bedregal, secretario General
del POR-Posadas y de Gualberto Vega, dirigente sindical minero.
También por radio nos
enteramos del apresamiento de otros de los miembros del Conare y en particular
de nuestros camaradas y amigos Carlos Soria Galvarro Terán, periodista; de Luis
Pozzo Íñiguez, entonces miembro de la Confederación Universitaria Boliviana
(CUB); de delegados del PCB.
Resistencia. El dolor que nos
ocasionaban los caídos y la derrota de esa democracia aunque mezquina,
necesaria, al menos se mitigaba ante la resistencia al golpe que sostuvieron
los trabajadores del subsuelo en todos los centros de la minería nacionalizada,
especialmente en Caracoles (La Paz).
A pocos días del golpe nos
informaron detalles del ametrallamiento aéreo, ordenado por los militares, a la
“población civil” y a los campamentos mineros en Caracoles que, luego se supo,
soportaron la más cruel de las ofensivas debido a que allí la resistencia fue
combativa y costó vidas de trabajadores mineros y de sus familiares.
La COB decretó una huelga
general política, la que fue acatada (como no es ahora), pero resultó ineficaz
por lo que no se pudo impedir que los golpistas se instalen en el Palacio
Quemado, en el que García Meza dijo que se quedaría 20 años. Y, ante un débil
bloqueo internacional a su régimen de terror, agregó que en Bolivia se iba a
sobrevivir con “chuño y charque”. El dictador, que ahora purga sus culpas en el
penal de máxima seguridad boliviano, duró menos de 20 meses en el poder.
Un testimonio del golpe, 25 años después
(La Paz - La Razón)
El cruento golpe de Estado
del 17 de julio de 1980 ha dejado una marca en el boliviano. Uno de ellos
recuerda ese día fatídico, que la democracia condenó con cárcel después.
Eduardo Ascarrunz R.
Para La Razón
Al amanecer del 17, el
invierno paceño mostraba una faz apacible. La quietud de las calles era apenas
quebrada por algunos borrachines que aún vivían el festejo del 16 de julio.
Nada presagiaba tormenta. Sin embargo, al rayar el alba la actividad era febril
en otros espacios distantes del sueño de la población.
"Pachi, Pachi, hay un
levantamiento militar en Trinidad". La voz angustiada de mi hermano Carlos
me sacó de mis cavilaciones. Eran poco más de las 7.30 cuando la radio
anunciaba la inminencia de un golpe de Estado.
"No puede ser",
me dije, como tantos otros se habrán dicho al conocer la noticia, pese a que la
posibilidad de una arremetida militar, descabellada o no, era un secreto a
voces en las calles.
Me vestí y salí deprisa
hacia TV Boliviana, donde desempeñaba funciones ejecutivas. Desde Canal 7
intenté comunicarme con algunos miembros del gabinete de la presidenta Lidia
Gueiler Tejada, pero ellos ya estaban camino al Palacio de Gobierno.
Un par de contactos con
colegas periodistas sirvieron para establecer el cuadro de situación alrededor
de las 9 de la mañana: el alzamiento estaba comandado por el general Luis
García Meza y el coronel Luis Arce Gómez e involucraba a todas las guarniciones.
En el Cuartel General de Miraflores todo estaba en orden para que el terror se
instale en la sede de gobierno. A las 9.30, Víctor Hugo Sandóval, director de
Noticias, organizaba la cobertura periodística y recibía informes de los
corresponsales del interior: Trinidad estaba ocupada por tropas militares,
Santa Cruz y Cochabamba vivían horas inciertas. Cristina Achá, directora de
Programación, fue al Palacio en procura del ministro de Informaciones, Óscar
Peña Franco. Félix Espinoza, secretario ejecutivo del Sindicato de TV
Boliviana, se reunía a esa hora con don Juan Lechín, Genaro Flores, Edgardo
Vásquez y otros dirigentes políticos y sindicales en el edificio de la
Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) en El Prado,
circunstancial sede de la Central Obrera Boliviana.
Aproximadamente a las 10,
la presidenta Gueiler analizaba con su gabinete la dramática situación. Varias
llamadas telefónicas, una de ellas desde el propio Cuartel General, atirantaron
aún más la angustia. No obstante, la dignataria no perdía la serenidad.
"La situación es realmente grave —dijo a sus ministros—, en cualquier
momento van a tomar el Palacio, pueden retirarse si desean".
Todos los ministros
permanecieron a su lado, menos el de Defensa, contralmirante Néstor Núñez. De
manera simultánea, convocados por Lechín empezaron a llegar a la COB los
miembros del CONADE, mecanismo político-sindical creado para la defensa de la
democracia; Marcelo Quiroga Santa Cruz del PS-1, Óscar Eid del MIR, Simón Reyes
de la FSTMB, Óscar Sanjinés de la COB, el padre José Tumiri de la Asamblea de
Derechos Humanos, entre otras entidades.
Alrededor de las 10.30, los
periodistas repartían sus tareas en dos vertientes: unos abarrotaban el hall
del Palacio de Gobierno, otros aguardaban las medidas acordadas en el CONADE.
Unos y otros comprobaron finalmente que el propósito de interrumpir el proceso
democrático, expresado públicamente por García Meza desde el cargo de
Comandante de Ejército, se consumaba e incitaba a escribir una crónica de un
golpe anunciado.
Frente a la gravedad de los
hechos, me reuní en la gerencia del canal estatal con personal de confianza: un
ingeniero, dos técnicos y los periodistas Félix Espinoza y Julio Barragán.
Consulté a los tres primeros:"¿Se puede desactivar el transmisor de la
planta de El Alto?". "Podemos volarlo en minutos", dijo el más
joven. "No, no —aclaré—, inutilizarlo sin causar destrozos". El
ingeniero precisó: "Es cuestión de sacarle dos piezas claves e
irremplazables, o sea, desactivarlo científicamente se podría decir".
"¿Se animan? —pregunté—, por lo menos dejémoslos sin televisión por un
buen tiempo". Los tres asintieron y se aprestaron a subir a la planta no
sin antes acordar un lugar seguro para reunirnos más tarde.
La reunión
político-sindical concluyó minutos antes del mediodía y se leyó el documento
que en su parte esencial condenaba el alzamiento militar, instruía el bloqueo
de caminos y declaraba la huelga general e indefinida en todo el país.
Mientras esto sucedía en la
COB, en el Palacio de Gobierno el doctor Hernán Siles Zuazo, ganador de las
elecciones del 29 de junio, acompañado por Antonio Araníbar, alto dirigente del
MIR, y el general Samuel Gallardo Lozada, expresaba a la Presidenta el apoyo
pleno del CONADE.
A esa misma hora, al menos
tres columnas de paramilitares con armas automáticas en las manos, y
aguardiente en las venas, ganaban las calles a bordo de ambulancias de la CNSS,
aproximándose velozmente a dos de los tres objetivos determinados: 1. Asalto a
la COB y apresamiento de dirigentes, y 2. Toma del Palacio de Gobierno,
desalojo de la Presidenta constitucional y captura de sus ministros. Una vez
cumplidas ambas misiones, con escasos minutos de diferencia entre una y otra, los
paramilitares iban a cumplir el tercer objetivo: la ocupación de las radios
Panamericana y Fides además del matutino Presencia.
De esta manera se ejecutó
el plan concebido por Arce Gómez, sus colaboradores militares y civiles, y los
oficiales argentinos fogueados en la tenebrosa Escuela Mecánica de la Armada
Argentina (enviados meses antes por el presidente Rafael Videla), cuya pericia
criminal había sido demostrada en el secuestro, tortura y asesinato del
sacerdote jesuita y periodista Luis Espinal.
La toma de la COB fue
facilitada, en parte, por un hecho infortunado: cuando los dirigentes se
aprestaban a salir, la llegada tardía del personal de TV Boliviana determinó
que se lea nuevamente el comunicado del CONADE, lo que permitió a los
paramilitares poner a punto el asalto al edificio sin la menor resistencia, lo
que se produjo unos 10 minutos después de concluida la segunda lectura.
Las campanas del reloj del
Congreso terminaban de dar las 12, cuando la Presidenta, el doctor Siles y sus
acompañantes daban por terminada la reunión. Los visitantes salieron del
Palacio, seguidos a unos pasos por Félix Espinoza, Julio Barragán y quien
escribe esta crónica. Ellos siguieron con rumbo desconocido, nosotros nos
dirigimos a la COB. Transcurrieron unos cinco minutos antes de que otro grupo
paramilitar, al mando de Mosca Monroy, ingresara al Palacio. En el trayecto
hacia la FSTMB se confirmaba en la radio la cruenta ocupación de la sede
sindical en El Prado.
Informada de la presencia
de paramilitares, la Presidenta instruyó a los ministros Óscar Peña (de
Informaciones) y Carlos Antonio Carrasco (de Educación) verificar el alcance de
las acciones. Peña Franco fue golpeado brutalmente y rodó por las escalinatas.
Mosca Monroy puso el caño de la metralleta en el vientre de Carrasco, pero al
hacerlo sintió en su sien el revólver del capitán Agustín García, edecán
presidencial, quien con la voz firme le dijo: "Si dispara, yo también
disparo, ¡carajo!". El temible Mosca Monroy bajó el arma; él y sus
secuaces –envalentonados hasta ese momento frente a un enemigo indefenso—
frenaron sus ímpetus ante la actitud decidida del único militar leal que
defendía su plaza. La fugaz tregua fue aprovechada por la presidenta Gueiler,
Carrasco, el Canciller y los ministros Salvador Romero Pítari (de la
Presidencia) y Jaime Ponce (de Planeamiento) para subir al tercer piso,
ingresar a un pasadizo secreto, trepar al techo del Palacio y alcanzar el
tejado de la Catedral para poder salir.
"¡Sálvese quien
pueda!", fue la muda consigna del mediodía en la casa de Gobierno y en la
sede del movimiento obrero organizado. Los dos poderes civiles y sustentos de
la frágil democracia boliviana devenían impotentes frente al poderío de la
bestialidad armada.
Mientras por los techos del Palacio Quemado la única
Presidente mujer de la historia boliviana y cuatro de sus colaboradores se
movían a rastras, nerviosamente, evitando ser alcanzados por las balas
disparadas por francotiradores apostados en las terrazas de edificios cercanos;
el líder minero Juan Lechín Oquendo, protagonista de fugas espectaculares, caía
preso al intentar un escape por las oficinas del fondo de la casa.
Cuando la fila de detenidos
descendía por las escaleras del edificio de la FSTMB, un paramilitar reconoció
a Marcelo Quiroga Santa Cruz en un descanso entre las gradas. El líder
socialista no ofreció resistencia, según recuerdan 30 años después Wálter
Vásquez y Cayetano Llobet (del PS-1), Óscar Eid (del MIR) y otros compañeros
que vieron de cerca cómo un paramilitar descargó una ráfaga de su arma
automática sobre el cuerpo de Quiroga Santa Cruz, alcanzando a herir de muerte,
también, al joven intelectual Carlos Flores Bedregal. Allí y entonces, de una
manera cobarde y artera, se consumaba el ajuste de cuentas anunciado por García
Meza semanas antes y cobraba visos criminales el odio visceral de Arce Gómez
hacia un líder irrepetible de la historia política boliviana de las últimas
décadas.
Entre las 12 y la una menos
cuarto se sintieron los peores rigores de la arremetida golpista del 17 de
julio de 1980. En ese lapso se verificaron actos insospechados, seguidos de
hechos no menos sorprendentes: si bien la demora del personal de Canal 7 hizo
que se leyera nuevamente el comunicado, nadie se apresuró a salir. Todavía se
abrigaba la esperanza de que las cosas no fuesen tan extremas. El propio líder
del movimiento obrero iba a declarar años después a Última Hora:
"Terminada la lectura nos quedamos a tomar sol en la ventana de mi
oficina que daba al Prado. A mi izquierda se paró Marcelo Quiroga y a la
derecha Simón Reyes". Al escuchar los primeros disparos y sentir las balas
rozando sus cabezas, entonces hicieron carne de la gravedad de la situación que
afrontaban.
Los irregulares de civil no
repararon en la huida de la señora Gueiler y sus colaboradores, o declinaron ir
tras ellos, concretándose a apresar a quienes estaban a su alcance en el
segundo piso de la casa de Gobierno. El Palacio fue desocupado cerca de las
13.30, según informó un oficial a la Presidenta y al Canciller. De inmediato,
ambos dejaron su escondite del techo palaciego. Presas de miedo, promediando la
hora 14, los otros fugitivos bajaron del entretecho y al pasar por el comedor
vieron al jefe de la Casa Militar, coronel José Cueto, almorzando sin asomo de
nervios junto a edecanes y a otros militares. A bordo de un jeep que les
facilitó Cueto, recorrieron la periferie y vieron a los paramilitares de
retorno al Palacio.
Al filo de las 12.30, a
unos pasos del edificio asaltado, Julio Barragán frenó el vehículo y dio marcha
atrás, evitando que asomáramos hacia las ambulancias repletas de presos y
prestas a partir rumbo a Miraflores. Una hora antes, los tres técnicos del
canal estatal ya habían desactivado la planta transmisora de El Alto. En medio
del horror, la misión cumplida con maestría y coraje nos alegró el alma en una
jornada en la que la suerte estuvo de nuestro lado, puntualmente: nos salvamos
de caer en manos de los paramilitares a la salida del Palacio, primero; a unos
metros de la COB estuvimos a punto de ponernos frente a frente con las
ambulancias, después, y por último, casi en las narices del Mosca Monroy y sus
cómplices nos refugiamos en una salteñería cuando el grupo irregular pasaba
raudamente por la puerta del Teatro Municipal rumbo a la sede de la radio Fides.
En el asalto a Fides, el
Mosca Monroy no reconoció al sacerdote y periodista Eduardo Pérez Iribarne o,
más bien, lo confundió con un jesuita ligeramente parecido apresado junto a
otros radialistas poco antes.
Después llegó el toque de
queda y, tras él, comenzaron las noches y los días de terror. No en vano, Luis
Arce Gómez advirtió a los bolivianos que caminaran con el testamento bajo el
brazo. La vida pendía de un hilo.
“Por los techos del Palacio
Quemado la única mujer Presidente de la historia boliviana se movía a rastras
evitando las balas”
“Terminada la lectura del
comunicado nos quedamos a tomar el sol en la ventana de mi oficina" (Juan
Lechín Oquendo)
Perfil
Eduardo Ascarrunz
R.
Periodista • Exiliado en Lima (1972/76) y en Caracas (80/82). Trabajó en
Reuters e Interpress Service, en la OEA y como gestor cultural de Unesco. Fue
nominado al premio Pulitzer en 1974 por denunciar los horrores cometidos en
Mozambique; ganó en 1997 el Premio de Periodismo por la historia de las manos
del Che. Recibió el premio Reina Sofía de España por la campaña de educación
antidroga y movilización social "Seamos".
Gerente • Ocupó el cargo en
el gobierno de Lidia Gueiler y vivió de cerca el golpe del 17 de julio.
"Santa Juana de América" fue una de las mayores producciones de la TV
Boliviana que causó mucho malestar entre los militares que conspiraban
entonces.
Redactores:
La Paz: Marco Antonio
Fernández Alanoca, Sulma Echaverría García, Isabel Pomier, Wilfredo Pomier
Miranda y José Julián Sirpatico. Cochabamba:
Alonso Contreras Baspineiro, Fernando Méndez Terrazas y Claudia Zegarra Rivero.
Santa Cruz: Alejandro Dausá. Sucre:
Roberto Valdiviezo Luna. Potosí: Héctor
Hinojosa Rodríguez y Rosa Laime Muñoz. Trinidad:
Fanthy Velarde. Madrid (España):
Carlos M. Caravantes García.
Sobre el Comandante
de Nuestra América: www.chebolivia.org
De la Redacción:
Las notas firmadas expresan los criterios de los
autores.
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